Este documento presenta una propuesta para la creación de una República Federal Ibérica que una a España y Portugal. El autor traza brevemente la historia de la península ibérica desde la prehistoria hasta la dominación romana y argumenta que la influencia islámica impidió que la península evolucionara de forma natural hacia una unión política. Luego, el autor propone "borrar" la dominación islámica de la historia para imaginar cómo podría haber sido la península ibérica unida en una república federal. Finalmente
Crónica y aportación personal sobre el Primer Congreso Internacional Garciano, con ocasión del bicentenario del nacimiento del séptimo presidente del Ecuador don Gabriel García Moreno 1821-2021
Crónica y aportación personal sobre el Primer Congreso Internacional Garciano, con ocasión del bicentenario del nacimiento del séptimo presidente del Ecuador don Gabriel García Moreno 1821-2021
Un grave problema español, nadie construye un sentimiento común de patria ciudadana, que una por la práctica de valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad.
Primer siglo de Carlismo en España (1833-1931). Luchas y esperanza en épocas ...josefermin
Este libro de historia pretende acercarse al pensamiento, sentimientos y fidelidades de los carlistas del primer siglo de Carlismo en España, el único movimiento político de Europa que hoy goza de la antigüedad de 180 años. Este acercamiento se realiza desde los testimonios que han dejado sus protagonistas.
Se ofrece una biografía de Martín Mónaco de Ansa, vecino de Pamplona, entre los difíciles años de 1808 a 1833. Comerciante, administrador, hombre acaudalado, optó por don Carlos V y VIII de Navarra en 1833, siendo expulsado por ello de su cargo de administrador del hospital general de Pamplona, que era de patronato municipal. Con motivo de su biografía se analiza la situación sociopolítica de Pamplona de 1820 a 1833. Este trabajo se presenta sin fotografías comentadas, que se ofrecen en otra entrega simultánea.
CAPITULO 2 Familias y grupos de poder: estrategias de supervivencia. La Noble...Tepexi Puebla
Vamos a abordar una serie de historias vitales, las de un grupo de familias compuestas por caciques y principales, es decir, individuos con una posición social y económica privilegiada que lucharon por mantenerla y reforzarla. Quiénes eran, qué tipo de acciones emprendieron para lograr sus objetivos, y si obtuvieron resultados positivos o negativos, son algunas de las preguntas a las que trataremos de dar respuesta en éste y los siguientes capítulos. Las cuotas de poder que manejaron fueron su principal baza en favor de la consecución de sus ambiciones. Éstas se alimentaban de tres fuentes principalmente: las relaciones sociales, el patrimonio personal y familiar, y la participación en diversos ámbitos de la administración colonial.
Monumento de "Navarra a sus muertos en la Cruzada"josefermin
El público de Navarra y España, y el público en general, pueden conocer en estas páginas de actualidad, qué es el Monumento del que se trata, desde su origen hasta nuestros días, su carácter exclusivamente religioso, su utilización originaria, la donación CONDICIONADA del Monumento por el arzobispado al ayuntamiento de Pamplona en 1997-98, y la dedicación religiosa de su cripta, que es la sede de la Hermandad de Caballeros Voluntarios de la Cruz -que es canónica-, cuya función y dedicación es religiosa. Esta Hermandad custodió y abrió al culto la basílica de la Santa Cruz -desde 1997 está desgraciadamente desacralizada debido a dicha donación- mucho antes que la juventud actual viniese invitada a esta vida que Jaungoikoa nos da, y luego se trasladó a su cripta donde celebra su culto privado y exclusivamente religioso. Estas páginas resultan necesarias ante las tergiversaciones, calumnias y la persecución religiosa sufrida por dicha Hermandad y Monumento, así como nuestro querido señor arzobispo, víctimas de los modernos talibanes que han caído en un calculado guerracivilismo, que se escudan en tristes hechos del pasado diferentes al hecho del Monumento, y que todo lo mezclan y revuelven a su gusto. ¿Es que en esta tierra navarra, abandonada al silencio y al activismo de unos pocos, nadie dirá las verdades? Digamos al lector que, en Navarra y Pamplona, hay un miedo soterrado y que los revanchistas y hasta proetarras campan por sus anchas. Nosotros, desde nuestras cerradas montañas del Norte, y desde el santuario de Nuestra Señora de Musquilda que está tan cerca de Jaungoikoa, no podemos guardar un mentiroso e indigno silencio. José Fermín Garralda
La Religión y el Mundo Actual de Federico Salvador Ramón – 14 – La buena Adm...Antonio García Megía
Recopilación de los artículos que, en la sección “Apuntes Sociales. La Religión y el Mundo Actual”, publica desde 1917 el Padre Federico Salvador Ramón, bajo el seudónimo de Mirasol, en la revista mariana Esclava y Reina de la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña.
Inscríbete al curso gratuito en línea: salamanca.ufm.edu
La Escuela de Salamanca es un curso MOOC de la Universidad Francisco Marroquín que consta de cinco capítulos. La Escuela de Salamanca es un término usado para describir un amplio grupo de intelectuales de los siglos dieciséis y diecisiete de España, Portugal y Latinoamérica. El curso en línea consiste de cinco capítulos: una introducción en homenaje a su fundador Francisco de Vitoria; un capítulo de la contribución de la Escuela de Salamanca sobre derechos humanos, política y economía; y una conclusión en homenaje al trabajo de Juan de Mariana. Aprende sobre los orígenes del liberalismo hispano, así como su influencia en la civilización occidental moderna. Gana las insignias al completar las actividades del curso.
Eric Clifford Graf es catedrático de literatura en la Universidad Francisco Marroquín. Se doctoró en literatura española en la Universidad de Virginia (1997), sus áreas de especialización incluyen: literatura española medieval y moderna, filosofía renacentista, historia de la novela y teoría literaria, política, cultural y económica.
Créditos:
New Media | UFM 2017
salamanca.ufm.edu
newmedia.ufm.edu
ufm.edu
Un grave problema español, nadie construye un sentimiento común de patria ciudadana, que una por la práctica de valores republicanos de libertad, igualdad y fraternidad.
Primer siglo de Carlismo en España (1833-1931). Luchas y esperanza en épocas ...josefermin
Este libro de historia pretende acercarse al pensamiento, sentimientos y fidelidades de los carlistas del primer siglo de Carlismo en España, el único movimiento político de Europa que hoy goza de la antigüedad de 180 años. Este acercamiento se realiza desde los testimonios que han dejado sus protagonistas.
Se ofrece una biografía de Martín Mónaco de Ansa, vecino de Pamplona, entre los difíciles años de 1808 a 1833. Comerciante, administrador, hombre acaudalado, optó por don Carlos V y VIII de Navarra en 1833, siendo expulsado por ello de su cargo de administrador del hospital general de Pamplona, que era de patronato municipal. Con motivo de su biografía se analiza la situación sociopolítica de Pamplona de 1820 a 1833. Este trabajo se presenta sin fotografías comentadas, que se ofrecen en otra entrega simultánea.
CAPITULO 2 Familias y grupos de poder: estrategias de supervivencia. La Noble...Tepexi Puebla
Vamos a abordar una serie de historias vitales, las de un grupo de familias compuestas por caciques y principales, es decir, individuos con una posición social y económica privilegiada que lucharon por mantenerla y reforzarla. Quiénes eran, qué tipo de acciones emprendieron para lograr sus objetivos, y si obtuvieron resultados positivos o negativos, son algunas de las preguntas a las que trataremos de dar respuesta en éste y los siguientes capítulos. Las cuotas de poder que manejaron fueron su principal baza en favor de la consecución de sus ambiciones. Éstas se alimentaban de tres fuentes principalmente: las relaciones sociales, el patrimonio personal y familiar, y la participación en diversos ámbitos de la administración colonial.
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La Religión y el Mundo Actual de Federico Salvador Ramón – 14 – La buena Adm...Antonio García Megía
Recopilación de los artículos que, en la sección “Apuntes Sociales. La Religión y el Mundo Actual”, publica desde 1917 el Padre Federico Salvador Ramón, bajo el seudónimo de Mirasol, en la revista mariana Esclava y Reina de la Congregación de Esclavas de la Inmaculada Niña.
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La Escuela de Salamanca es un curso MOOC de la Universidad Francisco Marroquín que consta de cinco capítulos. La Escuela de Salamanca es un término usado para describir un amplio grupo de intelectuales de los siglos dieciséis y diecisiete de España, Portugal y Latinoamérica. El curso en línea consiste de cinco capítulos: una introducción en homenaje a su fundador Francisco de Vitoria; un capítulo de la contribución de la Escuela de Salamanca sobre derechos humanos, política y economía; y una conclusión en homenaje al trabajo de Juan de Mariana. Aprende sobre los orígenes del liberalismo hispano, así como su influencia en la civilización occidental moderna. Gana las insignias al completar las actividades del curso.
Eric Clifford Graf es catedrático de literatura en la Universidad Francisco Marroquín. Se doctoró en literatura española en la Universidad de Virginia (1997), sus áreas de especialización incluyen: literatura española medieval y moderna, filosofía renacentista, historia de la novela y teoría literaria, política, cultural y económica.
Créditos:
New Media | UFM 2017
salamanca.ufm.edu
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Este texto permite un acercamiento objetivo al concepto de Nacionalismo. Revisa aspectos relacionados con el origen de esta ideología y la manera en la que esta determina, a lo largo de su desarrollo histórico, a las sociedades en las que se manifiesta.
Por paradójico que pueda parecer, pocos conceptos (y praxis aneja) como el del desarrollo han contribuido tanto a ese fenómeno de expansión mundial de la ley del valor capitalista y de sus consecuencias supraestrucutrales, que llamamos globalización.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
2. 2
La Historia Fantástica
Edición corregida y ampliada, al incluir mis dos primeros
ensayos sobre la República Federal Ibérica: “RFI primera parte”
(pag. 4), y “Distribución territorial RFI” (Pag. 96)
Juan José Gómez Montes
http://elheraldicon.blogspot.com.es
3. 3
ÍNDICE
RFI. PRIMERA PARTE.- (Abril 2012. Pag. 4)
PRÓLOGO.- (Pag. 10)
1 - UTOPIA.
2 - DE LA PROTOHISTORIA A
LA DOMINACIÓN ROMANA.
3 – DE LOS SUEVOS, VÁNDALOS,
ALANOS Y VISIGODOS, A LA
LLEGADA DE LOS ARABES.
4 – IBERIA VISIGODA.
5 – EL SIGLO VI
6 – RODERICO. DON RODRIGO
LA HISTORIA FANTÁSTICA.- (Enero 2013.
Pag. 31)
1 – COMO PUDO HABER SIDO.
2 – REINOS INDEPENDIENTES DE
LA PENÍNSULA IBÉRICA.
LA REALIDAD SE IMPONE
SIGLOS XIX Y XX
EPÍLOGO
RFI. TERCERA PARTE.- (Febrero Marzo
2013. Pag. 96))
1.
DISTRIBUCIÓN Y
ORGANIZACIÓN TERRITORIAL
4. 4
RFI. PRIMERA PARTE.- (Abril 2012)
Los que conocéis mi blog EL HERALDICON –
CRONICAS DE CELTIBERIA, sabéis mi opinión con
respecto a los nacionalismos en el Estado español, de
hecho en el widget BREVE HISTORIA DE LOS
REINOS DE ESPAÑA, creo dejar bien clara mi
opinión con respecto a la perfecta justificación del
Estado de las Autonomías, incluso creo que a estas
alturas sabéis que me decanto firmemente por la
vieja aspiración de constituir una República Federal
Ibérica junto con la Republica Portuguesa y el
Principado de Andorra.
Dicho esto y a tenor de los últimos
acontecimientos, siento la imperiosa necesidad de
manifestar mi opinión y someterla a vuestro juicio,
porque me da la impresión de que ya estamos otra
vez haciendo las cosas mal, ya volvemos a repetir
5. 5
actitudes, opiniones y posturas políticas que en el
pasado tantas desgracias, miserias y sangre nos han
costado, es como si estuviéramos dispuestos a
pasarnos por el forro toda la experiencia de los dos
últimos siglos.
Por una parte detecto en un amplio sector de
nuestra sociedad (y no solo en el gobierno, votantes y
simpatizantes de derechas), cierta tendencia a
intentar desmantelar el Estado Autonómico, primero
y muy acertado paso para acercarnos a la
constitución de la RFI.
Otra percepción que tengo, es la de contemplar
perplejo como nacionalistas catalanes, gallegos y
vascos (sobre todo, porque también se escuchan
voces
en
otras
autonomías),
hablan
de
independencia pero no plantean, por lo menos
abierta y llanamente, la opción republicana y
federalista, y eso queridos amigos es un discurso
inútil. No vale con decir que tienen la palabra solo
los ciudadanos de esas autonomías, en primer lugar
porque es un problema de Estado que solo desde el
Estado libre y democrático se puede decidir; y en
segundo lugar porque somos millones de ciudadanos
españoles los que no estamos dispuestos a viajar al
extranjero cada vez que vallamos a Cataluña o Galicia
(En Cataluña tengo dos hijas, una nieta y… dos
yernos catalanes de pura cepa y en Galicia una hija y
un yerno gallego de pura cepa).
6. 6
En Europa a día de hoy solo hay dos estados
reconocidos en la Península Ibérica (tres si incluimos
Andorra), y son España y Portugal, es mas, estoy
absolutamente convencido de que la UE no va a
consentir otra cosa que se salga de ese patrón. Solo
con el tiempo y caminando con paso prudente, sin
alharacas, sin fantasmadas, podremos someter al
criterio de toda la sociedad española el proyecto de
República, y si este proyecto fuese rechazado, no
habría mas remedio que intentarlo de nuevo,
siempre de forma civilizada, pacífica y democrática
(siempre y cuando no recibamos una respuesta que
entrañe menoscabo de nuestras libertades y que
contenga algún tipo de represión). El momento
podría ser el día que el jefe del Estado, SM el rey Don
Juan Carlos, por razón de edad, invalidez o
fallecimiento natural, abandone la Jefatura del
Estado. Mientras este momento llega, deberíamos
incrementar, fomentar y estrechar mas los lazos que
nos unen con Portugal, un país que tenemos ahí al
lado, tan unido a nuestra historia, tan hermanado en
razas y culturas con nosotros y que sin embargo a
veces da la sensación de que estuviera al otro lada del
mundo.
