Santa Luisa de Marillac nos muestra: Los escollos a evitar
Lección 9 - Seguros en cristo
1. PREPARACIÓN DE LA LECCIÓN
Esta sección es para usted, el maestro.
Los pasajes de la columna “Versículos de referencia” son para su estudio
personal en la preparación de esta lección. La decisión de compartirlos o
no con sus estudiantes queda a su criterio personal.
PASAJES: Éxodo 25: 9-11, 17-21, 23, 30-32; 26:31-33; 27:1-2; 28:1; 30:1-3,
18-19; 31:1-3.
OBJETIVOS DE LA LECCIÓN:
Demostrar que Dios diseñó el tabernáculo para prefigurar
perfectamente la persona y obra de Jesucristo.
Demostrar que las ofrendas hechas en el tabernáculo no podían
pagar los pecados, pero que Jesús sí ha hecho el pago completo.
Presentar a Jesucristo como nuestro gran Sumo Sacerdote.
ESTA LECCIÓN DEBERÁ AYUDAR A LOS ESTUDIANTES A:
Ver la obra cabal [la perfección total de la obra] de Cristo por los
pecadores.
Entender que el camino a Dios está completamente abierto por
medio de Jesucristo.
PERSPECTIVA PARA EL MAESTRO:
Figuras de Cristo en el Antiguo
Testamento:
El tabernáculo
Lección
9
2. Jesucristo es el arca, el cordero pascual, el agua de la roca y el maná del
cielo. Pero en lo que se refiere al tabernáculo, hay un sinfín de
comparaciones [analogías].
¿Quién más sino Dios podría diseñar una estructura hecha con
materiales terrenales que representara de una forma tan perfecta al hombre
que venía del cielo? Más allá del altar, del lavacro, del candelabro y del pan,
está el corazón del tabernáculo, el más santo lugar de todos, el
propiciatorio, y el corazón de Dios. El Dios santo ama tanto al pecador que
elaboró una manera para habitar con él.
En el Antiguo Testamento, Él habitó con Israel. Pero en el Nuevo
Testamento, Él habita en los creyentes. Es por su gracia asombrosa que
efectivamente seamos el “tabernáculo” de Dios. Él ha escogido vivir en
nosotros. Los que ni siquiera podíamos estar en su presencia debido a
nuestros pecados, ahora somos llenos de la persona de su Espíritu y de su
Hijo.
Nuestro glorioso y santo Dios ha roto el velo que separaba a los
pecadores de Él. Por medio de la sangre de Jesucristo podemos entrar
libremente en su presencia.
2 Corintios 5:1 dice: “De hecho, sabemos que si esta tienda de campaña
en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna
en el cielo, no construida por manos humanas”. El que habita con nosotros y
en nosotros ha prometido que habitaremos con Él por siempre.
3. Deleitémonos, tanto maestros como alumnos, en este estudio del
tabernáculo, el hermoso retrato de Cristo en toda su gracia y gloria.
ILUSTRACIONES GRÁFICAS*:
Lámina cronológica No. 34, “El tabernáculo”
Lámina cronológica No. 35, “Componentes del tabernáculo”
Lámina cronológica No. 36, “La ofrenda por el pecado”
Lámina cronológica No. 75, “La transfiguración”
Lámina cronológica No. 87, “La crucifixión”
BOSQUEJO DE LA LECCIÓN:
Repase las preguntas de la Lección 8.
A. Introducción
Dios sabía que los israelitas no eran capaces de guardar sus leyes.
En su gracia, le mandó a Moisés construir un tabernáculo.
La palabra “tabernáculo” significa “lugar de habitación”.
El tabernáculo era un lugar donde el Dios santo habitaría con los
israelitas pecaminosos.
Allí, Dios les haría conocer su misericordia y su gracia.
B. El tabernáculo debía ser construido exactamente como Dios le había
ordenado a Moisés.
4. Cada parte del tabernáculo debía hacerse exactamente en
conformidad con lo que Dios había prescrito.
Lea Éxodo 25:9.
C. Cada parte del tabernáculo prefiguraba a Jesucristo.
Este tabernáculo debía ser un retrato del Libertador que vendría, el
Señor Jesucristo.
Por esta razón, Dios le dio a Moisés instrucciones exactas sobre cómo
debía hacerse cada parte.
Cada parte del tabernáculo estaba diseñada para enseñarnos algo
acerca del Señor Jesucristo.
