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PSICOANALITICOS
DE LA VIDA REAL
"LA HORA DE SO MINUTOS "
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HORME / PSICOLOGIA DE HOY
J{El.A1'0S PSICOA ' AI.Í I'IC'O!"
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li18110HW l'SlCOLOGih DE HOY
l. MAXI¡r..:f. 0.VI': L# lr~ultJo~J Pn L. •Joku:rnd•
1. KAat,. R. Br~.;rsu y N. G. J fAtT: GRI" .ft.J"' 1•/t,nihl
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L Roum1.·r l.tNI)Nr~: Rt-ltilt>s JtSÍNJa!llllíflrm ,fr 1~ ,,;,
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6. Luu•'IG l-'1011DUI.c.: Put"alngln tle la VIOft~dúu.
7. R. Srn·t: No-~1. ~br-t l.t xhurri$ de la t01tlflmtadótt
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l. R.on1 n ~Tkl L1'~ Trr-mr•s H'X.N.Jift.-~ moJtr-#111.
9. H. r. TAU(MA": P·Jrop.ztúl~~i· JtXJ16l Jtl m•lrimmr#l
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RELATOS
PSICOANALITICOS
DE LA
VIDA REAL
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1 mú analhnrltJ,,
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prc·smtcs
J' futuros
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PRóLOGO Dr LA I:DICióN CASTELLANA
Es poco frecuente que un hllmbre de ciencia
3Ca a la Vt!Z un buen C'iCritOl'i son aUn mis eSCil...
so• los ejemplos de psicoanalisu; que han podido
trn,Iodar sus expericncin' teu péuticas a la 1ite-
ratura con, m:.escrí;t. Frt.!ud, excepcjc:m.-al en l:'rlu-
chos stntidos, fue unu de ellos.
Sus dotes literarios fuci"OI' reconocidas con eJ
Premio Goet11c de l.iter.lfuro Alemona. La des-
cripción dt! sus casos clinicos constituye una éJC-
cclcnte muestr;a de >US condiciones de escritor, ya
que logrl superar lo~ múltiples ob1táculos que
presenta la integnción de lo ameno con lo cien-
tífico eo un tema ¡>oblodo de dificultades que es
quiz:ls eL mi¡ dificil en ese "'ntido.
Quiero con esu introducción poner de relie-
ve lo que con.Udero el merito prwcip,ol de este
libro. Roben Lindner, U a.ltor, pi1rticipa canto
de la Jiternura como de la terapéutico psicoana-
Htica: su habiüdad hace imposibl< di<ociar uno
de otro aspecto. Su arte espctitli5imo nos seduce
con su diestra narrntiv-a¡ S.lS C.lSOS nos ap'.lS1onan
tanto como su técnic;a y ;;u :1gudcza p~ico[ógica.
Es pot eso que considerJ • hLA'l'OS Pstco-
ANALÍTJCOs DE LA Vll>A H.rAI ("l.n hor.1 de cin-
tuCnt:l minuros") un chl<ico de un singular gé-
nero literario, en el que IC ¡.,ce difícil discernir
10 1'1ÓLOGO
.mtre IOJ méritos ctentificos ~, los artÍsticos. Esre
género de CienciJ·Ar<e, paro emplear uno •n~lo­
gía, .eriJ quizás l• cxpr.,sión de import:llntcS H·
ptcros rd•cion>d~>i • J. Medicina e~ general y
ol Psicoanilisis en puticulu, que s1entpr<0 hon
cncontndo numeros.s ''alias para poncrsc de ma-
ni6tno en form• explkita.
Como prucb> del doble carácter de esre libro,
es nrcesarlo dc~ucar que, por una parte_, )lguno..,
de los casos en él pre...,nudos h•n sido mencio-
nados por CSLudiu;os d•l Psic~anális~ como Fri~­
da Fromn Rcichm2nn en PrtcMerapla 1•11 /11s fw-
r·osit *,y otros han servido corno base argumen-
tal de pellc,dal cincmatogdficas (La r,rcm•/11 ¡{¡•/
odio, R.thr{¡/r SI// C/11/SII}.
Posee, puc1, rodos las condiciones para atraer
e interesar a los lectores más exigentes: la bl'-
llcu de b forma y la profundidad de contenido.
Por otr• p3rte, si bien es posible discrtpar en
:Ugunos a<pectos t<enicos o teóricos ucilizadn<
por I.indner, también debe desu~orse q~e tr.•~•·
mltc danmcnte ~u Jbtoluu sersedad cu:nt.f•c:a
y >u profund• hununid•d. todo lo cual agrega
:ltrJCtlvos 2 ~u libro, clJ.ra mucstr:a de so totJI
compromiw con <u condición de hombre, psico-
analilta y escritor.
D1. S• NTIAGO DtJRC.OV~Ky
• Ed•ctonc:t Horml, 1962.
MAX LLRNER
Como he tenido el gr>n pl•ccr de leer el libro
del doctor Roben Lindncr de historias psicoana-
Jíticas, tcn.~o cambién el sral1 pb.ccr de reco-
mencl:ir$elo a tltro~ lecto,·cv. Uno de los subpro-
Jucro< de [., en J>OSL·f,·eudiann ha sido d sur-
gimiento de un nuevo género de literatura
>mericann: la obra del c;critOI' P>iquiatr. o p.si-
coanalista, que •plica su< hallusos • problemas
.actu..les o reina alguna; de ;u; .aventuras con
rus p•cient..~. b1c libro cntu en l• ..:sunda ca-
tegoría.
Es en putc documcnul, en p.artc imcrprct.t·
tivo, dentro clcl molde de una forma arristica.
lJ~a de las dificultadc; en <'Stc OUC'0 genero
Uterario e.s LJ csc<uC.¿ d.: hombres que son té.cni-
carncntc capaces de mnncj:ar b. frágil trama que.
presenta ht ntentr en (crmn, y que pueden :1l mis-
mo- tiempo pcrcibi1· lílS valores humanos y dra-
máticos de su :trt~ y comunicárselos al lector
lego. El doctor Lindncr pertenece a cscc uro
gru1>0 de hombre•.
William Alanson W hite, ;obio pionero de 1~
psiquiatría am~ricana. ~scribió una vez. que ..tras
todo acro crimin>l hay un <ecreto". Esto se •pli-
IU.!.•.A (0~ P~IC..OA.NAL.iTICOS
e~ también 1 los neuróticos )~ pslcoticos, cuy.¡
historia rdau ene libro. El secreto yace, n•tu-
ralmente, en lJ enredada mad<¡a de la peunn•-
lidad, oculto unto p>r> d paciento como pau
el mundo. Lt.í oculto umbién paro el p•ic<t-
•o•hsu y par• el lector. Es por eso que el nuevo
género de rolato p1icoanalícico tiene tanto m
común con lou n:~rrlciones de detectives. Pl.!ro
en tanto que en el dilema de quién lo hizo, d
autor cuenta su hi~coo·i• de n1odo de mantener
al lector desconcertad<> ~1 moyor tiempo posible;
aquí el autor lo cucnt• col como él lo fue cono-
ciendo, sh1 ningún truco. Moís .importante o;¡Ún,
el ''"'sino del cuento de misterio sabe el secreto
codo el tiempo. Aquí hoy una rdoción triangu-
lu entre médico, paciente y lector, y lo que ••
especi•l y úruco cn esto es que • medida que IC
desorrolla la historio, los tres av= •l rrusmo
paso por el tntrincodo c>mino del descubrimien-
to psicológico.
Yo esuba por •¡;regar "y el a~>to-dc>eubri­
miento" ;a b última. fra~. y,_ que en un scntiJo
muy real, a medida que d analisu ayuda al pa-
ciente • dcsnud~r c~p• tr» c:>pa de los que h>•
oculudo su per1onalidad, tanto el analisu com,
el lector cncuentr~n que oigo de su propia p1cl
ha sido dosnudoda cambien. La lectura de toda
litCriltur.t ~ignific:u:l'l implic3 un procc:.o de
autorrcvcl.lción, p._·ro c~oet> ec: ""P~da lmcntc CJCr·
co en un ~enudu u1 b nJrrlción psicnJnJiític.a.
N., me propon¡:~> J.tmd•r mudto de lu <tU<'
9: b.a imit.ado en nu'd.t~. pdl~.:u1as y «!"Sf>'..'c.:t.ít.:u-
lo~ d~ tdt'i~ón lllh! ~~plot.tnm l:ac;: fórlllul¡¡s
fr~udion•" Gt•ncr>ln•cncc ban tomado la 'iJ fS-
11'-lTROOV<:t.IÓN 1J
cil ~· cómod1 de empeZJr con algun Jconteci-
nüento muy dr<tmáticu }' , con l.a ;ayud.il psiquiá-
trica, re-troceder .1 l.1 tnf.•ncia y :a una fijación
J IJ nud,..,. Aunouc l• obu de t~ltro o pelicu!.
p.ico•nalitica es joven """• y• ~ná un tril!.da
como para ser coricoturi7Jblr. Cl problenu con
l.:t mayoría de eUas u que empiez•n con un dra-
ma prefabricodo antes que con unl personalidad
dctcrrrunada. Requiere honestid.td evitar la reo-
ración d• ene tipo de estructura ~ultéric;t dondt·
codo se desenrcd,, primoros.ll, cnte y se ot• des-
pués con cJ mismo p1'i111or. E~ un mérlto de 1,
obra de Lindnet que se pued~ contar con tal
honenidad. No ha trat:1d0 de 111cjorar su mar"-
rill docume.ntal auténtico ,,d~ptándolo a un es-
'lu,om~ mental.
Estls "historia~., h~n $uccdldo. )• el ;autor las
presenta ral como suc-:dieron. Lo que aumenta
h sensación de autenticid•d que producen es que
eJ 2UtOr r<ÚSmo Jle¡;a a Comprometerse en oll"'
como un n.trrador que )C ~nCU4..'ntr,¡ .tpresad(l
por la acción. No 1<: puede decir que la .,;da
de un psico•nolista sea un puerro seguro donde
hombres en btL<Ca de seguridad pueden ocultar-
"' de las tormen~as y m••·cas dd mundQ. Para
cambiar lo metáfora, hay ¡>eligros en el diván
del psicoanalibta que hacen ru rcrcr desprovisto
de 'lVCntu ra hasta In vitJ,, dd corre<pon.al do
~uerra.
Un peligro C el de vinlcnci.1 (í,ic.l, l'~pcci.al ·
m~nte :~1 cr-.1ur p~iicóticu~ ~ri min.a(~~, ~omo tuvo
qué h•c"r el doctor LinJuer en <u rrabljo como
psicó!ogiJ de una prii6n. (Par.a d lector lntcrt'-
~do en ene J.'l¡p:cto de U C;trrcr.l qui'"-!"n ~ñala~r
do~ hbr<» d• d que han •bicrto c>minos: Rt•bcl-
Jc 1111 <dllta, el.e:xteruo "tudio de un CJ<o de
renon>lid>d criminal,}' ,Jurm Jr pu·Jr• .l 00111-
/,rn, unJ di>ección con escalpelo dc lo mente y
cmocH>ncs dd criminal y de 1> >ociedad de pri-
>ión encrt cuyos p~tredes lo ~:nc~1·rnmos.) En cl
c:1w de Chilrh:s, d auror tomo LH'I ric)go prcmc-
ditJdu 4'0JJ1() p:1rrc de su Jntrntv de l'll r:trJo, y
tJSt p~¡p con su vida por ello. l'n forma <imilar,
en b hi>toria de Anton, el ltdcr f.1scisu que
h.1bi.t ~ido enviado a prisiOo, cn(rcntlr 1~ vio-
lcnci• fue un> prueba ,t !. que el psic03nalisu
no pudu eiCapu. Pero h•y otro• riesgo• en su
proÍC11ón, qmzis menos dranuticetS pero en
ciertos aspectos mas peligrosos. Como en el ca-
so de L:tur~. r;1 J'l'luchach.l que cntr:t en :lCCCSOS
de con1cr desen[rcnodamcntc, csd el peligrn de
cquivncor un.l decisión, lo que e~~¡ cucn:l l:1 vida
de la ¡>acicntc Quizás el mayor peligro, como
lo muc,tr.l l> deliciosa historio de Kirk, el joven
f¡)itn. e~ qu'!" el an;¡li~c. se cnr~dc en ~u propia
maqum;u;ión. N'o diré má~ que esto~ no '.t~:t a
<cr que rc,·elc d <ecreto de "El di,.in de pro-
rulción .1 churro", que SCSUUOl4!nte .-.e COI''I'Cr-
lirA en uno <le los rclat<'S d:i>i~o~ de 'u género.
1qu i ~!ldn todo~ entonces: l'1 jo'l.!n crin1Ín¡J,
lo1 muclucha neurótica, el f'lr~~n n i?.ado•· comuni5-
ra, el aVCI1tUI'l~ ro hsci5t:l ~ d joven y brilt:'lntc físi-
co, vi,·jcnd,l en u.,_ munJo i m~gi n ario Je ciencia-
ficción. Forman cosi una ¡,'<llcría de rctraro< de
Lu figur:n CJr:Jcttristio..~t dr nUL'Str.l cr.l. .Rt--
cucrdc, cuando lea sobro ello<. que no fueron
ma<trial<s p>r• una lüstoria, "'"o per<Ooalidades
hum~n" en gr.ves dificuJudcs, toda. con un
t NTlOOUCCIÓ~
pequeño fuego de rcbtld,,, llam>ndo dentro de
<Í, todas S2lvablcs y dignas de ser sah·adas.
Y ahora no lo denlorué m:ís en 1• lcctuu de
e<t>S historias. excepto para decir que, • dife-
rencia de l• "hor• de cincuenta minutos' clcl
diván p~icoa.n:tl ilico. CJd:t uan d.: su~ hor:H como
l.:..:t:Or sed de &Ck'IH!l min u tOC.
N. no. T : [n ~1tc l1bn.1 se ~mplt1 C:O'rl ceru frttu;n
ti.t el túm.inu ti, ni..:u m'iglh, que .ncliQ: b cumprtn~Wn Y
eonocimirotu intniut Jr lo prrk.."'JU.. ~ m(.>hV.l..._ 'n"~. 1n•
conscientes que. w "''"" .1 tnn~ clt·l _pli.:.olnJIIwt..
PREFACIO
!le cscr•to esu~ historio~ de p<icoonális•s par3
compartir con mjf lecrorcs algunn• de l:os ex-
periencias qu~ ruve :al ejercer lo que scgurlmcntc
debe ser uM de los n>Í' enr:tñas entre todos 1•6
ocupJCÍóncs. De un depósito litcr3lmcnte inago-
ubl< de motcri:al que >.umenu todos 1~ diu he
escogido un puñado de historias que me parece
que Llusrr•n parte de la .Lvcncurn de C>tJ fabu-
lo>3 profesión, parte de su carácter novelesco )'
mucho de sus detalles prácticos.
Alrededor del psicoan:llisis se h;~ construido
una vollo de misterio y oigo que se parece al
espanto. Los que lo procrican, s• no son objeto
de vcnen.CJÓn y mtcdo, cst<;n bien en camino di.!
.ser tlevados a sacrrdot.cs dt> ciett:l cbst; y )o!t-
inici~dos, o sea, los que hnn. yacido en <llvancs,
:amenazan convertirC en unot c:onfr:~terntd:ad de
los sJlvados, en un• romuo.id•d moderna de
sanlO! CU)'OS cheques cancelados comprenden un
pa;.1porte o los cielos negados a los menos (¿o
m3s?) favorecidos por In fonuna.
F.l clima e<>balscico que rodea •crualmente 1•
pr.ctic:> del psicoonilisis tiene alguno< dectos
misterioso> y. según creo, nocivos. No e< el me-
nor en<re ellos la cransformuci611 del psícoan•-
li<n -por ll! menos en b mente del públic<>-
I M lll LA'r()S I'SI( ()AN ALÍTT(:()S
en un> cspcdc de J isc•pulo del diablo q ue tr>-
bafl con recur~os :ar~nos y mbLicos jlJra :asc-
guriln.e bs trandorm;acionc.s de C3r:Ícter o pcr~­
n>lid•d qu~ deseo.
:-l•d•. podri• <'lt.Jr m:Í< lejos de la vtrd:~d. ¡-;¡
1~ CJcncu del psicoan:ili<is ni el :ure de ru pdc-
trca S4.: bJUn en InStrumentos extraordin.1rio~.
~n reohdJd, d imico medio emplndo por el •n•-
hsu .e~ el mj4¡ cumun de los insrrurnento5: ~u
prop10 s.tr hurn.1no, utilizado al m:'ixlmo t!n un
c;(ucrzo por entender •l p•·ójimo.
~1 ~cem¡>la>o gr.dunl de los hombres por la<
nuqum.l! p.lrJ c¡ccuur l.ts tareas de In ,.Jda e
una c.&r.u:t~l'iHic:t de nuestros- Liempos. Por to-
d.n parte se ~u;tÍ lltye con invencos o. In m~ no
human:1, ol ojo lu1m:.no, :1 codos los senridos ("
lnclu,o .11. cerebro. Es probable que no esté muy
lqol d dl3 en <1ue el noroble •njm>l que lbnu-
mo; hombre r.eo <ólo un <~lisrente de los v><ros
p:odu~co; dr <u in,·ención, ocup>do rolo con 1.t
d•rCCCJCln  cuid.do de lo< ~rtdacros que cjccu-
tl~ s~s ure:&~. Pt:ro hay un áre-a en que ninguru
~uq.UIO), pdr ma compleja que sc:t, por 013,
•n~p•nd:t, puede .1Ctuar ~n rtemplaz:o de su crea·
dor. Es el ~re> d~ IJ comprensión, del entendi-
miento cmp¡hico. de b comunicación inrim;~
penetrante-, cncr~ un ser hum-ano y otro. Ahora'
Y por •iempre, só]¡, el hombre podrá entencfe;
ol hombre.
El piÍC<>an:lli<i.l es esa ramo del c.onocimiento
que for111.1li7a el cnudio del hombre tn wdo<
<us "spcctos, de modo que pueda comprendéf'e-
lo. FundJdo en ob>crv•ciones del 1uncion>mien-
to Y la conducu h=nos, h•••do en las leyes
l'f._(TACIO 19
de la comunicoción inw ¡)cT!ollUl, lu llcv.1do la
con)prensión .t un arte un rcfin.tdo que .tctu.tl-
mente puede: pucdc3rselo como legítim-a ocu-
¡u.ción, y SU ejecuunt:s pu(dcn ~r in'truidM
en el desarrollo y cjcrncio del talento que todos
p~eemos pan. cornprend1.•r .1 lo otro!t. ün psico-
analista no es, entonce(i, m.h que un Jrti~ de
la comprensión, el producto de un un~n~' u cur-
S) de. e-studio y encrcn.unicnlo que Jo h.t 'udro
-.si fue .'Xitoso--- dc~u ~.adamcntc sensible r1 sus
congCneres. Y C') C-St;t ~cn,ibi1id:td ~n poca~ _pa-
labras, J., propio persona del • 11Jii>u- el único
instrumento, la sob herramienta, con el que nc-
t úrt. Sólo de •i mi>mo. y de nod• mh, depende.
El dcmc nco comun Lll todo< lo> n·l.liO> q ue
~iguen es la pcr~n.t del .lnalinn. C.1dJ histori~t.
A la vez que relau un uc:uo,. e!tpecífico, trata
finalmente dd dc;pliegue de Cl.l pcrsonJ en iJ
cmprcs:a tcupéurie2. las :l'CnturJs que le acon-
tecen y los efectos que ejercen ..,bre elb los ac-
tores y ~iruaciones e~rius. Como l.t persona en
cu.csóón soy yo mÍmO, y ml intención no es
conf~armc o d~ <er <~utobiogdfico. h.: ejercido
cierto gr>do de discrecicn, p<ro el rctrJto que
trJcé es b'lSt:J.ntc honesto v ddine.t. In mejor qut.
ruedo hacerlo, la perwn•lodnd del •gente de tC·
capi:.1 involucudo. Que l!~t.c ngcntc e~ un mero
st-r hum.tno, sók' un~l pcnonn m.h, con sus pro-
pias ausiones y temorc'i, mct.H y .mgustia'!:1 pré~
juicios y prcl<nsiones, drbilidode1 )' fuél'7:1S, c.
realmente el cenuo do In cuc11ión.
R. L.
VUEL L, ANDARIEGO ROJO •
''Oitm que pu.cde obttnen.e uru m
ílutncu c-almante .obro el sinmu .oer
vWHQ medimte: un 'iaic por d Volsa!'
euatWJCH, M. o. )' SnlEJSXIII M. h.:
Ut:l11 bnik P.s;kbl#h/J, cuado poc J. Woa
1'1: PdquiJtlríll 1111 ¡IJktl.
MAC
Mi primer encuentro con Mac f ue algo dra·
mático. Adem:ls, ruvo carúcccr público. Nos
encontramos no a rravés de un escritorio, sino por
•obre la. abez•• de l• concurrencia • un mitin.
Durante mud,o< •ños he actuado <n polino,
~n pequeña e>e•lo, porque creo que d puesto del
p<icoanalisla tstó en el mundo, cn1re los hombres,
y que debe particip>r en la vida de su. comuni-
dnd. Siento que tienen una respon1>bilídad públic3
de b que no pueden liberar.., viviendo L:. vid.t de
N. Ull ~.: Cun eue titulu Lindnrr lu)!n unil cfu.n
<nndr~tsación )' flt:J;O de p<~bbras. f.n 1nglt"s, cumr ü' ·r
r od rúr n M&nifk.u
ClmU' Ul'tr cr.a d ~lo,;A-n dd frl:'nt•• Populnr Comun,tl.l
R,.J: :s¡o--otfiu -.uu1uni'itJ,
lt1tt rr: .s~l.an~,(CJ
l'lr ufUJ»o, UJIIU "1 tr trJ rot (' UtnLl~ll d ·•motto'•
J~ ,.., iuq;o ,nf.anul que consinc "'' "fJ7at un2 hu~ de
f(nSJ J sin ~cr to.::~dv.
22 lt l .l.,10 I''JICOANtLÍIICO')
ermilai'lo de l.1 m.t)'Oria úc lor. ;to::tlistas, limitando
~u ndio t.k acción a b.1 O!r~Curas cuey.1.-; en h~ que
pncticJn su .arte, como recluido~ oÓC'ulo rcx.le-o~­
do por lo) )1111bulo1 C!IOtéricos de un otrtc mhl-J·
c:o. Por .:rn·r c'to me he unido de cuando en cu.an...
do a mo,imientol y socicd•dcs de tcndenci•
prugrc'i>U ~ he pn:sudo mi nombre --el cual
(ut"rc U 'Jior- " c.;ausots qu~ con~idere dign.a.