A propósito de la unificación de España y
Portugal en un único Estado, dice don José Antonio
Jiménez Díaz, en sus tesis doctoral dirigida por don
Martín Almagro Gorbeaes:
7. 7
Durante el siglo XIX en algunos sectores
políticos se predica la idea de unidad ibérica, sobre
todo en el lado español, recogida en el entorno de la
ciencia prehistórica por Vilanova y Rada, que piensan
en España y Portugal como “territorios que si en lo
político constituyen por desgracia dos nacionalidades,
en orden a su primitiva historia, deben formar uno
solo, pues ningún límite natural los separa, siendo
iguales así la estructura geológica según queda dicho
como las gentes que desde remotos tiempos la
poblaron” (Vilanova-Rada 1893, 425).
Este “por desgracia” es compartido por muchos
“progresistas” españoles y portugueses a la altura de
la mitad del siglo XIX, “sobre la base de que se llegue a
una homogeneidad democrática en la península
esperando poder alcanzar una solución que reconcilie
la variedad y la unidad entre los pueblos del conjunto
ibérico”. Es una forma de nacionalismo integrador de
“ay ditas nâo es espanholas”, como se puede leer en
algunas páginas de entonces. Aunque esta unidad
política se quede en una idea difícilmente realizable, si
existe en algunos autores una visión cultural
unificadora que se refleja en la historiografía de ambas
naciones. Son muchos los trabajos históricos que
tratan de la Península Ibérica como una unidad
geográfica según veíamos al determinar nuestras
delimitaciones para este trabajo; en el caso de la
historia primitiva este tratamiento aparecía como
necesario. Desde la parte española ya queda citado el
8. 8
trabajo conjunto de Vilanova y Rada (1893); al tratar
del Museo Antropológico de Lisboa, Rodríguez
Carracido (1897) se plantea un enfoque unitario en el
estudio de la Península; para Tubino, la zona de
extensión de la cultura megalítica ocupa Andalucía,
Extremadura y Portugal y de este análisis surge su
tesis particular sobre los aborígenes ibéricos (Tubino 1
876b); por el lado portugués, Oliveira Martins (1894)
mantiene igual enfoque en su Historia de la
civilización ibérica partiendo de los primeros
pobladores peninsulares aunque no tiene en cuenta los
tiempos prehistóricos; también Augusto Filippe
Simoes (1878) estudia unitariamente las antigüedades
prehistóricas de la Península.
Es evidente pues que la idea de constituir un
estado unitario que integre a España y Portugal no es
nueva, por lo tanto los que en la actualidad
retomamos la vieja aspiración y la convertimos en
una nueva, con el deseo de zanjar definitivamente los
problemas territoriales que periódicamente nos
aquejan y a los que sistemáticamente se va
parcheando para que tiren, no estamos hablando de
nada que por su racionalidad sea imposible, aunque
si es innegable la cantidad de dificultades que su
ejecutoria comportaría.
Hay un par de consideración que quiero hacer
sobre estas reflexiones sobre la RFI: La primera
someter a vuestra consideración el hecho de que no
poseo ninguna licenciatura ni doctorado que me
9. 9
permita sentar cátedra ni categorizar sobre estos
temas, por lo que los escritos que componen este
ensayo, no pueden ser considerados mas que como
artículos de opinión.
La segunda es la de dejar bien claro que el ser
republicano no significa ser de derechas ni de
izquierdas, simplemente es tener otra concepción del
Estado y defenderla con hechos y razones, siempre
desde la libertad, la legalidad y la democracia.
Bandera de la RFI. Diseño propio
10. 10
PRÓLOGO.I. UTOPÍA
A día de hoy, intentar articular una Republica
Federal en la Península Ibérica, tomando como base
la distribución territorial a la que hemos llegado
después de siglos, en una sociedad que desde tiempo
inmemorial
es
altamente
heterogénea,
es
prácticamente imposible; y lo peor de todo es que la
historia de los hechos acaecidos ya no tiene vuelta de
hoja.
Haciendo uso de mi libre albedrío, digo que no
me gusta la realidad en la que vivo; esto trasladado al
concepto territorial, podríamos decir nacional,
incluso trasladado al sentir patriótico, me hace
renegar de los hechos históricos tal como ocurrieron,
porque esos hechos me impiden haber nacido y
vivido en un país o nación cuya forma de estado
(desde el punto de vista socio-político), se
corresponda con mi concepto ideal del Estado
español, al que para bien o para mal pertenezco.
Desde luego el gran ideal sería que no
existiesen los estados, ni las naciones, por lo tanto no
habría mas patria que el planeta; que los seres
11. 11
humanos nos considerásemos una única raza, con lo
que el concepto raza no tendría razón de ser; que
fuéramos una hermandad viviendo en armonía con el
resto de la creación. Pero hasta ahora los hechos nos
demuestran la imposibilidad de esto, y digo mas, es
muy probable que nuestro comportamiento nos lleve
a la auto-extinción.
Hechas estas consideraciones, concluyo
diciendo que soy un español cuyo deseo es que el
Estado español sea una República, mas en concreto,
que conjuntamente con el Estado portugués, con el
que tanto compartimos, seamos la REPÚBLICA
FEDERAL IBÉRICA, algo que hace por lo menos dos
siglos que tendría que haber ocurrido, pero que
nuestra
personal
idiosincrasia
a
impedido
sistemáticamente; y aquí viene lo mas delicado y
controvertido: Declaro, aún a riesgo de ser
denostado, que el principal motivo del carácter
nacional peninsular que nos ha mantenido alejados
de la evolución histórica natural de las naciones de
nuestro entorno, del hecho de que aún, en pleno
siglo
XXI,
sigamos
manteniendo
maneras,
costumbres y comportamientos impropios de un país
civilizado, laico, libre y democrático, son los ocho
siglos de dominación islámica, porque fue el reactivo
que echo a perder la mixtura que podíamos haber
sido. Por lo tanto para conseguir mis fines, cojo la
Historia y de un plumazo borro esa dominación y sus
consecuencias.
12. 12
Para dar verosimilitud a esta utopía que a mi y
a muchos compatriotas nos anima, la de constituir
una República Federal integrada por todos los
pueblos y naciones de la Península Ibérica, que como
ya he dicho nuestra evolución histórica tan sui
géneris ha impedido sistemáticamente, no he tenido
mas remedio que recurrir a la “Historia Fantástica”
de Juanito Santiuste, el inefable “Confusio” de D.
Benito Pérez Galdós.
No sabemos exactamente como imaginó esta
historia en la que mezcla la realidad y la ficción. Si
acaso lo supo el marques de Beramendi, (Otro de los
personajes ficticios de Galdós en su magna obra
“Episodios Nacionales”, última parte), es un secreto
que se llevo a la tumba, por lo tanto permítaseme
seguir elucubrando e invoquemos al espíritu de
Confusio para que me ilumine.
13. 13
II. DE LA PROTOHISTORIA A LA DOMINACIÓN
ROMANA.- Hechos históricos
Estamos en el siglo VII a.C. en el zenit de la
denominada edad del Hierro. A los descendientes de
los primeros Homo Sapiens prehistóricos que
habitaban la península, se han unido las tribus celtas
que durante siglos han ido desplazándose hacia el sur
huyendo de las gélidas comarcas del norte de Europa,
así nos encontramos con los primeros pueblos a los
que vamos a denominar Ibéricos: indigetes (en la
Ampurdá), los ceretanos (en la Cerdaña) o los
airenosinos (en el Valle de Arán); Galaicos, Astures y
Cántabros, (descendientes directos de los Keitals
indo-europeos), y várdulos, caristios y autrigones
(genéricamente denominados Vascones, aunque S.
Isidoro de Sevilla afirma que los vascos son los
“vacceos” en su obra cumbre, “Las Etimologías”),
ocupan el norte; Los Vacceos, Arévacos, Vetones,
Carpetanos (Descendientes de los Ambrones,
expulsados de la Germania por la superioridad de los
Teutones), se instalan en la meseta superior, en
ambas márgenes del rio Duero.
En la vertiente atlántica de Portugal y Galicia,
es donde mas evidente se hace la cultura celta.
Testimonio son “…los relativos a los monumentos
14. 14
megalíticos, “antas y dolmens”, de los que Luis
Domenech da una amplia noticia en su Historia
General del Arte (1886), con referencias bibliográficas
constantes como la obra de Pereira da Costa (1868b)
que utilizará Tubino como principal apoyo para hacer
su relación de los monumentos megalíticos
portugueses (1 876b). La lista de lugares es larga y
sería necesario un estudio más en profundidad de las
obras para poder dar no sólo una completa
clasificación geográfica, sino más técnica y precisa de
cada yacimiento. Entre las localidades de más
frecuente estudio están la región del Algarve (Estacio
da Veiga, Pereira Roto, Santos Rocha), las grutas de
Cesareda (Delgado, Paula- Olivera) y el Concellio da
Figueira, sobre el cual la Universidad de Coimbra
publica un completo estudio de Antonio dos Santos
Rocha. (José Antonio Jiménez Díaz).
Creo a la vista de los numerosos estudios
mencionados,
que
los
lusitanos,
ancestros
portugueses, pueden ser considerados como una
rama de los pueblos celtas, así lo afirman Leite de
Vasconcelos (1897, 1905), Coelho (1887), Martins
Sarmnento (1880a, 1891-1893), etc.
La toponimia celta en Portugal, ya fue
mencionada por los antiguos autores griegos y
romanos. Las regiones en donde podemos encontrar
un mayor número de estos nombres mencionados,
están en el norte (habitada por los Callaici), y centro
(habitada por los lusitanos), pero también en el sur
15. 15
(el Alentejo, habitado por los Celtici; y el Algarve,
habitado por los Cenetes ), que confirma la
correspondencia con las antiguas provincias romanas
de Gallaetia y Lusitania .
El nombre de Portugal así mismo puede tener
una raíz de origen celta (la terminación "gal"), el
propio nombre, latinizado como “Portus Cale”,
parece indicárnoslo así. Luego están las tradiciones
populares, los castros, los túmulos y otros vestigios
relacionados con localidades prerromanas como
Turolóbriga (Chaves), o Brácara (Braga).
Los Tartesos, de los que se dice llegaron a
formar un imperio al sur de la Iberia, bien podrían
ser una mezcolanza de pueblos africanos y
caucasianos, huidos muchos siglos atrás de la
esclavitud a la que eran sometidos por la dominación
del poderoso imperio egipcio (quizás debiéramos
considerar que la longitud del estrecho de Gibraltar,
era probablemente menor dos mil años antes de
nuestra era).
En el primer milenio a.C., la zona mediterránea
de la península había recibido la llegada de oleadas
colonizadoras
de
pueblos
procedentes
del
mediterráneo que contaban con una cultura mucho
más evolucionada que los aborígenes. Fenicios,
griegos y cartagineses llegarán por este orden a las
costas mediterráneas. Su propósito era económico:
16. 16
buscaban metales (cobre, plata, estaño, oro) y
procurarse otros productos (salazones, pesquerías...).
Estos pueblos aportaron grandes novedades
que poco a poco fueron extendiéndose, y
modificando a mejor la forma de vida de los pueblos
Íberos: Nuevos cultivos, como el olivo y el esparto, el
torno del alfarero (desarrollo de la cerámica),
acuñación de monedas, clave para el desarrollo
comercial que les lleva a contactar con otros pueblos
de la península. Estos contactos junto con la
alfabetización, primero fenicia y luego griega, calan
profundamente en la cultura celtibera (permítaseme
utilizar por primera vez este término), enriquecen la
primitiva escritura rúnica a la vez que influyen, ya de
forma irrevocable, en la sociedad, cultura y
tradiciones de nuestros pueblos.
Bien, podríamos decir que ya en el siglo V a.C.
tenemos una pre-estructura territorial y social de la
Península Ibérica. Los dos siguientes siglos serían de
consolidación, principalmente
en
la franja
mediterránea y en el sur. En los pueblos del norte y
centro, así como en la vertiente atlántica, la
colonización había sido escasa y limitada a pequeños
escarceos comerciales.
Es en esta situación, siglo III a.C., cuando
empieza la conquista y dominación de Roma, a la
sazón aún república. Las primeras expediciones
romanas apenas habían ocupado pequeños
territorios, todo su poderío estaba empeñado en el
17. 17
mantenimiento de sus intereses en lo que hoy
denominamos Medio Oriente y su principal enemigo
a batir era Cartago, amenaza constante en el Mare
Nostrum.
La llegada de los romanos a la Península
Ibérica se enmarca en el desarrollo de la Segunda
Guerra Púnica, cuando el cartaginés Aníbal Barca
desafió a la República del Tíber tomando la colonia
romana de Sagunto. Corría el año 218 a.C. A partir de
ese momento, se inició un imparable proceso de
conquista, dominación y posterior romanización del
territorio peninsular y balear. Varias fueron las fases
en las que se desarrolló este fenómeno: por un lado,
la ya comentada Segunda Guerra Púnica (218-206
a.C.), cuando los romanos se hicieron con el antiguo
Imperio Cartaginés en la Península; le siguieron dos
importantes guerras de conquista, como fueron la
Lusitana (Túrdulos y Vetones), con el caudillo vetón
Viriato haciendo frente a las legiones romanas; y la
Celtíbera, que culminó con la toma de la ciudad de
Numancia (Arévacos), en el año 133 a.C.
La última fase de la conquista romana de la
Península Ibérica fue más tardía. Desde siempre, la
zona norte del territorio, habitada por galaici,
astures, cántabros y vascones, había interesado a
Roma por su riqueza minera, pero la fiereza de estos
pueblos siempre se había conseguido imponer a los
intentos romanos de someterlos a su poder. No fue
hasta el año 29 a.C. cuando el futuro emperador
18. 18
Octavio Augusto en persona, comenzara la triunfal
campaña de conquista del norte de la península, algo
que le llevó a su ejército diez años.