Cada pieza señalaba algún aspecto de su nacimiento, vida, muerte,
sepultura, resurrección, ascensión, o de su actual ministerio celestial.
Miremos algunas de las maravillosas figuras de Cristo en el tabernáculo.
Comenzaremos en el atrio y avanzaremos hacia el interior.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 34, “EL TABERNÁCULO”
1. El altar del holocausto:
Jesucristo es nuestro sacrificio.
Justo a la entrada del cerco de cortinas que rodeaba el
tabernáculo, había un altar.
Ilustración gráfica sugerida:
5. LÁMINA CRONOLÓGICA No. 36, “LA OFRENDA POR EL PECADO”
Sobre este altar se sacrificaban y quemaban animales por los
pecados de la gente.
Lea Éxodo 27:1-2.
Ya no necesitamos un altar para sacrificar animales.
Jesucristo se sacrificó a sí mismo una vez y para siempre, por
los pecados de todas las personas en todo lugar.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA: No. 87, “LA CRUCIFIXIÓN”
Dios ha aceptado completamente su sacrificio.
2. El lavacro: [fuente (RVR), lavamanos (NVI)]
La Palabra del Señor Jesús es nuestro lavacro, o fuente.
SEÑALE EL LAVACRO EN LA LÁMINA CRONOLÓGICA No. 34.
Al pueblo se le permitía llevar sacrificios al altar.
Pero sólo el sacerdote podía entrar más adentro en el
tabernáculo, al lavacro, o fuente con agua.
Allí los sacerdotes se lavaban las manos y los pies antes de
entrar en el lugar santo de Dios.
Lea Éxodo 30:18-19.
El agua nos recuerda la Palabra de Dios.
La Palabra de Dios cambia nuestra forma de pensar cuando la
leemos y meditamos en ella.
6. Mientras sigamos creyendo y obedeciendo su Palabra, nos
volveremos más como el Señor Jesucristo en nuestra forma de
pensar y vivir.
3. La mesa de los panes
Jesucristo es el Pan de Vida.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 35, “LOS COMPONENTES DEL
TABERNÁCULO”
SEÑALE LA MESA DE LOS PANES.
En el primer cuarto, el lugar santo, se encontraba una mesa
sobre la cual el sacerdote colocaba doce panes.
Estos doce panes representaban el alimento espiritual diario
que requerían las doce tribus de Israel.
Lea Éxodo 25:23,30.
La mesa de los panes nos recuerda al Señor Jesucristo.
Él es nuestro alimento espiritual.
En Juan 6:35 Jesús se refirió a sí mismo como “el Pan de
Vida”.
Él dio su propio cuerpo en la cruz por nuestros pecados.
Al poner nuestra fe en Él, recibimos vida espiritual.
Así como diariamente ingerimos alimento para vivir, tuvimos
que “comer” de Jesucristo para tener vida eterna.
7. Y, para crecer en Él, debemos seguir “comiendo” de Él.
¿Cómo hacer esto?
Leyendo, estudiando, comprendiendo y obedeciendo su
Palabra.
4. El candelabro
Jesucristo es “la Luz del Mundo”.
SEÑALE EL CANDELABRO EN LA LÁMINA CRONOLÓGICA No. 35.
En el lugar santo, la única fuente de luz era un candelabro con
siete lámparas.
Lea Éxodo 25:31-32.
De nuevo, el candelabro nos señala a Jesucristo.
Él es la Luz del Mundo.
Lea Juan 8:12.
Antes de que confiáramos en el Señor Jesús, no podíamos
entender las verdades espirituales.
Estábamos en la oscuridad y creíamos las mentiras de
Satanás.
Pero ahora Jesucristo es nuestra luz.
Él nos da luz para entender su Palabra.
A medida que obedecemos la luz que Jesucristo nos da, Él
nos da aún más luz para conocerlo y seguirlo.
5. El altar del incienso
8. Nosotros le ofrecemos oración a Dios en el nombre de
Jesús.
SEÑALE EL ALTAR DE INCIENSO EN LA LÁMINA CRONOLÓGICA
No. 35.
Dentro del primer cuarto estaba el pequeño altar en el cual los
sacerdotes quemaban incienso aromático como ofrenda para
Dios.
Lea Éxodo 30:1-3.
El incienso de olor grato que se elevaba del altar era un
símbolo de la alabanza de los israelitas y de sus oraciones que
elevaban a Dios.
Nosotros no hacemos ofrendas de incienso, pero ofrecemos
nuestras oraciones a Dios por medio de Jesucristo.
