La universidad tradicional necesita transformarse para apoyar el desarrollo de la sociedad del conocimiento. La educación, especialmente a nivel universitario, es fundamental para impulsar esta transformación hacia una sociedad basada en la información y el conocimiento. La universidad debe fomentar la investigación y la innovación utilizando nuevas tecnologías de manera ética para mejorar la enseñanza y el aprendizaje y así promover el progreso social.