Lectura 12 interpreta_la_audiometria_de_tu_alumno-a.pdf

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Grados de pérdida auditiva
Interpreta la audiometría de tu alumno/a
Es útil para el enseñante saber interpretar las curvas audiométricas de su alumno/a sordo/a porque ello le permite
tener una idea más clara de las repercusiones de su pérdida auditiva en el aprendizaje y uso de la lengua, y de las
dificultades para percibir las informaciones orales y escritas que se dan en el aula.
La prueba más habitual, de la que el padre o la madre entrega una copia del resultado a la escuela para incorporar al
dossier del alumno/a, es la audiometría tonal. Su transcripción gráfica se denomina audiograma.
Resumen del funcionamiento de la audiometría tonal
El campo de frecuencias que se explora va desde los 125 Hz (la más grave) hasta los 8000 Hz (la más aguda). Es
decir sólo se examina la parte central del campo de audibilidad humana (que va desde los 16 ó 20 Hz hasta los
16.000 ó 20.000 Hz) por considerar que es la zona más necesaria para la comprensión del habla.
Las frecuencias que se exploran son las siguientes: 125, 250, 500 , 1.000, 2.000, 4.000 y 8.000 Hz, y a menudo
también algunas de intermedias tales como las de 750, 1.500, 3.000 y 6.000 Hz. El audiómetro genera intensidades
en saltos de 5 en 5 dB. Por ello en el audiograma del alumno/a los umbrales siempre están expresados en
múltiplos de 5 . La prueba se puede realizar bien con cascos auriculares, bien en campo libre sin cascos (los
tonos suenan en el interior de la cabina insonorizada).
.
Las gráficas dónde se registran los umbrales

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Los resultados obtenidos para cada umbral se registran
en gráficas como la de la izquierda, una para el oído
derecho y otra para el oído izquierdo. En el eje horizontal
se representan las frecuencias exploradas, en Hercios
(Hz), y en el eje vertical las intensidades, en decibelios
(dB).
La línea horizontal de los 0 dB representa el umbral de
audición, el punto dónde estadísticamente las personas
empiezan a oír. Es decir, representa la mínima intensidad
sonora audible, obtenida para cada frecuencia explorando
un número significativo de población. Por ello es
necesario no confundir 0 dB con el silencio. El umbral
estadístico cambia según la frecuencia, porque el oído
humano es más sensible a unas que a otras. Pero el
audiómetro “conoce” esta realidad y ajusta
automáticamente el nivel sonoro al seleccionar cada
frecuencia durante la prueba.
El umbral obtenido para cada frecuencia se anota en la
intersección correspondiente. Ello significa que si, por
ejemplo, un/a niño/a empieza a tener sensación auditiva
en los 500 Hz a una intensidad de 30 db, se marcará una
señal en el punto de intersección de los dos valores
mencionados.
Una persona con audición normal obtiene una curva
audiométrica ajustada a la línea de 0 db (marcada en
negro en la gráfica de la izquierda). Su campo de audición
viene a ser toda la superficie situada por debajo de esta
línea, aunque es normal que en algunos puntos la curva
del umbral esté algo por debajo de 0 dB, en otros puntos
coincida, y en otros puntos esté algo por encima. Pero las
personas con pérdida auditiva obtienen curvas situadas
siempre por debajo de la línea del umbral estadístico (la
linea de 0 dB), y cuanto mayor es el déficit de audición,
más abajo se sitúa la curva. En el ejemplo del gráfico se
ha notado en la frecuencia de 1.000 Hz un umbral de 50
dB: Ello significa que la imaginaria persona explorada
necesita una intensidad adicional 50 dB más potente que
una persona con audición normal para apenas empezar a
oir en la frecuencia de 1.000 Hz. A 2.000 Hz necesita 65 dB
más. Y así con respecto al resto de la curva. El campo
auditivo de esta hipotética persona es el sombreado en
azul, situado por debajo la curva. El campo situado por
encima de la curva le es inaudible.