A partir de ahí, puede decirse que la península
Ibérica quedó, por primera vez en su historia,
unificada bajo un mismo poder político y militar. En
la primera división territorial que hacen, dan el
nombre de Hispania a lo que hoy conocemos como
España, y Lusitania a la franja atlántica (Portugal).
Se iniciaría pues el proceso de romanización, que no
en todos los puntos peninsulares tuvo la misma
trascendencia. Siempre la zona norte mantendría
mucho más vivas sus antiguas instituciones tribales
celtas por encima incluso de las impuestas por Roma.
El efecto contrario se daría, en mayor o menor
medida, en la antigua zona de dominación
cartaginesa y en el interior de la península. En
definitiva, dos largos siglos de conquista
consiguieron que Roma adquiriera para sí un rico
territorio en recursos agrícolas, ganaderos y mineros.
Su dominio se extendería hasta el siglo V de nuestra
era, cuando nuevos pueblos procedentes del Este y el
Norte de Europa se harían con el control de la
Península Ibérica, dando lugar a una nueva etapa de
su historia.
19. 19
III.DE LOS SUEVOS, VÁNDALOS, ALANOS Y
VISIGODOS, A LA LLEGADA DE LOS ÁRABES.Con frecuencia siempre que se habla de la
irrupción de estos pueblos en la Península, se utiliza
la palabra conquista, en realidad no fue tal.
Los primeros en llegar fueron Suevos, Vándalos
y Alanos, reclutados por los romanos como
mercenarios para contener a las siempre díscolas
tribus celtíberas del norte y centro. El paulatino
debilitamiento de Roma, hizo que sus posesiones en
la Europa occidental fueran poco a poco dejadas al
control de los pueblos conquistados. La división del
Imperio, Occidente (Roma) y Oriente (Bizancio), y la
20. 20
corrupción existente en su tremenda maquinaria
política, dejaban desvalidos y carentes de la
“autoritas” romana a grandes territorios donde los
pueblos autóctonos que habían asumido la lengua,
leyes y organización que habían impuesto los
romanos, poco a poco iban conquistando los centros
de poder. Como es lógico, la Península Ibérica no
pudo sustraerse a este fenómeno.
En el siglo VI los visigodos se establecieron en
Iberia. En realidad Visigodos es el nombre genérico
que se da al conjunto de pueblos germánicos del
centro y sureste de Europa: hérulos, rugios,
lemovios, esciros, helvecones, sidenios, turcilingos,
gépidos… a los cuales la historia escrita simplifica
como Godos y Ostrogodos. Estos pueblos, también
bajo la dominación romana, con sus propios reyes y
leyes, eran utilizados para neutralizar los alzamientos
ocasionales de las provincias del Occidente de
Europa (Galia, Britania, Hispania…). Dada la
pasividad del Imperio romano, poco a poco se
hicieron poderosos en ambas márgenes del Danubio,
penetrando en todos los ámbitos de poder del
Imperio de Occidente. En la Galia tras la derrota del
rey Alarico frente a Clodoveo, dux de Los Francos,
descendientes directos de las tribus galas, a los cuales
la motivación por recuperar su identidad les hizo
mas poderosos, vencieron a los Visigodos,
obligándoles a desplazarse hacia el sur.
21. 21
Un gran número de ellos penetran en la
Península Ibérica, su única intención era la rapiña y
el saqueo, pero se encontraron con la fuerte
oposición de los hispano-romanos en el Levante, los
suevos (establecidos en la actual Galicia, Asturias,
norte de León y Norte de Portugal), los vándalos (en
el sur de la Península). De todos ellos Los Suevos
fueron los únicos que resistieron al avance visigodo,
los Vándalos huyeron al norte de África, los Alanos
desaparecieron y los hispano-romanos se sometieron.
Esta situación sobrevenida, obligó a
los
Visigodos a organizarse, a hacerse cargo de las
provincias romanas y a crear una infraestructura
política. Tampoco olvidemos que eran arrianos, una
secta cristiana desgajada del pontífice católico de
Roma. Fue el inicio de un período aproximado de
casi tres siglos de dominación, que influyo de forma
definitiva en todos los ámbitos sociales de la
Península Ibérica y que constituyo el embrión de los
Estados y Naciones que hoy en día nos conforman.
III Concilio de Toledo, segundo de la época visigoda
22. 22
IV.IBERIA VISIGODA.Hacia la mitad del siglo V, la dominación
visigoda que podríamos decir que en principio había
sido fulgurante, empezó a tener serios problemas
para mantener su precario poder. El Imperio romano
de Occidente aprovechando su desgajamiento
definitivo de Bizancio, centró todos sus esfuerzos en
la Hispania, recuperando el dominio, al menos
nominal, de la Península, excepto la zona dominada
por los suevos, que afianzaban su reino en el
23. 23
occidente. Hacia el año 438 el rey suevo Rekila,
emprende una decidida actividad de conquista del
resto de Hispania, adueñándose de la Lusitania, la
Carthaginense y la Bética. Su sucesor, Requiario,
aprovechará las perturbaciones del movimiento
bagauda para avanzar hacia la Tarraconense. Tal
acción impulsó al Imperio romano a pedir
nuevamente a los visigodos, a través de su rey
Teodorico II, la ayuda precisa para controlar
Hispania. Una nueva oleada de tropas visigodas
acantonadas al sur de la Galia, cruzan los Pirineos y
en el 456 capturan al rey Requiario, obligando a los
suevos a retornar a sus territorios en el Noroeste de
la península.
El resto queda en manos visigodas, pasando a
formar parte del Reino visigodo de Tolosa, con
capitalidad en Tolosa (Toulouse, actual Francia). Las
oleadas de conquista se sucederán con posterioridad,
pero ya en abierta guerra contra los territorios donde
aún dominaba el Imperio romano. En el año 476, los
visigodos ya se habían asentado en la península
Ibérica y en el 490 termina el grueso de las
migraciones desde el norte.
25. 25
V. EL SIGLO VI.La monarquía visigoda conoció un momento
de debilidad durante el siglo VI. Como hemos dicho,
los visigodos no controlaban toda la Península
Ibérica. En la parte noroeste estaba el reino de los
suevos. Toda la cornisa cantábrica, desde la cordillera
hasta el mar, zona poco romanizada, estaba
dominada por astures, cántabros y vascones. Al
menos dos reyes son asesinados sucesivamente
(Teudiselo y Agila I). En el Sur y en el este (Bética y
Carthaginense), algunos señores poseedores de
grandes extensiones de tierras y siervos, se
sublevaron. El imperio bizantino aprovechó la
oportunidad con Justiniano I para ocupar un amplio
frente de costa desde Cartagia, hasta la costa suratlántica de la Lusitania, incluyendo el norte de
África y las Islas Baleares. El nuevo territorio
conquistado se denominó Provincia de Spania, y
estableció su capital en Carthago Spartaria, la actual
Cartagena,
controlando
buena
parte
del
Mediterráneo. Mientras los godos al final del reinado
de Teudis, trasladan la capital a Toletum (Toledo) y
con Atanagildo se consolida dicho traslado.
Gracias a la decidida acción política de
Leovigildo (573–586) se produjo en la segunda mitad
del siglo VI un fortalecimiento de la monarquía, con
logros en diversos campos. Consiguió cierto nivel de
estabilidad con reformas monetarias, restableciendo
26. 26
el control soberano sobre territorios que se habían
declarado independientes, la conquista del reino
suevo y los territorios bizantinos, aunque
permitiéndoles mantener su integridad territorial.
No obstante, la pretensión de Leovigildo de
unificar sus reinos religiosamente con base en el
arrianismo, fracasó. Vivió sus peores horas con la
sublevación de su hijo Hermenegildo en el sur,
convertido al catolicismo. Hasta el 584 no se
restaurará la paz con la derrota del hijo a manos del
padre. Su hijo y sucesor Recaredo (586–601),
hermano de Hermenegildo, logró esa unidad
religiosa, pero tomando como base el catolicismo. En
el trascendental III Concilio de Toledo el rey y
Baddo, su esposa, manifestaron su conversión. Se
considera que, tras esta conversión, la cultura
visigótica en Hispania alcanza su zénit.
La relativa paz que se respiraba con
Leovigildo y Recaredo, se ve truncada nuevamente. A
estos les suceden en el reino: Liuva II, Witerico,
Gundemaro y Recaredo II y de ellos, el que no es
asesinado, incluso siendo menor de edad, muere en
extrañas circunstancias.
Es aquí donde la mayoría de historiadores
hispanos, sobre todo a partir del siglo XV, en su afán
de minusvalorar la influencia de los pueblos
germanos en la península Ibérica, en defensa de un
ideario mas acorde con el Catolicismo apostólico
romano, no se cansan de denominarles como
27. 27
“bárbaros”, omitiendo sistemáticamente la verdadera
raíz de estos hechos:
Consideremos que a pesar de su gran número,
los visigodos no eran mayoría. Por otra parte estaba
la continua presión a la que eran sometidos por
suevos, cántabros, astures y vascones, pueblos que a
pesar de mantener una autonomía total dentro del
reino, impedían sistemáticamente la consolidación
de este.
Por otra parte la influencia de Bizancio en el
este y sur de la península, con sus modos y maneras
tremendamente influenciadas por la herencia fenicia
y cartaginesa, enfrentados sistemáticamente con
Roma y el reino de Los Francos, era la principal
piedra de choque con la que se enfrentaban los
distintos reinados visigodos. Bizancio era quien
intrigaba entre los diferentes duces (señores
territoriales), incitando su codicia, inclinando sus
ambiciones hacia una u otra dinastía, ambición que
les llevaba a los atentados criminales en cuanto uno
u otro heredero dinástico no era de su conveniencia.
Por fin el general Suintila (621–631), termina con la
influencia de los bizantinos y los expulsa de la
Península Ibérica (no en las Islas Baleares que
quedan bajo el poder de Bizancio).
Comienza así una época de paz durante la cual
el rey Recesvinto (649–672), inicia un importante
cambio, promoviendo una serie de normas
legislativas (Liber Iudiciorum), que es mejorada
28. 28
posteriormente por Wamba, la cual influye de
manera notable en los fueros locales.
No obstante y guiándonos por la historia
clásica, nuevamente hacia el 710 se suceden los
enfrentamientos por el trono tras la muerte de
Witiza, el cual había fijado su sede real en la ciudad
de Tuy (en la provincia Galaica del reino suevo),
como corregente de su padre y rey del antiguo reino.
A la muerte de su padre, Egia, termina la corregencia
y le sucede como rey de los visigodos.
Witiza parece haber sido un gobernante más
suave que su padre. Consciente a buen seguro de las
tensiones creadas por su antecesor con sus
persecuciones, llamó a los desterrados por Egia y les
devolvió sus propiedades y sus esclavos, y quemó
públicamente las declaraciones que habían firmado,
obligados, sobre deudas al tesoro, incluso les
devolvió sus cargos palatinos.
Su reinado se inició con la celebración del
XVIII Concilio de Toledo, cuyas actas no se han
conservado, en el cual seguramente se le confirmó en
el trono. Estaría presidido por el metropolitano Félix,
al que algo más tarde sucedió Gunderico, quien no
debió ejercer el cargo muchos años, pues en los
últimos años de Witiza era metropolitano Sinderedo,
quien dirigía al clero con mano férrea, siguiendo los
dictados regios. Poco se sabe de su reinado, pero un
cronista anónimo, continuador de la Crónica de San
Isidoro, menciona que “trajo prosperidad y gozo a
29. 29
Hispania”. A su muerte, como hemos dicho hacia el
año 710, una facción de funcionarios palatinos,
seguramente compuesta por los perjudicados por
Agila (hijo de Witiza y heredero natural), en el
senado, colocó en el trono a Roderico (Don Rodrigo),
a pesar de no haber obtenido el apoyo de buena parte
de la nobleza ni tampoco del clero.
VI.RODERICO. DON RODRIGO.Roderico desempeñaba el cargo de gobernador
de la Bética cuando al fallecer Witiza, fue aupado al
poder por un poderoso grupo de nobles, como hemos
dicho, con lo que entró en conflicto con Agila II,
soberano en la Tarraconense y la Narbonense, e hijo
del fallecido monarca. Estalló entonces una lucha por
el trono que desembocó en la llamada de auxilio a los
musulmanes, auspiciada por los partidarios de Agila
y facilitada por el dux de Ceuta, Urbán (Conde Don
Julián según la Historia oficial). Los musulmanes
prepararon una expedición. Táriq ibn Ziyad
desembarcó antes en Gibraltar para tantear el
terreno, para más tarde partir de nuevo con
aproximadamente 7.000 efectivos desde Tánger a
Gibraltar. Táriq ibn Ziyad, gobernador de Tánger,
estaba al mando del contingente, en su mayoría
bereber. De hecho, por causa de la ausencia del rey
(por aquellos días en el norte preparando una
expedición contra los vascones), tuvieron tiempo
30. 30
para establecer su base en el lugar donde más tarde
se alzaría la ciudad de Algeciras, rechazando a un
pequeño contingente visigodo que trató de
expulsarlos de la zona. Cuando esta catástrofe llego a
los oídos de Rodrigo, se apresuró en regresar al sur y
el 19 de julio atacó a la expedición musulmana en
pleno valle de Barbate, pero cometió el error de
confiar en sus rivales políticos, a los que encomendó
una parte importante de su ejército, que lo abandonó
momentos antes de iniciarse el combate. En
inferioridad numérica, fue vencido y muerto por los
musulmanes.