A vece ~uos movimientos )" li.."J.US•H cr;ao con~i·
derJdo> r.1dinle>, y ~ menudo supe, no dir<ctu-
rncnu.·. uno en b (orma ~n que estás cos.t$ suelen
..~her~c, que cnltt.: lus miem bro~ activos h:1bí:1
Lomunit.t... l'cro esto no me imponó mucho, ya
que l'ni poicic)n e~ ernb.1jnr y _prcsur cu:aJquicr
r:1lcnto que pos(.•.J l).ll'a 1:'1 rcnlizació11 de !:15 C:luS;H
~n In qu~ CJ'co, Si incidenuhnen(C sucl'dc que
un comunin:a qu1erc lo que yo quiero ~, rr:1bJjn
parJ ello con medios cticos., eso de nlngún modo
dcYcrcdiu b mrta o propósito de la acci,)n
Siempr~ he con.,Jcudu que juzgar indi~rimi·
rud>m~ntt ru d colmo de l• C'tupid~z.
Por ejemplo, tóme!<! d caro de b ~¡:rcg>eión
r<1ci.1l. lt..· opcmgo .1 cll,;, incondicionalmente, ~n
cu•lquier furm>, en cu•lquier .;udo y por cual-
quier ra7m. SJ lo, comunist;a, .re opone-n , l:l
~~rcs:llción, Juch;aré cr•n ellos contra .semejante
injusricia. Ntl tolcr.lr~ IJ <cgrc¡¡ación sólo porque
los comunhl.l> ~e opon~a.n a ella. T;tmpoco me
inq>orta fmr qm' lo.s comunistas se: oponen :'1 b
~~egrc~:.ci<)n , u <lllé p.toc:l jueg-a m opo~iclón .
ell;t. c:n 40U) planes rcvol ucinn:~ rios. Lo lmlco qut!
me importa ti que b scgrcg~ción es un mol. Como
psico>n21istn •é lo que ocasiona, tonto~ los 'icti.
mas corno =- los victimarios. Como ser humano la
Vl)Tt.Vfl, A~UAill l UO K.UJU l.J
ide• me repugna; comr> ciu<hd.•nu responsable
sé que Cu3om menos scg~c!Silcit>n bay~, menos
cornu11i<tas babrá. Ahuu b1cn, me doy b1en cuen-
ta de que )os comunisus utilizan b cuettión de!
1• segreg>ción pu.1 su prorios fine•, y que U
men inmoralid•d e inhumanid•d de ella es Jo que
menos les preocupa. Sé que si prom•"er la ~gre­
gJción llegarJ a scn•ir mis • U~ propó•iro•, pro-
bJb!ernente no '>cilori>n en hacerlo.
.En el plano individual e me pre~ntó rcc!en-
tcmente un ejemplo notable de este upo de. lu!"'-
crc.sÍJ. ~fientrlS c<cribo esto, r:engo en aoahsas :t
otro comunista. H:'lcc nlgunos d ins, durante la ~e·
tti6n se quejó de que su ~ phncs p:ar:t las Yncacio·
ncs 'hnbí:ln sid<> de•bn1·otndos. Se h.1bht promul-
gndo 11110 úirecti''·' cid Partid<' en In qu~ se pro-
hibÍJ 2 los n1iernbro~ JllUJ' l .1~ V:lC:'ICtOni!S en
lugares donde se practic.1 •cgrcgoción. y ahora mi
plciente tendril qu< cambi>r .~u~ planes porque
el lug2r de vnlneo donde h~bu re<ervado .tl?¡~­
Jnienro esuba restringido ;a g(ntilt! bbocM um
camenre. Esub> niU) moletto y r<<entido por
esto. Le señ>lé que h•n> que <e 1~ ordenó lo ~~ ­
trario, y a pe= de lJ ¡lO<icion gener•l del P>mao
sobre la cuestión, hJbía enodo personJirnente
dispuesto • ir a e~e lug>r. En dcfensJ propia •r-
gumentó que hasto que el Putido consid:r~ b
contrario, se sendo libre de hlccr lo que q01S1era.
Por mi pute le dije que muchos person•s recha-
Z:'ItÍan por completo, natur:almente y sin esfuerzo,
lo idcn ele segrcgacic'>n, y que ele ningún mod_o
hubieun considerado la posibilidad de concurru
, un lugor como el que ,11 hnbí.1 elegido "libre·
mc.nt.e". Obser vé, :~.demls. q ut en .su casot como
en el Ci1M) de muchos otros corno él, se nccesiu1:b:1
una dirocnva del J>undo poro convertirlo en un
ser humono deu•nte. No tomó de buen grado
CSU ob!ICTVJCIOil.
Expuse todo 0to par2 explic"r mi presencia
t!n un miun oUblico donde la concurrencia in-
duíJ unJ. serir de comuois:a.s, e.nt:re los cu:Jies
esuba ~f>c. Y no es extraño que hay• ilustudo
mi digresión t>eribiendo sobre la segregación, p
que "" fue lo cuestión por la que discurimo1 en
nuestro primer encuentro. Por esa époc3 la ur-
g•niz•ción de la cual yo era nominalmente el
presidente, csrobn planeando un debate sobre
medicina sociali7.ada. y el tópico que csdbnmos
cc¡nsidcrandOJ 5C relncicmaba con In elección de
miembros J"Ut3 una mesa redonda que discurid.t
los toma< planteodos por los disertantes, cu•ndo
bubitnn termin.1do SU"i presentaciones. Recuer-
do que, micntrH leía en alu voz la lista de num
bres propuestos pau es. mesa redonda, me tn-
c.rrumpió un• vo¿ enojada desde lu última< fil><
de l• habitación. Alguien gritó: "¿Hay •lgún
negro tn e~ líu.a?''.
Contesto que no lo s•bt>, y pregunté al .ecr.
tano, quten negó con l.t cabeu. Cmndo me volví
otn ve7 de C".t.l .1 la audiencia~ la misma '07.
gritó: "1Qu•cro saber por qué los negros han 1ido
deUberadamentc excluidos de esa mes• redonda!".
Respondí que cstab• seguro de que b cxclu.•ión
no hobío sido ddiberadn, lo lista se había com-
puesto con nombres propuestos ~1 comité, In
<elección fin al se había hecho sobre la ba~e t.le
la capotidnd individual p•r• discutir esa cues-
:ión, 1• Obre nad. má>. Entl)nces, cn:yendo que
vur:..Lvr:, ANOJ1lJ.(,O 10JO
e<ta respuc>ta b•bri> ~'li~fccho al que me in-
terrumpió, prosegu• con lo que e<uba haciendo.
Pero en cu•nt<> hube empe1ado, lo voz se hizo
oír otra vez..
-No esamos sati<fechos con esa n:spue.s-u
-gritó--, ¡nosotr(ls pedimos que los negros est~n
reprc~nt3do.s en e-.a mesa redonda!
La be!iget3ncia de la YO:t y IJ presunción del
"nosotros pedimo~" erln amenazador.;a.s. Pedi al
que había hoblado que se pusiera de pie y se
identificara. Hubo un movimiento en la parte
posr:eric¡r de b habitación, y luego una alta fi-
gura se destacó del grupo y se incorporó. Era
Mac; un mccro novencu, rostro pic:tdo) coronadQ
por cabello arenoso, saco de sport, pullover con
cuello de tortuga y pantalones de soldado.
-~ii non1bre no riene n:ada que ver con e.sto
--dijo con V07. más tr:tnquil.at en 1:1 que un pe-
queño temblor indicaba que se ~entía menos se-
¡;uro solo y de pie que "'nudo entre una
muchedumbre-. "lo único que •mport~ ..s qu•
deberí;~ haber un negro en esa lisu".
- El comité considcnr:i gu~IOIO cualquier
nombre que u5ted quiera proponer -<lij<~, n
<¡uicrc sugerir alguna persona calific•d• pJra <er
m1e-mbro de la mel:ia redonda. 3 n:adic se le ocurri-
rá preguntar cui l es él color de su piel.
Mac se movió incómodo. Asperamente, dijo:
-E$o no ba.stn. Estn mesa redunda tien-e que
tener un negro.
- ¿Por qu~ -pregunt¿,
- Porque deberio haber un negro en la plata-
forma de todo mitin públi<o r,•,paldatlo por unJ
26 KUA ros I')ICOA ~ALh 'ICOS
org;¡niz;¡ci6n democrática. como se .supone que
es ésn.
-¿Por qué? -prc¡:unté ott• vez.
-Pu• reprc;enur 1~ inrerescs de la gente nc
s<> de esu comunidad -<xmre>tó.
-¿No confía uned m los otros miembro, de
l.t lísu p~u rtpresc:nur esos intereses?
-:-lo es éu la cuestión, si confío m eUo5 o no.
iL>eberi.l ha~r un negro allí arriba, eso e< u¡clo!
-¿Pero "'I'Ón¡;31c que no podamo> enconrr•r
a n~die c:~li ficado p.ln participar ert la mesa rt-
donda? ¿No es mejor que los intereses de roda
In g<!ntc estén bi~n rcpréseotados, qu~ tenl.)r un
,qrupo particulnr mal representado? -pregunté.
-No cscoy di,cudcndo ese punto -dijo--. Lo
que pi~n~o es que un negro debería senta r~L' en
e<a pbtaforma.
-¿Sólo I>Jr.l Lcoedo en exhibición? -prc-
~unté.
Ahou he e<uh.o enojaJo.
-lnclu.-.o, .uanquc ~lo ené scnud,, .tlli, .;¡in
.1brir )3 boc.;a, tnn..tn.r.i cu.iJ es nu:!.UtJ: I'O'ición
<n lJ <Ue>tiÓn de los negro> -dijo.
-Me pu«:e -chjc r~ que si uncd pone a
una pcr•on~ <n <lA pla<>forma sólo oara exhibiriJ
V no porque ~>té calific,,da pu:r r~mar parte en
lo di<cu<i6n. la c1r:l exponiendo ol ridiculo. T'r>n-
C:lrnenre. )'O cu~~tiuno ~IH motivos.
Estimulado por m umwllos de nlicnro ele su<
vecinM, Mnc ne¡tÓ con la cnbcza.
-Puede ullcd cuestionar tndo lo que qu•crn
--dijo-, de cualquier modo>, no es '"teó el único
mie.~bro de c~ra oq~ani7.1CÍÓn. Planteo mi pro~
po!!ctón en form~ de una moción p>r:t dar al
comlcé instruccionec: de- ubic~r un negro en esa
mcs::t redonda.
Se sentó entre gritos de: "¡De ocuerdo!", desde
divcr.JS partes dl' b habitJciúo. 1-luho alguna
di~usión, se pbntcó b '·otJciún l lo~ ntoción {ur
aceptada.
Se sirvió c:~f< cuando el miton hubo tennin•do
y b gente se congregó en pcqu"ñ"' srupo5. Des-
pues~ cu:~ndo fui .1 bu)Clr uru «:gund~ t.17J.t me
cnronrre parado detr:Í< el• llloc. b¡>lrÓ ;¡ que me
sirv-iera.n y llcv.tmos nu~~trl$ bcbid.ls u un rincón
tranquilo de la habiroción. L>ur.mte al¡:unos mi-
nutos bebimos en silencio. Podía ~entir sus ojus
sobre nÍ. Arlopré b .lctitud d i11ica de rdtltivo
dl!~npego que mis :111oc; el~ l')dctica psicoanaUtic~
me hun enseñado, t.•.s un.l J'll'Otccción n~C('snril
coutt;'l la incómodn CIHlción di! ser escodrii1ado
en bu~a do panCO> débilc<, y le di b."unrc tiem-
po para '" ex.amcn. Cu~ndo hubo terminado lo
ofrecí un cig1rrillo. lo •:ncendió ron un Zippo
>obre la superficie del cual C>tabl ,!!Ubada un:a
leyenda, t>p>d• en parte por <U brgJ mlno.
-De modo -dije- que e' usted muino. ex
•old•do, esru,·o en el de>embuco de ~lcmo. cst;i
CJ<>do y es miembro del P.~rtido. ¿Cómo~ ll.lma?
-Me lla1no ~1.tc -di;o- ·, pero ~e equivcco
en e2si todo. f:.stuvc ert l:a m:trina mercante, tra-
bojo en un.l f:íhrica el< con<et'JS. el encendedor
me lo dio un nmigo que c~tuvo en S,1lcrno, snlí:l
u s;~ r una J Üa nz~, pcr·o mi cc:poc;J ~e cst.í divor-
ciondo de mí.
-¿Y d P. C.? -pregunté.
-En eso IJ acertó, mo<t"r l lolmc< -dijo.
_¡;~ ~-·~ ' "iJ') J':)J v.•I,JLJ ll...U;)
No! rcí1110! lO$ dos, y luego pude sentir 1111 1•jo•
t'scrudndome utra vt-z.
-¿Umd si que debe ganar bim, eh? -dijo-;
>puc:>ro ~que cstc troje le cosró unos l 00 dólarc•.
-Se vive -dije--, y d uaje me co~tó 85.
-¿Qué me quiso decir con eso que dijo :antes,
sobre cue>tion1r mi$ moti,·os? -mc preguntó.
Yo no encendí•-. Sobrc la cuestión de los n<·
gro' -me cxplicó.
- ¡Ah, ero! -contesté-. Vcól usted, es que
no creo que u<tedes, loo del Putido, se•n boncuo,
sobre la cuestión de los negros. Pienso que <u<
accione< con respecto a ellos son lo que en psico·
análisis ll:amnmos uformaciones reactiy:~s'', Por
ejemplo, comr, esta noche, )'O sé que usted vino
"quí con insrruccioncfi para conseguir que un
ne¡:ro se scnror~ en cs.• mesa redonda. A ustedes
no l« impona que su negro pueda no estar cali·
ficodo, que !>ueda ser incapaz de participar en
una discusión P<>rque no está calificado. Quieren
tenerlo ..nudo allí •unquc no diga nad• o aun·
que hag• el ridículo. ~o "' dan cueou -aunque
e~ que inc:onscicntcmcntc si- de que si lo esdn
u!.lndo como símbolo, lo que haga allí arrib•,
<n Ír<ntt de la ~udienci~. será repre.enutivo de
b comunid•d nc¡:ra y no do ese negro en p3rti
cular. Creo que ustedes hacen esto con un pro.
pósito inconsciente; que se incünan mucho pnr
efire carnino porque en r.:alidad quieren inclinarse
ror el otro.
-Creo que eso es pur>lntn -dijoMac-.l'ero.
de cualquier modo, ¿por qué está tan seguro de
que no luy negro> colificodos para discutir este
punto?
-No .,.;tor .eguro -dije:- . Tengo que creer
que el comit~ ha hecho 1> urca que ""' suponh
que tenía que _hacer: encuntr3r gtntc apta pa_t:a
l• rnes3 redonda. De cu•lqu•cr modo, ustedes ce-
ni•n un hombre de loo suyos en el comité.
l>lac p:ueció sorprendido.
-¿Cómo lo s>bt? -preguntó.
-Yo lo elegí -replique'-. 5-lr dcmocnu.
Poco después de esto tcrm•oo l• reunión. Ol-
vidé a Mac -aunqur nos <olud•mos desde lejos
la nocbt del debate- hnsra pocos meses después,
cuando un hombrt! lbmó p.tr.a pedir un;a en.tre.-
visto y J1ablar de un posible nn:ilisis. Le expliqué
que mis horos esuban ocupados y q ue no podía
tomar más pacientes, pero olrcct prnporcionarJe
una lisu de nombres de ótros psic.~analistas de
!.1 ciudad, que podri>11 valo. !•ero dijo que era
urgente y que sólo querla habbr conmigo. Cuan·
du recordé al que me llamaba que en una emer-
gencia uno usa U .salid:t 1n:ís próxima, replicó
que entenderLa mejor cu:ando 1n vien., porque
era yo el único anali>U de Baltimort con el que
qutc-i01. habl.l.~. X11turalmente, esto me intrigó
como para querer s:>btr b rnón, ' me desv1é de
mi costumbre h•bituol, rcsrrv~ndole uru hon
p•n el domingo siguiente en mi ca'l:l. [se dlo, y
a la hora conveoidl, apueció Mac.
Le confesé inmedbtamentc qu" h.1bin olvid•do
su nombre -posiblemente como veng•nza por
mi dcrror:~ en In vocnción, aquello noche en d
mitín- y por eso no lo habí:a reconocido por tC'-
I.Hono. Aceptó ,.,,¡, excusos con un ge<to de la
m~no y se hundió en un. ~iiL1 Ct"rcann :. mi es-
critorio: su alu figurJ dc<plon>1ndosc como si
estuviern qutbrindosc en toda$ sus artic ulacione~.
Por un momento. ceJTÓ los ojos con gesto de
>gotamientu, lucg() lo~ Jbrió )' miró en derredor:
los libro<, el div:ln, d gr>bado enmorc•clo ~e
1reud, b~ <S<.:ultur>; olricana> y de Nun a Gu•
neo qu< hJbil en l• habitación. . .
- L1nd<> luglr --diJo--- Tranqml(). LeJO~ dd
mundo.
[xtcn.Jiu b m;no p>r> tomar los cigarnllo>
del e<eritoriu, encendió uno~ llenó ~¡us pulmonc
y contcrnp1<1 l• punta mientras babbb:L
-¡Un tipo grande corno rol Estuve [>O~ <od.l<
plrtC~, hice de todo. Ahon teng? que vcmr aqu•
y :1CO!:It.1rmc ~n uo dir:in y lionqucarlc .1 usted.
-Mnvi() In r.abezn con u t'Hl n1 uec.:~. de dcsagr.J·
do-. P<ro yo no puedo arreglarme más solt>.
Cuonco má~ rl':1tO, Ci peor. Sl el P:.1rtldo s~ ente.··
r.1rl de que tHuvc aquí, me l~s vc~í~. negra~
~ontinuó-. Jo les gusta d ps•coanah<~s, u lo<
psiCO>Mii•tll. Espcci•lmente, tipos como u<tcd.
lo lbman dcmócr•u SOC1al ... ¿Lo sabb?
Por pdmrn 'CZ. me miró dirtcumen[~.
-Lo 1abi 1 -dije-. El p<icoan.ilisis es un>
cienci> burgursJ: lo~ psicoanalisu..s son bcJyo<
de il cb<c c>oiulin.L Yo so~· un Demócr>':' So
ci>l ine,r.thlc Enronccs. ¿qué está uttcd hac•<ndn
1qui? . , .
-l• posición del Portido sobn· d p<~coa""],
sis -cmpc:zó, pero yo lo interrurnpi.
-Mo ~é In lección - le dije-. No e< por e;o
por In qul! vino ~ vctme.
M>c >po¡;ó su cigarrillo con su pulglr man-
chJdl) de nicr.tina
-~o, nn ~.; por eso -dijo. luego sonriú--.
VUEJXE, ANOAII.JJ·CO !OJO 31
Sólo esto¡• trotando de dcmcli'Jt un poco el
.uunro.
-Todos lo hacen --dije-. ¿De qu.; se trato?
-Se trau de mi -<lijo Mac- -. Debo .er yo.
Todo se ha ido al demonio. No <icnro nada. Me
parece que lo que me esd )UCcd•cndo no me su-
cede a nú, mt" siento como un ob~n~ador. A
veces hasu pienso en ml como si fuese un c-ien-
tífico o algo parec•do, que e¡t.i mirando l un
microbio por el micro-copio. Si ID pincha con
:algo, Sto! mueve; le pone un pw.:o <lt' .kido, .se re-
t uerce. El microbio ><>Y yo, )' el científico t~m­
l>ién.
"Mi mujer meo dc..•jó h:l CC: ncs meses --conci..
1w6-; nmen:lzabn nntcs con irse, pc1·o nunca lo
lu:<o. Ahora w fue nomó1. 1-.m pidiendo el divor-
cio y ni siquiCJ":l me import:t. Ante ~¡ hubiera
p.Js.tdo ) lgo así yo esuría dc>Sll r:~do por den-
tro. Ahora ella est~ en ~lgun> pJrt<, lejos, con
105 dos chicos, y es como <i me imponan un
bledo .. • Y lo mismo pan con todo. En d Pu-
tido, antes }'O creia que podi> scn·~r de algo. Me
importaba lo que esuba pa<>ndo. [r. un buen
tr.tbajador. Ahora, C> una especie de >ueño. Con-
tinúa, como todo lo demás. Pero no t:'i importan-
te. Voy a mitínes, reputo libros, hago lo que
1ne indic;tn, como unl m.ic¡uin;l1 porqu~ t•s lo
Lmic() que ~C hacer.
- l'ero todo le importa lo b11scanto como para
venir a verme -dije-, y por cierto CJ.ue no está
muy tranquilo o indifcrcnrc ahor.l.
-Ahora es distinro -C<)IHC'St(·, Mlc-. Pero
generalmente estoy muerto, podrido por dentro,
J 1.Ll'1 0~ l'SI<..:OA NA.Li 11(.;0:.
scdnuom• como una fruto que se cloja en de.
pósito.
-Cuént<tm más ;obre su <<posa - lo pedí-.
¿Por qué lo dejó?
-lu e~ la p.1ttt que dude -cnnt<,tó llh<
mientra~ tomab• otro cigarrillo--. :-lo le sin o
p.tu nada, desJe bace mucho ... , uned me en
tionde. Hasta mi pito cudg• muerto. -S.: incli-
nó mientr" yo le encendía el cigarrillo y aspiró
profundomentc'-. No he sido un hombre quizi
duran« mis o menos dos años. Ella hizo rodo lo
p~ible y yo lo mismo. Hasra probé con otras
mu jeres. Tod<> inútil. A veces me parece que rodo
va n and:.r bltl'L Una v~z, hace dos meses, estuve
en un:t ficstt'l y hlb͕t un.1 mujer que me provo..
caba. Ln m~, rápido que pude la llevé a un
hotel ... -Aquí Mac simuló una risita-. TIJ<t.l
J mí me p2recc cómico ~oncinuó-, pero fuc
uno noche infernal. Trné y traté huta que pen;c
que mi1 ~ntnñ;a~ ~ revo]vian. Conseg-uía que
se panr2 a mediu. y nos apud.bamos pan tcr-
min:tr, pero no b.abí.a caso. Y sin en'b2tgo -con--
tinuó lue¡;o de una breve p•usa-, h•y algo cu-
rio<o on eso también. Porque todas las veces tengu
una descarg•.
-¿Quiere UStl!d decir qul' eyacula :¡ln l!rcc.
ción? - le pregunté.
-Si. No ,,,e excito, me comprend~ y no ~kn-
tu nada, pero el semen s:1le en cierto mOI11Cnro.
C()mD .si fuo1·n 1iA cosa norm.al.
Anticip6ndo>e n mi prcgunu, prosiguió:
-Dc,pués que: me pasó esto V1rias vrccs, fui .1
un médi'o )' n>e envió J un urólogo. U uról,l¡;u
VUELVE, ~I<OAUICCO ROJO 33
no pudo encontrar nocla. Dijo que eu psíquico
y que debla ver 2 un psiqui•tu.
-¿Lo hizo usted? -pregunté.
Mac 11'10'-ió la c•hc"-'· - No -dijo--; sabia
que e!IO era <Óio una pequcñ• parte del problema
y no quuia que nadie me cxplor•ra l• colxza.