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El sistema habitual de notación
Se acostumbra a realizar las
notaciones en dos parrillas
yuxtapuestas, identificadas una de
ellas con el rótulo “oído derecho”, o
simplemente “OD”, en la cual las
marcas se escriben en color rojo, y
la otra con el rótulo “oído izquierdo”
o las letras “OI”, en la cual las
marcas se escriben en color azul.
Los símbolos que se utilizan para las vías aérea y ósea son los de la tabla
adjunta. Son tan diferenciados que aunque sólo se disponga de una
fotocopia en blanco y negro, o estén ambas curvas sobrepuestas en una
sola gráfica, siempre se puede saber si corresponden al oído derecho e
izquierdo de la vía aérea (explorada mediante auriculares) o a la vía ósea
(explorada con un vibrador aplicado encima del hueso situado detrás del
oído).
símbolo umbral notado
o Vía aérea del oído derecho
x Vía aérea del oído izquierdo
< Vía ósea del oído derecho
> Vía ósea del oído izquierdo
Este símbolo o la ausencia de
símbolo significa que no hay
sensación auditiva en la frecuencia
explorada
También pueden aparecer otros símbolos: Cuando un oído mantiene
mucha más audición que el otro hace falta enmascararlo con un ruido
continuo (que también genera el audiómetro). Ello es necesario porque de
lo contrario se podría atribuir al oído peor sensaciones auditivas que en
realidad han sido captadas por el mejor a causa de haberse transmitido el
sonido a través de los huesos del cráneo. Cuando hay un
enmascaramiento los símbolos son los correspondientes al cuadro
[ Vía ósea con enmascaramiento
del oído derecho
] Vía ósea con enmascaramiento
del oído izquierdo
r Vía aérea con enmascaramiento
del oído derecho

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adjunto.
p Vía aérea con enmascaramiento
del oído izquierdo
Con la técnica de la audiometría tonal también se puede evaluar la
ganancia protésica (de los audífonos o del implante). Se realiza de manera
binaural (los dos oídos al mismo tiempo), y aunque muchas veces se
anote el resultado en una de las parrillas correspondiente al oído derecho
o al izquierdo, no se refiere a ninguno de ellos en concreto sino a los dos
en conjunto. El umbral sin audífonos se nota con símbolos en forma de
“S” de color verde o bien con triángulos de color rojo. El umbral con
audífonos se nota con triángulos verdes. La diferencia de umbrales
representa la ganancia protésica.
S - ▲ Vía aérea en campo libre
▲ Umbral con prótesis
Cálculo del valor de la pérdida auditiva
El valor numérico de la pérdida auditiva se calcula según este procedimiento:
• Se suma la pérdida auditiva en dB de la vía aérea obtenida a las frecuencias de 500 Hz, 1.000 Hz, 2.000 Hz y
4.000 Hz.
• Si alguna frecuencia de este intervalo no es percibida se anota como una pérdida de 120 dB.
• Se divide el valor de la suma por 4. Se redondea la cifra al número entero superior. El resultado es el valor de
la pérdida en dB.
• En caso de que los dos oídos tengan curvas muy diferentes, el valor medio del oído mejor se multiplica por 7,
y el del oído peor se multiplica por 3. La suma de los dos valores se divide por 10.

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El valor de la pérdida auditiva cuando
no se calcula media ponderada entre
dos oídos asimétricos, es siempre el
del mejor oído, el que obtiene un
número más pequeño en la suma de
las pérdidas auditivas de 500 a 2.000
Hz.
Según estos criterios el valor
numérico de la pérdida auditiva del
ejemplo de la izquierda es de 55 dB,
puesto que corresponde al valor
medio de pérdida entre las frecuencias
de 500 a 4000 Hz del mejor oído.
Clasificación de las sorderas según el Grado de Pérdida Auditiva
El grado de pérdida auditiva (GPA) permite clasificar las sorderas según el valor numérico de la pérdida obtenido
mediante el procedimiento anterior.
Una vez obtenido el valor
numérico hace falta confrontarlo
con un baremo a fin de conocer
qué grado de sordera representa.
Para tal objeto se utiliza la escala
del Grado de Pérdida Auditiva del
BIAP ("Bureau International de
Audiophonologie”), órgano de
referencia a la hora de adoptar
leyes, decretos o reglamentos en
el campo de la Audiofonología en
el ámbito internacional.
Este baremo (ver tabla adjunta)
fue promulgado en la
"Recomendación 02/1" (1997) del
mencionado organismo, y
distingue varios GPA,
determinados siempre según la
Grado de Pérdida Auditiva acrónimo pérdida en dB
Audición Infranormal menor o igual a 20 dB
Deficiencia Auditiva Ligera DAL entre 21 y 40 dB
Deficiencia Auditiva Media
(o Moderada)
DAM
1r grado: entre 41 y 55 dB
2º grado: entre 56 y 70 dB
Deficiencia Auditiva Severa DAS

