1. La sábana deTurín
¿Misterio, reliquia, farsa?
PPW basada en los programas de HMTVTeodicea, del P. Manuel Carreira
2. • Con el mismo rigor que cualquier otro objeto.
• El más estudiado en la historia de la arqueología.
Un objeto arqueológico
3. NO es dogma de fe
• La fe no depende de una reliquia.
• La autenticidad o no de la sábana NO es dogma
de la fe cristiana
4. La sábana
• Un lienzo único hasta la fecha.
• Tejido de alta calidad del siglo I de nuestra era.
5. • Un hombre herido y crucificado a la manera romana.
• Flagelado, con corona de espinas y lanzada en el
costado.
La imagen
6. • Lo que refleja la sábana coincide con los relatos de
los evangelios.
• La época y procedencia también.
• Conclusión lógica: envolvió el cuerpo de Cristo.
Atando cabos…
7. Comparemos con otro hallazgo
• La tumba de Filipo de Macedonia.
• Enterramiento de un personaje importante en el s.
III a.C. en Macedonia.
8. El cuerpo hallado
• Contemporáneo a Filipo de Macedonia.
• Herido bajo el ojo derecho, como lo fue Filipo.
• Persona importante: armas, joyas, etc.
• Conclusión: es la tumba de Filipo de Macedonia.
9. ¿Por qué se discute?
Filipo de Macedonia no
tiene un impacto en la vida
de nadie, hoy.
Jesús de Nazaret sí. La
autenticidad de la sábana
es importante para
creyentes que quieren
saber más, y para no
creyentes que quieren
negar a Cristo y su
mensaje.
10. ¿Qué vemos en la síndone?
• Cuerpo de hombre herido por flagrum, látigo
romano, de la cabeza a los pies.
11. ¿Qué vemos en la síndone?
• Clavos en las muñecas y tobillo: al modo romano y
no como lo pintaron los artistas que no habían
visto una crucifixión.
12. ¿Qué vemos en la síndone?
• Marcas de una corona de espinas al modo de las
coronas orientales del s. I: como casco.
13. ¿Qué vemos en la síndone?
• Lanzada en el costado, algo atípico, que se narra
en el evangelio: después de muerto Jesús.
• Causada por una lanza romana de legionario.
14. Un objeto precioso
• Para un judío tocar una
tumba o un sudario era
impuro.
• ¿Por qué se conservó
esta sábana?
• Porque no envolvía un
muerto, sino a un
VIVO.
15. El testimonio de Juan
«…vio los lienzos allí, y el sudario que llevaba en la cabeza, no con
los lienzos, sino enrollado aparte, en otro lugar. Entonces entró el
otro discípulo… vio y creyó.» Juan 20, 6-8.