-Y sin embargo me vino a ver • mí.
-lo vine • ver por dtx rozones -dijo lvúc
n>ientras apagaba d cigarrill~. La primera es
c¡uc todo onda un m1l nhou que necesito 2yud2.
la seg<mdn os que usted es l2 única per,¡ona en
c;r:o ciudad en que puedo confiar.
-Sabe ... que vino ;t verme usted? - le pre-
¡;unte, mencionando el 110mb1·e del jefe local <iel
Partido.
- ¡Diablos, no! -casi gritó Mac-. ¡Le darían
dieL acaqI(!S ~: se cnter:.'lrl! Cu:ando oye su nom-
bre se enfurece. Adcm:is de que hay una prohibi-
ción táciu del Parrido reSJl"Clo a ir al psicoana-
li~u.
-No debe •er muy eficat - di¡.,_, Ya he ana-
liz•do a dos per.anas do su "célula" y un par
más de lls afueras de Baltimore.
-Lo sé -ctijo iobc-. Uno de los tipos que
usted analizo dejó el .Putido y yo diria que d
m;r() no va :t dur:tr I"''HJCho tnmpoco. Esa es una
de las páocipales conrras que ticmcn ustedes, sabe.
P:trecc que In gcn<c que se onJ!izo no se queda
eo el Partido, o si se quodnn, no ~e puede contar
con cUos.
-¿Contar con ello' por.1 qué? -pregunté.
-Contar con ello> pan seguir la disciplina del
34 1 1 t A 10~ Jl.SlCOJ N A1 f11< 0~
ParciJo --contestó Mac-. Y tSO u importan«,
por lo menO< para mí.
-¿Por qué?
-Porque suceda lo que suceda -dijo Mac
clan y decididamen~. Quiero quedorme en
el P~rudo. ¡Tengo que quedarme!
-¿l'nr qué?
- l'ot·que el Plrrido es mi 'tUl -contestó
M;~c-. l'orqueel Pnrcido esd t ll lo círrto. Porque
el Partido es el ímico camino par;~ consrruir un
nuevo mtmclo.
-¿Esc:l usred seguro de ero?
-Lo estoy. Es lo único de lo que rsiO) s.:guro
-dijo Mac-. Yea. He •ndado por todo d mun-
do, Doc. He visto un tipo de miseria que n•die
se imoginoriJ. El Partido tiene la úntco solución
pau ;alir de eso. He sido con1unista dunnte at"os.
Leí todo la liter•tura 3ntes de volvennc comu-
nista, n<lcmás. Conmigo no es cotno lo que les
oi~o decir a. ustedes: porque odiaba n nü vie jo, o
mi hrrmnna me dominaba, o alguna suposicí6n
cc>nto el•. Sov comuntito por convicción, verda-
dcr> con,icción, con la cabeza, aunque lo siento
e.n m!~ entrañas.
-JJ,n •lgo que usud siente -observé.
- Tod•via puedo calcnurme por lo que veo •
mi alrtdedor y lo que esd pa.sando -dijo Mac- .
No C el mic.mo 1rdoc que solía ser, porque ante:.'"
v~ ~nlín estar donde era nere¡..ario partiendo d
hombro por lo que creía. A11ora todo lo que ha-
go es ...
lo intcrrumpl en este pwllo.
-J.Qué m.! quien: d~:,. con c~to? -pr~~unté.
-Quiero d:dr -di:o !>b< que ,¡ •n•liz.tnl>e
VULLVC, Al'riii)Aflll;CO ROJO Jl
significa que tengo que dejor el l>artido, no e•
r~ua mí.
-¿Usted prdtrirí• «'guir indifeunte, tmp<>
tente, mtierable ) (presumo) ineficn en todo
lo que luga? -1• pr~gunté.
-Si tengo que dejarlo -dijo ~ac-, <Í. f,roy
en el Partido para quedJrme. Vea. -Mac exten-
dió las nuanos-. Si yo crC)'ora que podría traer
e! Socialismo un mimtco antes de lo que va ~
venir. cla,·aría csU5l nunos 2 La cruz yo mismo.
-Es curioso que use u«cd jll$to esa cxpr<
c;ión -ob~ervti--. ¿Pero no es cierro que al venir
a "erme ha cometido una infcaccién a la di«:Í·
plin• del Partido?
- Me darí•n una buen• puada en d tr>UC
si lo supier.n -asintió ;f.Jc-. Pero lo h3go por-
que pienso que si puedo arregbr mis problem»
pe!'son:~les, iéré un COITunisu mejcyr.
-¿Por qué elegirme a mi para bacl't!o?
-Porque creo que puedo tener confianza en
que U$tcd no uaur.l de influcnci3rme en contt3
del Parcido. ¿No u cierto?
Yo me encogí de hombros.
-Un psicoanalista no m/l11encia en pro u <n
contra de nad2 -dije-. Pero un paciente, un
malizado, tiene que c~ur dispuesto 2 someter al
m.ilisis todas sus crcenci>< y opiniones. ¿Est.l u
tcd dispuesto • c1o0?
- Creo que ,¡ -dijo Mac-. Quiel"t:> <lCudir
esco. Quiero sentirme humano otr:c vez.
Ahora nabí~ UOJ nota de •úplica C!U SU voz.
-Pero no a expcn<a~ del Portido.
-E< cierto -b ansicd•d volrió a su •·oz-.
1.1 ''" 1 V ,) J,':,ILVJ1~1 1 1 1 I LU;)
No significa obondonar el Parrido. Pero ¿tiene
que ser osi? Eso é$ lo que quiero saber.
-No puedo c:ontcsur a eso -dije-. Le mon-
rirí• si le dijeu una co•• o la otra. Sé de lnolisu~
que le dicen que serí• usted mejor c:otólíco o tc~­
tígo de Jehovi 1
, o comunista o lo que fuero.
luego del anilisis. Puo no sé. He anolizodo co-
munisus antes, y como usted dijo, algunos lé
quedan en d Partido, otros se von. Qué le pond
a usted es oigo que no puedo predecir.
Moc pensó por un momento. Luego. como <o
hubiera ll"¡pdo o uno decisión, dijo:
-Me siento lo bnscootc seguro de mis con'ÍC-
clones respecto al Partido para no ccner que
-preocuparme poc esto. Creo que mis crcl'nci :t~
se mantendr:ln bajo cuolquicr examen.
-S< est:í jug2ndo -comenté.
-No, yo no -negó MJc r.ípidomente. Y lue-
go--: ¿Qué dice wted? ¿Me tom:~rá?
Pen~ rápid•mente. Mis horarios esuban com-
pletoS ya. Me h2bi2 prometido • mí mismo redu-
cir mis horas en vez de aumentarlas. Si tom•b•
a Mac como paciente, seria pan un onálisis IJrgo
)' ten>z. No sólo sus •íotomJS estaban entre lo•
mh difíciles de tratar -lo babia >pr<odidu Je
amarg-a expcrienci01 anterior con casos de lmpo·
tenci• y dcspersonali~.ación- seno que mo<erobJ
una rigidez de pcnooalid;ad, una e!ltructurol mcn·
ral incraosrgcnte, q ue interferiría con mis mejores
esfuerzos y con sus mejores intet'tciones. Y en
cuanto a que Cl rucn comu nist:~~ también aquí
sabia Jo que cabb esperar: en el momento en
1 ~u rrli,ítu,Ju.
VtJT't.VT', ANDAil.l'r(;O ftOjó JI
que n(¡;una de SU< qucrid.ll rórmuJas t uera Cues-
<JQn:uio h•bria que ¡ugarlo ~aro: >U •náli"s ;e
tn:ltttendria en suspc•uo dur:tntl! mu-:h.u bor:1s
micntr.ts él luchlrí:t con ..-u concumci.t marxista;
C introduciri.:m f.tctor~~ que ~cncr.liJnCnte tienen
poco o ninglln lug.1r en l.'l Jn.ali<Í; lubru dl'
moc.a.s } S4..~iones cancciJdJ,. fin.llmcnte, sin que
él tu,•iera que d<CÍmldo, >Jbia que t>hc no po-
tii.1 pag:tr mi< honorario... ) ~ .a IJ miud de mis
paca.:tucs csu0;1n p.lg:lndo hunotJno~ reducidos.
111ientra~ yo me ilpLlt:ah.l con J,a rJcionaliz:.tción
de qu~ (o; ~<tab:t rr:ttJndo pnrqu~ or.on casos
"intcrcs.tnces'',
¡Peto la oporrunidad de nn.l llilll' ot1·o comunis-
ra más! ¡Ln upon unidnd de pone.- :1 prueba un3
vc7 rn:h rní ~ idc.u sobre l.1~voluc.i,)n Uc hombres
que Llrg1n .1 toer c;ocilli~t.u milil.111lc:.s! Yn Jotes,
cu:1ndo ten Íil un puc!.to en un.1 prl~ión fcderll,
h.obi• •n•li>..:odo • un Jito oficial Jd Purido y a
un JCÍe grem..il1. qu~ trl umbién c:omuoisu.
1uego h:Wio =udo • un .1ÍSientc <ocial. un
ingeoi~ro. un esntdi:unc y un nur,tro. l<>do') afi·
liJdo~ al P>nido. MJc n: ril d ¡>rimcr obrero co-
munisc.t eo mi crecicnrc li~t.t, mi primer verdadero
..prol(!tariou. No ~ po(liJ rCt,l)tlt f¡¡ tentación.
~[e rrocoutre nunipuLualn ya mi~ horo~nos} pl.l-
ncand(, excu~as p:tn d.tr n mi 4.''-f'H)S,l cu~tndo le di-
jcr:t que jb:t ;llOnl.lr orro J>:tci~..: IHC por trcl: o cu:nro
hor.ts semnn.1lcs con honorarit'l~ reducidos.
~¿Dirá usted ~n ci .P.u·tido que vicnl! J. vcrmé?
-pregunté.
-No creo -dijo :Moc-. Tendré que pens:~rlo
un poco más. Un:1 cou CúO'Hl 1ht.1 '-Cri.t rnnne j3dtl
de dos mancr•'· Si l<s lleg.>rJ ~ cnnur )' no pu-
JS 1LJ,A'I 0 1'SROANALJTICOS
5Íeran objcci('ncs, probablemente cendrta una
üceocia en d Partido por un tiempo. Supongo
que insisurbn ert C0 p:1n que no contara nln·
gún secroto del PlCCJdo ... O bien podrío venir
sin consultarle» para n>da.
-¿Y si de algún modo se enter>ran?
~he me miró direcumente.
-Entonces tendría que abo.ndonar -dijo.
-¿El Partido o el •nálisis? -preguntó.
-El onili¡js, por supuesto --contestó Moc.
Pocas veces he tenido un paciente más entu·
sia~ta que lo que fue Mac durance el primer me.•
de su an~ÜIÍ!. Parecía tener capacid."<d para la
torea, y al finn l de lo primer media docena de
•esiones dominaba In técnica de libre asociación.
Las rcsi$ttnci:.$ que encontramos durantr l')LC
primer me' ernn las habituales; del tipo que
resulun de IJ~ comunes inhibiciones de exprc-
•ión debidas ol embarazo; la revelación desacos·
tumbroda de pequeños secretos personales; 1.1
necesidad que tiene todo analizado de ascguune
l• continua buena opinión del aoalisu. E5to< blo-
queos menor« deS3p>recieron ripidamence. )
prontO e,cuve en posesión de las líneas generale'
de la historia de mi paciente.
Mac n::aeió treinta y cu:ttro años antes de nuc..
uo cncut"nlro. El lugJ.r de su nacimiento tn un.l
granja en el oeste de Ohio, donde sus padres vi·
vbn con h f31nilia paterna. El modelo de un
vng6n ConCstogn sobre un csrnnte de mi estudio
le recordó I<M orígcnc~ de <u familia. Colonos ho-
landeses <<tólidos, imperturbables y decididos qut'
h~bínn m.1rchado hacía el Oe.ce en una de la•
primen< n>i¡:racione< d-.de la Co.t.l Est~, llec:nn-
VL•E.t.V1.1 1Nlh1{11-.CiO HO 10 39
do a quedarse. como e< típico, en un lugar que
les record2bo el hogar que h•bían dejodo en
Europa. El abuelo de M•c, que era muy viejo
cuando él nació, había cercado un amplio terre-
no. Cuando su~ tros hijo' fueron m•yores lo dí<-
cribuyó entre ello>, 1'1'~rvindo<c pan <l ) su
segunda espoa, mucho m:ís joven, unos pocos
acres, exactamente en el medio d< ¡,. pertenen·
cias de 12 familia. De buba blanca y ojos azul
claro, que permanecieron sin empañHsc hasu b
hora de su muerte, Jito y un fuerrc como uno
de sus caballos de tiro, c•tc abuelo paternal escoba
destinado a jugar un p.•pcl importante en la
formación de la pcrsonalid,ld de Mac. También lo
cstabo la mujer del patriarca, una muchacha bas·
tarda y mestiza que había sido mucoma para codo
servicio hasta que murió la dueiia, y luego f ue
tomadt"L por espoo;a como si fucrl lo mis narural.
El menor de los rrc< hijos era el padre de Mac.
En el preferido dd viejo, parecido en rasgos a
su padre corno la imagen en el upejo. Un vasto
silencio lo r<Yieaba. ~n realidad. Mac no recor-
dJba ninguna palabu que hubieu dicho su padre.
Puo sus mod•les eran bond•do$0 )' su f>lra de
comunicati,·idad csub• mó> que compcoHado por
su presenci> p•cifica l' u·•nquíli7ldora. Su espo·
sa. la madre de M:tc1
murió t n el mOn'lento en
que nació Mac. Un chguerrotipo desdibujado,
con slll trozos pegado• il una rirn de carcón, fue
rodo lo que Mnc cunoció de ella. Lo de.nás lo
llenó con la lmagimtci6n, en u11o1 ficción compucs-
u por él a lo largo de lo• año,, ,, pntir ele la$
evocaciones de su abudu ) el rccuordo de dos
brc'CS 'Í•ic~ts que hicit.:rnn .11 mctlio huerfano los
40 Rl r ;105 PSICOANALÍ1'TCO~
•buelos materno>. Er~o recuerdo él, person..
cor-pulcmt:u. con pcs~das m~nos y hug-os pies.
Micntros csubon >Cotado> en b cocina y hobl•-
b•n de la mu<rtc de su ht!;>, llen.ron la habiución
con el olor de b tierra, y sus vocc'i bajJ.., ronc:t(,
se mezclaron con la l<ña que crcpiuba al fuego
y con h, burbuj.- de h pH• M agua, h.-u
fijar<< de por '·ida como d e<ccnario «.'mori.tl de
lm sueñn, de /1.1Jc.
Un atm J< leche cuidó • he lo> primeros tres
año> ele su vida. l'n realidad, sólo lo atendía l•
mitad del cícmpo, y d urante el resto delegaba en
b hijn mnyo1· de ~u numCL"tll!n prol" bs tan.•ns de
cociner-a, nnu d~ cnlJa y manccq u~r:~ pnra el p:.drc
de M•c )' el lll'imo lejano q ue trabajab,t ron él.
L:~ niñcri'l, dr: .H1lJllill p~!cho'i, cr.1 como un g:t!nc
r.tl que vi<il.1 re¡:ulumentc el frente. Todas las
mai1Jn:t4i:, cu.1ndo aún c~uba oscuro, Uc,gab:t en
un de<vcncijadn carrotón. Era el!. quien "'cabJ
~ he de la cama, lo amanuotaba, lo limpiab.1
,. C~tí.l, luego C lo p~s.ah,¡ ::a su hija con un3
liiu de m<~ruccione~ p.lrJ su bicnesur y Jcci,·i.
d~dé> diarias. Un húmedo beso en IJ mejilla dd
pequeño )' C iba. par.1 n.>lver otr.1 v~z lucgd
de l• cena "on un pecho lleno de leche, una l.1
'-'~da y un bt.:'-{l fisul ,,dmin.Utrado micntrJs lu
uropaba con 1.1 d ltda mlch:t. Fncrc la nlho-
rad~ y d o!rt.'p(lsculu de su'i rápid.Ls vlsh.u c~ub~t
ol chupete .tzucu;~dv, prcporadu ptr c>t.1 pcdinct·,¡
nnrunl ton un trozo de azúcar ean~ucl ro e1, un
trapo humedecido con leche. E>taba m ;-u boca
todo el di• y l• m;tyor parte de la noche, y <U
!;Ustu, rccc¡brJdu durJntc la primer parte de >U
VLELVE, /'lllilt11CO 10 JO 41
.1niü~ls. 111ás de treinu 3ño~ dcspucs, er.1 un:1 ga-
nndól de pJZ y una liberJdOn Ut tct·norcs.
Poco después de que MJc cumpliera los eres
:ulos fue Uev:1do a •i·ir J CJ"~ de su J.buelo.
P.IÓ ilion al dominio de la hu;ca mu¡cr de su
abuelo, a la que ll•maba ''Ma", ¡· la idihca li-
bcrud perfecta en que ,.i,·•• hltl entonces que-
dó hecha .mico~. "~la" er.:l un~ ntujer ;¡gri.tdJ,
intolcnorc pan. con l<n tlltos p.:queños y b
' ucicdad; ltnarg>d> de por ld.t 1"" ' u ilcgitimi-
lbd. y crucl par.t compcn~.1r ~Ul cx-pcrienci.t>
tcmpr.'ln.t.) de hiJ:l clc 1.10:1 muj.:r 111dla ~- Jc un
ca7.Jdor e rr:~ntt: y 53.nguin.triu. Ln cunu11.nc con
d Afecto del am.1 de leche que llcUJMl>l d lugac
eJe su mndre, ul'vb" ern t.m C')téril en s<.:ntimientos
como su m;Hrlz. Pn ,U munJu l'l() h.tbí::t J u~:1r
p.tra este animal de dos l'~icrnnc:, cnn ~U) necesi-
dades, sus dc<eos, su nul t>IM, su íncapacid,td
P"·' comprender qué se csp.-rabJ de el. Lo pri-
mero que de_.aparcció fue el chupete, ) lo segun-
de> un burdo cabJIIno de mlder> rallado por ;u
padr<. •blandado )' peg•1n<0 pnr d amor de dos
mJnos pequeñas) c.ilida~. Ut "~h'", por primer.t
,·a, Mac escuchó la. p>IJbras "nulo" ) "desobe-
llienté". Se aplic;~bJn • todo lo que haci•. pero
c>pecialmenre a los contenidos de ' " ' pantalones
y al trozo ele carne <lU< colg.•b• entre 6US piernas
r hacía que SU cstÓm~gO ~lo! C$tl•t.: r'l'lCCÜ!r., COn -vl-
l>racÍC>Jle' de <ecrcto pl.1ctr cunndo lo toc~b•,
<'Urtndo ~e frotaba de cierta nuner.t contra el
flnnco de una vac.1, n cuando los truenos esta-
llolMn en el cielo.
"Pa" -el :.buelcr- CI'O difet·~nté. Er• gronde
como uo gigante, )r c-u,¡ndo ponL1 los pies en el
porch rembl>ba la en<:>. Uno aSl "' .hunab.t con
t6lo mir.arlo, pero b.ajo ~~~ bru<qucd•.l )' >·iolcn-
"'il habia uno~ ll:rnuu t.Ü que tu:.ndo ro amp}¡,¡
nunn Lomab.L l.t de uno, se pudí.J CnLir tan )tgutv
COI'I'IO .,¡ fuer. Diu) quien lo csLaba ID)tenielldo.
Ademós, el abuelu se p1recla • Dcos, cuya figuu
c'<>ba ~o 1> t>p> d~ l• Biblia que el viejo lei~
todas bs noche,. Y d lbuelo ..: comport.lb<> como
Dios, 1d~más, ;;~dmminrl.llciu r:ípid,¡ ju~cici;a 2 lo
:mirnales de su g.r.1njl., J. su.s hijo.,, sus peone-s, .!tU
elpcm y M<>c. J.)el abuelo, Mnc ~11rcndió el enoje>
y l• indignoción que luego iban a hnccrlc df.S'lar
d ti¡><> de enunJo en el que la ,usuci.t del abuelo
,,¡, n•turJI, un• 'IOCicdad fundad• en la equi-
dad, que cr• la n<>rma de vida del abuelo. Porque
d abuelo vei• ¡._ cosas simple y du·ectament~,
blancas o negra~. y su fe en los pl'ecepros bíblicos
era r•n dificil de conmover como las colinas q u•
ennurcaban el horizonro de la tierra <n que i!Jc
pasó su infancia
u primer. ck las guerras n>undiales recl~'"''
la •ida del padre de Mac. Fue dcstroz•do por 1•
carga de un cañón que cayó sobre ~1 en un uc<•·
dente en el campo de entrenamiento. En el mt>·
mento, su muerte poco significó p>rn Mac, 1óln
cuJDdo pasan.•o los años se agrond6 el vacío que
h>bía dejado en su vida la partid• de ese hombre
tranquilo, y empezó a imponarle. Entretanw,
esuban las rueu de la granj>, lo1 onimale~. lm
poco• me.ses de csctcda de cada nño, el r ío CJU~
1e desli~ba por la ricrrol, los b<m1ue1. Había q ue
ir de caza con lo' tio-;, peSCir con ''P:t", prepar.u
conW!rvas con "Ma", y todo lo que ocupa la vid•
en d c:>mpo. ¡ los do<X años había de!eitel cn:i<
1
VlTBLVI, 1:-II)JtuJ:GO kO.IO 43
1ntimos y secretO> cuyo car:ícter de probibidus
r•conocia con punzadas de culpa por In urdes,
cuando con la foscin>ción del temor de ser des-
cubierto, Mac observaba el lento 111ovimienro a
tuvós de la p:igin:l, del largo i ndico de "Pa", y
escuchaba las son0rid>des glótic>J de b voz del
•ncíano mientras leía del Libro lo que habla que
p~gar por el pecado. Y siempre esuba ''t.la" al-
borotando tras c!l, regañándolo, criticándolo,
aguda en sus palabrai y en su rono, <Íempre in·
s,atisfccho., atn:trg:l, réft.::nddn.
