La estimulación temprana busca promover el desarrollo saludable de los niños a través de la interacción entre los genes y el ambiente. Los primeros seis años son cruciales para adquirir funciones básicas a través de la plasticidad neuronal. Grupos de riesgo incluyen niños con problemas de salud o desnutrición y aquellos sin cuidados adecuados. Un abordaje global considera todas las necesidades del niño de forma interdisciplinaria.