En Apocalipsis 5, Dios nos dice que las oraciones de los
creyentes son copas de oro llenas de incienso derramadas
delante de su trono.
Nuestras oraciones son aceptables delante de Dios porque nos
acercamos a Él en el nombre de Jesucristo.
6. El velo frente al lugar santísimo:
Jesucristo estaba cubierto con el velo de su cuerpo físico,
el cual escondía su deidad.
Una gruesa cortina separaba el lugar santo del lugar santísimo.
9. SEÑALE LA CORTINA O VELO EN LA LÁMINA No. 35.
Lea Éxodo 26:31-33.
Este velo, o cortina, representaba la separación entre el Dios
santo y el hombre pecador.
Detrás del velo moraba Dios, en inaccesible y brillante luz.
Dios es santo.
El pecado separó al hombre de Dios.
A nadie, ni siquiera a los sacerdotes, se le permitía la entrada
al lugar de la morada de Dios, excepto en un momento
especial cada año.
Dios ordenó que una vez al año el sumo sacerdote debía pasar
detrás del velo, llevando la sangre de un sacrificio por el
pecado del pueblo.
De entrar alguien al lugar santísimo de otra manera o en
cualquier otro momento menos el señalado, tal persona
moriría de inmediato.
Dios es santo y justo y Él no permite que los pecadores
moren en su presencia.
Pero Jesucristo vino a la tierra a morar con el hombre pecador.
Aunque Él es enteramente Dios, Jesucristo se humilló a sí
mismo para vivir con el hombre y ser hombre.
Pero no pecó ni una sola vez.
10. El cuerpo del Señor Jesús era como el velo del templo
porque cubría el resplandor de su deidad.
Parecía ser un hombre común y corriente.
Pocas personas siquiera comprendieron que Él era Dios.
Sólo una vez en su vida terrenal permitió Jesús que se viera la
gloriosa luz de Dios que estaba dentro de Él.
Lea Marcos 9:2-3.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 75, “LA TRANSFIGURACIÓN”
Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos de esa gloria.
Por un momento tuvieron el privilegio de ver el resplandor de
su deidad.
Más adelante, cuando Jesús murió en la cruz, sucedió una
cosa extraordinaria.
Ilustración gráfica sugerida:
LÁMINA CRONOLÓGICA No. 87, “LA CRUCIFIXIÓN”
Jesús exclamó: “Consumado es”.
Lea Marcos 15:37-38.
La gruesa y pesada cortina de separación se rasgó de arriba
abajo.
¿Quién la rasgó?
La razgó Dios.
11. La rasgó para mostrarnos que se había pagado la deuda
entera por nuestros pecados.
El camino de regreso a Dios quedó completamente
despejado para quien quiera llegar a Él, confiando en la
sangre de Jesús.
Ahora podemos acudir a Dios con plena libertad y confianza,
sabiendo que el cuerpo del Señor Jesús fue quebrantado y su
sangre fue derramada por nosotros para abrir el camino a
Dios.
Lea Hebreos 10:19-20.
7. El arca y el propiciatorio
Jesucristo es nuestro propiciatorio.
SEÑALE EL ARCA Y EL PROPICIATORIO EN LA LÁMINA
CRONOLÓGICA No. 35.
Dentro del lugar santísimo se encontraba una caja, o arca,
cubierta con oro.
La tapa, hecha de oro puro, se llamaba el propiciatorio.
Cada año, el sumo sacerdote entraba al lugar santísimo.
Rociaba sobre el propiciatorio la sangre de un animal
sacrificado, para cubrir el pecado del pueblo.
Lea Éxodo 25:10-11,17-21.
12. Jesucristo entró al cielo mismo, justo hasta la presencia de
Dios, para presentarle su sangre.
Dios aceptó la sangre de Jesús como el pago completo por
nuestros pecados, y Jesús se sentó a su mano derecha.
Él se sentó porque había terminado la obra de pagar
nuestros pecados.
No hay necesidad de más ofrendas por el pecado.
Podemos acercarnos confiados y gozosos a Dios, nuestro
Padre, gracias a la sangre que Jesús derramó por nosotros.
Su sangre pagó toda la deuda de todos nuestros pecados,
desde nuestro nacimiento hasta la muerte.
Dios está completamente satisfecho con el pago de Jesús
por nuestro pecado.
8. El sumo sacerdote
Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote.
Lea Éxodo 28:1.
Dios nombró a hombres para ofrecer sacrificios por los
israelitas.
Estos sacrificios solamente cubrían el pecado.