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media de la pérdida a las
frecuencias de 500 , 1000, 2000 y
4000 Hz del mejor oído.
Deficiencia Auditiva Profunda DAP
Cofosis 120 dB
A cada GPA se le otorga un nombre relacionado con su
importancia (ligera, mediana, severa, profunda), y un acrónimo.
Según estos criterios, el ejemplo anterior correspondiente a una
pérdida de 55 dB, se trata de una pérdida auditiva media (DAM) de
1r grado.
Los/las audioprotetsistas de los CREDA utilizan otra clasificación
referida a las sorderas profundas, que es la siguiente:
• 1er grado: cuando existen restos auditivos hasta 4.000 Hz
• 2º grado: ídem hasta 2.000 Hz
• 3r grado: ídem hasta 1.000 Hz
• 4º grado: ídem hasta 750 Hz
El GPA no se trata sólo de un indicador cuantitativo sino también cualitativo si se tienen en cuenta las previsibles –
aunque no necesariamente determinantes- repercusiones en el campo de la comunicación y del aprendizaje de la
lengua Según la misma Recomendación 02/1 de la BIAP las repercusiones del GPA sobre la audición son
indicativamente las siguientes:
0-20 dB Se trata eventualmente de una pérdida tonal ligera sin incidencia social.
DAL
El habla con voz normal es percibida. No obstante se percibe difícilmente la voz queda o alejada. La
mayoría de los ruidos familiares son percibidos.
DAM
El habla es percibida si se levanta algo la voz. El sujeto entiende mejor si mira cuando le hablan. Se
perciben todavía algunos ruidos familiares.

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DAS El habla es percibida con voz fuerte cerca del oído. Los ruidos fuertes son percibidos.
DAP Ninguna percepción de la palabra. Sólo los ruidos muy potentes son percibidos.
Cofosis No se percibe nada
Como se sabe si una sordera es de transmisión o neurosensorial
• Cuando la curva de la vía ósea es normal pero la aérea no, se trata de una sordera de transmisión.
• Cuando ni la curva ósea ni la aérea son normales y están dispuestas de manera prácticamente superpuesta se
trata de una sordera neurosensorial.
• Cuando ninguna de las dos curvas es normal, pero la curva de la vía ósea es netamente superior a la aérea, se
trata de una sordera mixta, de transmisión y neurosensorial.
La justificación de estas reglas es sencilla: En la prueba tonal por vía
aérea el sonido sale por el auricular y atraviesa primero el oído medio y
después el interno. En cambio, cuando se practica la vía ósea, el
vibrador colocado encima del hueso mastoides (detrás de la oreja)
transmite el sonido por vibración de este hueso estimulando
directamente la cóclea. Es decir el vibrador “hace el puente” al oído
medio y sólo explora el interno. Por lo tanto, si “saltándose” el oído
medio la curva obtenida es normal, y “no saltándoselo” no es normal,
hay que atribuir la responsabilidad de la pérdida auditiva al oído medio.
En cambio si a pesar de “hacer el puente” al oído medio la curva ósea
continúa no siendo normal significa que la pérdida auditiva proviene del
oído interno. El gráfico de la izquierda representa, por lo tanto, una
pérdida de transmisión. El doble gráfico (oído derecha-oído izquierda)
del apartado anterior representa una sordera neurosensorial.

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