1. GUIA PARA TRABAJAR LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: EL
HOLOCAUSTO
ALUMNOS DE 1º BACHILLERATO
MATERIAL COMPLEMENTARIO: PELICULA “LA LISTA DE
SCHINDLER”
TEMA: EL HOLOCAUSTO
-ESTA ACTIVIDAD REQUIERE AL MENOS 4 SESIONES PARA
COMPLETARSE. El trabajo de investigación y documentación
puede desarrollarse a continuación de proyectar la película y
debatir en el aula las cuestiones centrales que más adelante se
detallan.
Titulo EL HOLOCAUSTO NAZI, ¿EXISTEN LOS HEROES
ANÓNIMOS?
TEMAS DE REFLEXIÓN PARA LOS TRABAJOS DE
INVESTIGACIÓN:
¿Es posible el altruismo o sólo existe el egoísmo interesado?
¿Es la historia necesaria para que aprendamos de nuestros
errores o es mejor ignorar el pasado?
¿Que ocurrió con los supervivientes?
- Elaborar un seguimiento de las diferentes persecuciones que
han sufrido los judíos a lo largo de los siglos.
-Analizar la actitud con la que el sionismo internacional ha
afrontado la superación de este episodio genocida.
2. LA LISTA DE SCHIDLER, STEVEN SPILBERG.
La Lista de Schindler es una película biográfica de 1993 dirigida por Steven Spielberg que
cuenta la historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó las vidas de un millar
de judíos polacos durante el Holocausto.
En esta película se relata la historia de un empresario de origen checo (interpretado por Liam
Neeson) miembro del partido Nazi. Inicialmente se aprovecha de la situación en Polonia
(recientemente invadida por el ejército Nazi) para crear una fábrica de artículos de cocina y para
ello llega a un acuerdo con el director de un campo de trabajos forzados para usar mano de obra
judía proveniente del ghetto de Cracovia, la opción de trabajo más económica disponible.
Schindler depende de su contable judío, Itzhak Stern (interpretado por Ben Kingsley).
La visión de Schindler acerca del Holocausto Judío va cambiando a lo largo de la película, tanto
que cuando le llega la orden de deportarlos a los campos de concentración (lo que significa
que perderá su mano de obra), llega a emplear su fortuna en salvarlos, evitando que éstos vayan
a Auschwitz u otro campo de exterminio. Shindler se verá obligado a reposicionar toda su
fábrica y sobornar a los oficiales para mantener a sus trabajadores.
La Lista de Schindler tuvo bastantes premios y que además fue muy importante ya que nos
cuenta hechos que ocurrieron en la realidad.
3. · OBJETIVOS DE LA DINÁMICA
· Valorar la importancia del esfuerzo personal para ayudar a los demás, aunque
conlleve riesgos y peligro.
· Reflexionar sobre la magnitud del genocidio nazi y los escasos pero
importantes esfuerzos realizados para ayudar a los perseguidos.
· Rechazar todo tipo de actitudes racistas y xenófobas
EVALUACIÓN DE LOS OBJETIVOS:
El alumno realizará un trabajo de investigación en grupo sobre alguna de las cuestiones que se
debatirán en clase después de ver la película. La participación en los debates y el trabajo en
grupo serán las herramientas de evaluación de esta actividad.
Los temas para el trabajo de investigación serán, a elegir, alguno de los siguientes:
1. ¿Qué se entiende por holocausto?
2. ¿Cuándo y cómo se llevó a cabo?
3. ¿Qué motivos movieron a Schindler a salvar a aquellos judios?
4. ¿Qué raíces tiene la xenofobia?
· DESARROLLO DE LA DINÁMICA
El profesor presenta la película, explicando brevemente su temática y su
argumento. También es conveniente comentar rápidamente la ficha técnica, y
hacer referencia a todas aquellas características que puedan descentrar a los
alumnos.
