La historia trata sobre una niña pobre que vende cerillas en la calle en la noche de Navidad. Con el frío que pasa, la niña enciende una cerilla para calentarse y tiene visiones hermosas de una chimenea, un pavo asado y un bello pesebre. Al encender más cerillas, ve a su abuela difunta que la lleva con ella al cielo. A la mañana siguiente, la niña es encontrada muerta de frío, pero con una sonrisa, habiendo experimentado la belleza del cielo.