1. LA PROCLAMA: POR UN PAIS AL ALCANCE DE LOS
NIÑOS.
Las palabras de Gabriel García Márquez las cuales título “Por
un país al alcance de los niños”, nos llevan a la realidad de una
nación que a lo largo de la historia se ha transformado,
convirtiéndose en lo que ahora podemos ver, un lugar
maravilloso pero que por el camino que tomó la historia carece
de una educación pensada para los niños.
Como lo dice el autor, nuestra educación es conformista y
represiva y solo ofrece a los niños un país al cual deben
aceptar y debido a esa ignorancia y falta de elevar nuestros
conocimientos a un nivel más alto, no notamos que el país, la
nación, Colombia entera es la que debe adaptarse a los sueños
y pensamientos de los niños y de esta manera sean ellos
quienes logren lo que en años de vida no se ha podido
conseguir, engrandecer y transformar este lugar, potencia
mundial en belleza y riqueza natural, convertirlo en el sitio que
debió haber sido desde el principio.
En este texto, el premio Nobel de literatura, Gabriel García
Márquez, realiza una breve reseña de la triste y dura historia
del país, el lugar en donde él y yo nacimos y del que a pesar
de todos sus problemas, nos sentimos orgullosos y al que aún
le encontramos cosas hermosas las cuales podemos expresar
con gran afectación. Colombia, el lugar en este mundo que
recibió una dañada herencia colonial que consiste en haber
construido un país de puertas cerradas, alejado del mundo,
lejos de las leyes de democratización y del desarrollo social, y
ese no es el único problema, ni el más importante, lo peor es
que nos damos cuenta de nuestros daños, pero nos
preocupamos más por acabar con los pequeños problemas
mientras las causas de fondo son tapadas, mientras el pueblo
2. se muere por la enfermedad de la ignorancia. A lo largo de la
historia se nos ha enseñado la versión modificada de los
hechos, dispuesta más para tapar una verdad vergonzosa que
para clarificar la historia oficial, en ella se conmemoran
momentos históricos que aún no entendemos y algunos ni
conocemos, quizá porque se ganaron batallas que nunca se
dieron y se consagraron glorias que nunca alcanzamos y a lo
largo de esta apocada adaptación de la historia, nos queda la
esperanza de que la historia no se parezca a la patria en la que
vivimos, sino que Colombia acabe por igualarse a la historia
que se encuentran puesta, no solo en los muchos de libros si
no en la mente de las personas que fueron educadas por estas
versiones.
En conclusión, la imagen del futuro debe cambiar por lo menos
para los niños, Colombia debe procurarse por una educación
fuerte con nuestras verdaderas raíces y con ambientes sanos
donde se pueda vivir, en donde se pueda correr, jugar, estar
en paz, en un lugar adecuado para el crecimiento de los
sueños, metas, aspiraciones y sobre todo del conocimiento de
los miles de niños colombianos, quienes cada día buscan en
su país el apoyo que necesitan para convertirse en el futuro de
su amada Colombia.