· FICHA TÉCNICA DE LA PELÍCULA
· Director: Steven Spielberg
· Guión: Thomas Keneally y Steven Zaillian
· Principales intérpretes: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes
· Nacionalidad: EE.UU
· Idioma: Inglés
· Año de producción: 1993
· Sinopsis argumental
En la Polonia invadida por los nazis, sacudida por las persecuciones contra los
judíos, el empresario Oscar Schindler intentará salvar a sus obreros del acoso a que se ven
sometidos por las autoridades. Cuando la situación se complica,
Schindler elabora una lista con el nombre de los operarios que desea llevar
consigo, salvándolos así de la muerte en los campos de exterminio.
4. CONTEXTUALIZACIÓN HISTÓRICA DE LA PELÍCULA
En 1939, con la invasión de Polonia, dio comienzo uno de los episodios más estremecedores de
la Historia de la Humanidad.El ascenso de los fascismos y su política expansiva, especialmente
el alemán, produjo hondas convulsiones que llevaron a repetir, de forma aun más devastadora,
la experiencia de la I Guerra Mundial, a pesar de los mecanismos preventivos que las
naciones habían arbitrado a raíz de la finalización de ésta. La tibieza e indefinición del resto de
naciones fue también determinante en el proceso de expansión de los fascismos.
Nuevamente la guerra tiene un alcance mundial, pues la entrada de Japón, deseosa de
expandirse en el Pacífico, empuja a su vez a Estados Unidos a intervenir para frenar el
imperialismo nipón, que amenaza directamente a una de sus áreas de influencia.
El totalitarismo y el racismo nazi producirán uno de los fenómenos más execrables de la
Historia, el Holocausto judío, en el que millones de personas son desplazadas, confinadas en
campos de concentración, obligadas a realizar trabajos forzados y finalmente exterminadas, en
aras de la superioridad de la raza aria. Igualmente, la persecución alcanzará a todos aquellos que
Hitler y sus partidarios consideren inferiores o potenciales enemigos. El episodio, junto con la
guerra más devastadora nunca conocida, se instalará en la memoria colectiva de la práctica
totalidad de la población mundial durante generaciones enteras.
LA VICTORIA NAZI DE 1933:
La victoria de los nazis en la Alemania de 1933 había supuesto en primer lugar la determinación
de lo que se entendía como judío desde el punto de vista familiar y religioso, así como la
marginación de los judíos de ciertas categorías profesionales. Permaneció, sin embargo, para los
afectados la duda acerca de si debían abandonar Alemania o no, porque con el paso del tiempo
las medidas persecutorias parecieron desdibujarse un tanto. Desde 1933 hasta 1937, emigraron
de Alemania unos 130.000 judíos y en los dos años inmediatos al estallido de la guerra lo
hicieron otros 120.000. Pero las conquistas territoriales del III Reich situaron bajo el dominio de
Alemania un mayor número de judíos que en tiempos anteriores, con lo que se complicaron los
problemas para las autoridades nazis. En general, en los nuevos territorios se siguió una política
de mayor dureza que en la propia Alemania. En ella, sin embargo, respecto a los propios
alemanes, se tomaron las medidas que resultan en muchos sentidos más directamente
relacionadas con los campos de exterminio del futuro. El racismo nazi, en efecto, tuvo como
primera consecuencia la eliminación de disminuidos físicos y mentales, con el objeto de
purificar la etnia germánica. En su momento, no se dio publicidad alguna a la aplicación de esas
medidas, que supusieron la desaparición de decenas de millares de personas y que solamente se
detuvieron en 1941.
