La religión egipcia cambió con el tiempo y cada región tenía su propio dios local, aunque también adoraban dioses cósmicos en todo Egipto. Entre 1550-1295 a.C. empezaron a creer en trinidades como Amón manifestándose de tres maneras. La momificación y los ritos funerarios como explicados en "El libro de los muertos" ayudaban a alcanzar la inmortalidad después de la muerte.