Cu~ndo Mac tenia c"rorce Jlios, d anciauo
cay6 en ti bielo y ..: fracruró 1> caden. Terua
tntonce.s casi no·~nn .1ños, y con e~:a caída cayo
también su e'J>Íritu. Al guard•r cama pare.cia
marchiu.rse y sec;trse como c;i su ~:.1'i.t s-e le estu·
viera escapando por una sccrern abcrLura de su
,ucrpu. Durantt.· sei1 meses permaneció en cam:l,
muriendo un poco todo~ los día;. En uu époc.~,
-!>e estuvo con él constlntementc. Por nece~idad
Je habbr, quizá; para h"cer de su vida un ejcm·
rlo, contó a '" JliciO los relatos que fum1aban n1
historia. tn trozos, y con la secuencia propia y
l1nicn del andano, dicudas por un¡ curi.osa lógic~1
onternn. <urgieron historias de pobre7.a y per«·
cución. el viaje pt')r mJ.r a nut''ilS ticrus, 1~ a.prrn
~•Ón en 1> ciudad portuaria. y la angustios:t bus-
queda d~ monedas par.> compr:1r el equipo para
l;r n1archa hacia el Oosre; b JuclM )'arda por
v.ITd• ·' través de <"olinas y de rio, bs peleas coll
hombr.;s ulu;j.tda< y con b nntur~kzn C<llérica,
rt.tr.a lintpiar y retener l.t ri~rrJ; l.& d!mo!ición ~
• con,trucci<•n: J., gnndes •legrias y lo grande
n.: 1rc' de oovcnu 3ños victorioso'. Fn .ohe for-.
tU.LJ10, l1)1l0'N,'IÍrtC"O~
.
ruó unJ rnezcb de n:t.:uc.:rdo!l~ dulce~ y ¡nl.trgu~
J l.l ez. y cw.ndo d .tncu.no c~rró por fm los
oJO, he h~bta. dc~ul.du, ..10 saberlo, .,;n "''lO
>eis mese, la cscnco.o ele "P•", 1' b lubo.o bcbodo
C;n profundanlCJHc qut lba i1 c.•rcui;.,.. ll,lr.l toíam-
prc con su propin ~un1;rc.
J a 11Hh'ttc dd ;wó:lnO COlml>ió d mtmdv p.H·J
Jl·tJc, br.ll6 la inquietud <JU< siempre h.obí.o Cl-
t.ldo en él, ~lo qu~.: JUJ~t.t ['rimero pur U .1Jl1.l
de leche 1 (u;go p<>r "P>''. "lo p.nlo> tulc.-ar •
"Ma" )' <u fonnl do ,.., , y la gucrn <¡uc Jmho>
hJbiJn csudo "'"'nicndll de<>dc el dí. en que
M.t.,; ~e mudó .1 h i.:J.t c.k t.•llJ, se J.Cr!~,;cn r ó lJ,l'iLJ
é()rL'Cnir~Je en Jbicnu comba!..!.!. Oc mmlu <.¡ lit.:
t..icrt.l nuch.:, ' I:H IJ rnrnu U¡u..Jiciun.ll, Cllll un
.or>do •l nllmbm, IJc Jl.lrtió.
fue J Chic>gQ ) >llo cmpaó b Qd,.<'l que
h:rminó en d di·.in o~ mi t:o,tudio. La last;¡ de
t:mplt"tX que ruvo e 1.1rg.t. Siempre li.Jb.ajO .'nn
U 11'1Jno.) y g;Jntl el p.1n con -..udor. N unc.1 durv
llli.IC'ho l!n nin_guno ~,te lo empleos! princsp;llmen-
tc por l:t n:nunlcz.;l de los ri!.!mpos qul.! c.:un·1nn,
pcrlt t:tmbién " :JU".l de q ¡ in<Juic.Lud, ~u c:tdc...
ter quic¡quilloso v 'IU mC)pacidad parJ .u:cpt.;ar
ordene•. Conoció b pohrcLJ, no s6lo l• pobr<'73
.:alm<K:t del que eti .11 m~rgen d~ l.1 cxi t~nci.t,
.,~no Clmbién la pobrc7~ absoluta. con 1.1 Jrnc
naz3 dt.• n'lorirsc de h;ambrc. b vergücn~:.t dt: 111~11 ..
diJ;1lr, Ja humill.-tción de: i"<"t"OJ{'"T d CotltLnhhl de
l.tLa;. dc~cch:td:u:; y dcpcrdicil.,~ comn u11 ,tnim:~ l ,
.1borrcciéntlose J. sí mi~mu y con rcpu,cnnnt:i,l,
pero con la vi.Jra J.~uzltl.-. pa.r.1. de,cubrir un
tro~o de p>n depcrdici•dn. Y conoció l• e><iOi-
dad, no simpl~mcnt< b de e'ur dcsocupodo <ino
VH:J..V('t ANDARIEGO ROJO 45
t. que ,·ici• l• mente y narcotiu el espíritu; la
oc:iosid•d d<-«:uid>d• del que ..,•• tirando", dd
que ,., uraslta en Iarg;u colas •nte los comedo-
res, se acurruco contr:> el f.rio de 1• noche en
mus1.io~ o::u:ntO'i de mislón tri1.$ vcnHH13S en ).u
que JESUS
A
L
V
1
brilla en asperos letreros eléctricos contra el cielo.
Y entonces un día, con la granja ahora mucho>
:años :u.rás, M::~c lropcz.ó con su destino. Habi ;~
cstndn .sin tubajo dumntc semtln:lS, viviendo en
un.t HooverviJle 1 con otros parias. Un 3 ucomóvil
<e llc'lÓ hast.• la t·erca de estaca> ócstartoladas
que alguien había con<rruido alrededor del cam-
p•mento par> imiur la comuni~ad de los ~ene­
ficiados por la forruna, y de el descend•o un
hombre con aspecto b;cn .1Hment:ado ~n su ro~·
<ro. Preguntt quién quería trabajo. Algunos de
lo) máS 3Dli~LIO~ ,1~'1:trCntementc lO COnOCÍ~n Y le
volvieron 1.. copalda. Pero M•c sentía hambre
<!ll el estórn;a.go y un escozor en los músculos. de
modo que con algunos otrO se amontonó en un
c•mión que .cguio 21 •utomóvil. Los lleva~oo_ a
una gun barraca en d muelle, donde les SJrVJe-
ron guiso caliente y café. Después el ho~brc le
dio a cado uno u n tosco garrote y les d•JO que
se pusier-an en {ib y siguieran a uno de sus a$is..
[COtes.
r lU.n c:k cmtrt::tnca:a pan dQxup.~dOI ~" l.a gnn cri~
1u dt 1929 du.untc 11. prnideru:.U. de Hoovtr.
46 RELA·ros l'~IC:OANALiTICOS
Caminaron h3.lta un emb:trcadero por el •1ue
~gune» huelguisu~ desfilaban en ralo piquue.
Lua~do los hudgwsu, le» ,-ieron lleg>r, ,. dc•·ó
el gnto de u¡CJrncros!u mH:ntr:a.s cernba.n (ila.)
p>ra hacer lugar J otro~ que vcn!cn corriendo
dc>dc un muelle. J unn orden, el ,;rupn ctm ti
<IUC estaba Mac entró a la c•rgo. Luego ele b1·cvc
b>talla, la mayori~ ~• abrió pa.r hasu .liCJnlJr
el final dd embarcadero dr.nt.e esuba anclado
un b~rco. de carga junro a grandes cajoll<> de
maquan;~ru r piJ¡, de hierro ,-icjo. Empelaron a
t.:Jr~Jr esco en u bodeg1 dd buco. Mac traba¡ab>
:J.nlo~mcnre, contencn de l)cnlir la sozngte clrcu
lor otra vez por •us bra7.o< y piern.s. Esa Jlochc
lo1 r01111)Chudga. fueron alimenL>dos en el borcu
)' durmieron en mantos bajn cubierta. De<de fue-
ra, impedidos de uac>r a lo> rompehuelgas por
~n drsucamento de policía, los huelguista< lo•
muluban y maldrcian, pero con poco re<uludn,
ra que t!tos cr~n hombre~ h;¡mbriencos d~ Cu·
mida y de trabajo.
Al tercer dia el trabnjo eltuvo hecho, los ,.0,
pchuciA::as recibieron ~u p;J~3 y vino un camión
para IJe,·.lrlos de regre<n • Hoovcrville. Mac y u11
COmJ,2Ü~ro dej.:~ron el c:unión nllcntras p;a~:bJn
por Un3 'Í.l de frrrocarril. Alcanzaron un tren
dt car~a que iba p>n el sur. Cu•ndo el tren va
~nrría Íuora de b ciudad, a través de l•• tablill.l•
dd va¡:6n de ¡;nnado en que viajaban, vieron el
barco que acabal'"n d1• c>r,g:lr b•lanceánclo~e en
J., currienro.
-E...t• !]ur hicimo~ {uc.• ruñow -·dljtt t:'J .:um~
rañcn• d.: ~he-, v yo nn In hahrí• hecho si no
fn•r• por d hambre.
VULI.YI t 1 NU.I1't~.IU ~VJV
-,Qué tiene de ru•ioso eso? -prtguntó M.c.
Su compañero se lo dijo, y de es> •~plicación
surgieron muchas horl> en b•bliotecu con libros
gordos y un diccionari'l baruo, e.scuch.tr, hablor,
oír con nuevos oídos y hablu un lengu•i< nuevo,
>entarse en sillas de nti.mbre en vt•tibulos de
gremios y marchar hasta d c•osancio en redondo
en lineas de piquete, surgió Solidorif)' ¡:u'"""'
y jO<' Hi/1, vino el foUeto dd Partido con un
lugar para estampillas, vinieron nuevas p•l•bns,
nuevos pensamlentos, nuev~s acciones. Y b2cia
el fin dcl año 1939 vino una visir> un> noche al
consultorio de un médico de Nucvn York, un
.:mplco en un carguero rumbo ~ Morsello; luego
una larga y fria noche de caminar, correr, yacer
ltl aliento en lo nieve del Paso de lns l'trineos,
y por la m3ñana un "i.1je en c:amión, y por la
tarck cl repartO de pantalones de fogina y birre-
tes; luego marchar y una ~scopcu de madcu y
Unk, Zu.tei, Dn·i, Vu·r; luego, po[" fin, l;ts trio-
checas y las astillutl... pJ...:des de ladrillo de lJ
lJniversidacl en las ofucn• de M•drid, unn piStola
de verdad l' l• roja sang•·e de un mo•·o en su
b.tyoneu, y el olo•· dultón de cadóvcrc> de fas-
ci•us pudriéndose, pegado par• siempre a la~
venunas de su n;~ri7.
Cu•ndo terminó la guerra de Esp•ña, M~c re-
)lresó a Estado1 lJnidos. Se olistó en la Morina
Mcrc:wte y fue dC>tioado por el Partido a l•
11Cti.vid•d greminl. ILn ó por el mundn los nños
5Íguicntes, cum pliendo l.ts rareas asir,nadns por
el Portido con eficiencio y voluntad. Este trabajo
lo llevó a e:ottrañns lull:1res e hizo cous extrañas
parJ uo mu~hacho SJlido de un• !!r•nia de la
~···-·• • ...... "' ...u ...v u; 1 1 l ll 1 " '"'""''
zona oeste de Ohio. Ln política inter11> del Par-
tido nunc:t le inreres6, y a pe...~3r de l05 c.1mbios
de oricntoción, sus vuelcos y viujcs, "' adhirió
enrict:~mente a il línea. Cu;ando ~e deelaró la
guern contra Alemania y Japón, quiso alisurse,
pero se le dijo que • causa de >US antecedente<
como lucllador en E.'J)aña estaría martado en el
Ejercito de Esndos Unidos, y por consiguiente
5erviría de poco ni Partido. De>ilu<ioMdo pero
sin procc~tar, siguió con1o mArino mcrC:1ncc, pero
cuando la Unión Soviedcn 5e unió " lo1 1liac.los,
los que cstab:tn en la clandcscinidJd revivieron
como tocados por la varita de un n••go. Mac en-
contró su puesto como correo y hombre de
contacto entrt grupos de resistenci:a. y entre uni-
dadu nacionales del Partido. el trabajo era ex
ciunre, peligroso, y su vid;1 ap;l,ion;Jnce.
En el último aio de la guerro Mac sr co!.Ó con
uno camarada de Nueva York a la que llnbi.>
dejado embarazada. Este no fue un nsunw ruin.
No tenía nada que ver con las nu licio•a< ficciones
de la pren1a y Los periódicos omarillos sobre el
:>mor libre entre los Rojos. La muchJcho era ju-
dia, de firme~ principios, y virgen cunndo ~!Jc
la conoció. Habían escodo enamond~ durante
más de un año, pero habían postergado el cau-
miento a causa de !a muerte del hermano de ell~
en un ~1taquc aéreo en Alenunja, y por respeto
• 1:> tr>dición de su gente. Pero en el séptimo
mes de su •mor1 y en la primera noche de ,·elnción
sexu:tl, tuvieron un :ccldcntc con el nnticonccp..
tivo. En cu•nro termin6 su nño de duelo, 'le c•-
saron. Lo• mellizos nacieron en el verano ele 1941,
cuando terminó b guerr.1.
VU~LVJ:., JI.N IJA I II.l,¡U KUJU
Cuando llegó la pa.o, abc dejó de ;er impor-
tante p:tra el l'artido en l• !vbrio• Mercante. Fue
twufcrido a la industria pe..adJ, donde !<: lo
de<tinó • brg•nízar cacrtai obrero< especializado~.
l::n <.Sta ur<> fracasó miS<nblemente, por lo que
fue probado ro una >eric de urca• on l':ucn Jer-
~y y Pennsilv:1ni:a. FiJl:&ln'lcnte, recibió instruc:-
cionl!s de mudarM! con bLI hmilia 3 un lugar
cerco de Baltimorc, y pontne allí ,, disposición
de los jefes localcl del l)nrcido. Examinaron sus
anc:ccedentes v le ordennrnn rrabnjar en un;~ H-
bric., de cons<.'rvas donde lo< lmapiJdorcs y cmp.a-
<¡ucudores no estab:>n org•nízados. Los domaogos
cenia una zona de recorrido p>r> distribuir el
Suml<~) Wlorkrr. Esto era lo que hada Mac cuan-
Jo 'Íno =-1 análisis ...
En lo que respecu .>1 an.ílio;is, ~us csudios 1111
ciales, ocupados por el r~btn d• il hi<toria rupcr-
fici.>l q ue hn sido csboz.>d.>, fue una verdadera
Jun.> de miel pnra !vbc y pnu mi. Se rccup<:rnron
cxpcrienci:IS e incldcn tc~ lnrgo dempo olvldado~,
y 1e elaboró un esqucn)J l ~rande§ rasgos de In
per>Onalidad b:í;icJ de ¡'viJc. Rcconoci6, muy pO·
co tle.pué• de haber en>pe7.Hio, que habia bechu
un• noveia de )~ orígenes de su fanúlí:l; que
I1JbÍ01 m.&otcrtido un~ .Jdmiución reverente por
<U abuelo, indu~ .tunque d :anciano, :.1 cau.u di:'
<~.U gr:tn UJO:'IÓO e impon!ntt! pCr)()n2Üd~d, lo
habin aterrorizado. Que hnbb odiodo violenta-
mente • la mujer del abuelo, pero que -según
un bien probado aforismo •nn.litico de que el
niño se idlo.'.ncifica con el pro~eniror frusrrantc: $C-
¡;ún el defensivo princirio: "<i no puedes vencer-
los, 'Úoece a e!los"- lubb adquirido y absorbido
lil 1rJ ATOS I'Sf((l+'IA I IllCOS
muchos de sus r.sgos. TBmbtén se dio cuenta <k
que U ama de leche lo habu convectJdo en un
s<" ncepcionalmen<e dcpcndt~nte, v qu~ la ma-
vor putc Je m tnqmeLud a lo largo de 'u 'Ido
provcn1a de unJ. cornpul~ión interna a bIIIC:.tr
s1tunciones que J'udicr.ln ser equipJradas en ~u
inconscicnlc con eso feliz ,it u~ción de tclol some-
timiento • algo o alguien en quien confi.ra pie
n•mcntc. Logró a.lcmis .1lguno< notables mtixbl•
sobre ru vid• scxu 1: por ejemplo, que cuJndo
,u abuela le sa<Ó bru<c.lm<nt.: el chupete que
cnab~ contu.ntement~: tn u boca, esto fue un~
castración simb6lic.1 (el globo de núd rcprc~n­
U I,do para él, por dC.ttJ)b?.2mÍcnto l1.1cia a1·rib.a,
<1 ¡>ene), y que en J.a< .lctividldes S<!Xualcs du-
r~nn· !.1 vida .tdulu 'icmprt• 1~: ponía ;n)io.so un
vagu pero ha;t> entoncc< nunca comprendido te-
mur a confi.r ;u 6rg•no 'o<!xuol a una mujer. De
modo quc nunca poJia permitú: que >U mujtr
u otr:u: rnujeres con las que hlbÍ<J estado. tomlr:ln
c:n l11 tnano o quf" lC3rki:u:tn sus genitalt~. y :1
pesar del placer que ob«nÍJ de In relación lil!~un l,
Sl~nl¡>re se sent!o al¡¡o >liviado cuando al iin<1l
podi.1 ~plrtarse. l:.n rcl.tci<Ín con esto, reconoció
que unl costumbre a la que nunca babia dcdi
c•do el mas mínimo penumtento - la de or al
cuuro de baño y orinu en cwnm (,, relación
..:xual había terminad~ era m realidad una
pdcriea que establccier.l pora poder cxaminor
su órgono y asegurarse de que aún cstabo olli,
intJcto e ileso. Y el rcvcr~o de es-ro estal.M tam-
bién inconsciente en Mac: que el pene no <61o
podt3 ctr d~truldo, ~inu que en sí mismo cr.a
un in«:rumenro de dc<trucción. Recordó cómo
VUE..LVJ!, ANDARil:.GO ROJO S1
b mujer de ~u abuelo lo había c.onsidendo •l~o
ob,ceno, sucio y objeto de verguenza que dcb~>
o;cr aborrecido. En 1• profundidad de su pensa-
miento él también tenía b mismo opimón, pero
también lo usabo poro coscigor a la mujer de ~
tbuelo, y su crónica condición de ocinorsc cncl-
""' ba<tunte má~ all: de los ocho uñm ~e debla
nc> .ólo :t la indulgencia de su ama de leche, al
dc<cuido de lo hija que 1• sustituía y • uno ex-
pre«ión inuticubd• dd deseo. de ser .ltcndi~.o.
sino que era urub1én un d=fu> }' una agr<!>lOn
contra la mujer • 1• que tenía que Jlam>r Ma.
L. recuperación de t:lnt~s r_ecucrdo:. )' ~u. da-
boración e.n bs sen·~:tn:l~ stgtueotes perm1ueron
J M•c con mi ayuda, llegar a una rn~;or com -
prcniiÓn de sí mi<mo y de los móviles. de su
eondueu. 'Empezó entonces • v<rs< b•¡o una
nu<V:l luz. Cayeron un:a 1 una bs m.isc1r2s que.
habíl tstado u"ndo p•r. ocultarse dd mundo
y de sí mismo. Ba¡o cod•s las poses que habi>
.~tl.>pudo pan esconder su verdadero !ostro. <ur-
¡;i6 el retrato de un odulto con la pS&colog•• de
un niño, de u n hombre equipado puro ser un
hon~bre, pero hJmbrícnco del régimco ,le vida
de un bebé. Cuando reconoció su núcleo de de-
pendencia y su agrc<Í6n brent<. se ~umpió b rc-
prc<.1 de su nbi• Íllterna, } por pnmcro vc7 en
l'nUchCK :1úos cn1pezó : ~en tir otra ve't..
}vfac empezó a ocntír agu damente, profullda-
mcn LC. l'.n la primen dfn¡;:t de reyrcm del <e•l·
timientu se sinti/1 ~'nnu el que. bt1 c~udo el-ego
durante mucho< .tño )' que. por miiBgro, recu-
pera (., vista. 1ltnb• • "' alrededor. v por t~l.<
•'"''~' sólo hahu culort< brillante>. 'iu '•nudos
12 IH 1 A 1OS l'~ICO<NJJ..Í IlC.OS
rcaccionJbJn a h vid>. Por la noche c•minaba
)'Or l>s calle> de la ciudad olfno•ndo sus olores,
<on•cmp!Jndo sus luc~ )' disfruundo de sus so-
nidO'. 1n su ttab>jo se volvió •n1mado, lleno de
cner¡;i.1. En el análisis, dia tra; diJ, d•b• salida
• In <]U< por tonto tiempo h•hiJ r~primido. Sobre
lh cabe' " de los qu< hnci" mucho ricmpo es-
tnU.m muertO!!., o ha'ita :1 h0 1;1 t:Jivid.tdos, dcn-.,mó
el ''itrioln tic 13 J'"•iÓH, vcndb11do mucho de su
furi.1 dirusa pero incxprc»do. E11 l• in1imidad
rcrm¡,¡,... dt: mj estudio !lt .1livió de )u odio para
todo el que algun• 'C2 le habi• hecho desaires
u lo h•bia insuludo o !animado. dr<dc la mujer
de m abuelo h= >U> p>trones y hJSu los cstc-
rrotipu; comuoist.os de propagJnda del partido
que k lubian proporcionJdo. M1entras unto se
ob~tr·ilba a s• mismo cuid;ttlo~.amentc y con un~
nucv:l  isión en su 'ido cotidinn.;¡, Vio b.s pe-
qm•ñn, muc>tras de sus >nhclos de dependencia;
'Ín c6mo forzaba 2 b gentl' n I>Oncrlo en rel:.t-
ción de Jcpcndcncia h~cia ollo1; cómo estaba ávi
do de 1> !><',~uridad 1nfan1il que obtcnÍJ cuando
en el nü< J>equeño asunto pndÍl ponor<e •l am-
paro de orro.
Cn <'te período sólo M•c '<'guia fru>trado y
porturtlldo en s1• 'ida <exu•l. l!n el colmo de
Hl cn{u~iasmu con len resuludo~ ~l U1." hnst~ en-
ronce' había producido el .1n:llisi<, intentó dos
vece IJ rcbción S<xual con a111i¡ps. De la pri-
mera <tilu:ación contó que h;1bía >entido excita-
ción sexu:1l. pero en ninr.uno de U~ intenLos ex-
perimentó ui Ull omago de potcn(ÍJ. Ambos fue-
ron fraCJIO< toules. Pero 51 no hubiera <ido por
eno, :IJc habría '!ucdado s;~tí<fecho con sus pro-
V11 l  J , , 'f0Aill l GO ROJO 5.l
¡;re~<» y hJbn> querido terminar prem•turl-
mcntc su tr.lunuento. Yo, por supuesto, tntcn..
JIJ que lo que esubJ sucediendo era una "cura
tcansferencial". v e<pcul,. el momento en que
la endeble csuuc1ur.t que el csuba corutruyen-
Jo se dcmtororura. Yo <>bia que ~1 sólo habi>
.tr.tñado en b !~upcdiciC' de su neurosis; que lo
•tuc hasto ahora se l1.1bía logrado era el rcsulrado
de aliviar la p1'1'Si6n ·' u·avés de lo descarga, del
l111ig/Jt nimio y ' " f><rficiJI y de la desviació11 de
to<b' las carg•s que soportaba hasta ponerla~ en
mi l en cl prOf.:CSO del Jn:ílisis. En mi encontro
un oucvu reccp1.kulu en el qu• podb dcrumH
 "'bri: el t]UC poclb 11royccu.r 1.- 0)3teri~ } t<en..
t.·aa eJe su vid.t. OutJntc este período nu!nrJ1
rt!bciones trJn m.h que cordiales, por lo menos
m lo que rc>p•·cu • M.1c; pero yo, que habi>
p.l..ado much:1.s 'C~C~ .lntc) por este proccro, pu•
di.1 detectar lo que C><Jb,, oculto en él, y el ha-
rÓLncrro intL"rno dt: mi cxpcricnci:J previa Col,
mucho) p:tdcntcs m.: prc,tcnia que había ror·
J'tlC1Ha en el hori7ontc.
rmo. ,. cumdo c~ulló fue con furia.