Hasta este momento, el Reich tan sólo consideraba como posibles medidas a aplicar en el futuro
acerca del destino de los judíos la obligada emigración a territorios remotos. Se pensó en
obligarlos a la emigración hacia Polonia o Madagascar que, por su condición insular y su
lejanía, parecía el lugar más oportuno. A estas fórmulas se las denominó conjuntamente
"Solución final", aunque de momento la expresión no tuviera el trágico significado que más
adelante adquirió. Al mismo tiempo, se tomaron algunas disposiciones prácticas que, aunque
tenían otra razón de ser, acabaron coadyuvando a los planes de eliminación física. La principal
de ellas fue la concentración de los judíos en determinadas áreas, primer paso para cualquiera de
las dos opciones. Siguió existiendo la emigración, pero la necesidad de contar con Gran Bretaña
para llevarla a cabo impidió que pudiera realizarse de forma sistemática. A mediados de 1941,
Hitler adoptó dos disposiciones que antes había rechazado y que obedecían al propósito
indicado: por una parte, los judíos debían estar señalados con un distintivo personal; por otra,
tenían que ser enviados hacia el Este.
Como se apuntaba antes, la chispa que prendió todo el potencial de barbarie que nacía de la
5. ideología nazi fue la guerra contra la Unión Soviética. Hitler confiaba en derrotar en plazo de
tiempo muy breve a los ejércitos de Stalin, que habían demostrado su ineficacia contra
Finlandia, pero sabía también que en el enfrentamiento se lo jugaba todo. Su racismo le llevaba
a considerar que en la nueva ofensiva se debían romper las reglas de la guerra; además quería
proceder a explotar lo más rápidamente posible desde el punto de vista económico los territorios
conquistados. Aquí, el enemigo, en su opinión, no estaba constituido más que por puras y
simples "bestias". La resistencia que le ofrecieron favoreció las instrucciones de eliminación de
los cuadros políticos -comisarios de guerra, por ejemplo- y de ellos se pasó a los judíos, incluso
mujeres y niños. Se debe tener en cuenta que hasta el momento el número de muertos alemanes
apenas superaba las tres decenas de millar y esta cifra fue pronto abrumadoramente superada en
suelo soviético. De ahí el inicio de los asesinatos masivos.
Para ello, se crearon unos grupos especiales que se desplazaban por el frente y procedían a
ejecuciones sumarias mediante el fusilamiento o el tiro en la nuca. Con el transcurso del tiempo,
se imaginó un procedimiento más "humano" -para los verdugos, por supuesto-, como era la
utilización de unos camiones que venían a ser algo así como una cámara de gas móvil. La fecha
en que se tomaron las disposiciones tendentes a que la "Solución final" decidiera la eliminación
del adversario no es segura, pero todo hace pensar que debió ser en torno a septiembre de 1941,
cuando empezaba a demostrarse que la resistencia soviética era superior a lo previsto. Y sobre
ello, no cabe la menor duda de que la responsabilidad fue de Hitler, sin cuya voluntad no resulta
imaginable que se tomara una medida de tal trascendencia.
Pero, en la burocratización del genocidio que siguió a continuación, los responsables se
multiplicaron de forma exponencial. A partir de este momento, se siguió un doble proceso,
paralelo y complementario. En primer lugar, los judíos, otras minorías raciales consideradas
inferiores y los disidentes políticos fueron integrados en un sistema de trabajo forzado en
campos de concentración, del que los explotadores extrajeron importantes ventajas económicas.
El campo de Auschwitz estuvo, por ejemplo, ligado a una de las más importantes industrias
químicas alemanas. Aquí, era conocida la existencia de una red de campos de concentración, en
los que no se excluía la posibilidad de la liquidación física de los prisioneros. Solamente en ella
murieron más personas que en conjunto en otros seis campos situados al Este, junto a la frontera
soviética, que pueden ser considerados como verdaderas fábricas de muerte. El sistema de
eliminación racial o política se basaba, en efecto, en una racionalización industrial de acuerdo
con criterios de mínimo coste y máxima eficacia. Hubo en todo este sistema dos círculos
concéntricos de culpabilidad: la de los burócratas que, con cada una de sus decisiones y sin
preguntarse por el efecto que pudieran tener, hicieron posible la totalidad del proceso y la de
quienes ocupaban los escalones intermedios en los campos. Un radical despotismo respecto de
quienes estaban en ellos ni siquiera hizo necesaria la existencia y actuación de grandes
criminales.