Península Ibérica en tiempos de don Rodrigo
TOLOUSE
AS TUR ES,
CÁN TABROS
, VASCONE
S
CANGES
LUCUS
AMAYA
SU
EV
O
BARCINONA
CAESARAUGUSTA
LAMECUM
HELMANTICA
VISSEUM
CONIMBRIGA
POMPELUM
VICTORIACUM
IRIA
RE
IN
O
GUYENE
GEGIO
BRITONNIA
CAURIUM
OLISIPONA
TARRACONA
REINO VISIGODO
CASTAGLIA
SAGUNTIA
VALLENTIA
TOLETUM
EMERITA
CORDUBA
CARTHAGO
HISPALIS
MALACA
CEPTEM
31. 31
LA HISTORIA FANTÁSTICA.En el prólogo, mi relato se ha ceñido a datos
históricos extractados de distintas fuentes. He hecho
uso de versiones distintas y uniéndolas bajo mi
criterio, he intentado darle coherencia. A partir de
ahora el relato se va a ceñir a mis deseos, tal como a
mí me hubiera gustado que sucediese, con un único
motivo: Haber llegado al siglo XX con una Península
Ibérica unida en un único Estado. Un estado cuya
Historia hubiese transcurrido paralela a la de los
demás estados de la Europa occidental, homogéneo y
consolidado.
Para ello no he visto otra solución que
inspirarme en ese historiador ficticio y loco que creó
la imaginación de uno de nuestros mas grandes
escritores (para mi el mas grande, por encima incluso
de D. Miguel de Cervantes), estoy hablando de D.
Benito Pérez Galdós y su personaje Juanito Santiuste
“Confusio”.
Confusio imaginó una historia en la que
tachaba de un plumazo todo aquello que según su
criterio había perjudicado a España a lo largo de los
siglos y a la que el marques de Beramendi (otro
personaje ficticio de Galdós), denominó” La Historia
Fantástica”. Pues bien, yo voy a seguir sus pasos, voy
a imitarle, me enajeno momentáneamente, mezclo
realidad y ficción y parto del momento y lugar en el
32. 32
que D. Rodrigo se encuentra, en el norte de la
península combatiendo a vascones y cántabros para
someterles a la ley y norma de un único reino en la
Península Ibérica….
COMO PUDO HABER SIDO.I. Sus fieles ha acudido con el y se encuentran
en la Astúrica, allí cuenta con el apoyo de un noble
local, Pelagio, hijo del dux Fábila, hombre fuerte del
reino suevo en tiempos de Witiza, por quien había
sido traicionado y mandado asesinar; la causa fue que
Fábila había apostado por nombrar príncipe heredero
del trono hispano a Don Rodrigo, a la sazón Dux de
la Bética, en vez de a Agila, hijo de Witiza. Pelagio, a
quien a partir de ahora llamaremos Don Pelayo, puso
todo su empeño en conseguir el apoyo de los nobles
suevos que habían sido afines a su padre y consiguió
que estos apoyasen el nombramiento de Rodrigo
como rey en detrimento de Agila.
En este tiempo en el que Rodrigo esta
empeñado en la pacificación y adhesión del reino
suevo y los ducados astures y cántabros, Olbán o
Urbán (el conde Don Julián), a la sazón gobernador
de Cepten (Ceuta), ante la presión de los
musulmanes sobre esta plaza, parece que llegó a un
entendimiento con los jefes de éstos, Musa ibn
Nusair y Tariq ibn Ziyad, a los que prometió facilitar
el desembarco en las costas peninsulares. Las razones
33. 33
que le movían, además del temor al poderío
musulmán, cada vez mas evidente, eran dos: La
primera como partidario y protector de los hijos de
Witiza, a los que tenía bajo su protección, en sus
territorios (Don Julián pertenecía al «partido
Witizano», que aspiraba a poner en el Trono visigodo
a los hijos de Witiza en lugar del recién electo don
Rodrigo), y la segunda de índole mas personal, ya
que aseguraba que su hija Florinda había sido
mancillada en su honor por Don Rodrigo.
Con estas dos premisas y con la promesa hecha
a los sarracenos de conseguir el apoyo de los
“Witizanos” de la península, Don Julián cruza el
Estrecho encabezando una expedición mixta de
leales a Agila y musulmanes, la cual fue derrotada
por las huestes fieles a Rodrigo y en la cual murieron
el propio conde y el pretendiente.
Llegada a oídos de Don Rodrigo esta
escaramuza, parte sin demora hacia el sur; allí se
encuentra con una situación caótica, los partidarios a
la sucesión de Agila con Don Oppas, primado
metropolitano de Híspalis (Sevilla), a la cabeza,
campan por sus derechos. Las luchas, los atentados
criminales entre los partidarios de Rodrigo y
Witizanos (recordemos que aun quedan otros hijos
de Witiza), están a la orden del día; la provincia
Tarraconense se desentiende de la dinastía Ibérica y
se une al reino de los francos, integrándose en la
Narbonense. Al suroeste en la Lusitania, el obispo
34. 34
Bathalios, de adhesión bizantina, confabulado con
los duces de Vetonia en el reino suevo, disconformes
con la alianza obtenida por Don Pelayo con astures y
cántabros, que consideran perjudica sus intereses,
fundan el reino de Basgathia (Badajoz).
Un hecho es de fundamental importancia para
la resolución de este caos. Ceuta ha sido ocupada
definitivamente por las hordas musulmanas, las
cuales pasan a cuchillo a la familia del conde Don
Julián, en venganza por el fracaso de este. Los nobles
y siervos que logran huir atravesando el estrecho,
relatan en Sevilla a Don Oppas y posteriormente en
Toledo, en la corte de Don Rodrigo, la crueldad de
los árabes y la acumulación del numerosísimo
ejército que Táriq ibn Ziyad, gobernador de Tanger,
tiene dispuesto para invadir la península.
Don Rodrigo tras grandes esfuerzos y
promesas, logra reunir en cortes a soberanos, duces y
señores principales del reino, incluidos sus mas
encarnizados rivales, aquellos que estaban dispuestos
a pactar con el enemigo musulmán para derrocarle;
también acude una legación de los francos.
El relato de los nobles ceutís, impresiona a
todos de tal manera que la movilización es
inmediata. Un grandioso ejército se forma en cadena
desde Cartagia (región murciana), hasta Lusitania.
Las huestes mahometanas desembarcan en la costa
30 de abril de 711, lográndose hacer con las ciudades
de Carteia (Gibraltar), y posteriormente Iulia
35. 35
(Algeciras), a pesar de la encarnizada lucha
presentada por la avanzadilla de las tropas visigodas
comandadas por Sancho, sobrino de Rodrigo, que
había salido a su encuentro. Envalentonados por esta
acción, penetraron tierra adentro y al llegar a las
inmediaciones de la ciudad de Lacea, que había sido
abandonada por sus habitantes, el 19 de julio se
encontraron con un tremendo cerrojo entre el río
Wadilakka (Guadalete) y el ejército cristiano, que
ascendía a mas de 40.000 hombres; fueron allí
masacrados y empujados nuevamente al mar,
regresando a sus cuarteles al otro lado del estrecho.
II. Pero los musulmanes no han retornado a sus
predios a lamerse las heridas, Tarik ha fracasado
como general de las huestes invasoras y en su lugar
es enviado el general Abderramán. Este general no es
yemení, no es magrebí, no es bereber… es un
auténtico Omeya, un sirio de la raza de los grandes
guerreros del imperio persa que ya se habían
enfrentado en el pasado con los ejércitos mas
poderosos de Oriente y Occidente.
Abderramán organiza una flota invasora al
mando de Musa ibn Nusair que conquistaría las islas
de Ibiza, Mallorca y Menorca, hasta ese momento
bajo el poder de Bizancio, cuya flota destruyó
totalmente. Con las islas mediterráneas en su poder,
nuevamente preparan la invasión de la Hispania,
luego se dirigirán contra los francos; esta vez la
36. 36
invasión se planea a través del Mediterráneo. Y
efectivamente, el año 721, diez años mas tarde del
primer intento, desembarcan en Cartagia, sin
encontrar apenas resistencia. Desde allí avanzan
imparables, haciéndose rápidamente con las
principales ciudades costeras de la Tarraconense:
Valentia, Saguntia, Castaglia, Tarracona y por último
Barcinona. Desde esta ciudad emprenden una
expedición por mar, conquistando Narbona en la
Septimania, y Marsiglia (Marsella), en la Ocitania. De
forma simultánea, otra expedición por tierra
atraviesa los Pirineos y con la ayuda de los Bereberes,
marchan contra Aquitania. La intervención del
duque de Aquitania, Eudes, pudo detener el primer
embate en Toulouse y los ejércitos del Islam
retroceden hasta sus territorios ocupados en la costa.
37. 37
Los musulmanes en ese momento ocupan toda
la costa mediterránea desde Cartagia en la Iberia,
hasta Nicae (Niza) en la Galia.
Era rey de los francos por aquella época
Clotario IV, que había sido puesto en el trono por
Carlos Martell, verdadero hombre fuerte del reino,
hijo ilegítimo de Pipino de Heristal (llamado Pipino
II “El Joven”), y de su concubina Alpaïde de Bruyères.
Pipino II falleció en el año 714, pero Carlos no pudo
heredar el trono por su bastardía e incluso fue
encarcelado por la reina Plectrude, esposa de Pipino.
Carlos se evade de la cárcel (715) y se pone al frente
de las revueltas de Austrasia. En primer lugar tiene
que enfrentarse a los neustrianos y saldrá victorioso
en dos batallas: Amblève (716) y Vichy (21 de marzo
de 717). Entonces se dirige a Colonia, donde reside
Plectrude con su hijo; a la reina no le queda más
remedio que reconocer la derrota y dejar el poder de
Austrasia en manos de Carlos.
Fue entonces cuando Martell instaló en el
trono a Clotario IV, destronando a Chilperico II y
repudiando al obispo de Reims, Rigoberto, favorable
a Plectrude. Poco a poco recupera el control de todo
el reino franco, venciendo primero a Rainfroi, el
mayordomo de palacio (primer ministro), de
Neustria, después a Eudes, duque de Aquitania, el
cual no duda en aliarse con Carlos y ponerse bajo sus
banderas.
38. 38
Mientras tanto los árabes seguían con sus
campañas y ya habían conquistado en el año 725 el
Languedoc y gran parte de la Borgoña actual, e
intentaban llegar al centro del territorio franco.
En el 732, el propio Abderramán enfurecido por
la resistencia que encuentran sus ejércitos, lanza una
expedición punitiva contra Aquitania poniéndose el
mismo al frente del ejército musulmán. El dux Eudes
no puede hacer frente él solo a esta acometida y
solicita la ayuda de Martel. El 19 de octubre de 732
ambas fuerzas se reúnen en Moussais (actual
departamento de Vienne), entre Tours y Poitiers. El
ejército franco comandado por Carlos Martel,
contaba con una infantería veterana de 45.000
hombres. Los francos habían evitado las antiguas vías
romanas, esperando coger desprevenidos a los
invasores. Según las crónicas musulmanas de la
batalla, los árabes fueron sorprendidos al encontrarse
con unas fuerzas tan importantes que se oponían al
saqueo previsto de Tours y esperaron seis días
mientras vigilaban al enemigo. El séptimo día, el
ejército musulmán con 60.000 hombres, se lanzó al
ataque. Los francos derrotaron al ejército islámico y
Abderramán fue muerto. Tras su muerte surgieron
los conflictos entre los generales supervivientes, y los
musulmanes abandonaron el campo de batalla al día
siguiente, emprendiendo el camino de retorno.
Las desavenencias entre sus generales,
convierten la retirada en una marcha caótica en la
39. 39
que son hostigados continuamente; cruzan los
Pirineos por distintos puntos y son perseguidos por
los vascones de la Aquitania, cuyo dux, Odón el
Grande (c. 710-740), albergaba desde hace tiempo el
ambicioso proyecto de anexionar los territorios
vascones ibéricos a su ducado. En la Jacetania (Jaca),
intentan hacerse fuertes ocupando el valle del río
Araga (Aragón), allí les alcanzan los vascones
aquitanos a los cuales, puestos sobre aviso, se han
unido los vascones de la península Ibérica. Las
huestes del Islam son vencidas y aniquiladas. Esta
situación es aprovechada favorablemente por los
pueblos vascones, que avanzando hacía el sur, se
hacen con los territorios visigodos de Pompaelum
(Pamplona) y Cesaraugusta (Zaragoza). Para ellos en
realidad fue una recuperación, ya que como
menciona Tito Livio (59 a. C.), en un breve pasaje del
fragmento XCI de su obra sobre la campaña del año
76 a.C. de la guerra sertoriana, relata como tras
remontar el río Íber (Ebro), y la civitas de Calagurris
Násica (Calahorra), se atraviesa el territorio llano de
los vascones (Vasconum agrum), hasta los lindes de
sus vecinos inmediatos, los berones (en la actual
Rioja). De un estudio comparado de otras partes del
mismo fragmento, se deduce que ese linde se
encontraba al oeste, mientras que hacia el sur los
vascones eran los habitantes de la ciudad celtíbera de
Contrebia Leucade (Logroño). Así mismo el geógrafo
griego Estrabón, en la época de Augusto (63 a.C.), al
40. 40
referirse a los vascones (en griego clásico,
Ούασκώνων), habla de
sus principales Pólis
(ciudades), citando
Pompaelum (Pamplona),
fundada unos años antes por el general romano
Pompeyo sobre la localidad vascona de Castra Irunea
(nombre de clara resonancia celtibera). También la
ciudad de Callagurris (Calahorra).
A la sazón, el rey godo don Rodrigo que había
dejado bien afianzados sus territorios en la Bética al
mando de su sobrino Sancho, y en el reino suevo, el
cual había ampliado sus fronteras con la adhesión de
la Astúrica, las comarcas vetonas y vacceas y gran
parte de Cantabria, bajo el mando del fiel Pelagio
(Don Pelayo), se encontraba guerreando con los
lusitanos que habían proclamado su independencia
del trono Toledano. Esta circunstancia le impidió
detener el avance de los vascones, los cuales
repartieron los territorios conquistados. Los vascones
hispanos fundan el reino de Pompaellum-Vasconia, y
los aquitanos los condados de Aragón, Sobrarbe y
Rivagorza, embriones de lo que sería en un futuro el
reino de Aragón.
