El documento discute el papel de la educación superior en un mundo globalizado. Señala que la educación debe ir más allá de la instrucción de conocimientos e involucrar el desarrollo de un pensamiento crítico y reflexivo. También argumenta que la educación debe ser interdisciplinaria, integrando aspectos científicos, tecnológicos y humanistas para abordar los desafíos de una sociedad global justa y equitativa.