El poder absoluto transformó la intimidación en terror y éste pasó a ser un horror colectivo
como hasta ese momento jamás había sido imaginable. Los resultados cuantitativos se pueden
precisar con datos precisos, al menos hasta un determinado punto. Unos seis millones de judíos
fueron eliminados, o lo que es lo mismo, casi uno de cada tres de los que vivían en Europa. En
determinados países, como Polonia, la proporción todavía fue mayor: de unos 3.300.000, sólo
quedaron 50.000 con vida. Ello hizo que numéricamente, al final de la guerra, casi la mitad del
judaísmo mundial fuese el residente en Estados Unidos.
La Rochefoucauld escribió que "Ni el sol ni la muerte se pueden contemplar con los ojos bien
abiertos". Esta afirmación vale, sin duda, también, para el Holocausto. En el fondo de él existe
un problema de comprensión, porque se basa en lo enigmático de la naturaleza humana que
toleró tal banalización del mal y una destrucción masiva por parte de quienes eran personas, a
fin de cuentas, en su mayor parte, normales. Para el historiador, además, existe un problema de
conocimiento complementario. Las decisiones sobre esta materia no sólo no resultan fáciles de
documentar, sino que formaron parte de un proceso muy heterogéneo y, en apariencia,
6. contradictorio como es, en definitiva, aquel que parecía hacer compatible la expulsión y la
eliminación.
Resulta, por ejemplo, muy sorprendente que uno de los principales responsables de la
eliminación de los judíos, Heinrich Himmler, fuera, al mismo tiempo, quien mantuvo
contactos indirectos con ellos para cambiarlos por camiones o por dinero. Esta imposibilidad de
comprender hasta sus últimas consecuencias lo que sucedía la padecieron también los aliados,
para quienes los campos de concentración constituyeron una sorpresa. Creían que Hitler se
había servido de los judíos como subterfugio para obtener el poder y no llegaron a creer nunca
que los considerara sus verdaderos enemigos, con lo que su reacción ante el Holocausto sólo
pudo ser muy tardía e incluso incrédula.
En última instancia, la enseñanza del Holocausto se encierra en una frase de uno de quienes
estuvieron en los campos. El judío italiano Primo Levi escribió que lo que éstos significaban
como un acontecimientos tan terrible era algo que "ha sucedido y puede volver a suceder". Hay,
en efecto, un lado oscuro de la naturaleza humana que hizo posible un género de barbarie que,
de alguna manera, en la Yugoslavia poscomunista de hace tan pocos años estaba destinada a
resucitar, como si la lección no hubiera sido aprendida por completo.
LA HISTORIA QUE NOS NARRA LA PELÍCULA
Pocas semanas después, de la invasión alemana de Polonía, que hizo estallar la segunda guerra
mundial, las señales de la ocupación alemana eran claros e inconfundibles. Cracovia aparecia
inundada de soldados y tanques que desfilaban incansablemente por la ciudad medieval. La vida
de los judios se hizo dia a dia más precaria con los constantes edictos y ordenes restrictivas.
La población judia se vió obligada a identificarse llevando distintivos con la estrella de David y
su zona de residencia convertida en un ghetto rodeado de muros construidos para aislarlos del
resto de la población. Los judios fueron ordenados a trasladarse bajo amenaza de ejecución
inmediata.
