2. 1. En las Sagradas Escrituras se debe buscar
la verdad, no la elocuencia. Toda la Sagrada
Escritura se debe leer con el mismo espíritu
con que fue hecha. En las Escrituras debemos
buscar lo útil del discurso, más que su
exquisitez. Debemos leer los libros devotos y
sencillos igual que los sublimes y profundos.
3. No te moleste la autoridad del que escribe, si
es de poca o gran erudición; sea más bien el
amor de la pura verdad lo que te lleve a leer.
No busques quién lo dijo, sino pon atención a
lo que se dice. Los hombres pasan, mientras
que “la verdad del Señor permanece para
siempre” (Sal 117, 2).
4. 2. Dios nos habla de diversas maneras,” sin
acepción de personas” (1Pe 1,17). Muchas
veces nuestra curiosidad nos es de obstáculo
en la lectura de las Escrituras, cuando
queremos entender y escudriñar allí donde
simplemente habría que pasar adelante sin
más.
5. Si quieres sacar provecho, lee con humildad,
sencillez y fe, y nunca desees tener fama de
docto. Consulta de buena gana y oye callado
las palabras de los Santos; y no te desagraden
los proverbios de los ancianos, porque no
están dichos sin razón.
FUENTE: IMITACIÓN DE CRISTO
6. EXAMÍNENLO TODO Y QUÉDENSE CON LO BUENO. CUÍDENSE
DEL MAL, DONDEQUIERA QUE LO ENCUENTREN.
1 TESALONICENSES 5:21-22
POR LO DEMÁS, HERMANOS, FÍJENSE EN TODO LO QUE
ENCUENTREN DE VERDADERO, DE NOBLE, DE JUSTO, DE
LIMPIO, EN TODO LO QUE ES HERMOSO Y HONRADO.
FÍJENSE EN CUANTO MERECE ADMIRACIÓN Y ALABANZA.
FILIPENSES 4:8
7. NOS PRESENTAMOS, PUES, COMO MENSAJEROS DE PARTE
DE CRISTO, COMO SI DIOS MISMO LES ROGARA POR
NUESTRA BOCA. Y DE PARTE DE CRISTO LES SUPLICAMOS:
“DÉJENSE RECONCILIAR CON DIOS”.
2 CORINTIOS 5:20
HÁGANME UN LUGAR EN SU CORAZÓN.
2 CORINTIOS 7:2