No podían pagar la deuda del pecado, la cual es la muerte del
pecador.
13. Pero Jesucristo pagó por completo todo lo que Dios
demandaba por el pecado.
Por esta razón, ya no necesitamos de hombres que ofrezcan
sacrificios a Dios por nuestros pecados.
Jesucristo sirvió como nuestro Sumo Sacerdote por primera
vez cuando ofreció su propia sangre por nuestros pecados.
Él hizo un sacrificio por todos los pecados, una vez y para
siempre.
Lea Hebreos 7:23-27.
Jesús ya no ofrece sacrificios por los pecados.
Más bien está constantemente orando (intercediendo) por
nosotros los que creemos en Él.
Él es nuestro Sumo Sacerdote, y podemos acercarnos
libremente a Él para pedir su ayuda en cualquier momento.
Lea Hebreos 10:19-23.
D. Dios el Espíritu Santo llenó a Bezaleel y lo capacitó para construir el
tabernáculo de acuerdo con el plan de Dios.
Jesucristo vivió su vida en la tierra en el poder del Espíritu Santo;
Jesús hizo todo de acuerdo con el plan de Dios.
Dios le dio a Moisés instrucciones exactas para construir el tabernáculo y
sus componentes.
14. Pero nadie tenía la habilidad de llevar a cabo estos planes, a menos que
Dios lo capacitara para hacerlo.
El Señor escogió a un hombre y lo llenó del Espíritu Santo para que la
obra se hiciera de la forma como Él había ordenado.
Lea Éxodo 31:1-3.
Por medio del Espíritu Santo, Dios le dio a Bezaleel la sabiduría y la
habilidad para construir el tabernáculo.
Cuando Jesucristo vino a la tierra, todo su ministerio se llevó a cabo en
el poder del Espíritu Santo.
Jesús hizo todo de acuerdo con los planes de su Padre.
Nadie sino Cristo podía pudo haber realizado la obra que Él hizo.
Jesucristo nos libertó de Satanás, del pecado y de la muerte.
E. Conclusión
Jesucristo es nuestro Sumo Sacerdote.
No necesitamos una tienda en el desierto, ni la sangre de animales ni un
sacerdote humano.
Tenemos a Jesucristo, nuestro Salvador vivo y personal que
intercede por nosotros a la diestra de Dios nuestro Padre.
Y podemos orar directamente a nuestro Padre, en el nombre de
Jesucristo.
Piense en estas cosas.
15. Nuestros privilegios en Cristo son más preciosos que el oro del
tabernáculo y que cualquier otra riqueza terrenal.
Dios es honrado cuando nos apropiamos de los privilegios increíbles que
nos ha dado en Cristo.
El camino a Dios está abierto.
Nuestros pecados han sido perdonados.
Jesús hizo todo lo necesario.
Nunca más estaremos separados de Dios.
Demos gracias a nuestro Señor por su gran misericordia y gracia para
nosotros por medio del Señor Jesucristo.
PREGUNTAS:
1. ¿Por qué le dio Dios a Moisés instrucciones específicas acerca de
la construcción del tabernáculo? Cada parte del tabernáculo debía
enseñar algo acerca del Señor Jesucristo.
2. ¿Cuál era el primer elemento dentro de la cerca que rodeaba el
tabernáculo? El altar de bronce para quemar sacrificios por los
pecados.
3. ¿Quién es nuestro sacrificio por el pecado? Jesucristo.
4. ¿Qué representaba el lavacro? Representaba la Palabra de Dios.
Por medio de la lectura de la Biblia, crecemos en Cristo a medida
que creemos y obedecemos la Palabra de Dios.
16. 5. ¿Qué nos recuerda la mesa de los panes? Nos recuerda que
Jesucristo es el Pan de Vida. Él es el único que puede satisfacer
nuestra hambre espiritual.
6. ¿Qué elemento del lugar santo nos recuerda que Jesucristo es la
Luz del Mundo? El candelabro de siete velas.
7. ¿Cómo nos recuerda el altar del incienso al Señor Jesús? El dulce
aroma del incienso quemado en el altar es como nuestras
oraciones ofrecidas a Dios en el nombre de Jesucristo. Ellas son
aceptables a Dios sólo en Cristo.
8. ¿Qué nos recuerda la cortina ubicada delante del lugar santísimo?
Así como la cortina ocultaba la gloria de Dios, el cuerpo humano
de Cristo ocultaba el destello de la gloria de Dios dentro de Él.
