La prosa en lengua castellana surgió en la época de Alfonso X el Sabio, quien promovió el uso del castellano como lengua común para unificar las culturas en la Península Ibérica. Juan Manuel fue el primer autor en utilizar la prosa castellana para narrativas de ficción con su obra El Conde Lucanor, la cual presenta 51 cuentos breves con lecciones morales. Esta obra refleja las preocupaciones de la aristocracia de la época como el honor, la riqueza y el comportamiento moral y social de los nobles.