III. Ahora es imprescindible que dediquemos
toda nuestra atención al reino de los francos para
poder dar coherencia a mi relato imaginario. El año
737, muere el rey de los francos Thierry IV, al que
había puesto en el trono el propio Carlos Martell. A
41. 41
esas alturas su poder en el reino era incuestionable,
había conquistado Austria, el sur de Alemania y la
Provenza, además de haberse ganado, en contra del
propio clero francés, el beneplácito del papado en la
persona de Gregorio III, por lo que su condición de
hijo ilegítimo deja de ser impedimento y el mismo
asume todo el poder nombrándose rey.
Fallece cuatro años mas tarde, en el año 741,
repartiendo el reino entre los hijos que había tenido
con Rotrudis de Tréveris: Carloman y Pipino. Años
mas tarde Carloman se retira a un convento y Pipino
reina en solitario con el título de Pipino III. En 750,
Pipino envía una delegación franca a entrevistarse
con el Papa Zacarías, en solicitud de una autorización
para poner fin al decadente reino merovingio, último
obstáculo para reinar sobre todos los dominios de los
francos y ocupar el trono de Childerico, Zacarías
acepta y declara que "debe ser Rey el que ejerce la
realidad del poder".
Es en Soissons, donde el obispo Bonifacio, su
consejero diplomático, le ungirá marcando su frente
con el aceite santo —el Saint-Chrême— como ya se
hacía a lo largo de una ceremonia en la que se
consagraba a los reyes visigodos de Toledo. Por
medio de esta unción, el rey de los francos, a partir
de ese momento investido de una misión de guía
militar y religiosa, ostenta la fuerza moral del
"derecho divino", es decir, de "dirigir los pueblos que
Dios le confía"; pero esta legitimidad tiene un coste:
42. 42
el de la fidelidad a la Iglesia y a quien la dirige, el
papa Esteban II que, desde Roma, ha dado su
consentimiento para el cambio de dinastía. Pipino
será consagrado por segunda vez, por Bonifacio, en
diciembre de ese mismo año, en Magunia, como
señor de Austrasia (territorios del este de la actual
Francia, oeste de Alemania, Bélgica y los Países
Bajos).
El domingo 28 de julio de 754, en la basílica de
Saint Dennis, nuevamente es consagrado por el papa
Esteban y le confiere los títulos de Rey de los Francos
y Patricio de los romanos (Patricius Romanorum).
Los hijos y herederos de Pipino: Carlomán y Carlos,
también son consagrados en la misma ceremonia, al
igual que su madre Berta. El papa establece, por
medio de este acto, un estrecho lazo de continuidad
entre la unción realizada a los reyes del Antiguo
Testamento y los reyes de la nueva dinastía. Esta
consagración pone fin, oficialmente, a la dinastía
merovingia y legaliza el advenimiento de los
Carolingios al poder. Asegurando el reinado de
Pipino III sobre los francos y consagrándole el mismo
como tal, el papa ha marcado las distancias con el
emperador de Bizancio.
Murió el 24 de septiembre de 768 en SaintDenis, tras haber repartido el reino, siguiendo la vieja
costumbre franca, entre sus dos hijos Carlos (el
futuro Carlomagno) y Carlomán. Fue enterrado en la
abadía de Saint-Denis, donde también reposan su
43. 43
hijo Carlomán, muerto en 771, y su esposa Bertrada,
fallecida en 783. Queda por lo tanto como único
heredero Carlos, con el título de Carlos I el Grande, y
comienzan a ponerse los cimientos de Sacro Imperio
Romano Germánico.
IV. Retrocedamos de nuevo hasta el año 732.
Mientras las tropas de Abderramán sufren el
tremendo descalabro a las puertas de Tours, Don
Rodrigo combate en Lusitania contra los rebeldes,
fallece el arzobispo de la archidiócesis de Híspalis
Don Oppas y le sucede Teodulfo, obispo de Malaca
(Málaga). Dominada la rebelión en Lusitania,
Rodrigo instituye como gobernador en esa provincia
a uno de sus mas fieles seguidores, el conde de
Montánchez, don Ligerico Tendero, hace de Emérita
(Mérida) la capital de la provincia y sede episcopal,
dejando así de pertenecer a la diócesis vetona de
Óbila (Ávila).
A su regreso a Toledo, convoca nuevas cortes.
Suevia de la que es dux incuestionable el rey
asturiano Don Pelayo, se mantiene fiel al reino. Sin
embargo nuevamente surgen disensiones, los
caballeros hispano-romanos a los que Don Rodrigo
había dotado de títulos y tierras en el sur del reino
suevo, como recompensa por su ayuda en la adhesión
de este al reino visigodo, se han hecho demasiado
poderosos y declaran la independencia comandados
por don Munio Galíndez, el cual cuenta con el apoyo
44. 44
social y económico de la numerosa colonia judía
instalada en Visseu desde hace varias décadas.
La Bética parece estar segura y bien
pertrechada, sin embargo la amenaza musulmana no
deja de estar presente ya que si bien la costa esta
blindada, la presencia del Islam en Cartagena no
aleja el peligro de una nueva invasión, y si esta no se
ha producido, es por la necesidad de mantener la
mayor parte de sus efectivos conteniendo a francos y
vascones en el norte.
Lo normal sería que Don Rodrigo apoyase a los
francos para de esa manera liberar la costa
mediterránea, sin embargo esto podría romper el
frágil equilibrio con los vascones; además
apoyándose en el reino suevo, debería someter a los
rebeldes de Vetonia. En contra de lo que cabría
esperar el rey no mueve un dedo, serían demasiados
frentes abiertos y se siente viejo y enfermo, así que se
limita a rodearse de sus fieles y se dispone a afianzar
lo que queda del reino. En Febrero del 733 fallece sin
dejar heredero, con lo que comienza la
descomposición del reino visigodo en la Península
Ibérica y finalmente su desaparición.
45. 45
SIGLO VIII. TERRITORIOS INDEPENDIENTES EN
LA PENÍNSULA IBÉRICA
I. El último tercio del siglo VIII en la Península
Ibérica, se caracteriza por una tremenda revulsión
acompañada de manifiestos símbolos de involución.
En Los Pirineos, el avance de los francos, una vez
fallecido Pipino el Breve y con Carlomagno reinando
en gran parte de Europa (Galia, Austrasia, Baviera,
Sajonia, Provenza… y los estados papales de la
Itálica), es imparable. La Tarraconense como tal ha
46. 46
dejado de existir, en su lugar han surgido una serie
de condados autónomos bajo la influencia del poder
Carolingio. El reino Islámico, tal como los propios
musulmanes habían constituido en la costa
mediterránea e Islas Baleares, es continuamente
hostigado y sus territorios cada vez mas reducidos, y
es cuestión de tiempo que se produzca su definitiva
anulación.
Estamos en el año 778 y según la Historia
Fantástica, la batalla de Valcarlos en Roncesvalles,
jamás a existido puesto que los vascones a pesar de
su recalcitrante apuesta independentista, están
integrados en la órbita carolingia. Además
recordemos que el gobernador de Zaragoza,
Sulaymán al-Arabi, nunca ha existido, con lo que
Carlo Magno no va a pactar con el para apoderarse de
Al Andalus, que tampoco ha existido. En este
contesto, surge un personaje mítico que ha de ser el
fundador del estado cathalonio (Catalunya): Otger
Cathalón, señor del castillo de Cathaló, situado en la
Gasconia. La denominación del castillo proviene del
castrum Catalaunicum o Catalaunum, nombre latino
de Châlons-sur-Marne, Champaigne, cerca de la cual
tuvo lugar el año 451 la batalla dels Camps
Catalàunics, según narración que se puede encontrar
en diversas crónicas que narran la derrota de Atila,
rey de los Hunos.
Otger Cathalón con el fin de recuperar un
prestigio que el consideraba haber perdido en
47. 47
tiempos de Carlos Martell en la batalla de Tours,
siendo aún un joven barón con mas ganas de gloria
que experiencia efectiva, y en la que resulto
gravemente herido, solicitó de Carlo Magno permiso
para promover una campaña contra los musulmanes
en Hispania. Su provecta edad y su prestigio, hacen
que este le sea concedido y emprende una hábil
maniobra política que le llevó a conseguir el apoyo
de los condados que constituían la llamada Marca
Hispánica del reino franco al sur de los Pirineos.
Condes y barones acudieron con todos sus
efectivos humanos y militares, logrando reunir un
poderoso ejército que en el corto plazo de ocho años
barrió el dominio islámico de sus reductos en la costa
mediterránea e Islas Baleares. Sin embargo no fue
Otger el que finalizo esta magna obra, en ese plazo
de ocho años y dada su avanzada edad, muere y es
otro caballero carolingio, Wifredo el Velloso, el que
remata su obra. Pertenecía a un linaje hispano-godo
de las inmediaciones de Prades, en el condado de
Conflent, actualmente en el Rosellón francés. Conde
de Urgel, años mas tarde, en el 878, recibió los
condados de Barcelona, Gerona y Besalú de los reyes
carolingios. Su gobierno coincidió con un periodo de
crisis que llevó a la fragmentación del Imperio
carolingio, en principados de corte feudal.
Wifredo fue el último conde de Barcelona
designado por la monarquía franca y el primero que
legó sus estados a sus hijos. A partir de entonces, los
48. 48
condados se transmitieron por herencia y los reyes
francos simplemente sancionaron la transmisión. De
esta forma, se crea la base patrimonial de la casa
condal de Barcelona.
II. A esta memorable gesta contribuyeron no
poco las circunstancias ocasionadas por el vacío de
poder en el reino visigodo. La Bética donde don
Rodrigo había mantenido gran parte de su
preeminencia, se ve sumida en luchas internas entre
los duces visigodos y los caballeros hispano-romanos
(no olvidemos tampoco la gran influencia que
Bizancio había ejercido).
El arzobispo don Julián II,
promoviendo
alianzas familiares y matrimonios entre las familias
mas representativas en orden a mantener la fe
católica, consigue la estabilidad necesaria para
fundar un reino, el reino de Hispalia y bendecir a su
primer rey, Enerico I, casado con Petronila, hija del
patricio malacitano Justinio Quintilio.
Enterado Enerico de la ofensiva franca en el
Mediterraneo, no duda en armar un poderoso
ejército con el que marcha hacia el este,
reconquistando la comarca cartaginense (Murcia), a
los musulmanes y adosándola al nuevo reino
hispalense.
Otro dato a tener en cuenta, dada la orfandad
de grandes territorios en la península Ibérica, es el
resurgimiento de movimientos identitarios en las
49. 49
mesetas centrales; antiguos pueblos celtas, hispanoromanos, godos… en una amplia región a la que
llamaremos Celtiberia, asumen la preeminencia en
las antiguas comarcas que habían pertenecido al
reino visigodo, creando baronías y feudos, salpicando
el paisaje de castillos y urbes amuralladas que luchan
entre si para ampliar sus dominios. En la frontera
occidental del reino islámico-hispano, los caudillos
celtiberos turolenses (de Teruel), y los hispanoromanos valéricos (de Cuenca), habían estado
hostigando continuamente a los musulmanes,
impidiendo su expansión y debilitando sus efectivos.
Esto fue así en gran parte por el abandono al que
habían condenado los califatos africanos y
euroasiáticos a sus correligionarios de la península,
desde el momento que fundaron su propio reino
independiente.
III. Ya habían surgido grandes condados en el
territorio que se empieza a conocer por Cathalonia,
en honor del caballero gascón que consiguió unir a
los señores francos e hispano-godos para expulsar al
Islam de sus territorios históricos; así tenemos que a
los condados pirenaicos ya existentes, ahora hay que
sumar los de Barcinona y Girona, así como el
marquesado de Lleida. Es a Wifredo el Velloso al que
hay que atribuir la independencia de facto de los
condados catalanes respecto del reino franco, la
creación de una extensa base patrimonial y el reino
50. 50
de Cathalonia. El condado de Sobrarbe (Norte de
Aragón), absorbe a los condados de Aragón y
Rivagorza y se constituye en reino, su primer rey es
García Ennéguiz I. Algo similar ocurre al sur y en las
Baleares, donde los condes y barones que habían
pertenecido a la Marca Hispánica, en alianza con los
bizantinos hispánicos, fundan los reinos de Valentia
y el de Maiórica.
La condición mediterránea y el compartir
lengua y cultura, hace que todos estos estados vallan
acercando posiciones, a lo que hay que sumar
alianzas estratégicas para reforzar y proteger su
estatus en el convulso mapa Europeo. Carlo Magno
había expandido de tal forma los reinos francos que
acabó transformándoles en un Imperio, al que
incorporó gran parte de Europa Occidental y Central.
Conquistó Italia y fue coronado “Imperator
Augustus” por el papa León III el 25 de diciembre de
800 en Roma. En el 813 se siente enfermo y
Carlomagno convocó a su corte a Ludovico Pío, rey
de Aquitania y su único hijo sobreviviente y el mismo
le puso la corona imperial, nombrándole como Luis I.
Este rey cometió una fatal equivocación con
respecto a los condados y reinos de la Ibérica
integrados en el imperio carolingio. Temeroso del
creciente poder que iban adquiriendo, debido en
gran parte al aislamiento que les proporcionaba la
cordillera pirenaica, y su creciente poder económico
en el Mediterráneo, atacó el condado de Barcelona,
51. 51
encontrándose de nuevo con la solidaridad de los
señores cathalones y provocando así lo que tanto
temía, la declaración de independencia y la
fundación del reino confederado de Cathalonia,
desde el condado de Roselló hasta el reino de
Valencia.
IV. Algo similar le había ocurrido en el reino de
Pamplona-Vasconia en el año 813. Intentando
imponer su autoridad como rey de Aquitania sobre
los vascones de la Iberia, fue rechazado
violentamente y lo único que consiguió fue la
separación definitiva de los vascones aquitanos de los
ibéricos, los cuales instauran a partir de entonces el
reino independiente de Vasconia.