Un di;, en el cur~ de uo.t sesión, 1lac mcn·
c•onó que h.tbil tcnidu un rueño que contidt·
r.ba ton<o y que no v•li• la pena contarlo. !-la
IH.t t{'nido sueños .1 11tes, y habían sido mininlil·
mente producti vo~ en .,u mayor plrte, aunque
lubíJ.n proporcionndo v.1Hos:ts claves dt: MI~ mo..
Liv;u:iones e i•·npulw) )r le ha bí ~ n servido cumo
puntos de panidn 1'"'" .1.oci>eioncs. Pero en la
f.1~e inicial dd p!iCO;ln:ilisis, ecneralmentc no in-
,;,to en un on~li<i< del sueño en profundidad, por
tl!mor a pro,•ocar mucri:al inconsciente que mis
RELATOS l'.fCOANALÍTlcOS
pacientes no e.st.ín qui7.Í preparados aun par2
mancju. Por c::oruiswenrc, no había msistido con
~be respe~to de Jo, ~ucño~ Puo cuando un p•
CÍt'.nLt, como hizo ~úc na vez., dcsvaloriz.:.t un
sueño, he encontr.do que por lo comun significa
que su sue1io es particularmente importante en
el momento, y no "' k debe descuid>r; que ~1
paciente se da cucnt> de su significación, pero
l• teme, )' espera <lUC •l no darle imporuncia
de,,.,.ri la arención del an1list2. Ademis, be cn-
cuntndo que C>t3 actitud .ignifica invariable.
Jl''lcnte que cJ .sueño en cuestión se r~lacionn e.s..
pccia1mcnte con 1~ crlliHfcrcncia, estu es, con 1u
relación entre el paciente y el nnal.is~a, y que las
razones prtncipales por I,>V que el paciente bu$·
c1 ¡;uud:írselo son que, o cem< perturbar la tran-
quilidad externa de la rcl•ción, o no d"""a en-
tregar un arma pot<nCill contra el analista que
el <ueño le lu dado. Por cun.iguienre, pedí a Mac
que me contara el ueñn. Luego_, c:n.s algun;¡ '"'~·
cibción, y protestando que ~crb una pérdido de
tic111po, reinó lo ,i¡¡ui~ntc:
"Estoy C.l.nIUJ.ndu S"''" C]l.lrles Strtl:t (t:n n:alti
m.lre) h.;ci3 l.1 pl.aJJ Mhunt 'ernon.. No h)y lr-'(1-.-,,
tn b ufk r tu~c- o~ f"'IOY $0lo. No hay n.tdí~
dttrú d.:. nu.. rc-ru ,¡.,.nh, pasos. Esto rn~ ~nnu, y
ilbro J:a bon r~tl ,:_r.ur; ~ro CU.&nJu lo ha~ 1C
me nc b Jr:nvu.a ;al •udo. lino no mr -orprende¡
la h"•;mtu y 1:. l"l11l!,•l ''" el bob-,Jlo, )' sir.o c~•ni­
tloJnclo.
''Od:~ntc d~ m• 'l'u d nlanuml!:nllt (d monu-
lllénfu .J G1:10rgt' WHh•nJ.:tHn !n l.a pJ;¡u ,11)unt Ver-
JUlO dt- B.Jititnor _t Ah 1rl me Joy cuc.nt.l dt qut ti
I..1J • •k l.a o lit- 1wv t 1 q11 vvy nt.i muy ilun,inaJu
•lOI' el VJt pero d otnl f.ufo n-ti (KL.-uro, utt tt(gfu.
tnn,_a ''Ct :.1 h- n1hr'" que ~"ti '-t.:.uit Jc: m•. ¡ttru
VUEL'L, Al. llAU.lH;O ROJ ~)
c,u e-n tl otto l.aOO tlt b l.JUe. en el l.a lo tlKtrt'•.
tl,u,..;:~ no praurmc b mi minatt•u .alcut..-.n. p.:oru
~ .alguu mudo Ucntd qu. <n rcñid.td nt<' tni oh
n J;ndo cui<bcJ.c,.amcntc. C:~miuo Jft pcxo: crnrte-
7..('1 a sentirme muy t.ll'h~do. T~ -.ll1'1-<1dn qut l('C·
n,h puedo Lc'~nur l.n f!Ícrn:~t, r: la plua 1nunt
'cmun parece cstilf J muchas milla• de dl•uncn.
l.:.rnpi<:Z1 u ¡HctKup:trllW porque: nvnca l1c,¡HÓ :~1 mo-
numento; ¡c>stoy t.ln ;Jnudo! Tr~[O de UamJr .,1
hombre p:1t.1 que. me ayude. pero no tcni'IJ ltn);ul
y no puedo pronunc:i..r n¡ ~an sonido. 6uKY b l~n
~u.1 e-n m• bolWIIo, ptto no esci mis. Resulto Ut:
nctic:atncnt.C': ,. me dt,ritno uc-noriudo .:on la4 u.-
b.otn.ts I'C"'udu'-"
Cuondo hubo terminado de relatnr este >urio,
~he lo desdeñó dici~oJo quo <!'a tonto, y me prc-
¡;untó si realmente p~11s.1bn que valb b pena
<:Mlplear ócmpo en malinrlo. Me nuntuve en
,lJeneio. y dunnte Jlgunos minutos ~be $e mo--
,-ió incómodo en el divin. Luego. malhumora-
do, dijo que d suc,-,0 no significaba na.da_ pan
él: no tenia seoti,fu }. no podía dar USOCIOCI(>MS.
Yo ~ugerí que por lo 11eno~ parte del <imbohs-
rno del suefio eu obvio, q ue b:1ria b ir n en cqn-
,;dcur su signiíicaci6n P"" el an:ill,is. M.1c se
opusn con una maldición y dtjo que cr> un r.on·
to por haberse n1erido en un :lSUDto un c)tup•do.
¡Muy bien! De modo que perder la lcngu> en
el sueio significaba que no estaba hablando. · ·
¿Y qué? De cualquier modo era todo una bu.
¿'De qué le ~rvín? ¡No_ era de e_xtrain: _q~c el
Pnrtido hub1era proiCntO d ps:connól•s•s. De
cualquier modo, ¡cómc> podía algu!en curar><
«<lo hoblan<!o? H •bí• enado h,bbmlo, h>hlan
do. habl:ndo duunte mc'IC<, l' todavía cStJbl un
56 Al:lATOS rSIC.01"' ALÍ'lJCOS
lejo; de su met3 como siempre, y c~ns>do tk
esto, h•rto de todo el o.unro. En esre punto, lo
señalo que .hor. csubJ r.•almente ¡»ufr~JC>ndo
una pure del sueño, h p>rte en 13 que emp~<tl
;' esur a.goudo y sin c~vcr.ul.Zas de .alcanz.tr !tU
dc~ti no. Contenó que e) J'11CH'Illmento era por eitJr-
tu lii'U rcprc~cnt3ción lHJccu-ad., pnra  U mct.1
>nllliricn: tiene la fornu de un fa lo erecto; y qw
en B::~ltimorc, quiz~!t ~ cauu de e5tot cl p.1rquc
que lo rodc:> se h• con,·cr<ido en punto de r.unión
pan homo..:~u•les y pro>tituu<. Que P·''-' ¡>Or
•lli <iempre que tiene que " •l luc•l dd Plr·
tido, Jlrededor de do' o tres veces por ;em>n.t.
-l!vidCnlCJnl'IHC, CIHlOCCS -dije- p.tr.l lle-
gar JI fn lo erecto, o ~ca h1 potenci.t, ticrll.' (li.IC
lt•blu.
-~o ~el un prc,umido -conrestO Mac- .
Yo ':.biJ «:(('~ ante~ de conurl~ el Ucno. 1.·rc"'
h•bl•r tiene mis si¡;nific>du de lo que u'led
píent.:..
-Fn d rueño -dijC'-, u~rcd pcrdío la lcn-
gun cuu~do pensnba que lo estaban siguit..'IHin.
;Quié11 lo tcgub?
-Uncd, por supue•to -re«>pló Moc . U~­
red >iguc roda p•labr• que yo digo.
-Pero usted no se wrprendí• cuando "' le
caÍ> 13 len¡;u2.
-No, no me sorprendí. -suspiró Mac-. lle
sabido roclo el tiempo que tendría que cerrar l•
boca Cn algún punto de CICC análisis: cu•ndo ruc-
rn nccc53rio hoblor del P.trtido.
-De modo que usted prefiere el <ilencio, por
con<iguiente l1 impotencia, ant« que habiM tlel
Partido -contenté--. Pero ¡por qué buscab> un
VULL.Vl, A SO.tRIEGO flOJO
i ren<ncamcntc ll lengu• en l• .egunda pute del
rueño? .
La agitación de Mac se tornó evidente. fncen-
dió un cigarrillo con manos tembloro.•_u; su fren-
te se cubrió de sudor. Lentamente do¡o:
-El sueño muestro que mi enfcroncdad Y el
l'artido están mczchdos. Supongo que lo he .a-
bido todo el tiempo y me lo temía. Por lo que
usted dice, supon!(O que el asunto de que la len-
gua se C;t)'Cr.l (ignifica má~ que no querer ha-
blar: s.gnifica caStr3rme.
Lo inrcrrumpí aquí: ..
-El primer dia q ue hable con mrcd me dt¡o
qu~ gustO.'iO s~ crucificarht ~¡ eso sirv¡crn p:arn
que el soci.tlismo llegue un monuto ?ntc<. Lo q_uc
esd diciendo Jhor• es que se casturta por la rrus-
m;~ razón.
-Y lo huía.
-Lo está haciendo.
!.he se volvió «:n d tliv2n y n11.· miró. Pude ver
dolor y tornwnto en sus ojos.
-Usted es un tipo d uro -Jijo.
$1! voh·ió Otl'!l Vt.'2 y c.ootinu6:
-Pero ,upongo q u- no tiene m.h remedio que
rlo. .
Est.lbJ mh tr3nquilo ~hou. micntr.l recapl-
tubba d •ucño hasu c<te punto:
-Veamo~. El Pulido y la potenci~ esrán li-
'.~Jdos en llli rncntc. . . . cómo, n.o sé. Pero su-
pongo q ue p.11·n re~ol ver mi problcool~ de potcn-
"Í.l tengo que hablar sobre el Parto<lo. ~~- no
lublar del Partido me estor ca<trando o eligJen-
do delibeud~m<nte 1> castración, como die" u.s-
~cd. Mur bien; ahora, ¿a dónde vomos de aquí?
lS '" I.A 1<h r~¡c oAr-.Al fnco>
-Al monumcnlo --<omc>-té.
-Serí2 muchu 111Á~ f:ócil llegar lusa •llí -di-
jo- si usted (ucra comurun•. Enconces yo l<
habl>ri2.
-¿Quu:rc ustt·d dct.:.ir ,¡ me pusien dl" su J:a.
do? -progunte .
Ahon todo d Ueño quedó ubicado y .>i¡;uió
un rorr<nte do asociaciones. Yo (el an•lísta, d
hombre dd •ueño) C>toy comin:tndo en l2 O·
curidad. Un proposito no tan inconsciente del
análisis de M•c es conseguir que yo me pong.•
de su lacio, o sea que n>c una al Partido. Esto no
.sólo me beneficiaría a mí: siempre lo :.tyudtHÍ:l
a él. Nccc•ila nyud,L para llegar basta el monu·
menro (b potencia), pero teme q uc pua obte-
ner C(.l .arud:a tendni que analizar su rd:ación
con d Partido )' rcvch•r secretos. Si el onalisu
tan <ólo pudiera ver la luz y ponerse de su bdo,
él (l.bc) podría hablar libremente y ser avu-
dado pan con<e:guir la potencia. La per<pecriYa
de impotencia continwda es ate=don, pero.
-aunque quicien., no puede cont2.r wdo 1o que
tiene en la mrntt. Hay oecretos, confidencia<
que no se pueden confin a nadie que cst~ fcctJ
del Partido. ll>tu~ 100 tiempos dificile~ paro <1
Partido. A menudo, mieotr:tS esti en el div5n
tiene que naprirnir un pen!amientn) una dirc:c·
ción, un nombre o alguna otra cosa q ue le p•sa
por l• menee. Cunndo lo hnce, se rompeu ln
cadenas etsocl~rivas, de modo que nunc:1 :'ic pon..
drá bien. E• un tonto por haber intentado cst.t
empresa. Quiz:i In que debería b~cer es ir:.c y
dejarse JmpUt:ll" el pene: rerminar con Eodo d
li · n q'"'' dchcr~> dci LC el >n:íli<is. oh·id•r qu•·
I'VJ:LVE, A"'DAillfCO 1v,Jv
n unpou:ncc. Tal como esd11 l:1~ cosa~~ c~d SÍt!m-
pre temiendo que s.: le csc>pe "lgo que se le ha
confiado. Yo (el •n•liror•) SO) demasiado listo.
Lo han advertido en contra ll1lJ. Sé ~acar con·
clusioncs. No se pued,· confiar co mi. ¿Cómo
puede saber? Quizás yo ..,. un agente secreto de
l• F. B. T. Sabc que un> Ye7 trabaje en uoa pri-
<ión, una prisión federal, adcm.ís. H•y rumores
de que m Los Áng<lcs y Nuen York agentes
feder.Úes se hacen pa<ar por psico>nalist>s y ex-
traen secretos políticos de 13 ¡;ente. Y t~>mbién
sobe que practico hipno1is. ¿Qué pasaeln si yo
lo hipnotizara algún dio y le hiciera !negar todo
lo q ue tenía que oculta¡· Cll interés del Partido?
Luego del "nólisis de <'Ste significativo sueiío,
Mnc empezó a tener imensas J'C>iHencÍ:J.S. L~
transferencia negativa, l:lt~JHC" h:1~t:1 :.1hon, se
l'cvelaba en su silencio, sus modale, :isperos hacia
mi y su rudez.a. Corrían l:2s horas núentras
Mac libroba un consunre comhue <abre si po-
dia confiar en mí lo h>stantc como para hacer
lo que sabía que tenh que hacer: :><OCiar libre-
mente sin consideur el conttnido. La interpre-
tación consiguió poco. CuJndC> vlnculé su a.cri-
tud actual hacia mí con ,:u :tctirutl anterior ha-
cia la mujer de su abuelo respecto a 6u< <ecrcto<
de masturbación y juegos <exualc~ con animales
de la granja, se encogió de hC'>Ilihro.s. Cuando
rcbcioné su sllcncio ~ctu"ll con d )ÍJcncio ncos-
rumbrado de su padre durante ru corta vida, y
le mortré cómo eruba ligado a In sen<ación de
haber pecado contra d abuelo, me ~cus6 de fan-
r:1~:lr.
Luego e~r:t re~i(l<"nci;~ tom(• un nu-.vo c:tril-
60 1t 1 1 1'0). I,SJCOAN AUTICO~
En 'C:t: de p<!l'm.,,cccr collado, empez<¡ a habbr.
Par~ un obsuvodor inexperto, su producc1ón de
entonces habna parecido asoci:lción libre. Tenia
toda la ap>r1encia de un flu¡o de ideas, pcn>O
mientos )" experiencias ~ rl!nricción. Rcbubl
incidentes de su dJmorog C2rrera como cor-reo
'I<Creto; de<cribu 1,. personalidad~ que habia
encontrado ) al~uoas c;pduznaotes a•·enturl<
sexuJie.s. Junto con eno empezó J. r~gJ.brmc lt-
ter:tcun cnmunitJ. F'n cad.t #isit:t m~ tna.t un
libro o un panfleto, y wlí.1 cmpcz;a._r su~ .scionc~
discutiendo al¡;ún punto planteado por un fo
lleto o ortícLIIo que me hJbia <1.1d<> en !,1 hor.• an-
terior.
Ambo~ ubiam01 q "c Mac, cluranre es" hsc,
estaba u1.1nJu tOdo rocur;o posible par:l cvitJr d
problema. Su imitación del proceso de asoci.•-
ción libre cr:.1 un recurso de rodeo p:Jr:l -;atidJ-
cer >u deseo de rewlver ;us probl~m» sin au-
cu el núcleo central.
Sus regalos unían el propósito de convenirme
al soci1liml0 mihtantc y •1 mismo tiempo dt
sobornJrmc. Su, intentos de- convertir b~ e·
siones en un foro par.1 discutir el marxi~mo t(-
niln en realid.1d el propósito de conwncerln .1
él mismo de su propi;¡ sinceridad ranro como de
actuar tn mi propio beneficio. l'ero. por fin, lle-
gó una se~ión en que M:ac ya no pudo engañ.tr'le
más 3 si mi11n10 y ~e dio cucncn de que no luhb
conseguido cng-ai.1rmc n mí.
Recuerdo que :Jfucu bntmaba una rormcnu
de nieve la tarde en que el an:ili<is d" Mac llcg<Í
a un pun1o culminante. Porecia b:utiado cunn-
do st' tcndit) rn l'1 div~n; eJJcendjó un ci~:trrillt
v•
• d •y cllpt:lO en un Lono n1unoc01' e que s.enu que
U).ilha p;¡n encubrir unil éXCitación Jotern~:
-~fe están moviendo el pl~ otn 'CZ -Cil1Jle-
zó-- Vengo de !;, e»• CCIHr>l dd P>nido. Por
L forma que b•bbn es <Óiu cue>l1Ón d' tiempo
hau.t que me re<:mJ•I>ccn en b i .ibric• de con-
en JS. Dicen que cu.ín bu!Cando un lug•r en d
que me adapte mejor, dondt.: <e.t mj-. cfic.tz.
-¿Ha frJc:as:tdo rt.tlnh:ntc? prcsunt¿_.
M.ac se encogió de hombros.
-Sí, supongo. Con el an:il1<i< ) tndo lo de-
mjs, no he esrado dnnJo ,,¡ tr.IUJ)u lu qu~ n<ce-
~it.1. Pero, jpor Crl.sro! Dctc,lu '-l UC 1111: echen
así. Si por m i fuera, yo ...
-¿Qué haría? - lo lllcn • ~­
Mnc ~pagó su cigarrilln.
-Nada -dijo.
Luego. despucs de un momcntu de silencio.
continuó:
-Vea, Doc. Esre .málisi< es un fncaso. ¿no?
-¿Por que me lo prc¡;unu?
- Porque estoy penslndo en pbnurlo e irme
Supongo que puedo repartir panOctos en algún
otro lado; no~ ncc~"<:J.rio que C.l en Baltimore.
No tiene por qu< <er en Balci•norc.
-¿Pur qué piema que d ,1n.lli;is es un fra-
CJ~o? -pregunté.
- Porque no voy a ningun.1 p.~rrc -contt'l·
ró-. Vea: ayer saH con una c hica, )' todo lo
q ue hice fue baboscnr!J. Y nhor.1 me dicen q ue
t0111b1én Soy Un fr.ICOSO Cn mi li'.IOOjO. Y SC
q ue soy UJ~ fr>caso oqui. ¿Quiere más pruebas?
- levantó la mano-. r,pcr.: -dijo-. 'é lo que
va a Jecir. Pero no pueJo hacerlo: e><> "' tullo.
JU o'1'0' PSICOA ~.,L..¡, ICOS
to puedo ;o..,.:iar libremente, y ..; que es 14 um-
c• s;~lid:l.
-¿'{ por qu< no puede? -lo pre¡;unté.
-Porque tengo miedo de dejor escapar $:•
crctos, por c~o. Porque si llegnn a dejar s•lir
lo que tengo en In cabez• seria ~ntigado, por
e>O. Porque a pc,Jr t.le la confi•nz• que le ten·
~;o. no coniío en usrcd lo b><unte. Tengo din~·
miu adenrro mío; secretos del Partido, nombru,
direcciones. Y a. cada r;¡ro se me )tr:avjcs.an por
l• menee. Si llcgnro a abri•· lo boca, escup•r•·•
todo. No puedo hacerlo, eso C$ todo ... ¡No puc.
do hace.rlo!
Entonce.s pedí ;¡ .M•c que a>Oc:ian con l:lS p•·
labra< ..dejor e<eapH" que habion apuccido m:ls
•JUC ocr;as en discu,jones que habflmos tenido
sobn: su resiottcnci:'l al an;iüsi~ y en conexión cun
d P>rcido. Lo hizo: era w1a expresión idiom:í-
rica y vulg;ar p:lra b micción; l:a mkción es un~
función del pene; 1> oua función del pene «
rr>n<porur semen. En este punto Mac soltó do!
diván y se volvió haci:< mí perplejo y consta-
nado.
-¡Santo ciclo! ~xclam6--. ¿Quiere usted
decir que ... ?
-Usted ha c<cado revelando inconscientcmcn-
•r <ecretos del r.rtido todo el tiempo --comple-
tó por él.
Empezó a par.carse por h hotbicación, mós ogi-
t.ldo de lo que nunca lo habla vi<to, murmu-
rando para <l, una y otra vez, palabr•s que en·
tendí qo< eran: "semen. secreto• del Partido,
dejar <!Capar, babo«ar .. :• Luc¡:o se detuvo an·
te .,.,; ..,,¡, y mt miró =ruudonmente, míen
' C LiLV 1• , 11 0ARIU30 atO) O ú}
tr·~ ro hacia lo meJ"r que podÍa pan parecer
tranquilo, a pe$;1r de mi alborozo por ..ber que
.su sesión llcvMi> d :tnálisis a un punto culm•·
n:tntc.
-Déjeme entenderlo bien -dijo-. De algún
modo parece que el semen r los secretos cltán
mc7clados en mi cabeza. De modo que cu:tndo
tr:ato de acosurme con una ch1ca y t:)·~e:un ~r
tni!n, significa que lnconscientcment.: e-sto~ de..
j>ndo escapar ..crcros del Partido.
Abrí la bocn pM• interrumpil'lo, p~ro levan-
tó un~ mano p.u;a que me contuvicr;~ y s~ cubrió
los ojos coa la otr•·
-¡Espere! ¡E,perc! --ordeno--. E<ci cmpe-
nndo a cncaju cn su lugor. [n rc>hdad qu1<rn
revelar esos secretos, pero no puedo hacerlo con
In boc•. Entoncc lo~ dejo[>.)¡;,. por el pene. ¿Por
qué el pene? Por<Jue en alguna porte eso c~d
lig•do con el P.1rtido como d semen est:á lig•J"
con los secretos. Si pudiera conur esos secr~to
con la boca, quiero de~ir, quiza podril tener un::a
Yerd>dera eyaculación -se detuvo, y su perple-
jidad ~ra evidente-. 'Pero, ¿por qué querría yn
revelar secreto; del Partido? ¿Porq u~ son un.•
carga dema5iado grande para mi? ¿Cómo es«<'?
t by muchos tipM que saben mucho más que Y"
¿Por qué debería ofccunnc de <<te modo?