En esta Polonia herida de muerte por la invasión alemana, Schindler comenzó a mover las
posibilidades de lucrarse industrialmente. Consiguió hacerse con una factoria en la que produjo
diferentes materiales para el uso del ejercito alemán. Usó para ello mano de obra judia y gracias
a la gran gestión de su contable, también judio, llegó a ganar un gran margen de beneficios. Para
estos judios la factoria de Schindler se convirtió en el refugio que les salvó de morir en los
campos de exterminio. La persecución del comandante de las SS de Plaszow presionó a
Schindler para crear su propio sub-campo y mantener a sus trabajadores bajo su supervisión .
Al acercarse el final de la contienda, como parte de la solución final, todos los judios debian ser
exterminados en los campos de concentración designados para este fin. (Auschwitz, Gross-
Rosen o Treblinka) Schindler fue lo suficientemente rápido u hábil para trasladar su fabrica y
solicitar trasladar alli a los trabajadores imprescindibles elaborando la lista de 1000 judios que
da nombre a la película.
Los trabajadores fueron separados el tren de los hombres llegó a su destino pero el de las
mujeres y niños terminó en Auschwitz-Birkenau. Schindler reclamó a sus trabajadoras que
fueron llamadas por nombre y devueltas a la tutela de Schindler. Al acabar la guerra los
trabajadores se despidieron de Schindler entregándole un anillo de oro en el que habian grabado
una frase del Talmud: “Quien salva una vida, salva al mundo”
Cuestiones para analizar:
7. ¿En qué consistía el ministerio de propaganda nazi? (ver anexo)
¿Qué se entiende por holocausto?
¿Cuándo y cómo se llevó a cabo?
Qué motivos movieron a Schindler a salvar a aquellos judios?
¿Qué raíces tiene la xenofobia?
¿Cómo erradicar el racismo?
BIBLIOGRAFÍA
http://www.artehistoria.es
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8. Jordan, David y Andrew Wiest. Atlas de la II Guerra Mundial. Libsa, 2005.
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ANEXO DOCUMENTACIÓN
ANEXO DOCUMENTACIÓN
( fuente: http://www.artehistoria.jcyl.es/batallas/contextos/4077.htm)
El Ministerio de Propaganda
Época: Africa
Inicio: Año 1940
Fin: Año 1941
Antecedente:
La propaganda nazi
El Ministerio de Propaganda era una perfecta y maravillosa máquina de creación y
control de ideas. Todas las ramas de la comunicación tenían un departamento o sección
para su tratamiento adecuado, y cada departamento, a su vez; diferentes negociados en
los que se realizaba una función técnica concreta.
El 8 de marzo de 1933, cuando aún no era ministro, informaba Goebbels que su
ministerio se dividiría en cinco grandes departamentos dedicados a la radiodifusión, la
prensa, la cinematografía, el teatro y la propaganda.
Años más tarde había surgido un colosal aparato ministerial -con 17 departamentos e
infinidad de negociados-, donde el alto nivel técnico y especializado, tropezaba con la
falta de coordinación propia del exceso burocrático.
Los dos departamentos de mayor actividad y responsabilidad fueron propaganda y
extranjero. En el primero se decidían, dirigían y vigilaban las campañas de propaganda
y se analizaban los resultados de las mismas.
El departamento de extranjero, que fue el de mayor crecimiento desde el comienzo de la
guerra, tenía a su cargo la coordinación y determinación de toda la actividad
propagandística en el exterior y llegó a contar con más de cuarenta negociados.
Participaba en las emisiones de radio y en las publicaciones destinadas al extranjero,
ocupándose de la tirada y distribución de libros, folletos, correspondencia, discos,
etcétera.
9. Asimismo, en colaboración con el Ministerio de Asuntos Exteriores, cuidaba de la
organización en otros países de conciertos, representaciones teatrales, conferencias y
demás actos culturales. Además, se ocupaba de aconsejar y guiar a los extranjeros que
se hallasen en Alemania.