Es por estos tiempos que la comarca turolense
empieza a tener relieve importante y es piedra
fundamental para la creación del reino de Aragón. En
el año de 714, un príncipe de la casa real escocesa,
cursaba estudios en la en aquel tiempo famosa
universidad visigoda de Oscia (Huesca), este príncipe
respondía por el nombre de Abernethy Strych. Años
mas tarde le encontramos haciendo frente al ejercito
musulmán bajo las banderas del dux de Aquitania
Eudes, con cuya hija había casado y de la que
enviuda a los dos años de matrimonio. Nuevamente
participa con Carlos Martell en la batalla de Tours,
persigue a los musulmanes hasta la Jacetanea y
participa en la instauración del condado de Cerdaña,
52. 52
matrimoniando con una hija del conde don Munio
Sánchez. De esta unión nace Pero Muñoz Sánchez, el
cual en su edad adulta se ve obligado a abandonar los
predios familiares debido a un crimen pasional.
Tres generaciones mas tarde nos encontramos
con Munio Sánchez Muñoz de Hinojosa, caballero
feudal que combate a los últimos reductos del Islam
en la frontera cathalónica con la Celtiberia turolense,
dando muestras de gran valor y arrojo. Es por ello
que el entonces rey de Sobrarbe, don Gonzalo I, le
concede el título de barón y grandes propiedades al
sur del reino.
Don Munio Sánchez nombra a la baronía con
el apellido (adaptado), de su ilustre antecesor
escocés, Baronía de Escriche y junto con otros
esforzados caballeros fundan la ciudad de Teruel. Ya
tenemos así pergeñado el reino de Aragón que se
haría efectivo unos años mas tarde.
V. Mientras todos estos importantes sucesos
tienen lugar en el sur, este y norte de la península,
¿Qué ha sucedido en el reino de Toledo?. Este reino
vive aferrado a su tradición visigótica y sus sucesivos
reyes Sancho I, Aldefonso I y Aldefonso II, tienen
bastante con mantener sus fronteras incólumes ante
la presión hispálica, vetona y lusitana. Su alianza
mantenida a base de matrimonios con las dinastías
suevas (sus dos últimos reyes proceden de estas), así
como un concordato con la Santa Sede, obtenido con
53. 53
la intercesión del emperador carolingio, le
mantienen a salvo. Es también muy importante el
apoyo económico de la numerosa colonia judía, que
desde la capital del reino, mantiene importantes
contactos comerciales con Europa, África y EuroAsia.
Sin embargo el principal peligro que ha de
conducir a su disolución, ha de venir de los
territorios celtíberos, que ya se empiezan a
autodefinir como Castiella, debido, como hemos
dicho, a la profusión de castillos feudales existentes.
Este territorio que había sido repoblado por
personas procedentes de diversos pueblos: godos,
astures, vascones, cántabros e hispano-romanos, se
había ido formando a base de señoríos feudales que
toman el título de condados.
Las guerras de los vascones, muchos de los
cuales procedían de la Aquitania, con los francos,
habían superpoblado el frágil reino de Pamplona, lo
que les había empujado hacia el sur, invadiendo los
antiguos territorios de los várdulos (pueblo
celtíbero), en el norte de la actual provincia de
Burgos; estos a su vez y ante la presión vascona, se
desplazan hacia el sur. Es en el año 834 que el conde
don Diego Rodríguez instituye el condado
independiente de Porcelos y su capital Burgos, así
como la sede episcopal de Auca (Oca). Este condado
se va haciendo fuerte a base de guerrear con sus
vecinos, penetrando por el oeste en la Pallantia
54. 54
arévaca y parte de la Pallantia vaccea, esta última
perteneciente al reino suevo. Desde allí, pretende
desplazar sus conquistas hacia territorio cántabro, en
el norte; sin embargo es frenado por el conde de
Saldaña don Munio Gómez y desiste de su afán de
expansión en el reino suevo. A su regreso hacia
Burgos por ruta distinta a la que había venido, lo
hace por tierras de los arévacos y toma la antiquísima
ciudad de Oxoma (Burgo de Osma), en cuya catedral
románica de Santa María de la Asunción, se hace
ungir como conde y dux soberano de Castiella,
siendo así que por primera vez en la historia se
reconoce dicho nombre como entidad política
territorial.
Para preservar la frontera de su condado con el
reino vascón, había construido en el año 832 una
gran fortificación, castillo de Pancorbo, desde el que
mantiene a ralla a estos, lo cual le da cierta seguridad
y planea nuevas conquistas hacia el sur, pero no
puede llevar a cabo sus planes ya que fallece en el
año 885.
Su hija Noninda Rodríguez, había casado con
Munio Ordóniez, hijo de Ordonno I, dux soberano
astur del reino suevo, el cual había fijado la corte en
la ciudad de Legio Astúrica (León). Dicho Munio
Ordoniez era señor de Amaya, ciudad cántabra en la
frontera con el condado burgalés; el retoma los
planes de don Diego y se hace con las ciudades
celtíberas de Segóvica (Segovia), Segontia (Sigüenza)
55. 55
y Complute (Alcalá), y con la hispano-romana Valeria
(Cuenca).
De este matrimonio y por línea natural es
Assura Núñez (demos entrada a la ñ), de Amaya, que
casó con Nunno Núñez Rasura, figura legendaria del
Condado de Castilla, uno de los jueces que los
castellanos eligieron, junto a Laín Calvo, como
propio para resolver sus pleitos, evitando así acudir a
la corte leonesa del reino suevo, con el que cada vez
estaban mas enfrentados.
De este matrimonio es hijo Fernán Gómez de
Lara “El Cuervo” o “El Negro”, conde de Saldaña y
señor de Amusco, mote que se gano por su
ensañamiento contra las tropas de Ordoño II, en
venganza por haber hecho presos y ajusticiado a
varios miembros de su familia, los Manrique de Lara,
señores de la merindad de Tierra de Campos, los
cuales se habían negado a ayudar a dicho rey en sus
disputas con los condes de Burgos y Castiella.
Caso con Gutina, de cuyo matrimonio es
Gundisalvo Fernándiz, Conde de Castilla y de Burgos,
Señor de Lara y de Amaya, el cual había casado en el
910 con Munia Domna, también del señorío de Lara y
Amaya, hija única del Conde Fernán González de
Lara y de Sancha de Nafarroa.
A través del hijo de esta unión, llegamos al
conde Fernán González II, a través del cual quedan
unidos en el año 932 los principales linajes de
Castiella, siendo su título el de “I Conde Soberano de
56. 56
Castiella, Amaya, Lara, Lantarón y Cerezo, y Araba
en el reino de Vasconia”.
VI. Bien, situémonos al comienzo del segundo
milenio de nuestra era. Tenemos seis reinos
independientes: Toledo, Cathalonia, Vasconia,
Aragón, Hispalia y Suevia, y tres condados soberanos:
Castiella, Lusitania y Vetonia. No es nada fácil
imaginar como llegamos a un único reino, a un reino
confederado, o incluso, a un Imperio Ibérico, vamos
a intentarlo.
Permítaseme una observación, a partir de
ahora utilizaré para denominar personas y lugares,
los nombres castellanos, o mejor dicho españoles,
57. 57
incluyendo las denominaciones en otras lenguas del
Estado.
Los reinos de Aragón y Vasconia están a partir
un piñón, como vulgarmente se dice; es en esta
situación que el conde de Nafarroa, rey de Vasconia
a la sazón don Sancho III de Pamplona, cuyo hijo
Ramiro I reinaba en Aragón por derecho de
matrimonio con Muniadonna, hija de Gundisalvo II
de Sobrarbe-Ribagorza , arma un poderoso ejercito
coaligado de los dos reinos y emprende el ambicioso
proyecto de Anexionarse el condado de Castiella y el
reino de Suevia.
Después de una marcha victoriosa por el norte
de la península, se hace con el dominio en el
condado castellano de Burgos, los condados suevos
de Aguilar de Campoo, Saldaña-Carrión y los
ducados de Cantabria y Asturias, entrando triunfante
en León, obligando al rey don Vermudo III a batirse
en retirada a Galicia e instalar de nuevo la corte en
Tui. Sancho III se hace coronar Emperador en la
Iglesia de San Juan Bautista en Baños de Cerrato, a
siete kilómetros de la Pallantia Vaccea. No ha
trascurrido un año aún, cuando el conde soberano de
Castilla, don García Sánchez, arma a su vez un
poderoso ejercito en coalición con el rey Toledano
don Alfonso IV y con el duque de Vetonia don
Ramiro de Dao, con el que avanzan por dos frentes,
uno desde el sur y otro desde el este. A su vez, el rey
58. 58
Vermudo III se sitúa a la cabeza de un nutrido
ejército formado por galaicos y astures. La coalición
cerca León y para evitar su destrucción, conminan al
rey Sancho a abandonar el reino con todos sus
efectivos; es un ultimátum, o eso o la muerte y
aniquilamiento de todas sus tropas. A don Sancho III,
duque de Nafarroa y Rey de Vasconia, no le queda
otra opción y regresa por donde ha venido, sin
embargo el no llegará con vida a su reino; es en
Castrogeriz (Burgos), que sus generales entre los que
se encuentra su hijo Fernando, accediendo a las
exigencias del conde de Castilla don García Sánchez
y del rey leones don Vermudo, deciden someterle a
juicio. En dicho juicio es acusado del gran quebranto
ocasionado por su codicia y resulta ajusticiado.
Don Fernando a instancias del conde de
Castilla y el rey de Suevia, casa con Sancha, hija de
don Vermudo III, y su hermano don García hereda el
trono vasco-navarro con el título de García III de
Pamplona.
Grande es la influencia a partir de ese
momento de Fernando en el condado de Castilla y en
el reino de Suevia, hasta tal punto que a la muerte
del conde Don García Sánchez y con el apoyo
incondicional de su suegro, es nombrado rey de
Castilla con el título de Fernando I.
59. 59
VII. Estamos en el año 1100. Desde los tiempos
del rey Visigodo Égica, el cual dictaminó en el XVII
Concilio de Toledo del año 694 la esclavitud de los
judíos y se dedico a perseguirles con saña, dicha
comunidad era muy minoritaria en la Península
Ibérica. Sin embargo a medida que avanzaba la
descomposición del reino visigodo, algunas
comunidades judías empezaron a tener cierta
importancia; es el caso de las comunidades de Tui y
Visseu.
En la época que nos ocupa, es Toledo, a pesar
de intentar mantener la identidad visigoda con sus
leyes y costumbres, donde la comunidad judía es mas
numerosa y goza de mayor preeminencia. Como ya
he dicho en un párrafo anterior, gran parte del poder
en el que se sustentaba el reino toledano, estribaba
en el apoyo económico aportado por la comunidad
judía.
En Europa, los emperadores carolingios hacen
y deshacen en el papado de Roma, cismas,
enfrentamientos armados con la iglesia ortodoxa de
Costantinopla (Bizancio), hacen que los papas se
sucedan a una velocidad vertiginosa. Estos papas
que en su mayor parte provienen de la nobleza
europea en constante pugna por el poder, obedecen
las consignas políticas por las que han sido situados
en la silla de Pedro, “a mitad de camino entre el Cielo
y Tierra”, y una de estas políticas es la de limitar el
poder judío, así que con la excusa religiosa como
60. 60
pantalla, se empieza a atacar a los judíos de cualquier
manera.
Castiella y Suevia comparten rey, Alfonso VII,
debido al matrimonio de Urraca, hija de Alfonso VI
de Castilla, con el duque Raimundo de Borgoña,
príncipe del condado franco del mismo nombre.
También es de la casa de Borgoña Sancho II rey de
Toledo, tío de Raimundo de Besanzón, segundo
duque de Borgoña, a la sazón conde de Vetonia. Si a
esto añadimos que el Papa Calixto II era hermano de
dicho conde de Vetonia, podemos hacernos una idea
del poder de la casa de Borgoña en las decisiones
políticas que podían afectar a dichos territorios.
La decisión mas importante para nuestra
Historia Fantástica, era la de derrocar al anciano rey
Sancho II y anexionar Toledo a Suevia y Castiella,
para ello nada mejor que socavar los cimientos de su
poder, sustentados en gran parte en la comunidad
judía. Con tal motivo, el papa Calixto II dicta una
bula según la cual la capacidad de acción de los
judíos, es reducida drásticamente. De forma paralela
y para desacreditarles ante el pueblo, se les empieza a
adjudicar
una
serie
de
hechos
atroces:
Envenenamiento de los pozos, sacrificios humanos
en la persona de niños, sacrilegios en iglesias, y por
último el peor que se podía dar a tenor de las
circunstancias, el asesinato del rey, el cual muere
envenenado. El pueblo soliviantado responde
asaltando sinagogas, incendiando los barrios judíos y
61. 61
asesinando a sus moradores, con lo que los hebreos
toledanos emprenden una penosa diáspora, primero
hacia Hispalia, donde tampoco están seguros y luego
al norte de África.
Todos estos hechos, causan una gran
conmoción en los condados galaico, astur y cántabro,
ajenos a las intrigas de la dinastía borgoñesa, y el
arzobispo de Santiago, Diego Xelmírez, que había
sido hasta entonces partidario de los Borgoña, se une
a la proclamación que los más altos aristócratas del
reino llevaron a cabo el 17 de septiembre del año 1111,
fecha en la que Xelmírez con los nobles del reino
suevo, coronan a Alfonso Raimúndez como rey en la
recién inaugurada catedral del Apóstol, separándose
definitivamente del Reino de Castiella, en el que una
vez anexionado Toledo, reinará Sancho III de
Castiella.
PENÍNSULA IBÉRICA A PRINCIPIOS DEL SIGLO
XII. FIN DE LA HISTORIA FANTASTICA
62. 62
LA REALIDAD SE IMPONE.I. Bien, no voy mas allá, creo que tal como
queda perfilada la Península Ibérica al principio del
siglo XII, la posibilidad de un reino confederado en
un futuro que desemboque en una posible república
federal, que a la postre es la idea que me mueve en
esta ficción, ha quedado clara.
