Esta último texto del libro es una celebración del mensaje de Apocalipsis, una liturgia del mensaje de Cristo, el Alfa y Omega, el principio y fin, y el primero y el último. El Dios Soberano, nos invita a disfrutar de ser bienaventurados y bienaventuradas por ser parte del Reino de Dios. Lo menos que podemos hacer es recibir la invitación con gratitud y alabanza.