La prensa -el "hijastro de nuestro movimiento", como la llamó Robert Ley-, sufrió un
proceso de uniformidad para acoplarse a las líneas generales del partido, mediante un
control absoluto de las fuentes informativas y de las redacciones. Desde 1938, la
agencia alemana de noticias (DNB) era propiedad del Estado y estaba bajo el control del
Ministerio de Propaganda, donde se determinaba la forma y el momento de publicar las
noticias oficiales.
El departamento de prensa alemana (DP), a través de la conferencia de prensa diaria, se
encargaba de dar instrucciones concretas -consignas-, de obligado cumplimiento, sobre
los contenidos de las informaciones. Además, mantenía un servicio de vigilancia sobre
posibles irregularidades de los periodistas, quienes podían verse, así, apartados de la
profesión e incluso internados en un campo de concentración.
El cierre, la compra y la subvención de periódicos, fueron las armas del Gobierno en su
afán de crear un monopolio de prensa. En 1939, el 43,5 por 100 de la tirada de los
periódicos alemanes estaba bajo la dirección de la central editora del partido (Eher); en
1944, se elevó al 82,5 por 100; y, con la compra a Hugenberg de la editorial Scherl en
los últimos meses de la guerra, el monopolio llegó a ser una realidad casi total.
El departamento de prensa extranjera (AP) debería ocuparse de crear una opinión
pública favorable a la causa nacionalsocialista en otros países. Para ello, se prestaba un
cuidado especial al análisis de las informaciones emitidas por las agencias de noticias
extranjeras, y se vigilaba y asesoraba a los corresponsales destacados en Alemania.
La radiodifusión, que por su importancia propagandística dependía exclusivamente del
Estado, pasó en 1933 a ser competencia del Ministerio de Propaganda, donde se creó un
departamento que actuaba como central de órdenes de la radio alemana.
Desde sus diferentes negociados, se fijaban las emisiones políticas; se dirigían las
realizadas en idiomas extranjeros; se determinaban las horas de actividad; se vigilaban
las emisoras extranjeras; se decidía la política de reforma y construcción de nuevas
emisoras y la fabricación de receptores; se controlaba el impuesto de radioescucha y el
servicio de radioaficionados, etc. Las posibilidades técnicas y psicológicas de la
radiodifusión la convirtieron -en palabras de Goebbels- en el arma más afilada de
nuestra propaganda.
La cinematografía era, tras la radiodifusión, el medio preferido por Goebbels -de quien
se sabe su afición a las películas norteamericanas-, y tomó parte de modo directo en su
desarrollo y nueva forma.
Lo mismo que la prensa y la radio, el cine poseía en el Tercer Reich el carácter de un
medio educativo nacional-socialista, y debía estar, por tanto, sometido a la dirección
estatal, para que cada película estuviera influida por las ideas políticas y su proyección
supusiera un medio de influir a las masas.
El departamento de cinematografía, pues, debería dirigir toda la producción
cinematográfica alemana y hacer que asimilara las intenciones políticas del mando
superior. El control sobre la producción era exhaustivo: permiso previo a la realización
10. del guión; visto bueno del guión antes de rodar la película; control sobre el reparto y los
intérpretes y, antes de ser exhibida debía pasar por la censura de la Sección de Examen
de los Filmes, que era quien aprobaba la película o la rechazaba.
La nacionalización de la industria cinematográfica alemana comenzó en 1937, cuando el
Gobierno compró la Sociedad Anómina Universum Film, la más famosa de Alemania y
conocida popularmente por sus iniciales: UFA.
Goebbels, también trató de comprar el mayor número posible de salas de proyección en
Alemania y en el extranjero, o someterlas a su control. En 1942 había en el territorio del
Reich unas 7.400 salas de cinematografía. En 1934 se contaban en Alemania 245
millones de asistentes al cine; en 1940 fueron 834 millones, y en 1942 se superaron los
mil millones.
Durante la guerra se pusieron en servicio 800 estaciones móviles de proyección
cinematográfica, que recorrían todas las localidades donde no había cines. En 1942 se
dieron 243.000 representaciones con unos 50 millones de asistentes.
