Ser responsable significa cumplir con nuestros deberes y asumir las consecuencias de nuestros actos sin excusas. Cuando las personas no aceptan su responsabilidad, otros pueden verse perjudicados al tener que asumir responsabilidades ajenas o sufrir consecuencias injustas. Ser responsables nos permite construir valores como la autonomía, la honestidad y la confianza en nosotros mismos.