E.<u vez era obvio que e<tab.• pidiendo u,,,,
rc~puesta.
-P:l.r.t C.l'lcOnlrnr b respuc~t.l ;a eso --dije-,
probablemente tendríamos que rrofllndizar m:h
en su vjd• sexu1l tempnna. Pero de anrem>n<>
•·o rupondria que •u deseo de rc••ebr .cereros dd
P:~rtido -.igniflcl qu<' táenre Utt'd l~esión hact:a
"t 1 f rO~ I'S if'OAN LÍTICOS
el P~1tidu, y qui7:í esto tengo que ver con l~
equiparación entre el Partido y su abueb.
Moc volvió •l div:ín y se arrojó ~bre él.
-ll.lce Jl¡¡unos meses -musitó- me habrí•
rddo cn su can si wted hubicn dicho eso. Aho-
ra no enoy un ~guro.
y por el relo de esa hor> hizo poco ma quc
cxprt.·ur )U ~sombro ante lo que había :apare.
cido antes. Cuando w despidió cs. tarde tení.l
un c.tado de inimu muy diferente.
En fiU ~sión ~i_vuicore, d~ dias clespu~~. Mae
relató h primcrJ e~periencia sexual exitosa que
hobin tcniuo en muchos año>. HJbia logrado y
mnntcnido un:. f uerte erección, y la cxpcrien...
cio de eyaculación hobía sido in<ensomente pla-
c~:nLcra. Su rntu~i:amo no tenia Hn1itcs.
- l b.1 a mandar buscar a <u cspo~a; reanudo-
ti:tn iu ''idl anterior; harían ...
Aqut !>C contuvo.
-¿Cree u<ted -pregunré- que sus proble-
m:as c~t.in resuelto')?
E•to lo sosegó. Suspiró.
-Supon¡:o que no -contesró-. ¿Pero es rt,ll
mente nece~Jrio continu~r con esto? Después dr
todo, ahora se! lo que hay cletds.
-¿Pero lo !>be re.llmenre? -<lije-. Me pl-
r<ce QUC tlcnc ¡')OCO más que UOJ fórmuLa, UMil
<cric de ccuJCit')ne• fundadas- en una~ pocJ~ huc-
na~ <upo.~iciouc. Yo dirin que ::u'm hay muchC'I
que andnr.
Oc 111o0u tlUC Mnc <iguló odelante.
En i'~t~1 IIIC~i6n, )' por alguo~s setnlln:Ss siguicn..
re~. ilc se dio cuenta de la verdad de c<U úl
tinu afirm.1ción mía. Porque entonces se abrió
VU LLVP, A NflAI 11 (~() llOJO 61
pa.n nosocros el vasro p:tnornm:l d~ su scxua~.
dad infnnril y la inttnridad de <us antiguos sen-
umicnros conrra su abuela. 1· ntre esros y lo for-
ma en que ambos se rel~cionaban con el Par-
tido, el Jn:íliris iba t<jiendu la rr~ma como la
l•nudera de un telar, adelante y >tds. adelante
y arris. Brotaba de ¡.he un• serie en ap>ricncia
inaC2bable de recuerdos contodos con mucho de
la pasión original de un niiío siempre bloqueado
en su e..xpresión, c~tl;a un¡¡ de cuy.1s accioocs c:r.a
considerada "mala". Recuerdo> del anhelo de
amor y aceptación, de 1:1 sc¡:urid•d que brinda
una palabra o ge~ro bondadoso y del ordience
odio que eventualmente lle¡16 n ocup.u el lug;~r
de esto. Luego, en unn ovolancha de recuerdos,
vino lo que habí. csu1do oculto. incluso parl
Mac, de las p1·imcra~ ondulncionc~ de esa marea
~exu~l que iba a arrastrarlo dclpué; hasta el bor-
de de lo desrrucción. Al principio, lo que tenh
para relatar no era m:is que la his10ria común de
los ,-icisirudes dd ill)pulso <exual en desarrollo:
pero en el caso de M>c, luego de su rraslado a 12
gr:anj• del abuelo, <'Se impulso SC'XU>I, se torció
p•rológicamcnte. De iMtrumcnto para la recep-
ción y comunicación de placer y órgano primor-
dial de reproducción, 1u pene adquírió una nue-
va significación a medida q ue el niñu vio cómo
ese pene y su comportamiento afectaban a i}<ta.
En resumen, se convirtió en un :trma, un lns--
crume iH O de venganza, y t'l1 ! ll vidJ de f;1ntasía
Jo consideraba -sin s>bcrlo, por 1upucsto-- co-
mo un verdadero ar~<Cnal de de~trucción. Con éi
-primero .sobre b nbud~ y luego ~bre cual-
quiera que se intcrpu!licn ('0 'u t·~ntioo-- se
(,6 1~ 1 l.A I"Ofi J•StCOANALÍTICOS
[om:.b:~ en I:L in'laginación unl venganza que es
dificil que nunc>, hasta que el nñ~roscopio del
>n.ilisis la enfocó, h•y> llegado al nivel de b
concitntil. Y eno h:abi2. lleo1do a tener un
• 1 "curtoso resu udo: ~he llegó • tener miedo d_~: su
pene, de los po>ibilid.tdes de.strucov2s que .;) y
.ólo rl le habia ororg•do; y por constguient<,
cuando su neuro,.js de la vida posterior Jscendtó
corno ll rnare.L, tuvo que inhibirlo, que conten!r
~u !upue~cu poder noclvo.
1Pero dónde, en rodo esto, eotnba d l)arrodu
Comuni'+ta.? Otro ~ueño proporcionó lo1 vincu-
lo• que (nltab.tn.
" l l~·¡.:o ll'lllj1r111ú 1 t1 ~c..i)n, y cu.ln<lu culrt~ .1 'll
t''ltuJin unrJ no l''·' l'et~t!llldo en oc-••p.~.rmt hu~ot,
que: uued llq.:uc, voy J L biblioteca )' r;l.,o un 'ulu
111cn Je lo ~''llltn del IJ.Ju izquíc:rdo J..- l.a '~;ntJIU,
l mpt..:lu J lcct. Ju•tu ~nt.On.C$ lü oi~to t•mrn M.:
~~ntn ~o.·n"funJulH. Por AlgunJ n7ún no qutrr., qu
UHt'd "'1''- qut' tlUVt' 1ntndo sw l.iltros. 1 t.:&lt> dt
t'"'-und..-r ti llbrn en mr. pero oo enu.1 r:n ninAUI'kl
« m" bu-f,.•l'-:rt. lk rcpc.ntc.- me: &o meto ~"ñ b bnu
r p.an-cc ir"( ho~•t' 1.1 Ji::2t}:llnU. Pem CU:Jndo L, ...
luJu, rl l1bto uk d"p.tnJo de mi buc-.1 y lo ~•.Jpu
.1 UUt'd tn Jj (r('ntc. Uncd 't': CJ.r. r yo tcn,;o mitdn
~fe hlbc:rlu nuu_d,o ••
1.3 2socmclon inmcdi.1t.t de M:u: con el libro
fue educ>ción. HJciendo jusricia, afirmó que el
P•rtido le h.tbí~ dado una educación que de otro
modo no lwbic" podido obtener. De niiin pcn-
soba que su 2buclo ero Dios, por todo lo que
<obín; a veces se sorprende pensando lo mismo
t.le mí. Pero después piensa que ro (el analista)
en realid;~d no (é t~nto. Mis conocimientos ~
tniendrn a CÍtrLO campo. Fuera del p~ico:1n:í.
VUL~VL, N IMKII (:U 1IJj(J b/
lisis, no tengo un cqL~t•m;:a d"'· rcfercncl.- para 1o
qu~ yo~¿: mngún m:.trco cohl.!rt'ntt consistente
l
. • •
~g-tco. correcto, p~rJ ordcn.1r 1nh pen.).unienros.
H, M;¡c, es en re•lidad un hombre mejor cdu-
~ado que yo. Ion los día en que estaba <in rn-
b•¡o. en bibliotecas pública' entre Baltimore y
l.t Co<u ~re, leyó todn lo <IU< hJbt.l 1mprc,;,
.:n mglés sobre sociali~mo ~' nutcno~h~mo dt.alec-
t~eo: Mux. Engds, Lcnin, S1.olin, tndu<o J-lcgd
) Fuerbach. Salx- crona <ocialisu mc¡or que -o
por lo menos un bien como cualquier persona
que conoce el Pnrlido. No, cm no 1.!~ cx.nct.amen-
Jc cieno. H:ty un [1Jl01 un líder de In fncción
Je B;.-~ l t:imorc, que ~~& r~:tt l mcn i C Ul1 cnrnpcón. Es
un Ph. D. Sabe rc.dmcntc mai'Xismo; lo sobe co-
mo yo (el nnali<ta) sé Jlreu1l. J>cro, para él per-
sonalmente, este filófo"' ud P.mido es un asno
pomposo.' un ne~rótico rerorcidn como él (ibc.)
nun<::J VLO otro 1guJI . . . Cot"'~du con unJ dama
q~c pencoccia antes a la alt.1 oocicdad o algo
oHI. r que e~ Ull rl!tOrCÍd:l COI'n0 él. •Cóm(} Jos
,. 1 e . h 1
uur:t. 2n no .l' ningún obrero tn todo d
<;rupo. Si alguna ''ez llega 2 las b.arric.adJ> ...
Aqui lo inrerrumpi.
-Enronces el .ueño no <é rcCicrc J mi -di-
je-. Se refiere a e~ filó<ofo del PMtido. ;Cómo
explica usted esto? ·
Mnc produjo el residuo diurntt, lo. l.tdrillos de
su vida extr::'lannlitien de quc C5Ubn construido
el mcio. T.• tarde anterior habi.t iJo ol local del
Partido p:tr:t una rcUJ"IiÓI'I t-n l11 que .se iba ::1
J<'cidir -~u cambio de ta!'e:b. Mnc fue d primero
en lle¡¡or. Ton1ó un libro de l• mcu y <C puso
a leer hasta que llegaron lo1 dcm:h. Después de
ti Y .....u..t...~o• U -~ • .,...,..,.,,...~,+~• < 1...VU
,;¡ llegó B, el filówfu del Partido y hócr loe~l.
Luego de saludu • M.tc, d {B) b.i>.o un cvmcn-
urio intdigentc 'Obre d libro que MJt tcnÍJ •n
Hn manos.
-Sentí que tcniJ r,ana. de rirariCo por la
,.tbeza -dijo Mac-. !'se bn>turdo >icmprc c1tá
Jlordcando con ;u cduc.tciún.
-¿Dice usted qvc lo odi.t?
-Si, lo odio.
-Por eso lo ruaub• en .t sueño.
Ahora el enojo de M2c se maniicscó Jbi'tt.l-
m.:ntt; per-o en mis que enojo, eu nbia pun,
prtm1civa.
-Odio h»ttt el último de ellos -cxclnmó
~be-. 'Y, Lo que e! mh, odio al Partido r:un-
hién, y codo lo qu< representa. Lo he odiado muy
•dentro de.sde el momento en que me :íiloarCln
-~u ,.,~7 .se rJ¡-v(> h.Ht.l ~r c.tsi un griro--. j Lo
udio! ¡Lo odio! ¡Lo odio! Los m>taru a tooos
,¡ pudier:1. Les hariJ trJ"lt a! maldito P>rtido
tan >dentro que Ir. <>!dría por d traste. Odio
JI P•rtido y los odio. dios, y m;: odio a mi pOI'
«!t· femej:~.nrc cobarde. hijo de put:tt qull tengo
QUe estar acostado .tqui condndole esto.
En pocos mornento• <u orJ h~biJ de.<4p.~tecido,
,. Mac cerró lo. ojos l¡:oudo por este e<t.tllido
de furi•. Ahou, mh c•lm•do. dijo:
-De modo que s.tlió pnr fin. Al>or> t¡u · lo
dije he dicho ~odo, <UI>On¡¡CI. Ucvé c;u ucntn•
comn un.1 pirdrJ en mi" C1ur:u1a1 Uur.Jncc uiwr..
Sl.lf)CUl.'tO C)UC dcbl·rÍJ '-"'111" ~:ontc-nt:n di.! luhcrnll'
Je<lwcho de ell.> do,.I>Uél d~ todo• rn•· 1i••mpo.
~up• n¡:o que é·< ., d fondo dd blrril noc.
:Qur m;Í< puede hJb.r?
VUll.'1 1 ANlJMlfEGO AOJO (,9
-Creo que: aUn tenemos que ol'criguar por
qué "" unio uned JI P>rtido -contcstf-- y por
qut odiándolo como lo hací~, se nuntuvo en ti
todo; estos años. ¿Sabe usted por qué?
M~c negó con l• cabezo, ogol'.tdo.
-No -dijo-, no Lo sé.
Pasamos bs semanas siguientes con•csundt> lo
pregunta que Le plJnteé esa noche. 8rcvcmcntc,
fsra es b respucsu:
A los dieciséis •ños Mac se habi• c•.:•p•do de
h c2!~. después que el Jbuelo cc:rró p>r> siempre
sus ojos pr.netronles. Entre el momento en que
n1urió el abuelo y In noche que se escapó de lo
casa el muchacho vivii> temiendo su p•·opin ogre-
.ión. Su hostilidad p:tr> con la abuelJ n<> cr> sólo
un resentimiento natural: era un odio viviente
qu.: ;~.nenaz¡¡ba en~oh~cr 2 ambos en un.t tn-
gcdi~. lncon<ci<nt<m<nte, l.bc s~bi• que si se
quedaba la nuuri>; de modo que c<.e>pó de su
presencia para prorcger a ambos. Pero !U! ex-
pcrienci;.s en el l'I'Undo sólo sirvieron p~ra au-
mentar su odio )' su ngrcsión, y 1~ f"l"l>porcio-
no.ron nuev~ blJ;ncost ya qt1t, como n1uch:~cho
<in oficío ni innruc~ión, esraba • merced d< tod.
crisis económica, no nec:esiudo por n:adie y ñn
un lugar w el mundo. Sn amargun durante lo<
años de vag~bundeo no ruvo limite•. Cuando
lo alcanzó su destino, en b form• de un com-
pañero en un vng6n de ganado que iba h>cia
el sur, desde el escenario de una hoelgn, estaba
maduro p3ra ser apresado.
[s cierto que el Pucido cenia un atnctivo n-
cion•l para Mac. que sus doctrinas lo >trajeron
intelecrudmente y como r<<uludo de ws lec-
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  • 5. • PRóLOGO Dr LA I:DICióN CASTELLANA Es poco frecuente que un hllmbre de ciencia 3Ca a la Vt!Z un buen C'iCritOl'i son aUn mis eSCil... so• los ejemplos de psicoanalisu; que han podido trn,Iodar sus expericncin' teu péuticas a la 1ite- ratura con, m:.escrí;t. Frt.!ud, excepcjc:m.-al en l:'rlu- chos stntidos, fue unu de ellos. Sus dotes literarios fuci"OI' reconocidas con eJ Premio Goet11c de l.iter.lfuro Alemona. La des- cripción dt! sus casos clinicos constituye una éJC- cclcnte muestr;a de >US condiciones de escritor, ya que logrl superar lo~ múltiples ob1táculos que presenta la integnción de lo ameno con lo cien- tífico eo un tema ¡>oblodo de dificultades que es quiz:ls eL mi¡ dificil en ese "'ntido. Quiero con esu introducción poner de relie- ve lo que con.Udero el merito prwcip,ol de este libro. Roben Lindner, U a.ltor, pi1rticipa canto de la Jiternura como de la terapéutico psicoana- Htica: su habiüdad hace imposibl< di<ociar uno de otro aspecto. Su arte espctitli5imo nos seduce con su diestra narrntiv-a¡ S.lS C.lSOS nos ap'.lS1onan tanto como su técnic;a y ;;u :1gudcza p~ico[ógica. Es pot eso que considerJ • hLA'l'OS Pstco- ANALÍTJCOs DE LA Vll>A H.rAI ("l.n hor.1 de cin- tuCnt:l minuros") un chl<ico de un singular gé- nero literario, en el que IC ¡.,ce difícil discernir
  • 6. 10 1'1ÓLOGO .mtre IOJ méritos ctentificos ~, los artÍsticos. Esre género de CienciJ·Ar<e, paro emplear uno •n~lo­ gía, .eriJ quizás l• cxpr.,sión de import:llntcS H· ptcros rd•cion>d~>i • J. Medicina e~ general y ol Psicoanilisis en puticulu, que s1entpr<0 hon cncontndo numeros.s ''alias para poncrsc de ma- ni6tno en form• explkita. Como prucb> del doble carácter de esre libro, es nrcesarlo dc~ucar que, por una parte_, )lguno.., de los casos en él pre...,nudos h•n sido mencio- nados por CSLudiu;os d•l Psic~anális~ como Fri~­ da Fromn Rcichm2nn en PrtcMerapla 1•11 /11s fw- r·osit *,y otros han servido corno base argumen- tal de pellc,dal cincmatogdficas (La r,rcm•/11 ¡{¡•/ odio, R.thr{¡/r SI// C/11/SII}. Posee, puc1, rodos las condiciones para atraer e interesar a los lectores más exigentes: la bl'- llcu de b forma y la profundidad de contenido. Por otr• p3rte, si bien es posible discrtpar en :Ugunos a<pectos t<enicos o teóricos ucilizadn< por I.indner, también debe desu~orse q~e tr.•~•· mltc danmcnte ~u Jbtoluu sersedad cu:nt.f•c:a y >u profund• hununid•d. todo lo cual agrega :ltrJCtlvos 2 ~u libro, clJ.ra mucstr:a de so totJI compromiw con <u condición de hombre, psico- analilta y escritor. D1. S• NTIAGO DtJRC.OV~Ky • Ed•ctonc:t Horml, 1962. MAX LLRNER Como he tenido el gr>n pl•ccr de leer el libro del doctor Roben Lindncr de historias psicoana- Jíticas, tcn.~o cambién el sral1 pb.ccr de reco- mencl:ir$elo a tltro~ lecto,·cv. Uno de los subpro- Jucro< de [., en J>OSL·f,·eudiann ha sido d sur- gimiento de un nuevo género de literatura >mericann: la obra del c;critOI' P>iquiatr. o p.si- coanalista, que •plica su< hallusos • problemas .actu..les o reina alguna; de ;u; .aventuras con rus p•cient..~. b1c libro cntu en l• ..:sunda ca- tegoría. Es en putc documcnul, en p.artc imcrprct.t· tivo, dentro clcl molde de una forma arristica. lJ~a de las dificultadc; en <'Stc OUC'0 genero Uterario e.s LJ csc<uC.¿ d.: hombres que son té.cni- carncntc capaces de mnncj:ar b. frágil trama que. presenta ht ntentr en (crmn, y que pueden :1l mis- mo- tiempo pcrcibi1· lílS valores humanos y dra- máticos de su :trt~ y comunicárselos al lector lego. El doctor Lindncr pertenece a cscc uro gru1>0 de hombre•. William Alanson W hite, ;obio pionero de 1~ psiquiatría am~ricana. ~scribió una vez. que ..tras todo acro crimin>l hay un <ecreto". Esto se •pli-
  • 7. IU.!.•.A (0~ P~IC..OA.NAL.iTICOS e~ también 1 los neuróticos )~ pslcoticos, cuy.¡ historia rdau ene libro. El secreto yace, n•tu- ralmente, en lJ enredada mad<¡a de la peunn•- lidad, oculto unto p>r> d paciento como pau el mundo. Lt.í oculto umbién paro el p•ic<t- •o•hsu y par• el lector. Es por eso que el nuevo género de rolato p1icoanalícico tiene tanto m común con lou n:~rrlciones de detectives. Pl.!ro en tanto que en el dilema de quién lo hizo, d autor cuenta su hi~coo·i• de n1odo de mantener al lector desconcertad<> ~1 moyor tiempo posible; aquí el autor lo cucnt• col como él lo fue cono- ciendo, sh1 ningún truco. Moís .importante o;¡Ún, el ''"'sino del cuento de misterio sabe el secreto codo el tiempo. Aquí hoy una rdoción triangu- lu entre médico, paciente y lector, y lo que •• especi•l y úruco cn esto es que • medida que IC desorrolla la historio, los tres av= •l rrusmo paso por el tntrincodo c>mino del descubrimien- to psicológico. Yo esuba por •¡;regar "y el a~>to-dc>eubri­ miento" ;a b última. fra~. y,_ que en un scntiJo muy real, a medida que d analisu ayuda al pa- ciente • dcsnud~r c~p• tr» c:>pa de los que h>• oculudo su per1onalidad, tanto el analisu com, el lector cncuentr~n que oigo de su propia p1cl ha sido dosnudoda cambien. La lectura de toda litCriltur.t ~ignific:u:l'l implic3 un procc:.o de autorrcvcl.lción, p._·ro c~oet> ec: ""P~da lmcntc CJCr· co en un ~enudu u1 b nJrrlción psicnJnJiític.a. N., me propon¡:~> J.tmd•r mudto de lu <tU<' 9: b.a imit.ado en nu'd.t~. pdl~.:u1as y «!"Sf>'..'c.:t.ít.:u- lo~ d~ tdt'i~ón lllh! ~~plot.tnm l:ac;: fórlllul¡¡s fr~udion•" Gt•ncr>ln•cncc ban tomado la 'iJ fS- 11'-lTROOV<:t.IÓN 1J cil ~· cómod1 de empeZJr con algun Jconteci- nüento muy dr<tmáticu }' , con l.a ;ayud.il psiquiá- trica, re-troceder .1 l.1 tnf.•ncia y :a una fijación J IJ nud,..,. Aunouc l• obu de t~ltro o pelicu!. p.ico•nalitica es joven """• y• ~ná un tril!.da como para ser coricoturi7Jblr. Cl problenu con l.:t mayoría de eUas u que empiez•n con un dra- ma prefabricodo antes que con unl personalidad dctcrrrunada. Requiere honestid.td evitar la reo- ración d• ene tipo de estructura ~ultéric;t dondt· codo se desenrcd,, primoros.ll, cnte y se ot• des- pués con cJ mismo p1'i111or. E~ un mérlto de 1, obra de Lindnet que se pued~ contar con tal honenidad. No ha trat:1d0 de 111cjorar su mar"- rill docume.ntal auténtico ,,d~ptándolo a un es- 'lu,om~ mental. Estls "historia~., h~n $uccdldo. )• el ;autor las presenta ral como suc-:dieron. Lo que aumenta h sensación de autenticid•d que producen es que eJ 2UtOr r<ÚSmo Jle¡;a a Comprometerse en oll"' como un n.trrador que )C ~nCU4..'ntr,¡ .tpresad(l por la acción. No 1<: puede decir que la .,;da de un psico•nolista sea un puerro seguro donde hombres en btL<Ca de seguridad pueden ocultar- "' de las tormen~as y m••·cas dd mundQ. Para cambiar lo metáfora, hay ¡>eligros en el diván del psicoanalibta que hacen ru rcrcr desprovisto de 'lVCntu ra hasta In vitJ,, dd corre<pon.al do ~uerra. Un peligro C el de vinlcnci.1 (í,ic.l, l'~pcci.al · m~nte :~1 cr-.1ur p~iicóticu~ ~ri min.a(~~, ~omo tuvo qué h•c"r el doctor LinJuer en <u rrabljo como psicó!ogiJ de una prii6n. (Par.a d lector lntcrt'- ~do en ene J.'l¡p:cto de U C;trrcr.l qui'"-!"n ~ñala~r
  • 8. do~ hbr<» d• d que han •bicrto c>minos: Rt•bcl- Jc 1111 <dllta, el.e:xteruo "tudio de un CJ<o de renon>lid>d criminal,}' ,Jurm Jr pu·Jr• .l 00111- /,rn, unJ di>ección con escalpelo dc lo mente y cmocH>ncs dd criminal y de 1> >ociedad de pri- >ión encrt cuyos p~tredes lo ~:nc~1·rnmos.) En cl c:1w de Chilrh:s, d auror tomo LH'I ric)go prcmc- ditJdu 4'0JJ1() p:1rrc de su Jntrntv de l'll r:trJo, y tJSt p~¡p con su vida por ello. l'n forma <imilar, en b hi>toria de Anton, el ltdcr f.1scisu que h.1bi.t ~ido enviado a prisiOo, cn(rcntlr 1~ vio- lcnci• fue un> prueba ,t !. que el psic03nalisu no pudu eiCapu. Pero h•y otro• riesgo• en su proÍC11ón, qmzis menos dranuticetS pero en ciertos aspectos mas peligrosos. Como en el ca- so de L:tur~. r;1 J'l'luchach.l que cntr:t en :lCCCSOS de con1cr desen[rcnodamcntc, csd el peligrn de cquivncor un.l decisión, lo que e~~¡ cucn:l l:1 vida de la ¡>acicntc Quizás el mayor peligro, como lo muc,tr.l l> deliciosa historio de Kirk, el joven f¡)itn. e~ qu'!" el an;¡li~c. se cnr~dc en ~u propia maqum;u;ión. N'o diré má~ que esto~ no '.t~:t a <cr que rc,·elc d <ecreto de "El di,.in de pro- rulción .1 churro", que SCSUUOl4!nte .-.e COI''I'Cr- lirA en uno <le los rclat<'S d:i>i~o~ de 'u género. 1qu i ~!ldn todo~ entonces: l'1 jo'l.!n crin1Ín¡J, lo1 muclucha neurótica, el f'lr~~n n i?.ado•· comuni5- ra, el aVCI1tUI'l~ ro hsci5t:l ~ d joven y brilt:'lntc físi- co, vi,·jcnd,l en u.,_ munJo i m~gi n ario Je ciencia- ficción. Forman cosi una ¡,'<llcría de rctraro< de Lu figur:n CJr:Jcttristio..~t dr nUL'Str.l cr.l. .Rt-- cucrdc, cuando lea sobro ello<. que no fueron ma<trial<s p>r• una lüstoria, "'"o per<Ooalidades hum~n" en gr.ves dificuJudcs, toda. con un t NTlOOUCCIÓ~ pequeño fuego de rcbtld,,, llam>ndo dentro de <Í, todas S2lvablcs y dignas de ser sah·adas. Y ahora no lo denlorué m:ís en 1• lcctuu de e<t>S historias. excepto para decir que, • dife- rencia de l• "hor• de cincuenta minutos' clcl diván p~icoa.n:tl ilico. CJd:t uan d.: su~ hor:H como l.:..:t:Or sed de &Ck'IH!l min u tOC. N. no. T : [n ~1tc l1bn.1 se ~mplt1 C:O'rl ceru frttu;n ti.t el túm.inu ti, ni..:u m'iglh, que .ncliQ: b cumprtn~Wn Y eonocimirotu intniut Jr lo prrk.."'JU.. ~ m(.>hV.l..._ 'n"~. 1n• conscientes que. w "''"" .1 tnn~ clt·l _pli.:.olnJIIwt..
