El documento describe la estrategia contrasubversiva del estado peruano entre 1980 y 1988 para combatir a grupos subversivos como Sendero Luminoso y el MRTA. Esta estrategia no fue efectiva y generó violaciones a los derechos humanos contra la población campesina. En la década de 1990, los actos terroristas habían disminuido y tanto Sendero Luminoso como el MRTA fueron derrotados, aunque a costa de mucha violencia.