Este documento trata sobre la inclusión educativa de estudiantes con limitaciones visuales. Define la discapacidad visual como una carencia, disminución o defecto de la visión, incluyendo la baja visión y visión parcial. Explica que el aula debe estar adaptada para estos estudiantes a través de mobiliario regulable, buena iluminación, y ubicación que maximice su visión. También ofrece orientaciones pedagógicas como animar el contacto visual, evitar la fatiga visual, y aprovechar el contraste para mejorar la func
2. LIMITACION VISUAL.
Para la OMS, discapacidad es "Cualquier restricción o carencia (resultado de una deficiencia)
de la capacidad de realizar una actividad en la misma forma o grado que se considera
normal para un ser humano. Se refiere a actividades complejas e integradas que se esperan
de las personas o del cuerpo en conjunto, como pueden ser las representadas por
tareas, aptitudes y conductas.
Desde un aspecto descriptivo se puede precisar que la discapacidad visual es la
carencia, disminución o defectos de la visión. Para la mayoría de la gente, el significado de la
palabra Ciego, corresponde a una persona que no ve, con ausencia total de visión.
La baja visión, visión parcial o visión subnormal puede definirse como agudeza central
reducida o la pérdida del campo visual, que, incluso con la mejor corrección óptica
proporcionada por lentes convencionales, se traduce en una deficiencia visual desde el punto
de vista de las capacidades visuales.
El funcionamiento visual depende de múltiples factores, físicos, psíquicos, ambientales;
variando incluso en dos personas con idéntica patología o en una misma persona en distintos
días u horas de un mismo día.
3. INCLUSION EDUCATIVA.
El aula es el lugar de trabajo por excelencia, por tanto, ha de estar dotado de
los recursos necesarios para el tratamiento apropiado de los
alumnos, especialmente de aquellos que presenten N.E.E relacionadas con
deficiencias sensoriales y motoras.
Un elemento esencial dentro del aula, que concierne a la Organización
Escolar, es el mobiliario, que debe estar adaptado a las posibilidades de los
alumnos (accesibilidad, operatividad, ergonomía, disponibilidad).
Especialmente significativo resulta el pupitre, que ha de ser regulable en
altura e inclinación, para evitar posturas inadecuadas de los alumnos con
baja visión que puedan derivar en estereotipias o, en su defecto, se han de
utilizar atriles y sillas regulables y giratorias. En cuanto a las dimensiones, el
escritorio ha de ser lo suficientemente amplio para posibilitar el manejo de
aparatos ópticos (lupas dobles y triples, lupas fijas con foco fijo o variable) o
instrumentos (punzón y regletas) y máquinas (Perkins, Braille'n Speak).
4. MAS SOBRE INCLUSION
Con respecto a la ubicación del discente en el aula ha de ser una decisión tomada tras una
evaluación individual, dada la heterogeneidad antes aludida, que cotejará diversos aspectos
como la iluminación y la accesibilidad a zonas comunes, a la pizarra y a la mesa del profesor.
En efecto, la iluminación es un recurso fundamental para los alumnos con baja visión; sin
embargo, no afecta por igual a todos ellos: unos alumnos requieren una iluminación
intensa, natural y directa, mientras otros pueden precisar una iluminación media o
baja, artificial e indirecta. Tanto el grado, la naturaleza y la orientación de la luz dependen de
la enfermedad visual que padezca el alumno, aunque se requiere además una evaluación y
comprobación individual. El aspecto de la iluminación adquiere una importancia capital
dentro de la evaluación e intervención de alumnos con baja visión, como puede observarse
en otro lugar (Rodríguez Fuentes y López Núñez 2000).
5. ALGUNAS ORIENTACIONES
-Hay que animarle a mantener contacto visual con los objetos y especialmente con las personas.
- Es interesante que coordine el movimiento con la vista.
- Haga que el “mirar y ver” sean divertidos. Nunca presiones, sólo anime.
- Conviene dejarle que elija la distancia más cómoda para ver.
- Un uso prolongado de la baja visión puede producir fatiga asociado a una reducción temporal de la deficiencia
visual.
- Para lograr mayor precisión de lo que ve trate de que mire con atención.
- Trate de evitar el trabajo sobre superficies lustradas, o en sombras o en zonas en donde hay reflejos. Siempre que
sea posible utilice luz natural.
- Haga que trabaje en la pizarra, pues el contraste es bueno y la posición favorece el uso eficiente de la vista. Desde el
punto de vista motriz es más fácil y cómodo.
- La funcionalidad visual puede variar de un día a otro.
- La conducta visual nunca podrá superar el nivel de desarrollo cognitivo del sujeto, pero al mismo tiempo, a medida
que se advierte progreso, se puede esperar más y mejores respuestas visuales.
6. - Para actividades funcionales trate de provocar contraste entre claro-oscuro en los objetos y en el fondo.
- Oriente al niño en lugares cerrados y abiertos señalando distintas cosas, tales como formas, colores, líneas. Anímelo
a que mientras mire toque; de esta manera podrá discriminar los objetos que hay en el medio.
- Enseñe seguridad. Señale las zonas peligrosas en el Colegio, dentro del aula, en los servicios, de manera que le niño
pueda moverse con libertad.
- Tómese tiempo y mire con el niño libros y revistas y señale los objetos conocidos. Pregúntele qué ve y que elija la
distancia más cómoda para ver.
- Estimúlelo para que mire. Al no estimularlo constantemente a que mire se le priva de la oportunidad de funcionar
visualmente.
- Use la palabra “ver” tan libremente como se la usa con quienes no tienen el impedimento.
- Comprenda que el sistema de la vista funciona mejor unido a los otros sentidos, sistema motriz y a todo el desarrollo
social y emocional. A medida que el funcionamiento visual aumente es posible que se progrese en otras áreas del
aprendizaje.
- La visión no se puede “ahorrar o gastar”, cuanto más se la usa mayores son las posibilidades de mejorar su
funcionamiento. No hay ningún caso en el que el uso de la visión pueda dañar los ojos o disminuir la visión.
- Los cambios bruscos de luminosidad perturban su visibilidad. Cuando esto ocurra, es aconsejable que disponga del
tiempo suficiente para que se acomode, para que alcance un buen nivel de funcionamiento visual en el nuevo
ambiente luminoso antes de exigirle una tarea visual.
- El deslumbramiento siempre reduce la visibilidad. La caída de luz directamente a los ojos provoca
deslumbramiento, disminuyendo la percepción visual y favoreciendo la fatiga.