La Revolución Francesa influyó en Chile de manera ideológica, con las ideas ilustradas que llevaron al proceso de independencia. La captura de Fernando VII por Napoleón provocó la instalación de la Primera Junta de Gobierno en Chile. La herencia incluyó la organización a través de una república y constitución, con reconocimiento de derechos y libertades. Chile también se incorporó a la Revolución Industrial como proveedor de recursos naturales como carbón, cobre y salitre.