Este documento discute la importancia de basar la educación en principios cristianos. Argumenta que el currículo y los maestros deben tener una cosmovisión basada en Dios para transmitir valores eternos a los estudiantes. También sugiere que la educación debe comenzar en el hogar y preparar a los estudiantes para enfrentar desafíos como las desviaciones sexuales de una manera compasiva que guíe a las personas a Dios. Finalmente, señala que aunque la sociedad ofrece muchas posibilidades educativas, es importante no