El documento resume la obra El conde Lucanor, escrita en el siglo XIV por el infante don Juan Manuel. La obra contiene 51 cuentos didácticos que ofrecen modelos de conducta para príncipes según la época. El infante don Juan Manuel fue un noble poderoso y precursor de las antologías de cuentos, aunque sus obras se perdieron en un incendio. El Conde Lucanor buscaba guiar a los nobles a actuar correctamente y acercarse a Dios a través de una conducta ejemplar.
1. El conde Lucanor, del infante don Juan Manuel (Siglo XIV)
En todas las literaturas, primero es lo oral cantado, después lo escrito.
Primero el verso, y luego, una vez consolidada la lengua ( y el lugar donde
ésta se habla), la prosa.
Por ello es tan tardía la aparición de la prosa en castellano, porque lo que
hoy llamamos España llevaba a cabo una incesante guerra contra los moros
y entre los propios reinos y principados o condados españoles, llevan al
país a una tardía (muy tardía) unificación en el siglo XIII, que sin embargo,
no incluye los reinos de Aragón ni de Granada.
Alfonso X, llamado ‘el Sabio’ es quien impulsa tanto la unidad como la
prosa castellana. Alfonso necesita el castellano para hacer evidente su
enorme poder territorial y porque el latín no le sirve para ello, necesita una
lengua propia y queda reservado para los usos religiosos. El gallego-
portugués para el verso y la lírica, y el castellano para la prosa política,
histórica o didáctica.
En El conde Lucanor, el infante don Juan Manuel (siglo XIV), nos hace
relatos o cuentos didácticos para conseguir un modelo de conducta óptimo
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2. según el punto de vista de la clase social, del género y el estatus moral,
religioso y civil de la época.
Se trata de una educación para príncipes y no, como se suele decir por
ignorancia, de un libro de alcance moral para todos los hombres.
El infante don Juan Manuel (1282-1348), sobrino de Alfonso X y
probablemente el noble más poderoso de su tiempo, aparte de guerrear
contra reyes cristianos y sarracenos desde los 12 años, se dedicó a la
literatura. No era esto lo más normal en aquella época (pensemos que el
primer rey de Inglaterra que supo leer y escribir fue Enrique V, que murió
en 1422, casi 100 después que el infante español).
Además de escritor complacido por ser reconocido por ello, el infante fue
el precursor de las antologías de cuentos, pues su Conde Lucanor fue
terminado en 1335 mientras que el Decamerón de Boccaccio, tan conocido
en Europa en siglos posteriores, fue concebido después que la compilación
de relatos del noble español, en 1348. Por supuesto, el tono de ambas obras
en completamente distinto, puesto que la del italiano es erótico, pero la
forma: recopilar relatos distintos bajo un mismo marco narrativo, es similar
en ambos casos.
Estos relatos estaban influenciados por los relatos de apólogos latinos y
árabes (que son relatos para inspirar una conducta), y ejemplos (exemplos),
que eran relatos que servían tanto para imitar como para apartarse de la
conducta mostrada. Estos textos proceden tanto de libros escritos por y para
predicadores, como de historias contadas por los criados árabes, judíos y
cristianos del infante, o estaban inspirados en historias propias, inventadas
por él.
Como escritor es muy original en su época, porque no quiere pasar
desapercibido. No ama el anonimato. Quiere ser reconocido y escribe un
catálogo de sus obras, las hace copiar sin erratas, las reúne en un solo
volumen, que deposita en un Monasterio dominico de Peñafiel (pero el azar
hizo que este monasterio se incendiara y se haya perdido el valioso
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3. manuscrito y también el lugar de su enterramiento: bromas crueles de la
vida).
Las obras de don Juan Manuel:
Estas obras pertenecen casi todas al subgénero de la prosa didáctica (hecha
para enseñar), un libro (la Crónica abreviada), pertenece al subgénero de
prosa histórica, y otro, el Tratado de la Asunción al del relato de la doctrina
cristiana.
Estructura del Conde Lucanor:
1. La obra consta de un prólogo y 51 ejemplos o relatos cuya finalidad es
enseñar al joven noble (representado por el conde Lucanor) a actuar
correctamente en cada caso, tomando en cuenta no sólo la moral de la
época, sino también la clase social de las personas con las que hay que
interactuar, así como las relaciones que con esa persona se tienen según la
jerarquía familiar (padre, madre, hermanos, hijos, etc.).
2. Hay una segunda parte, subdividida en tres en la que se dejan los
proverbios y sentencias: cien, cincuenta y treinta sucesivamente, en las que
se busca orientar al lector sobre materias humanas y divinas.
3. En la tercera parte, don Juan Manuel relata la vida del hombre en su paso
por el mundo, y por qué este viaje lo debe llevar, con su conducta, a Dios.
(Es decir, en esta tercera y última parte, don Juan Manuel explica la razón
que le llevó a escribir su libro: la de guiar a los hombres nobles hasta Dios
por medio de una conducta elogiable y alejada del pecado).
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4. Resumen basado en la edición del Libro del Conde Lucanor, de Fernando
Gómez Redondo, Castalia Didáctica, Madrid, 1987.
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