Los denominados noticiarios son una muestra valiosísima para conocer el esfuerzo
propagandístico bélico alemán. Su exhibición semanal como complemento de los
programas se hizo obligatoria, y su control y vigilancia constituyeron una tarea
principalísima del departamento de cinematografía. La redacción de los mismos era
cuidada al máximo en función de elevar la moral y el espíritu de los combatientes.
El departamento de teatro, destinado a ser la máxima autoridad en cuanto a personal,
subvenciones y programación en los escenarios alemanes, no consiguió plenamente sus
objetivos dadas las características especiales del arte escénico.
De los 500 teatros que había en Alemania al empezar la guerra, sólo 16 estaban
financiados y administrados por el Ministerio de Propaganda; y únicamente las
actuaciones de compañías y grupos teatrales para distracción de las tropas en el
transcurso de la guerra, adquirió la proporción estimada y la necesaria eficacia
propagandística.
En el terreno musical, Goebbels no tuvo nunca un criterio personal, aunque era
consciente de los efectos psicológicos de la música en el espíritu de los hombres. Quizá
por ello, su política fue contradictoria y, en ocasiones, opuesta a la opinión del partido.
El departamento de música de su ministerio, que contaba con diez negociados, tuvo
mayor libertad que la mayoría. En él se examinaban los programas musicales; se
aprobaban o prohibían determinadas obras; se nombrada a los jefes de música e
investigaba la personalidad de los artistas músicos; se administraban las orquestas del
Reich; se organizaban festivales de música en Alemania y el extranjero; y, cuando
estalló la guerra, se prepararon conciertos en el frente e incluso se hizo propaganda
internacional basada en una Campaña musical antibélica por radio, en la que se incluía
una gran proporción de música ligera.
La pintura y la escultura también disponían de sus correspondientes departamentos en el
Ministerio de Propaganda. Aunque en las Bellas Artes se siguiesen los criterios
personales de Hitler, quien se consideraba especialmente dotado y con profundos
conocimientos en la materia, Goebbels demostró conocer las limitaciones del arte
oficial y se cuidó mucho de hacer propaganda con él en el extranjero; tanto como de
requisar los tesoros artísticos de los territorios ocupados. Sin embargo, también puso
especial cuidado en no herir la vanidad del Führer.
11. Desde la campaña de Polonia, se creó un grupo de pintores de guerra que debían
representar las escenas bélicas de modo artístico para deleite de las generaciones
venideras.
Para controlar y decidir en las cuestiones relacionadas con las letras se creó el
departamento de literatura, que comenzó a actuar poco después del comienzo de la
guerra. Goebbels decía que el libro debería mostrar al pueblo alemán el poderoso
"fondo" de los hechos históricos de nuestro tiempo, y que la voz de Zaratustra tenía un
sitio en el macuto de cada mosquetero alemán.
El control de la literatura empezaba por el control del autor desde el punto de vista
personal, político y cultural. Desde 1940 existía un fichero general de autores, y no
podían editarse libros de personas no consideradas libres de reparos.
El departamento elaboraba mensualmente una lista de literatura perjudicial e indeseable
o lista negra, junto a otra de publicaciones aconsejables desde el punto de vista de la
política estatal y la propaganda, o lista blanca, cuyos títulos se esforzaba por divulgar;
así, las oficinas matrimoniales regalaban a los recién casados ejemplares de Mi Lucha, o
de El mito del siglo XX, de Rosenberg.
La subvención estatal para la extensión del conocimiento de la literatura alemana en el
extranjero fue notable. Se organizaron exposiciones de libros, se dieron conferencias, se
invitó a reconocidos escritores de otros países a visitar Alemania, etcétera.
A las naciones neutrales -como Suiza y España-, se les facilitó la compra de literatura
alemana mediante créditos considerables en interés del mantenimiento de la influencia
propagandística.