No me gustaría que se obtuviese una lectura
xenófoba de esta Historia Fantástica; las gentes del
Islam, como cualquier gran pueblo de la Tierra,
tienen una gran historia cuajada de hechos
memorables y personajes egregios. Como obviar en la
historia peninsular al Califato de Córdoba, la época
de máximo esplendor político, cultural y comercial
de al-Ándalus tanto en Oriente como Occidente, y su
triste final, arrasada por los bereberes (de su mismo
credo), instigados por los reyes y señores cristianos.
Sin embargo permítaseme que sea crítico con
los modos y maneras que aún hoy, en pleno siglo
XXI, sigue manteniendo un sector muy amplio y
significado del Islam, identificados con el integrismo
mas xenófobo e intolerante de su historia.
Me resulta muy difícil de comprender y aceptar
su fanatismo religioso, que condiciona de modo
harto evidente la libertad y el progreso de sus gentes.
No se debe de poner a Dios por pantalla de nuestros
63. 63
actos, puesto que el nos hizo libres, lo cual parece ser
no es óbice para que tanto musulmanes como un
sector importante de las sociedades judéo-cristianas,
justifiquen la guerra, los crímenes de lesa patria, el
maltrato de las mujeres, la desprotección de la
infancia… en el nombre y Ley de Dios.
Tenía pensado un montón de razonamientos
sobre este asunto, pero he considerado que es mejor
no abundar sobre el, quizás haya otra ocasión.
Simplemente me voy a limitar a justificar el por qué
de mi opinión sobre lo que considero nefasta
ocupación de ocho siglos, por parte del Islam de la
Península Ibérica. Esta ocupación, que fue total y
absoluta en todos los ámbitos, trastornó de forma
definitiva nuestra evolución y nos apartó de la lógica
evolutiva de Europa, a la que apenas hoy nos estamos
aproximando. Esto no quiere decir que en las otras
naciones del continente el devenir histórico haya
sido una balsa de aceite, ni que hubiéramos estado
exentos del cumulo de bestialidades que se
cometieron durante la Edad Media y el
Renacimiento, por supuesto, pero en nuestro caso
duraron demasiado y fueron mucho mas lesivas.
Sin duda hemos heredado cosas buenas de los
ismaelitas, algunas magníficas. He ahí que aportaron
numerosos productos de consumo desconocidos en
Europa: La seda, el café, el algodón, el papel…
introdujeron la numeración decimal y grandes
avances en la química, la medicina, la astronomía…
64. 64
En materia
de
arquitectura nos
dejaron
monumentos espléndidos
como el Alcázar de
Sevilla, la gran Mezquita de Córdoba o La Alhambra
en Granada. Ahora bien ¿No habrían llegado todos
esos conocimientos y productos sin la ocupación?
¿no llegaron a Francia o Inglaterra, por mencionar
dos naciones significativas?; seguro que si y de una
forma mas racional.
II. Vallamos a la actual distribución territorial
de la península. Los reinos de taifas a la caída del
califato de Córdoba y el compadreo al uso de la
época, entre señores y reyes cristianos, árabes y
moriscos, para mantener un equilibrio muy difícil,
fueron sin ninguna duda los motivos de las divisiones
territoriales que a día de hoy todavía sufrimos.
Añado que las guerras civiles de los siglos XIX y XX,
tienen como componente importante de sus
motivaciones, estas divisiones contra natura que
quedaron institucionalizadas, además
de la
religiosidad exacerbada, herencia de la ortodoxia
hebrea y musulmana.
Aún voy mas allá, el egoísmo territorial, la
picaresca política y la patriotería, están impresas en
nuestra memoria histórica de manera indeleble,
precisamente por la cantidad de cinismo que hacía
falta para mantener los pactos y componendas entre
cristianos, moros y conversos.
65. 65
Ahora consideremos la mezcla racial, ¿Acaso
esta transcurrió de forma pacifica? El mestizaje es
magnifico, enriquece a los pueblos, mejora la raza
humana, pero solo cuando se produce por los cauces
normales de convivencia y respeto. En Iberia fue
forzado y violento en la mayoría de los casos, sobre
todo en los cuatro primeros siglos de la dominación,
luego ya daba igual, realmente era difícil saber a que
raza o cultura pertenecía cada cual, por mucho que
se empeñaran los reyes católicos y la iglesia de Roma,
o el mismísimo primer muftí de la Meca en exigir
pureza de sangre y de fe.
Veamos el primer caso: El rey Rodrigo muere
en la batalla de Guadalete; Abd al-Aziz ibn Musa,
hijo de Muza y primer valí de Al-Andalus, desposa
por la fuerza con Egilona, su viuda, y lo hace solo por
humillación a la memoria del rey muerto y a su
pueblo. A partir de ahí y a medida que la conquista
musulmana avanza, entre tributos y pillaje, miles de
mujeres de nuestro pueblo, de nuestra raza, son
entregadas por la fuerza a la lujuria de los
conquistadores por un lado y a la hábil maniobra, tan
común en todas las conquistas, de tener progenie
mixta cuanto antes.
III. Entremos en el siempre delicado tema de la
religión: La península Ibérica, los dos estados que la
componen, se declaran laicos y no confesionales,
pues bien, eso es en la teoría, en la practica y desde el
66. 66
punto de vista social, somos católico-apostólicoromanos hasta la medula, y mas papistas que el papa.
La iglesia de Roma siempre tiene algo no ya que
decir, si no que imponer; se permite inmiscuirse
continuamente en casi todos los asuntos de estado:
La educación, la sanidad, incluso la tendencia de
voto. En el Vaticano saben perfectamente que
nuestro carácter exagerado en temas religiosos,
nuestra secular superstición, nos hace presa fácil para
ser manejados a placer, y esa superstición es herencia
directa de nuestra porción de sangre morisca y judía;
la sibilina paciencia de los hijos del desierto, de
sangre caliente y mente fría, corre por nuestras venas
y nos permite ir trampeando con el vicio y la virtud;
parece ser que necesitamos para comportarnos de
forma racional y civilizada, del dios justiciero y
vengador de el “Libro” común a las tres religiones
monoteístas; los tremendos castigos o grandes goces
prometidos mas allá de la muerte, son condición
“sine qua non” para mantener una moral y una ética
aceptables, y es altamente significativo que estas
circunstancias se den con particular incidencia en los
países del sur de Europa, los mas próximos al mundo
islámico.
Pongamos como ejemplo la Inquisición. Desde
luego no la inventamos nosotros, fue fundada en
1184 en la zona de Languedoc (en el sur de Francia),
para combatir la herejía de los cátaros o albigenses,
sin embargo es curioso que donde primero enraizó
67. 67
fue en el reino de Aragón en el 1249. Este reino en el
que la base étnica de sus linajes era franca e hispanogoda, es poderosamente influenciado por la dinastía
de Musa ibn Musa al-Qasawi “Ben Qasi”, un converso
que emparento con las principales dinastías
Aragonesas y Vasco-Navarras. Los primeros reyes de
Navarra, Iñigo Arista y García Íñiguez de Pamplona,
son descendientes de este personaje, a su vez hijo del
mestizo Musa ibn Fortún, el cual no tenía reparo en
aliarse unas veces con los califas de Al Ándalus para
guerrear contra los cristianos y otras en sentido
contrario para hacerlo contra los Árabes
Las persecuciones y crímenes llevados a cabo
por la Inquisición Española en particular, nos provee
de otro tipo curioso, el converso.
El daño ya estaba hecho, éramos una sociedad
de tres culturas que podían haber evolucionado
juntas hacia una nación común y sólida. ¿Para que
esa cínica e inútil persecución?; para producir una
sociedad de histriones de doble careta, que no
dudaban en traicionar las creencias e identidad de su
pueblo, eran capaces de pagar enormes sumas de
dinero a las monarquías católicas (en realidad eran
los únicos que lo tenían en aquella Iberia
depauperada), y dotar a la Iglesia con uno o mas de
sus hijos e hijas, mientras paralelamente y a
escondidas, seguían ejerciendo sus tradiciones y
manteniendo su poder económico, apoyando a una u
otra dinastía según conviniese a sus expectativas, lo
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cual ofreció a sus católicas majestades Isabel y
Fernando, por ejemplo, una magnífica ocasión de
desplumarles, alguien tenía que pagar sus guerras.
De esos conversos han salido algunos de los
principales líderes de la Inquisición, es el caso de
Tomas de Torquemada, al cual la necesidad de
ocultar su origen judío, o de compensarlo con un
exceso de celo cristianizante, le llevo a ejercer la mas
extrema crueldad. Tampoco es floja la nómina de
santos y santas llagados y milagreros entre los
descendientes de moriscos y judíos, sírvannos como
ejemplo Teresa de Ávila y Juan de la Cruz, que tan
bien supieron disfrazar su pasión mutua con el halo
del misticismo religioso. Otros apasionados
moralistas de la doctrina cristiana, descendientes de
conversos, que han llenado páginas de manifiestos
incendiarios, también impregnados de misticismo,
fueron fray Luis de León y Luis de Góngora entre los
españoles y Pedro Nunes, García de Orta o Antonio
Nunes Riveiro entre los portugueses. En fin, no
quiero seguir mencionando la amplia nómina de tan
significados y nefastos personajes, tenidos por
modélicos en nuestra historia oficial.
En el año 1609 se hace un simulacro de
expulsión… a esas alturas no me extrañaría nada que
los conversos expulsaran a los conversos, porque a
ver quien era el guapo, igual que ahora, de asegurar
no tener antepasados moros o judíos.
69. 69
Bien, veamos ahora lo que hubiéramos ganado,
(o perdido, según se mire), de haberse dado las
circunstancias de la Historia Fantástica. Ya he
mencionado el gran quebranto de los reinos de taifas
en lo territorial, ahora centrémonos en algunos
personajes que marcaron nuestra historia.
IV. Probablemente el rey santo don Fernando
el tercero, no hubiera existido, y de haberlo hecho,
Roma no lo habría santificado, dado que su principal
mérito fue masacrar moros; al no haberlos o haberlos
en un periodo muy corto y con muy poca relevancia ,
habría sido un rey mas, eso si, muy pio, casto y
bondadoso. Tampoco Alfonso X hubiera existido
probablemente, con lo cual nos hubiéramos perdido
su magna herencia escrita, sin embargo nos
hubiéramos beneficiado de la no existencia del
reinado de su bisnieto, el undécimo Alfonso
(recomiendo leer la biografía de este singular
personaje). Fernando IV el Emplazado y Constanza
de Portugal fueron sus padres. Los historiadores de
los que antes he hablado, le pusieron el apelativo de
“El Justiciero”, por la prisa y maña que se dio en
ventilar a todos aquellos nobles que estorbaban sus
proyectos o le censuraban su comportamiento,
algunos incluso de su propia familia. Este rey
considerado un fenómeno por la “Historia de
España”, tengo para mí que estaba seriamente
trastornado, trastorno provocado por la terrible
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infancia que pasó. Rey desde niño, de mano en mano
entre sus múltiples tutores que se disputaban la
regencia, que se le rifaban esperando obtener algún
premio gordo; y algunos lo consiguieron en forma de
hacha u horca. Tras un primer matrimonio anulado
por no tener efectividad parental, casó el 24 de junio
de 1328 con su prima hermana María de Portugal,
hija de Alfonso IV el Bravo, de la que tuvo dos hijos.
Parece ser que su esposa y los dos hijos que le dio,
uno de ellos el heredero don Pedro I de Castilla, no
colmaban sus expectativas y se proveyó de una coima
(o ya la tenía antes de casar), Leonor de Guzmán,
nada que ver con doña Leonor de Guzmán, esposa de
Pero López de Ayala, dignísima señora de rancio
abolengo y descendiente de los auténticos
Guzmanes, antiquísimo apellido de raíz celta,
nobiliario desde los primeros tiempos de las
migraciones germánicas.
La Leonor amante de don Alfonso XI, era una
joven viuda cuando el rey se prendó de su belleza.
Había contraído matrimonio previamente y
enviudado de Juan de Velasco y era descendiente en
tercera o cuarta generación de don Alfonso Pérez de
Guzmán, personaje de gran importancia durante el
reinado de Alfonso X, con el que consiguió grandes
privilegios y amaso una gran fortuna. Este Guzmán,
fue apodado “El Bueno” por los historiadores de
marras; parece ser que su gran mérito fue el permitir
que los moros asesinaran a su hijo menor, para lo que
71. 71
les arrojo su propio puñal desde las almenas de
Tarifa, ciudad que defendía del asedio musulmán ¿…?
Este Guzmán El Bueno era morisco converso,
según mencionan varios cronistas, entre ellos su
descendiente, doña Luisa Isabel Álvarez de Toledo y
Maura, XXI duquesa de Medina Sidonia, solar
fundado por don Juan Alonso Pérez de Guzmán,
descendiente directo de don Alfonso Pérez de
Guzmán. Comenzó su meteórica carrera como
mercader, importando productos de su tierra natal,
el reino de Marruecos, y exportando trigo de Castilla.
Esto le permitió amasar una considerable fortuna y
ganarse la confianza de los reyes Sancho IV y Alfonso
IX de León (con este último incluso llegó a
emparentar), de los que era “corre ve y dile” en sus
negociaciones con los sultanatos africanos del
Magreb, enfrentados con los califas andalusís.
Volvamos a doña Leonor, la cual dio once hijos
al rey, a los cuales colocó magníficamente. El cuarto
de ellos fue Enrique Pérez de Guzmán, su bastardía le
impidió llevar ni uno solo de los apellidos de su
padre natural, el rey Alfonso XI, lo cual no fue óbice
para hacer una gran carrera. Fueron tantos los
privilegios y prebendas que consiguió la amante del
rey para sus hijos, que la nobleza legítima, con doña
María de Portugal, la reina, a la cabeza, tomaron
rápida revancha contra los bastardos una vez muerto
el rey. Poco se imaginaban lo alto que llegaría
Enrique, nada menos que rey de Castilla y León.
