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La población y el sistema urbano argentino
1. G I M E N E Z , G O D O Y .
3 R O 2 D A
G E O G R A F Í A .
P R O F E S O R A : M A R Y
S U A S N A B A R .
F E C H A : 0 8 / 0 5 / 1 6
La población y el sistema
urbano argentino.
2. El proceso de
poblamiento
El proceso de
poblamiento de la
Argentina se divide
en 4 etapas:
indígena, colonial,
moderna y actual.
Poblamiento indígena.
Oscilaba entre las 300.000 y 500.000 personas, y se
dividían en dos grupos: los que vivían de la caza y la
recolección, o los que vivían de la agricultura.
Estos últimos estaban concentrados en el Noroeste, en las
Sierras Pampeanas y en la Mesopotamia. Poseían una buena
red de caminos, desarrollaron la cerámica y utilizaban
objetos metálicos.
El resto del territorio lo ocupaban tribus nómades,
cazadores y recolectores, que pertenecían a distintos grupos
étnicos y tenían culturas muy diferentes.
Poblamiento colonial.
Se extiende desde comienzos del siglo XVI hasta el año
1810. Los españoles se establecían fundando ciudades, que
servían para controlar sus territorios. Se pueden distinguir
tres corrientes principales de poblamiento: corriente del
Este o de Asunción, corriente del Norte o del Perú y
corriente del Oeste o de Chile.
3. Corrientes de poblamiento colonial y poblamiento
moderno.
Corriente del Este o de Asunción: penetró por el Río de la Plata y el río Paraná,
fundando Buenos Aires, Santa Fe y Corrientes. Fue la más importante por su duración y
continuidad.
Corriente del Norte o Perú: penetró a través de la Quebrada de Humahuaca. Fundó
Santiago del Estero, San Miguel de Tucumán, Córdoba, Salta, San Fernando del Valle de
Catamarca, La Rioja y San Salvador de Jujuy.
Corriente del Oeste o de Chile: a través de la Cordillera de los Andes, formó
Mendoza, San Juan y San Luis.
Poblamiento moderno.
Se extiende desde 1810 hasta 1947. En los comienzos del período, los conflictos y las
guerras de la independencia dificultaban el establecimiento de políticas poblacionales.
Este período se destacó por la llegada de europeos, principalmente españoles e italianos, a
partir de 1880. Durante esta inmigración se pudo dar uso a otras tierras que eran poseídas
por indígenas y comenzó a usarse la máquina a vapor para abaratar y agilizar los viajes.
En 1914 se registró el porcentaje más alto de extranjeros en Argentina (30%) aunque
disminuyó hasta 1947 dada la crisis económica en 1929 y que ya no se necesitaban grandes
montos de mano de obra agrícola.
4. Poblamiento
actual
Durante esta etapa se
comenzó la realización
de los censos (1869 a
2010).
Se extiende desde 1947 hasta la actualidad. Durante esta
etapa, comienzan a inmigrar personas de países limítrofes,
buscando mejores condiciones de vida.
La industrialización en el Gran Buenos Aires atrajo
habitantes del interior del país, concentrando la población
en la región pampeana, pero el cierre de fábricas y
desempleo en los años 70 las redistribuyó hacia las ciudades
de menor tamaño.
Durante las últimas décadas se han dado casos de
argentinos que emigran a otros países en busca de mejores
condiciones de vida.
5. Las fuentes de población.
En Argentina, el INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) es el encargado de
coordinar todas las actividades estadísticas que se realizan en el territorio nacional.
Las principales fuentes de información sobre la población son los censos, las
encuestas, las estadísticas vitales y las estadísticas migratorias.
Un censo de población es un instrumento que recoge datos sobre los habitantes de una
población o de un estado, indicando sus condiciones sociales, económicas y habitacionales.
Se realizan cada 10 años, para facilitar la comparación entre países.
Los censos tienen múltiples aplicaciones, por ejemplo: en el aspecto social, permiten
estimar las necesidades de las personas y, a partir de estas, formular programas sociales y
administrar mejor los recursos económicos.
En el aspecto político, de acuerdo con la cantidad de habitantes se asigna el presupuesto
que recibirá cada provincia.
En el aspecto privado el comercio, las industrias y las empresas, según su organización,
estiman su demanda de bienes y servicios.