9. ¿Por qué rasgó Dios la cortina del templo en dos cuando Jesús
murió? Dios estaba demostrando que Jesús había pagado el
precio completo por los pecados, y que el camino a Él ahora
estaba abierto por medio de Jesucristo.
10. Una vez al año, el sumo sacerdote rociaba la sangre de animales
sobre el propiciatorio. Pero esta sangre sólo era una cubierta
temporal para los pecados del pueblo. ¿En qué forma es superior
la sangre de Jesús a la sangre de los animales? La sangre de los
animales nunca podría pagar los pecados. Jesucristo entró al
cielo con su sangre, sacrificada por los pecadores. Dios aceptó su
17. sangre como el pleno pago por todos los pecados de toda
persona que crea en Él.
11. ¿Por qué no necesitamos un sacerdote humano que se acerque a
Dios por nosotros? Porque Jesucristo, quien continuamente ora
por nosotros, es nuestro Sumo Sacerdote.
Notas para discípulos:
1) Piense en el tabernáculo y los componentes que se tratan en esta
lección. Medite en las comparaciones con nuestro Señor Jesucristo.
Al reflexionar al respecto, anote las bendiciones que ha recibido en
Jesucristo.
2) Medite también en los nombres de Jesucristo. Éstos no son nombres
fortuitos, sino nombres que nos dicen QUIÉN ES ÉL. Por la gracia de
Dios, Él es todo esto para usted.
3) Orar, leer la Palabra de Dios y meditar en ella son hábitos
maravillosos. ¡Dios quiere que usted lo conozca aun más de lo que
usted mismo desea! (Si usted tiene hijos, probablemente pueda ver
el paralelo en ellos y su relación con usted). Dedicar un tiempo para
conocer a Dios es la mejor forma de utilizar el tiempo.
Como usted sabe que Dios lo ha amado tanto como para enviar a su
Hijo para morir por usted, y como sabe que Él quiere que usted lo
conozca mejor, usted puede pedirle ayuda cuando se sienta alejado
18. de Él. Nunca permita que el enemigo o sus propios malos deseos le
impidan acercarse a su Padre celestial en comunión con Él. Usted
tiene el perdón de pecados en Cristo. Dios lo acepta en Él. Usted es
su hijo por siempre.
Notas del maestro
RESUMEN
Esta lección presenta figuras de Cristo en el tabernáculo.1
En la lección se tratan:
El altar de bronce
El lavacro
La mesa de los panes
El candelabro
El altar del incienso
El velo (la cortina)
El arca y el propiciatorio
El sumo sacerdote.
A Jesucristo se le presenta como el Salvador, el perfecto sacrificio, la Luz del
Mundo y el gran Sumo Sacerdote.
19. 1 Las láminas cronológicas del tabernáculo o incluso un modelo del mismo
serían de utilidad para ilustrar esta lección.
Éste no es un estudio profundo del tabernáculo; tiene el propósito de ayudar
a los estudiantes a percibir algunos de los tipos o retratos obvios de Cristo
en el tabernáculo.
Recuerde el propósito de este estudio: Enseñar a los creyentes a conocer su
seguridad en Cristo, tal como se presenta en la Palabra de Dios. Este estudio
se limita ante todo a ese tema principal.
Esta lección se basa en Hebreos, pero no pretende ser un estudio de ese
libro, lo cual requeriría de una investigación mucho más profunda. Puede
que más adelante usted quiera hacer un estudio más completo del
tabernáculo, y también estudiar más en detalle las verdades de Hebreos.
* Puede que usted quiera utilizar los Cuadros Cronológicos (ver página ii)
como ayuda para ilustrar esta lección.
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Las notas para los discípulos son actividades opcionales que les puede
ofrecer a sus estudiantes para que las realicen en su propio tiempo fuera de
20. clase. No se pretende que sean asignadas como tareas, sino presentadas a
aquéllos que deseen crecer.
Anime a los estudiantes a hacerlas, pero no los presione.
Si hay tiempo libre al final de la clase, es posible que algunos de los alumnos
quieran compartir algo de estos estudios personales.
Versículos de Referencia
Romanos 3:20
Hebreos 9
Hebreos 7:27; 10:10-14; 13:10-13
Juan 13:4-10; 15:3
Efesios 5:26
1 Pedro 2:24
Juan 6:53-58
Efesios 5:8
Colosenses 1:13
1 Juan 1:5-7
2 Pedro 1:3-8
Apocalipsis 5:8
Hebreos 4:14-16