El documento discute cómo la globalización y las tecnologías de la información pueden usarse en la educación superior. Sostiene que la educación debe ser interdisciplinaria, abarcando lo científico, tecnológico y humanista. También argumenta que las tecnologías de la información pueden servir para unir la ciencia y la humanidad. Finalmente, concluye que la educación es fundamental para una participación justa en el mundo globalizado.