6. Aplicación del censo.
La recolección de datos se realiza mediante la entrevista directa a todos los habitantes del
país. Se organizan a partir de la división en provincias y a su vez en departamentos, los
cuales también poseen divisiones más pequeñas llamadas fracciones o segmentos. Esto se
realiza para facilitar el relevamiento y cubrir la totalidad del territorio.
Las entrevistas son realizadas mediante cédulas. Estas pueden ser tipo A (ampliada) o B
(básica, incluyendo características seleccionadas).
Las etapas que se llevan a cabo para realizar un censo son:
Tareas previas: se diseña la cédula, se confecciona la cartografía necesaria y se capacita
al personal. También se avisa a la población de la realización del censo y se llevan a cabo
‘’pruebas piloto’’.
Relevamiento a través de la realización de las entrevistas.
Tareas posteriores: procesamiento de los datos y difusión de la información.
7. En la Argentina se han realizado 10 censos.
El primero fue en el año 1869 y el último fue
en octubre de 2010. Durante estos se obtuvo
información sobre las personas, familias y
viviendas de todo el país. También se
incorporaron nuevas temáticas, como la
informática, y se diseñó un tercer cuestionario
para instituciones como geriátricos u
hospitales.
Censos en la Argentina, encuestas y estadísticas
vitales.
Las encuestas se diferencian de los censos
porque solo se realiza a un grupo de personas
representativo del total y, posteriormente, sus
resultados se extienden al resto de la
población.
El INDEC lleva a cabo, entre otras, la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH) con
el objetivo de conocer las características
socioeconómicas y sociodemográficas de la
población. Esta se realiza desde el año 1974.
Las estadísticas vitales registran los
acontecimientos relacionados con el estado
de un individuo (físico o civil), con los que se
elaboran las tasas de nupcialidad, natalidad,
mortalidad, etc. Estas estadísticas son
importantes para conocer el estado de salud
de una población. En la Argentina, el
encargado recolectar esta información es el
Registro Civil.
8. La distribución de la población.
La distribución geográfica de la población argentina es el resultado del proceso de
poblamiento y ocupación del territorio y de las condiciones naturales del mismo. Su
característica más importante es su marcada desigualdad, es decir, existen áreas de grandes
concentraciones de habitantes mientras que otras se encuentran escasamente pobladas.
Para analizar la distribución de la población se calcula el número de habitantes por
kilómetro cuadrado. Según el censo de 2010, la densidad de habitantes de Argentina es de
10, 7 habitantes por km2, pero este valor, al ser un promedio, no representa la distribución
real de la población. La mayor densidad de población se encuentra en la provincia de Buenos
Aires, con 14.450 habitantes por km2, mientras que la menor se encuentra en el
departamento de Antofagasta, en Catamarca, con 0,1 habitantes por km2.
Existen varios factores que explican la desigual distribución de la población. Sin embargo,
generalmente la población prefiere localizarse en terrenos llanos, con disponibilidad de agua
y acceso a recursos naturales, evitando las alturas, los lugares áridos y los climas cálidos
húmedos.
9. Área de ocupación continua.
Se localiza hacia el Este del país abarcando las regiones
pampeana y Nordeste. Los factores como el relieve llano,
lluvias suficientes, disponibilidad de agua y la posibilidad
de realizar actividades agropecuarias favorecieron una
distribución mas regular de la población.
Posee áreas de densidades intermedias, dedicadas a la
agricultura y ganadería, y de altas densidades destinadas al
comercio y a las actividades industriales.
La región pampeana es el área más densamente poblada
debido a sus condiciones naturales favorables, su desarrollo
de la agricultura y ganadería, la inmigración de los
europeos, entre otros factores.
10. Área de ocupación discontinua.
Se localiza al Oeste, abarcando las regiones del Noroeste,
Sierras Pampeanas, Cuyo y Patagonia. Se distinguen por un
lado sus zonas ocupadas, generalmente a las orillas de los
ríos, formando oasis. De esta forma aprovechan el agua
practicando una actividad de agricultura intensiva bajo
riego.
También posee zonas casi deshabitadas, que corresponden
a los departamentos de menos de 1 habitante por km2. En
estas zonas, el clima árido, la escasez de agua, los relieves
montañosos, la falta de infraestructura y de comunicación
dificultan la instalación humana, lo que resulta en poca
población y un uso poco intensivo de la tierra.
Alrededor del 37% de la Argentina se encuentra
deshabitado, aunque el principal vacío demográfico se
encuentra en las mesetas patagónicas.
