El libro de Levítico ofrece leyes para gobernar la vida civil y religiosa del pueblo de Dios, describiendo cómo ofrecer sacrificios de manera adecuada. Se enfoca en la santidad de Israel como nación apartada para servir y glorificar a Dios. Establece el sistema sacrificial para facilitar que los pecadores se acerquen a Dios, donde los sacrificios funcionaban como sustitutos que se ofrecían en lugar del pecador y apuntaban al sacrificio de Cristo.