  • 9. PREFACIO !le cscr•to esu~ historio~ de p<icoonális•s par3 compartir con mjf lecrorcs algunn• de l:os ex- periencias qu~ ruve :al ejercer lo que scgurlmcntc debe ser uM de los n>Í' enr:tñas entre todos 1•6 ocupJCÍóncs. De un depósito litcr3lmcnte inago- ubl< de motcri:al que >.umenu todos 1~ diu he escogido un puñado de historias que me parece que Llusrr•n parte de la .Lvcncurn de C>tJ fabu- lo>3 profesión, parte de su carácter novelesco )' mucho de sus detalles prácticos. Alrededor del psicoan:llisis se h;~ construido una vollo de misterio y oigo que se parece al espanto. Los que lo procrican, s• no son objeto de vcnen.CJÓn y mtcdo, cst<;n bien en camino di.! .ser tlevados a sacrrdot.cs dt> ciett:l cbst; y )o!t- inici~dos, o sea, los que hnn. yacido en <llvancs, :amenazan convertirC en unot c:onfr:~terntd:ad de los sJlvados, en un• romuo.id•d moderna de sanlO! CU)'OS cheques cancelados comprenden un pa;.1porte o los cielos negados a los menos (¿o m3s?) favorecidos por In fonuna. F.l clima e<>balscico que rodea •crualmente 1• pr.ctic:> del psicoonilisis tiene alguno< dectos misterioso> y. según creo, nocivos. No e< el me- nor en<re ellos la cransformuci611 del psícoan•- li<n -por ll! menos en b mente del públic<>-
  • 10. I M lll LA'r()S I'SI( ()AN ALÍTT(:()S en un> cspcdc de J isc•pulo del diablo q ue tr>- bafl con recur~os :ar~nos y mbLicos jlJra :asc- guriln.e bs trandorm;acionc.s de C3r:Ícter o pcr~­ n>lid•d qu~ deseo. :-l•d•. podri• <'lt.Jr m:Í< lejos de la vtrd:~d. ¡-;¡ 1~ CJcncu del psicoan:ili<is ni el :ure de ru pdc- trca S4.: bJUn en InStrumentos extraordin.1rio~. ~n reohdJd, d imico medio emplndo por el •n•- hsu .e~ el mj4¡ cumun de los insrrurnento5: ~u prop10 s.tr hurn.1no, utilizado al m:'ixlmo t!n un c;(ucrzo por entender •l p•·ójimo. ~1 ~cem¡>la>o gr.dunl de los hombres por la< nuqum.l! p.lrJ c¡ccuur l.ts tareas de In ,.Jda e una c.&r.u:t~l'iHic:t de nuestros- Liempos. Por to- d.n parte se ~u;tÍ lltye con invencos o. In m~ no human:1, ol ojo lu1m:.no, :1 codos los senridos (" lnclu,o .11. cerebro. Es probable que no esté muy lqol d dl3 en <1ue el noroble •njm>l que lbnu- mo; hombre r.eo <ólo un <~lisrente de los v><ros p:odu~co; dr <u in,·ención, ocup>do rolo con 1.t d•rCCCJCln cuid.do de lo< ~rtdacros que cjccu- tl~ s~s ure:&~. Pt:ro hay un áre-a en que ninguru ~uq.UIO), pdr ma compleja que sc:t, por 013, •n~p•nd:t, puede .1Ctuar ~n rtemplaz:o de su crea· dor. Es el ~re> d~ IJ comprensión, del entendi- miento cmp¡hico. de b comunicación inrim;~ penetrante-, cncr~ un ser hum-ano y otro. Ahora' Y por •iempre, só]¡, el hombre podrá entencfe; ol hombre. El piÍC<>an:lli<i.l es esa ramo del c.onocimiento que for111.1li7a el cnudio del hombre tn wdo< <us "spcctos, de modo que pueda comprendéf'e- lo. FundJdo en ob>crv•ciones del 1uncion>mien- to Y la conducu h=nos, h•••do en las leyes l'f._(TACIO 19 de la comunicoción inw ¡)cT!ollUl, lu llcv.1do la con)prensión .t un arte un rcfin.tdo que .tctu.tl- mente puede: pucdc3rselo como legítim-a ocu- ¡u.ción, y SU ejecuunt:s pu(dcn ~r in'truidM en el desarrollo y cjcrncio del talento que todos p~eemos pan. cornprend1.•r .1 lo otro!t. ün psico- analista no es, entonce(i, m.h que un Jrti~ de la comprensión, el producto de un un~n~' u cur- S) de. e-studio y encrcn.unicnlo que Jo h.t 'udro -.si fue .'Xitoso--- dc~u ~.adamcntc sensible r1 sus congCneres. Y C') C-St;t ~cn,ibi1id:td ~n poca~ _pa- labras, J., propio persona del • 11Jii>u- el único instrumento, la sob herramienta, con el que nc- t úrt. Sólo de •i mi>mo. y de nod• mh, depende. El dcmc nco comun Lll todo< lo> n·l.liO> q ue ~iguen es la pcr~n.t del .lnalinn. C.1dJ histori~t. A la vez que relau un uc:uo,. e!tpecífico, trata finalmente dd dc;pliegue de Cl.l pcrsonJ en iJ cmprcs:a tcupéurie2. las :l'CnturJs que le acon- tecen y los efectos que ejercen ..,bre elb los ac- tores y ~iruaciones e~rius. Como l.t persona en cu.csóón soy yo mÍmO, y ml intención no es conf~armc o d~ <er <~utobiogdfico. h.: ejercido cierto gr>do de discrecicn, p<ro el rctrJto que trJcé es b'lSt:J.ntc honesto v ddine.t. In mejor qut. ruedo hacerlo, la perwn•lodnd del •gente de tC· capi:.1 involucudo. Que l!~t.c ngcntc e~ un mero st-r hum.tno, sók' un~l pcnonn m.h, con sus pro- pias ausiones y temorc'i, mct.H y .mgustia'!:1 pré~ juicios y prcl<nsiones, drbilidode1 )' fuél'7:1S, c. realmente el cenuo do In cuc11ión. R. L.
  • 11. VUEL L, ANDARIEGO ROJO • ''Oitm que pu.cde obttnen.e uru m ílutncu c-almante .obro el sinmu .oer vWHQ medimte: un 'iaic por d Volsa!' euatWJCH, M. o. )' SnlEJSXIII M. h.: Ut:l11 bnik P.s;kbl#h/J, cuado poc J. Woa 1'1: PdquiJtlríll 1111 ¡IJktl. MAC Mi primer encuentro con Mac f ue algo dra· mático. Adem:ls, ruvo carúcccr público. Nos encontramos no a rravés de un escritorio, sino por •obre la. abez•• de l• concurrencia • un mitin. Durante mud,o< •ños he actuado <n polino, ~n pequeña e>e•lo, porque creo que d puesto del p<icoanalisla tstó en el mundo, cn1re los hombres, y que debe particip>r en la vida de su. comuni- dnd. Siento que tienen una respon1>bilídad públic3 de b que no pueden liberar.., viviendo L:. vid.t de N. Ull ~.: Cun eue titulu Lindnrr lu)!n unil cfu.n <nndr~tsación )' flt:J;O de p<~bbras. f.n 1nglt"s, cumr ü' ·r r od rúr n M&nifk.u ClmU' Ul'tr cr.a d ~lo,;A-n dd frl:'nt•• Populnr Comun,tl.l R,.J: :s¡o--otfiu -.uu1uni'itJ, lt1tt rr: .s~l.an~,(CJ l'lr ufUJ»o, UJIIU "1 tr trJ rot (' UtnLl~ll d ·•motto'• J~ ,.., iuq;o ,nf.anul que consinc "'' "fJ7at un2 hu~ de f(nSJ J sin ~cr to.::~dv.
  • 12. 22 lt l .l.,10 I''JICOANtLÍIICO') ermilai'lo de l.1 m.t)'Oria úc lor. ;to::tlistas, limitando ~u ndio t.k acción a b.1 O!r~Curas cuey.1.-; en h~ que pncticJn su .arte, como recluido~ oÓC'ulo rcx.le-o~­ do por lo) )1111bulo1 C!IOtéricos de un otrtc mhl-J· c:o. Por .:rn·r c'to me he unido de cuando en cu.an... do a mo,imientol y socicd•dcs de tcndenci• prugrc'i>U ~ he pn:sudo mi nombre --el cual (ut"rc U 'Jior- " c.;ausots qu~ con~idere dign.a. A vece ~uos movimientos )" li.."J.US•H cr;ao con~i· derJdo> r.1dinle>, y ~ menudo supe, no dir<ctu- rncnu.·. uno en b (orma ~n que estás cos.t$ suelen ..~her~c, que cnltt.: lus miem bro~ activos h:1bí:1 Lomunit.t... l'cro esto no me imponó mucho, ya que l'ni poicic)n e~ ernb.1jnr y _prcsur cu:aJquicr r:1lcnto que pos(.•.J l).ll'a 1:'1 rcnlizació11 de !:15 C:luS;H ~n In qu~ CJ'co, Si incidenuhnen(C sucl'dc que un comunin:a qu1erc lo que yo quiero ~, rr:1bJjn parJ ello con medios cticos., eso de nlngún modo dcYcrcdiu b mrta o propósito de la acci,)n Siempr~ he con.,Jcudu que juzgar indi~rimi· rud>m~ntt ru d colmo de l• C'tupid~z. Por ejemplo, tóme!<! d caro de b ~¡:rcg>eión r<1ci.1l. lt..· opcmgo .1 cll,;, incondicionalmente, ~n cu•lquier furm>, en cu•lquier .;udo y por cual- quier ra7m. SJ lo, comunist;a, .re opone-n , l:l ~~rcs:llción, Juch;aré cr•n ellos contra .semejante injusricia. Ntl tolcr.lr~ IJ <cgrc¡¡ación sólo porque los comunhl.l> ~e opon~a.n a ella. T;tmpoco me inq>orta fmr qm' lo.s comunistas se: oponen :'1 b ~~egrc~:.ci<)n , u <lllé p.toc:l jueg-a m opo~iclón . ell;t. c:n 40U) planes rcvol ucinn:~ rios. Lo lmlco qut! me importa ti que b scgrcg~ción es un mol. Como psico>n21istn •é lo que ocasiona, tonto~ los 'icti. mas corno =- los victimarios. Como ser humano la Vl)Tt.Vfl, A~UAill l UO K.UJU l.J ide• me repugna; comr> ciu<hd.•nu responsable sé que Cu3om menos scg~c!Silcit>n bay~, menos cornu11i<tas babrá. Ahuu b1cn, me doy b1en cuen- ta de que )os comunisus utilizan b cuettión de! 1• segreg>ción pu.1 su prorios fine•, y que U men inmoralid•d e inhumanid•d de ella es Jo que menos les preocupa. Sé que si prom•"er la ~gre­ gJción llegarJ a scn•ir mis • U~ propó•iro•, pro- bJb!ernente no '>cilori>n en hacerlo. .En el plano individual e me pre~ntó rcc!en- tcmente un ejemplo notable de este upo de. lu!"'- crc.sÍJ. ~fientrlS c<cribo esto, r:engo en aoahsas :t otro comunista. H:'lcc nlgunos d ins, durante la ~e· tti6n se quejó de que su ~ phncs p:ar:t las Yncacio· ncs 'hnbí:ln sid<> de•bn1·otndos. Se h.1bht promul- gndo 11110 úirecti''·' cid Partid<' en In qu~ se pro- hibÍJ 2 los n1iernbro~ JllUJ' l .1~ V:lC:'ICtOni!S en lugares donde se practic.1 •cgrcgoción. y ahora mi plciente tendril qu< cambi>r .~u~ planes porque el lug2r de vnlneo donde h~bu re<ervado .tl?¡~­ Jnienro esuba restringido ;a g(ntilt! bbocM um camenre. Esub> niU) moletto y r<<entido por esto. Le señ>lé que h•n> que <e 1~ ordenó lo ~~ ­ trario, y a pe= de lJ ¡lO<icion gener•l del P>mao sobre la cuestión, hJbía enodo personJirnente dispuesto • ir a e~e lug>r. En dcfensJ propia •r- gumentó que hasto que el Putido consid:r~ b contrario, se sendo libre de hlccr lo que q01S1era. Por mi pute le dije que muchos person•s recha- Z:'ItÍan por completo, natur:almente y sin esfuerzo, lo idcn ele segrcgacic'>n, y que ele ningún mod_o hubieun considerado la posibilidad de concurru , un lugor como el que ,11 hnbí.1 elegido "libre· mc.nt.e". Obser vé, :~.demls. q ut en .su casot como
  • 13. en el Ci1M) de muchos otros corno él, se nccesiu1:b:1 una dirocnva del J>undo poro convertirlo en un ser humono deu•nte. No tomó de buen grado CSU ob!ICTVJCIOil. Expuse todo 0to par2 explic"r mi presencia t!n un miun oUblico donde la concurrencia in- duíJ unJ. serir de comuois:a.s, e.nt:re los cu:Jies esuba ~f>c. Y no es extraño que hay• ilustudo mi digresión t>eribiendo sobre la segregación, p que "" fue lo cuestión por la que discurimo1 en nuestro primer encuentro. Por esa époc3 la ur- g•niz•ción de la cual yo era nominalmente el presidente, csrobn planeando un debate sobre medicina sociali7.ada. y el tópico que csdbnmos cc¡nsidcrandOJ 5C relncicmaba con In elección de miembros J"Ut3 una mesa redonda que discurid.t los toma< planteodos por los disertantes, cu•ndo bubitnn termin.1do SU"i presentaciones. Recuer- do que, micntrH leía en alu voz la lista de num bres propuestos pau es. mesa redonda, me tn- c.rrumpió un• vo¿ enojada desde lu última< fil>< de l• habitación. Alguien gritó: "¿Hay •lgún negro tn e~ líu.a?''. Contesto que no lo s•bt>, y pregunté al .ecr. tano, quten negó con l.t cabeu. Cmndo me volví otn ve7 de C".t.l .1 la audiencia~ la misma '07. gritó: "1Qu•cro saber por qué los negros han 1ido deUberadamentc excluidos de esa mes• redonda!". Respondí que cstab• seguro de que b cxclu.•ión no hobío sido ddiberadn, lo lista se había com- puesto con nombres propuestos ~1 comité, In <elección fin al se había hecho sobre la ba~e t.le la capotidnd individual p•r• discutir esa cues- :ión, 1• Obre nad. má>. Entl)nces, cn:yendo que vur:..Lvr:, ANOJ1lJ.(,O 10JO e<ta respuc>ta b•bri> ~'li~fccho al que me in- terrumpió, prosegu• con lo que e<uba haciendo. Pero en cu•nt<> hube empe1ado, lo voz se hizo oír otra vez.. -No esamos sati<fechos con esa n:spue.s-u -gritó--, ¡nosotr(ls pedimos que los negros est~n reprc~nt3do.s en e-.a mesa redonda! La be!iget3ncia de la YO:t y IJ presunción del "nosotros pedimo~" erln amenazador.;a.s. Pedi al que había hoblado que se pusiera de pie y se identificara. Hubo un movimiento en la parte posr:eric¡r de b habitación, y luego una alta fi- gura se destacó del grupo y se incorporó. Era Mac; un mccro novencu, rostro pic:tdo) coronadQ por cabello arenoso, saco de sport, pullover con cuello de tortuga y pantalones de soldado. -~ii non1bre no riene n:ada que ver con e.sto --dijo con V07. más tr:tnquil.at en 1:1 que un pe- queño temblor indicaba que se ~entía menos se- ¡;uro solo y de pie que "'nudo entre una muchedumbre-. "lo único que •mport~ ..s qu• deberí;~ haber un negro en esa lisu". - El comité considcnr:i gu~IOIO cualquier nombre que u5ted quiera proponer -<lij<~, n <¡uicrc sugerir alguna persona calific•d• pJra <er m1e-mbro de la mel:ia redonda. 3 n:adic se le ocurri- rá preguntar cui l es él color de su piel. Mac se movió incómodo. Asperamente, dijo: -E$o no ba.stn. Estn mesa redunda tien-e que tener un negro. - ¿Por qu~ -pregunt¿, - Porque deberio haber un negro en la plata- forma de todo mitin públi<o r,•,paldatlo por unJ
  • 14. 26 KUA ros I')ICOA ~ALh 'ICOS org;¡niz;¡ci6n democrática. como se .supone que es ésn. -¿Por qué? -prc¡:unté ott• vez. -Pu• reprc;enur 1~ inrerescs de la gente nc s<> de esu comunidad -<xmre>tó. -¿No confía uned m los otros miembro, de l.t lísu p~u rtpresc:nur esos intereses? -:-lo es éu la cuestión, si confío m eUo5 o no. iL>eberi.l ha~r un negro allí arriba, eso e< u¡clo! -¿Pero "'I'Ón¡;31c que no podamo> enconrr•r a n~die c:~li ficado p.ln participar ert la mesa rt- donda? ¿No es mejor que los intereses de roda In g<!ntc estén bi~n rcpréseotados, qu~ tenl.)r un ,qrupo particulnr mal representado? -pregunté. -No cscoy di,cudcndo ese punto -dijo--. Lo que pi~n~o es que un negro debería senta r~L' en e<a pbtaforma. -¿Sólo I>Jr.l Lcoedo en exhibición? -prc- ~unté. Ahou he e<uh.o enojaJo. -lnclu.-.o, .uanquc ~lo ené scnud,, .tlli, .;¡in .1brir )3 boc.;a, tnn..tn.r.i cu.iJ es nu:!.UtJ: I'O'ición <n lJ <Ue>tiÓn de los negro> -dijo. -Me pu«:e -chjc r~ que si uncd pone a una pcr•on~ <n <lA pla<>forma sólo oara exhibiriJ V no porque ~>té calific,,da pu:r r~mar parte en lo di<cu<i6n. la c1r:l exponiendo ol ridiculo. T'r>n- C:lrnenre. )'O cu~~tiuno ~IH motivos. Estimulado por m umwllos de nlicnro ele su< vecinM, Mnc ne¡tÓ con la cnbcza. -Puede ullcd cuestionar tndo lo que qu•crn --dijo-, de cualquier modo>, no es '"teó el único mie.~bro de c~ra oq~ani7.1CÍÓn. Planteo mi pro~ po!!ctón en form~ de una moción p>r:t dar al comlcé instruccionec: de- ubic~r un negro en esa mcs::t redonda. Se sentó entre gritos de: "¡De ocuerdo!", desde divcr.JS partes dl' b habitJciúo. 1-luho alguna di~usión, se pbntcó b '·otJciún l lo~ ntoción {ur aceptada. Se sirvió c:~f< cuando el miton hubo tennin•do y b gente se congregó en pcqu"ñ"' srupo5. Des- pues~ cu:~ndo fui .1 bu)Clr uru «:gund~ t.17J.t me cnronrre parado detr:Í< el• llloc. b¡>lrÓ ;¡ que me sirv-iera.n y llcv.tmos nu~~trl$ bcbid.ls u un rincón tranquilo de la habiroción. L>ur.mte al¡:unos mi- nutos bebimos en silencio. Podía ~entir sus ojus sobre nÍ. Arlopré b .lctitud d i11ica de rdtltivo dl!~npego que mis :111oc; el~ l')dctica psicoanaUtic~ me hun enseñado, t.•.s un.l J'll'Otccción n~C('snril coutt;'l la incómodn CIHlción di! ser escodrii1ado en bu~a do panCO> débilc<, y le di b."unrc tiem- po para '" ex.amcn. Cu~ndo hubo terminado lo ofrecí un cig1rrillo. lo •:ncendió ron un Zippo >obre la superficie del cual C>tabl ,!!Ubada un:a leyenda, t>p>d• en parte por <U brgJ mlno. -De modo -dije- que e' usted muino. ex •old•do, esru,·o en el de>embuco de ~lcmo. cst;i CJ<>do y es miembro del P.~rtido. ¿Cómo~ ll.lma? -Me lla1no ~1.tc -di;o- ·, pero ~e equivcco en e2si todo. f:.stuvc ert l:a m:trina mercante, tra- bojo en un.l f:íhrica el< con<et'JS. el encendedor me lo dio un nmigo que c~tuvo en S,1lcrno, snlí:l u s;~ r una J Üa nz~, pcr·o mi cc:poc;J ~e cst.í divor- ciondo de mí. -¿Y d P. C.? -pregunté. -En eso IJ acertó, mo<t"r l lolmc< -dijo.