11. El crecimiento de la población.
El último censo nacional efectuado en 2010 registró en la Argentina un total de 40.117.096 personas,
lo que señala un aumento de alrededor 3.800.000 habitantes con respecto al censo realizado en 2001.
A nivel regional, la Patagonia es la región menos poblada de la Argentina. Sin embargo, es la que
incrementó permanentemente su población durante todos los censos. La región pampeana mantiene
una tendencia decreciente desde 1914. La región metropolitana alcanzó su mayor concentración con el
37,5% del total, aunque desciende a partir de 1980. El noroeste presentó un descenso en el primer
censo, aunque fue recuperándose lentamente en los últimos. Las regiones de Cuyo y Nordeste no
sufrieron grandes cambios a lo largo del período.
Los componentes del crecimiento demográfico son dos: el crecimiento vegetativo
(diferencia entre los nacimientos y los fallecimientos) y el saldo migratorio
(diferencia entre inmigraciones y emigraciones).
Los mayores incrementos de la población registrados superaron el 30%, gracias al aluvión
inmigratorio europeo. En los últimos períodos, al no haber importantes inmigraciones, el bajo
crecimiento demográfico se da por dos causas: el descenso de la tasa de natalidad, disminución de la
fecundidad y estancamiento de la mortalidad; y saldos migratorios debido a la desaparición de la
inmigración europea y emigración de nativos hacia el exterior.
La ciudad de Buenos Aires presentó la menor tasa de crecimiento desde 2001 a 2010, con un valor de
4,1%. En cambio, otras ciudades superaron ampliamente el promedio nacional, como Santa Cruz
(39,1%) o Tierra del Fuego (25,8%). Estas diferencias se producen principalmente por el desarrollo de
distintas economías y mercados
12. Los indicadores demográficos.
La natalidad es la cantidad de nacimientos que se producen, en
promedio, por año cada mil personas en una población. En la
Argentina, fue disminuyendo a lo largo de todos los períodos, desde
50% hasta quedar en un 18,7%. Para analizar estos indicadores a
escala regional es importante tener en cuenta que dependen, entre
otros factores, de la situación económica y social de la población.
La mortalidad es la cantidad promedio de fallecimientos
producidos en un año cada 1000 personas. En la Argentina, esta tasa
registró una tendencia descendente debido a las mejoras de las
condiciones de vida de la población.
La mortalidad infantil es la cantidad promedio de
fallecimientos de menores de un año que se producen anualmente
cada 1000 niños que nacen vivos. En la Argentina, este indicador fue
descendiendo hasta alcanzar el valor de 11,9% en la actualidad. Esta
tasa varía según las condiciones sanitarias y alimenticias de ese
lugar, según la instrucción de la madre y los ingresos familiares.
La esperanza de vida es la cantidad de años que se espera que
viva una persona, calculada en su nacimiento. La población
argentina posee una esperanza de vida de 73,7 años. Es mayor para
las mujeres (77,6 años) que para los hombres (70 años).
13.
14. La composición de la población.
La composición por edad y sexo permite conocer, entre
otras cosas, la cantidad de niños en edad escolar, la mano de
obra disponible para trabajar, la cantidad de población
anciana y la cantidad de mujeres que se encuentran en edad
fértil.
En función de los resultados, se diseñan distintas políticas
públicas y se asignan recursos económicos. Para su análisis
existen varios indicadores o gráficos, que son: la tasa de
masculinidad, que expresa la cantidad de varones cada
100 mujeres; la composición por edad, que permite
conocer el grado de envejecimiento o juventud de la
población; la pirámide de población, gráfico que permite
observar la composición por edad y sexo de una población en
un momento dado.
En el último censo puede apreciarse un claro predominio
femenino, con 94,8 hombres cada 100 mujeres. También se
considera a la Argentina un país envejecido, ya que más de el
10% de su población supera los 65 años. Las causas de esto
son la menor natalidad, el aumento de la esperanza de vida y
el envejecimiento de los inmigrantes.
La población se puede clasificar en tres grupos de
edades: joven o pasiva transitoria (0 a 14 años); adulta o
activa (15 a 64 años) y anciana o pasiva definitiva (65 años y
más).
Censo Tasa de masculinidad
1869 105
1895 112
1914 116
1947 105
1960 100
1970 99
1980 97
1991 96
2001 94.9
2010 94.8