El lince ibérico es una especie en peligro crítico que se encuentra actualmente en dos poblaciones en Andalucía con unos 300 individuos totales. A principios de los 2000 había solo unos 150 linces debido a la caza, atropellos y pérdida de hábitat, pero programas de cría en cautividad y reintroducción han ayudado a aumentar las poblaciones. Su dieta depende principalmente de los conejos, por lo que la conservación de su hábitat y presas es crucial para su supervivencia.