72. 72
Esto fue así porque a la muerte de Alfonso XI,
los hijos habidos con doña Leonor se desperdigaron
para huir de una muerte cierta a manos de los
partidarios de María de Portugal. Enrique tuvo la
suerte de ser acogido por su padrino y mentor
Rodrigo Álvarez de las Asturias, señor de Noreña ,
también de linaje oscuro, el cual le protegió, primero
escondiéndole entre las brumas gallegas, en Ponte
Nafonso, a orillas del río Tambre (Tamara en tiempos
de los romanos), después heredándole a su muerte
con el señorío de Noreña, los señoríos de Lemos y
Sarria, y las villas de Cabreira y Ribeira, con lo que le
constituyó un grandísimo e importante patrimonio
en el noroeste de la Península, fundando el condado
de Trastamara.
Como llego a rey de Castilla es algo que podéis
encontrar en los distintos libros de historia y con
muy diversas versiones, para los fines de mi relato
baste con decir que esta dinastía se caracterizó por
sus compadreos con todas aquellas que pagaban sus
servicios: con los Borgoña; con don Juan Manuel,
adelantado mayor de Murcia y Señor de Villena, el
noble más poderoso del reinado anterior, con cuya
hija casó; con don Pedro IV de Aragón, al que ayudo
en varias ocasiones en sus guerras contra Castilla;
que se exilió a Francia donde fue protegido por Jean
II, al que tuvo la habilidad de sumar a sus planes; que
por fin acabo venciendo, derrocando y asesinando a
su hermano Pedro I, convirtiéndose así en rey de
73. 73
Castilla y León, anulando a las antiguas familias
castellano-burgalesas: los Fernán González, los
Núñez de Ayala, los Manrique de Lara, los Díaz de
Vivar… y rodeándose de los toledanos, mas
amoriscados y mas afines a su política. A partir de ahí
el desastre total: Resurge el viejo espíritu de las taifas,
con toda la nobleza de los reinos de España y
Portugal, unas veces guerreando, otras pactando… y
entre medias, crímenes, incestos, infidelidades,
traiciones, anarquía… hasta llegar a Enrique IV.
Una saga de sangre enferma nos aparta de
Portugal y se hace con las riendas de España. Isabel,
hermana del rey, al que traiciona, usurpa el trono y
casa con Fernando, heredero de la corona de Aragón
y primo de ella, reinan en perfecta unión, aunque su
matrimonio no sea mas que una farsa, imponen su
política, y si bien acaban con el último reducto de
poder del Islam en la península, su arbitrariedad y
falta de escrúpulos (que camufla perfectamente bajo
su exagerada religiosidad y mojigatería), trastornan
definitivamente el devenir histórico, no solo en la
península Ibérica, sino también en Europa.
V. Hablemos de América. Podéis estar
pensando: “sin ellos nos se habría descubierto
América”… y yo os digo que sí, y probablemente
mejor. En los siglos XIV, XV y XVI, marinos de la
Península Ibérica navegaban por todos los mares
conocidos. Portugueses, vascos y gallegos pescaban
74. 74
en Terranova (Canadá); El descubrimiento y
colonización de las Islas Canarias por parte de la
Corona de Castilla empezó en 1402; en 1415 los
portugueses descubrían y colonizaban Madeira, y los
archipiélagos de las Azores, y en 1434 llegaron hasta
el sur de África. Antes del descubrimiento de
América, los pescadores vascos ya visitaban
asiduamente las costas irlandesas y las costas
noruegas, llegando incluso hasta Islandia; los
marinos vizcaínos bordeaban toda la costa atlántica
ibérica para adentrarse en el Mediterráneo, llegaron
en sus rutas comerciales hasta Egipto y
Constantinopla… Dicho todo esto y si eliminamos el
tiempo y quebrantos de la reconquista, hubiera sido
muy posible que se hubiesen organizado
expediciones bien organizadas y pertrechadas,
mucho antes, llevadas a cabo por marinos expertos y
fiables, como es el caso del infante portugués don
Enrique el Navegante, en vez de un incógnito Colón,
escaso de presupuesto y con una tripulación,
digamos… sospechosa en su mayoría, cuyo único
anhelo era reunir oro para “limpiar su sangre” y
comprar un título de hidalguía.
Volvamos ahora a la ficción imposible de la
Historia Fantástica y recordemos que con su devenir,
todas estas dinastías no habrían existido. No habría
habido Guzmanes exaltados, ni Trastamaras
insaciables, fratricidas, incestuosos, por lo tanto
tampoco Aústrias, flojos de carácter, fanáticos y
75. 75
despóticos a los que les vino grande el imperio. Esa
famosa frase de los historiadores “patrioteros”: En los
reinos de España, nunca se ponía el sol, es una
soberana boutade, no se ponía para Felipe II y su
camarilla de nobles y clérigos, para el resto de
“súbditos”, nunca amanecía. El oro de América era de
ellos y para ellos: Suntuosos palacios, templos ahítos
de oro y joyas, prebendas y favores al papa de Roma,
millones gastados en guerras irracionales (Contra los
franceses, Flandes y los genocidios allí perpetrados,
la estupidez de la Armada Invencible…), ¿para que les
sirvió a los pueblos portugués y español el Imperio de
los Austria?
Y así, con estas consideraciones, llegamos a los
Borbones.
VI. En el año de 1700, es proclamado rey de
España Felipe V, de la casa francesa de BourbonAnjou, castellanizada con el nombre de Borbón. Esta
proclamación dio pie a la Guerra de Sucesión
Española contra el pretendiente de la Casa de
Austria, el Archiduque Carlos de Austria, y hete aquí
que nuestro pueblo se ve metido sin comerlo ni
beberlo en una guerra que no es de su incumbencia,
porque digo yo, ¿a santo de que se nos pone de jefe
del Estado a un tipo cuyo único mérito es ser nieto
de una infanta española de la casa de Austria? Como
siempre, después de mucho compadreo, campos y
ciudades arrasadas, porque los señores de Aragón
76. 76
están con los Austria y los de Castilla y Navarra con
los Borbones… al final se van a Utrecht a firmar un
tratado, y España y los españoles se quedan un poco
mas pobres y un poco mas aislados, con sus primos
los portugueses en manos de los británicos que les
han “protegido”, y que ya se encargarán de pasar la
factura años mas tarde.
Este monarca, Felipe V, una vez se vio dueño
de la finca, dio el puntillazo con Los Decretos de
Nueva Planta a lo que quedaba de los reinos
seculares de la Iberia (Portugal ya estaba perdido
hacía tiempo); por las buenas o por las malas,
centralizó el poder en Madrid, disolvió las cortes de
los reinos confederados con los Habsburgo, anuló
fueros e impuso el castellano como única lengua del
Estado (por llamarlo de alguna manera, luego que no
había mas estado que el que dictaba la voluntad de
Castilla). Por cierto, los historiadores patrios, tan
patriotas ellos, por supuesto, no faltaría mas,
raramente cuentan que este señor era un demente, y
que su enfermedad le mantenía alejado de sus
obligaciones con mas frecuencia de la deseada, con lo
que los de siempre, los surgidos de la nada, los
trileros importados de Francia e Italia (Marie-Anne
de La Trémoille, princesa de los Ursinos. Un tal Julio
Alberoni, o el barón de Ripperdá, u otro tal José
Patiño, ex jesuita (este último debió de intentar
cumplir en condiciones, porque murió mas pobre
que las ratas), pudieron mangonear a sus anchas. La
77. 77
nobleza de casta, los antiguos señores de los reinos y
condados de España, fueron relegados y
considerados agitadores.
A este rey le suceden Fernando VI, Carlos III,
Carlos IV y Fernando VII con el que entramos en el
siglo XIX.
SIGLOS IX y XX.I. Voy a intentar ser breve en lo que va a ser el
último capitulo.
Es durante estos dos siglos, cuando
definitivamente a los dos estados de la Península
Ibérica les sobreviene la crisis más grave de toda su
historia compartida.
Al comienzo del siglo XIX , Fernando VII, al
mas puro estilo de los califatos andalusís, está
dispuesto a hacer lo imposible para derrocar a su
padre Carlos IV, el cual había empezado con buen
píe, dictando leyes reformistas que parecían ir por
buen camino, asesorado por su primer ministro, el
ínclito Manuel Godoy, pero que pronto anuló,
asustado por los acontecimientos en Francia, donde
se había proclamado la primera República.
Bien, como decía, su sucesor e hijo Fernando
VII, primero le mantuvo preso en el palacio de
Aranjuez, luego no tuvo inconveniente en que
Napoleón se lo llevase al exilio y posteriormente no
78. 78
movió un dedo, pudiéndolo hacer, para retornarle a
España y finalmente le deja morir en el país vecino.
Como ya sabemos por la historia oficial, ya a
comienzos del siglo empiezan los desastres, El Reino
Unido vence a la Armada franco-española en la
batalla de Trafalgar, Manuel Godoy con el plebiscito
de Napoleón Bonaparte, intenta blindar la Península
Ibérica y para ello no se le ocurre nada mejor que
inmiscuirse en Portugal y repartirla a tres partes
entre el reino de España, el imperio francés y su
misma persona, lo cual permite a Napoleón paso
franco por España con la escusa de tomar Portugal.
Consecuencia lógica, Napoleón decide quedarse con
España y Portugal: nos invade, se lleva a Fernando
VII por el mismo camino que se había llevado a su
padre, coloca a su hermano José Bonaparte de rey de
España y comienza la llamada Guerra de la
Independencia en el año 1808.
Mientras en Portugal la situación es muy
parecida; ante la invasión napoleónica en 1807, la
familia real se exilió en Brasil y la corte se trasladó a
Río de Janeiro hasta 1821. Ese año, Juan VI, desde 1816
rey del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve,
regresó a Lisboa para jurar la primera constitución
portuguesa. Al año siguiente, su hijo Pedro fue
proclamado emperador de Brasil y declara su
independencia del reino.
En el siglo XIX, Portugal vivió períodos de
enorme perturbación política y social, como la guerra
79. 79
civil y las repetidas revueltas y pronunciamientos
militares, la revolución de Septiembre, la de Maria da
Fonte, la de Patuleia, etc. Gracias al Acto Adicional a
la Carta Constitucional de 1852, fue posible un
periodo de paz interna así como el inicio de las
políticas de obras públicas lideradas por Fontes
Pereira de Melo. A finales del s. XIX las ambiciones
coloniales portuguesas chocaron con las inglesas, lo
que provocó el ultimátum británico de 1890. La
cesión a las exigencias británicas y los crecientes
problemas económicos causaron a la monarquía un
descrédito creciente, que culminó con los asesinatos
de Carlos I y el príncipe heredero Luis Felipe, el 1 de
febrero de 1908. La monarquía se mantuvo en el
poder durante dos años más, encabezada por Manuel
II, pero fue abolida el 5 de octubre de 1910,
implantándose en su lugar la república. Declara la
abolición de la nobleza y la secularización de los
monasterios. La dinastía Braganza, en el gobierno
desde 1641, es desterrada del país y Manuel II huye a
Gibraltar.
António de Oliveira Salazar (1889-1970), era el
presidente de la Unión Nacional, fundada en 1930,
cuyo programa prevé la formación de un sistema de
partido único, conservador y autoritario, en el que se
asigna un papel a cada clase y cada grupo social en el
seno de la sociedad portuguesa. El presidente
Antonio Oscar de Fragoso Carmona, lo nombra
primer ministro (5 de julio de 1932). Salazar anuncia
80. 80
su intención de gobernar Portugal con mano firme,
sanear la economía y devolver al país el papel que
merece en política exterior, como corresponde a su
grandeza histórica. Con la proclamación de la
constitución autoritaria de 1933, Salazar consiguió
mayores prerrogativas, comportándose durante los
siguientes treinta años como un dictador. Redactó su
constitución tomando como referencia el fascismo
italiano y otorgando un importante papel a la Iglesia,
como no podía ser de otro modo, todo muy en
consonancia con la idiosincrasia peninsular ibérica.
Volvamos a España. Si algo bueno tuvieron los
seis años de dominio napoleónico (1808-1814), fue en
primer lugar la introducción del
liberalismo
republicano francés, y en segundo el que se llevaran a
ese sátrapa que fue Fernando VII; claro que el clero,
que temía al liberalismo mas que al mismísimo
demonio, ya se encargo de calentar la cabeza al
“heroico” pueblo español, el cual según los curas de
epístola y trabuco, debía y tenía que acatar la
voluntad de Dios, y esta era la de defender con la
vida, el trono y el altar. Los españoles picaron y hala,
ahí nos tienes otra vez dejando campos y hacienda
abandonados y matando franceses y matándonos
entre nosotros como perros rabiosos, hasta reponer
en el trono de nuevo el mas crudo absolutismo,
representado en la persona del monarca don
Fernando VII.
81. 81
Una vez resituado en el trono esta gran
desgracia nacional, se dedico a jugar con unos y con
otros (liberales y absolutistas), hasta su muerte, a
partir de la cual la Familia Real Española se escindió
en dos ramas rivales. La línea masculina proveniente
del pretendiente Carlos María Isidro de Borbón,
hermano del rey difunto, enfrentada a la línea
reinante, la de Isabel II de España, hija de Fernando
VII. El Derecho vigente en el siglo XIX establecía la
sucesión en la persona de Carlos María Isidro de
Borbón, pero a los liberales les convenía mas que la
sucesora fuese Isabel II, que ofrecía mas posibilidades
de instaurar una monarquía parlamentaria. Está claro
que en realidad se trataba de una lucha ideológica
entre el liberalismo y absolutismo. Este conflicto se
concretó en diversas guerras civiles, las llamadas
Guerras Carlistas. En estas guerras las provincias del
norte se decantaron por don Carlos (supongo yo que
ya entonces, algo de interés había por apartarse del
centralismo de Madrid), lo cierto es el gran numero
de españoles de uno y otro bando que se enfrentaron
alegremente, la cantidad de gente joven y egregios
líderes, una vez mas enfrentados por asuntos de tipo
religioso y político, que en realidad poco o ningún
interés tenían para el pueblo y por cuyo motivo, de
nuevo la preciosa sangre nacional rego nuestros
campos, para que de ellos brotase mas insidia, mas
odio y mas separatismo.