Este documento discute el impacto de la tecnología en la sociedad y la educación. Señala que aunque la tecnología ha simplificado algunos aspectos de la vida, también puede generar problemas como la pérdida de concentración y cambios rápidos entre temas. Argumenta que es importante que los educadores integren críticamente las herramientas tecnológicas en la enseñanza y orienten a los estudiantes a usarla de manera provechosa, ya que de lo contrario la tecnología podría convertirse en un "verdugo
La integración de la tecnología en la sociedad no ha sido un tema indiferente
1. La tecnología ¿verdugo o servidor?
“Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del
miedo… del miedo al cambio” ,Octavio Paz.
La integración de la tecnología en la sociedad no ha sido un tema indiferente, desde los
inicios del siglo XX diversas herramientas y aparatos han invadido y modificado nuestra vida. Los
avances y mejoras tecnológicas han aumentado de forma acelerada y pareciera que los nuevos
productos que ofrece el mercado, en un futuro cercano dejarán de serlo, puesto que pronto
llegarán otros más avanzados.
Desde esta lógica, la tecnología pasó a ser una herramienta fundamental para los
individuos, de esta manera se les ha abierto una ventana para adquirir y construir conocimientos
e instalar nuevas modalidades de interacción con el resto del mundo. Esta tarea ha sido
considerada como fácil y práctica para los denominados nativos digitales, que son aquellos que
nacieron inmersos en esta nueva era, pero no así, para aquellos que crecieron y fueron parte de
un aprendizaje distinto, con estímulos diferentes y en otros tiempos.
Como todo cambio social la inserción de la tecnología ha impactado también al ámbito
escolar, donde existe una heterogeneidad entre los alumnos que forman parte de las nuevas
generaciones y los docentes que provienen otras más distantes. Nos da la impresión de que se
habla un idioma distinto entre ellos y que aún existen quienes se resisten al cambio, aferrándose
a las prácticas e interacciones tradicionales, por el simple hecho de temer a lo desconocido.
Los alumnos de hoy están expuestos a múltiples estímulos y poseen también la capacidad de
desarrollar variadas tareas al mismo tiempo. Es cierto que la tecnología nos ha simplificado la vida
en ciertos aspectos, pero ¿que tan provechoso resulta para el aprendizaje de nuestros alumnos?,
bueno, al menos sabemos que resulta bastante atractivo presentar los contenidos en estos
formatos, aunque se sabe también que en su capacidad multitarea, los alumnos y las personas en
general buscan pasar el menor tiempo posible en una labor determinada y abrir el mayor número
de frentes posibles, provocando pérdidas de productividad, descensos en la capacidad de
concentración y períodos de atención muy cortos con una tendencia a cambiar rápidamente de un
tema a otro, lo que nos puede resultar algo contraproducente a la vez generar miedo.
Ahora bien, frente a estas transformaciones y el escenario en que nos enfrentamos, es
importante que nos sintonicemos con este desafío y podamos sacar el mayor provecho posible a
lo que nos ofrece el medio. Debemos ser capaces de integrar estas herramientas a lo que ya
conocemos y no verlas como algo aislado o amenazante. Por otra parte, como educadores
tenemos la misión de orientar a nuestros alumnos y desarrollar en ellos la capacidad de saber
escoger críticamente lo que nos otorga el medio tecnológico, ya que “nuestro sirviente”, podría
convertirse en verdugo, desinformando y desorientando a los estudiantes, es por ello que
tenemos que perder el temor ya que como dicen no hay peor lucha que la que no se hace, ni peor
miedo que el que no se enfrenta.
Francisca Cid
Bibliografía: “Nativos digitales, inmigrantes digitales”, Marc Prensky año 2001.