  • 15. _¡;~ ~-·~ ' "iJ') J':)J v.•I,JLJ ll...U;) No! rcí1110! lO$ dos, y luego pude sentir 1111 1•jo• t'scrudndome utra vt-z. -¿Umd si que debe ganar bim, eh? -dijo-; >puc:>ro ~que cstc troje le cosró unos l 00 dólarc•. -Se vive -dije--, y d uaje me co~tó 85. -¿Qué me quiso decir con eso que dijo :antes, sobre cue>tion1r mi$ moti,·os? -mc preguntó. Yo no encendí•-. Sobrc la cuestión de los n<· gro' -me cxplicó. - ¡Ah, ero! -contesté-. Vcól usted, es que no creo que u<tedes, loo del Putido, se•n boncuo, sobre la cuestión de los negros. Pienso que <u< accione< con respecto a ellos son lo que en psico· análisis ll:amnmos uformaciones reactiy:~s'', Por ejemplo, comr, esta noche, )'O sé que usted vino "quí con insrruccioncfi para conseguir que un ne¡:ro se scnror~ en cs.• mesa redonda. A ustedes no l« impona que su negro pueda no estar cali· ficodo, que !>ueda ser incapaz de participar en una discusión P<>rque no está calificado. Quieren tenerlo ..nudo allí •unquc no diga nad• o aun· que hag• el ridículo. ~o "' dan cueou -aunque e~ que inc:onscicntcmcntc si- de que si lo esdn u!.lndo como símbolo, lo que haga allí arrib•, <n Ír<ntt de la ~udienci~. será repre.enutivo de b comunid•d nc¡:ra y no do ese negro en p3rti cular. Creo que ustedes hacen esto con un pro. pósito inconsciente; que se incünan mucho pnr efire carnino porque en r.:alidad quieren inclinarse ror el otro. -Creo que eso es pur>lntn -dijoMac-.l'ero. de cualquier modo, ¿por qué está tan seguro de que no luy negro> colificodos para discutir este punto? -No .,.;tor .eguro -dije:- . Tengo que creer que el comit~ ha hecho 1> urca que ""' suponh que tenía que _hacer: encuntr3r gtntc apta pa_t:a l• rnes3 redonda. De cu•lqu•cr modo, ustedes ce- ni•n un hombre de loo suyos en el comité. l>lac p:ueció sorprendido. -¿Cómo lo s>bt? -preguntó. -Yo lo elegí -replique'-. 5-lr dcmocnu. Poco después de esto tcrm•oo l• reunión. Ol- vidé a Mac -aunqur nos <olud•mos desde lejos la nocbt del debate- hnsra pocos meses después, cuando un hombrt! lbmó p.tr.a pedir un;a en.tre.- visto y J1ablar de un posible nn:ilisis. Le expliqué que mis horos esuban ocupados y q ue no podía tomar más pacientes, pero olrcct prnporcionarJe una lisu de nombres de ótros psic.~analistas de !.1 ciudad, que podri>11 valo. !•ero dijo que era urgente y que sólo querla habbr conmigo. Cuan· du recordé al que me llamaba que en una emer- gencia uno usa U .salid:t 1n:ís próxima, replicó que entenderLa mejor cu:ando 1n vien., porque era yo el único anali>U de Baltimort con el que qutc-i01. habl.l.~. X11turalmente, esto me intrigó como para querer s:>btr b rnón, ' me desv1é de mi costumbre h•bituol, rcsrrv~ndole uru hon p•n el domingo siguiente en mi ca'l:l. [se dlo, y a la hora conveoidl, apueció Mac. Le confesé inmedbtamentc qu" h.1bin olvid•do su nombre -posiblemente como veng•nza por mi dcrror:~ en In vocnción, aquello noche en d mitín- y por eso no lo habí:a reconocido por tC'- I.Hono. Aceptó ,.,,¡, excusos con un ge<to de la m~no y se hundió en un. ~iiL1 Ct"rcann :. mi es- critorio: su alu figurJ dc<plon>1ndosc como si
  • 16. estuviern qutbrindosc en toda$ sus artic ulacione~. Por un momento. ceJTÓ los ojos con gesto de >gotamientu, lucg() lo~ Jbrió )' miró en derredor: los libro<, el div:ln, d gr>bado enmorc•clo ~e 1reud, b~ <S<.:ultur>; olricana> y de Nun a Gu• neo qu< hJbil en l• habitación. . . - L1nd<> luglr --diJo--- Tranqml(). LeJO~ dd mundo. [xtcn.Jiu b m;no p>r> tomar los cigarnllo> del e<eritoriu, encendió uno~ llenó ~¡us pulmonc y contcrnp1<1 l• punta mientras babbb:L -¡Un tipo grande corno rol Estuve [>O~ <od.l< plrtC~, hice de todo. Ahon teng? que vcmr aqu• y :1CO!:It.1rmc ~n uo dir:in y lionqucarlc .1 usted. -Mnvi() In r.abezn con u t'Hl n1 uec.:~. de dcsagr.J· do-. P<ro yo no puedo arreglarme más solt>. Cuonco má~ rl':1tO, Ci peor. Sl el P:.1rtldo s~ ente.·· r.1rl de que tHuvc aquí, me l~s vc~í~. negra~ ~ontinuó-. Jo les gusta d ps•coanah<~s, u lo< psiCO>Mii•tll. Espcci•lmente, tipos como u<tcd. lo lbman dcmócr•u SOC1al ... ¿Lo sabb? Por pdmrn 'CZ. me miró dirtcumen[~. -Lo 1abi 1 -dije-. El p<icoan.ilisis es un> cienci> burgursJ: lo~ psicoanalisu..s son bcJyo< de il cb<c c>oiulin.L Yo so~· un Demócr>':' So ci>l ine,r.thlc Enronccs. ¿qué está uttcd hac•<ndn 1qui? . , . -l• posición del Portido sobn· d p<~coa""], sis -cmpc:zó, pero yo lo interrurnpi. -Mo ~é In lección - le dije-. No e< por e;o por In qul! vino ~ vctme. M>c >po¡;ó su cigarrillo con su pulglr man- chJdl) de nicr.tina -~o, nn ~.; por eso -dijo. luego sonriú--. VUEJXE, ANOAII.JJ·CO !OJO 31 Sólo esto¡• trotando de dcmcli'Jt un poco el .uunro. -Todos lo hacen --dije-. ¿De qu.; se trato? -Se trau de mi -<lijo Mac- -. Debo .er yo. Todo se ha ido al demonio. No <icnro nada. Me parece que lo que me esd )UCcd•cndo no me su- cede a nú, mt" siento como un ob~n~ador. A veces hasu pienso en ml como si fuese un c-ien- tífico o algo parec•do, que e¡t.i mirando l un microbio por el micro-copio. Si ID pincha con :algo, Sto! mueve; le pone un pw.:o <lt' .kido, .se re- t uerce. El microbio ><>Y yo, )' el científico t~m­ l>ién. "Mi mujer meo dc..•jó h:l CC: ncs meses --conci.. 1w6-; nmen:lzabn nntcs con irse, pc1·o nunca lo lu:<o. Ahora w fue nomó1. 1-.m pidiendo el divor- cio y ni siquiCJ":l me import:t. Ante ~¡ hubiera p.Js.tdo ) lgo así yo esuría dc>Sll r:~do por den- tro. Ahora ella est~ en ~lgun> pJrt<, lejos, con 105 dos chicos, y es como <i me imponan un bledo .. • Y lo mismo pan con todo. En d Pu- tido, antes }'O creia que podi> scn·~r de algo. Me importaba lo que esuba pa<>ndo. [r. un buen tr.tbajador. Ahora, C> una especie de >ueño. Con- tinúa, como todo lo demás. Pero no t:'i importan- te. Voy a mitínes, reputo libros, hago lo que 1ne indic;tn, como unl m.ic¡uin;l1 porqu~ t•s lo Lmic() que ~C hacer. - l'ero todo le importa lo b11scanto como para venir a verme -dije-, y por cierto CJ.ue no está muy tranquilo o indifcrcnrc ahor.l. -Ahora es distinro -C<)IHC'St(·, Mlc-. Pero generalmente estoy muerto, podrido por dentro,
  • 17. J 1.Ll'1 0~ l'SI<..:OA NA.Li 11(.;0:. scdnuom• como una fruto que se cloja en de. pósito. -Cuént<tm más ;obre su <<posa - lo pedí-. ¿Por qué lo dejó? -lu e~ la p.1ttt que dude -cnnt<,tó llh< mientra~ tomab• otro cigarrillo--. :-lo le sin o p.tu nada, desJe bace mucho ... , uned me en tionde. Hasta mi pito cudg• muerto. -S.: incli- nó mientr" yo le encendía el cigarrillo y aspiró profundomentc'-. No he sido un hombre quizi duran« mis o menos dos años. Ella hizo rodo lo p~ible y yo lo mismo. Hasra probé con otras mu jeres. Tod<> inútil. A veces me parece que rodo va n and:.r bltl'L Una v~z, hace dos meses, estuve en un:t ficstt'l y hlbÍ•t un.1 mujer que me provo.. caba. Ln m~, rápido que pude la llevé a un hotel ... -Aquí Mac simuló una risita-. TIJ<t.l J mí me p2recc cómico ~oncinuó-, pero fuc uno noche infernal. Trné y traté huta que pen;c que mi1 ~ntnñ;a~ ~ revo]vian. Conseg-uía que se panr2 a mediu. y nos apud.bamos pan tcr- min:tr, pero no b.abí.a caso. Y sin en'b2tgo -con-- tinuó lue¡;o de una breve p•usa-, h•y algo cu- rio<o on eso también. Porque todas las veces tengu una descarg•. -¿Quiere UStl!d decir qul' eyacula :¡ln l!rcc. ción? - le pregunté. -Si. No ,,,e excito, me comprend~ y no ~kn- tu nada, pero el semen s:1le en cierto mOI11Cnro. C()mD .si fuo1·n 1iA cosa norm.al. Anticip6ndo>e n mi prcgunu, prosiguió: -Dc,pués que: me pasó esto V1rias vrccs, fui .1 un médi'o )' n>e envió J un urólogo. U uról,l¡;u VUELVE, ~I<OAUICCO ROJO 33 no pudo encontrar nocla. Dijo que eu psíquico y que debla ver 2 un psiqui•tu. -¿Lo hizo usted? -pregunté. Mac 11'10'-ió la c•hc"-'· - No -dijo--; sabia que e!IO era <Óio una pequcñ• parte del problema y no quuia que nadie me cxplor•ra l• colxza. -Y sin embargo me vino a ver • mí. -lo vine • ver por dtx rozones -dijo lvúc n>ientras apagaba d cigarrill~. La primera es c¡uc todo onda un m1l nhou que necesito 2yud2. la seg<mdn os que usted es l2 única per,¡ona en c;r:o ciudad en que puedo confiar. -Sabe ... que vino ;t verme usted? - le pre- ¡;unte, mencionando el 110mb1·e del jefe local <iel Partido. - ¡Diablos, no! -casi gritó Mac-. ¡Le darían dieL acaqI(!S ~: se cnter:.'lrl! Cu:ando oye su nom- bre se enfurece. Adcm:is de que hay una prohibi- ción táciu del Parrido reSJl"Clo a ir al psicoana- li~u. -No debe •er muy eficat - di¡.,_, Ya he ana- liz•do a dos per.anas do su "célula" y un par más de lls afueras de Baltimore. -Lo sé -ctijo iobc-. Uno de los tipos que usted analizo dejó el .Putido y yo diria que d m;r() no va :t dur:tr I"''HJCho tnmpoco. Esa es una de las páocipales conrras que ticmcn ustedes, sabe. P:trecc que In gcn<c que se onJ!izo no se queda eo el Partido, o si se quodnn, no ~e puede contar con cUos. -¿Contar con ello' por.1 qué? -pregunté. -Contar con ello> pan seguir la disciplina del
  • 18. 34 1 1 t A 10~ Jl.SlCOJ N A1 f11< 0~ ParciJo --contestó Mac-. Y tSO u importan«, por lo menO< para mí. -¿Por qué? -Porque suceda lo que suceda -dijo Mac clan y decididamen~. Quiero quedorme en el P~rudo. ¡Tengo que quedarme! -¿l'nr qué? - l'ot·que el Plrrido es mi 'tUl -contestó M;~c-. l'orqueel Pnrcido esd t ll lo círrto. Porque el Partido es el ímico camino par;~ consrruir un nuevo mtmclo. -¿Esc:l usred seguro de ero? -Lo estoy. Es lo único de lo que rsiO) s.:guro -dijo Mac-. Yea. He •ndado por todo d mun- do, Doc. He visto un tipo de miseria que n•die se imoginoriJ. El Partido tiene la úntco solución pau ;alir de eso. He sido con1unista dunnte at"os. Leí todo la liter•tura 3ntes de volvennc comu- nista, n<lcmás. Conmigo no es cotno lo que les oi~o decir a. ustedes: porque odiaba n nü vie jo, o mi hrrmnna me dominaba, o alguna suposicí6n cc>nto el•. Sov comuntito por convicción, verda- dcr> con,icción, con la cabeza, aunque lo siento e.n m!~ entrañas. -JJ,n •lgo que usud siente -observé. - Tod•via puedo calcnurme por lo que veo • mi alrtdedor y lo que esd pa.sando -dijo Mac- . No C el mic.mo 1rdoc que solía ser, porque ante:.'" v~ ~nlín estar donde era nere¡..ario partiendo d hombro por lo que creía. A11ora todo lo que ha- go es ... lo intcrrumpl en este pwllo. -J.Qué m.! quien: d~:,. con c~to? -pr~~unté. -Quiero d:dr -di:o !>b< que ,¡ •n•liz.tnl>e VULLVC, Al'riii)Aflll;CO ROJO Jl significa que tengo que dejor el l>artido, no e• r~ua mí. -¿Usted prdtrirí• «'guir indifeunte, tmp<> tente, mtierable ) (presumo) ineficn en todo lo que luga? -1• pr~gunté. -Si tengo que dejarlo -dijo ~ac-, <Í. f,roy en el Partido para quedJrme. Vea. -Mac exten- dió las nuanos-. Si yo crC)'ora que podría traer e! Socialismo un mimtco antes de lo que va ~ venir. cla,·aría csU5l nunos 2 La cruz yo mismo. -Es curioso que use u«cd jll$to esa cxpr< c;ión -ob~ervti--. ¿Pero no es cierro que al venir a "erme ha cometido una infcaccién a la di«:Í· plin• del Partido? - Me darí•n una buen• puada en d tr>UC si lo supier.n -asintió ;f.Jc-. Pero lo h3go por- que pienso que si puedo arregbr mis problem» pe!'son:~les, iéré un COITunisu mejcyr. -¿Por qué elegirme a mi para bacl't!o? -Porque creo que puedo tener confianza en que U$tcd no uaur.l de influcnci3rme en contt3 del Parcido. ¿No u cierto? Yo me encogí de hombros. -Un psicoanalista no m/l11encia en pro u <n contra de nad2 -dije-. Pero un paciente, un malizado, tiene que c~ur dispuesto 2 someter al m.ilisis todas sus crcenci>< y opiniones. ¿Est.l u tcd dispuesto • c1o0? - Creo que ,¡ -dijo Mac-. Quiel"t:> <lCudir esco. Quiero sentirme humano otr:c vez. Ahora nabí~ UOJ nota de •úplica C!U SU voz. -Pero no a expcn<a~ del Portido. -E< cierto -b ansicd•d volrió a su •·oz-.
  • 19. 1.1 ''" 1 V ,) J,':,ILVJ1~1 1 1 1 I LU;) No significa obondonar el Parrido. Pero ¿tiene que ser osi? Eso é$ lo que quiero saber. -No puedo c:ontcsur a eso -dije-. Le mon- rirí• si le dijeu una co•• o la otra. Sé de lnolisu~ que le dicen que serí• usted mejor c:otólíco o tc~­ tígo de Jehovi 1 , o comunista o lo que fuero. luego del anilisis. Puo no sé. He anolizodo co- munisus antes, y como usted dijo, algunos lé quedan en d Partido, otros se von. Qué le pond a usted es oigo que no puedo predecir. Moc pensó por un momento. Luego. como <o hubiera ll"¡pdo o uno decisión, dijo: -Me siento lo bnscootc seguro de mis con'ÍC- clones respecto al Partido para no ccner que -preocuparme poc esto. Creo que mis crcl'nci :t~ se mantendr:ln bajo cuolquicr examen. -S< est:í jug2ndo -comenté. -No, yo no -negó MJc r.ípidomente. Y lue- go--: ¿Qué dice wted? ¿Me tom:~rá? Pen~ rápid•mente. Mis horarios esuban com- pletoS ya. Me h2bi2 prometido • mí mismo redu- cir mis horas en vez de aumentarlas. Si tom•b• a Mac como paciente, seria pan un onálisis IJrgo )' ten>z. No sólo sus •íotomJS estaban entre lo• mh difíciles de tratar -lo babia >pr<odidu Je amarg-a expcrienci01 anterior con casos de lmpo· tenci• y dcspersonali~.ación- seno que mo<erobJ una rigidez de pcnooalid;ad, una e!ltructurol mcn· ral incraosrgcnte, q ue interferiría con mis mejores esfuerzos y con sus mejores intet'tciones. Y en cuanto a que Cl rucn comu nist:~~ también aquí sabia Jo que cabb esperar: en el momento en 1 ~u rrli,ítu,Ju. VtJT't.VT', ANDAil.l'r(;O ftOjó JI que n(¡;una de SU< qucrid.ll rórmuJas t uera Cues- <JQn:uio h•bria que ¡ugarlo ~aro: >U •náli"s ;e tn:ltttendria en suspc•uo dur:tntl! mu-:h.u bor:1s micntr.ts él luchlrí:t con ..-u concumci.t marxista; C introduciri.:m f.tctor~~ que ~cncr.liJnCnte tienen poco o ninglln lug.1r en l.'l Jn.ali<Í; lubru dl' moc.a.s } S4..~iones cancciJdJ,. fin.llmcnte, sin que él tu,•iera que d<CÍmldo, >Jbia que t>hc no po- tii.1 pag:tr mi< honorario... ) ~ .a IJ miud de mis paca.:tucs csu0;1n p.lg:lndo hunotJno~ reducidos. 111ientra~ yo me ilpLlt:ah.l con J,a rJcionaliz:.tción de qu~ (o; ~<tab:t rr:ttJndo pnrqu~ or.on casos "intcrcs.tnces'', ¡Peto la oporrunidad de nn.l llilll' ot1·o comunis- ra más! ¡Ln upon unidnd de pone.- :1 prueba un3 vc7 rn:h rní ~ idc.u sobre l.1~voluc.i,)n Uc hombres que Llrg1n .1 toer c;ocilli~t.u milil.111lc:.s! Yn Jotes, cu:1ndo ten Íil un puc!.to en un.1 prl~ión fcderll, h.obi• •n•li>..:odo • un Jito oficial Jd Purido y a un JCÍe grem..il1. qu~ trl umbién c:omuoisu. 1uego h:Wio =udo • un .1ÍSientc <ocial. un ingeoi~ro. un esntdi:unc y un nur,tro. l<>do') afi· liJdo~ al P>nido. MJc n: ril d ¡>rimcr obrero co- munisc.t eo mi crecicnrc li~t.t, mi primer verdadero ..prol(!tariou. No ~ po(liJ rCt,l)tlt f¡¡ tentación. ~[e rrocoutre nunipuLualn ya mi~ horo~nos} pl.l- ncand(, excu~as p:tn d.tr n mi 4.''-f'H)S,l cu~tndo le di- jcr:t que jb:t ;llOnl.lr orro J>:tci~..: IHC por trcl: o cu:nro hor.ts semnn.1lcs con honorarit'l~ reducidos. ~¿Dirá usted ~n ci .P.u·tido que vicnl! J. vcrmé? -pregunté. -No creo -dijo :Moc-. Tendré que pens:~rlo un poco más. Un:1 cou CúO'Hl 1ht.1 '-Cri.t rnnne j3dtl de dos mancr•'· Si l<s lleg.>rJ ~ cnnur )' no pu-
  • 20. JS 1LJ,A'I 0 1'SROANALJTICOS 5Íeran objcci('ncs, probablemente cendrta una üceocia en d Partido por un tiempo. Supongo que insisurbn ert C0 p:1n que no contara nln· gún secroto del PlCCJdo ... O bien podrío venir sin consultarle» para n>da. -¿Y si de algún modo se enter>ran? ~he me miró direcumente. -Entonces tendría que abo.ndonar -dijo. -¿El Partido o el •nálisis? -preguntó. -El onili¡js, por supuesto --contestó Moc. Pocas veces he tenido un paciente más entu· sia~ta que lo que fue Mac durance el primer me.• de su an~ÜIÍ!. Parecía tener capacid."<d para la torea, y al finn l de lo primer media docena de •esiones dominaba In técnica de libre asociación. Las rcsi$ttnci:.$ que encontramos durantr l')LC primer me' ernn las habituales; del tipo que resulun de IJ~ comunes inhibiciones de exprc- •ión debidas ol embarazo; la revelación desacos· tumbroda de pequeños secretos personales; 1.1 necesidad que tiene todo analizado de ascguune l• continua buena opinión del aoalisu. E5to< blo- queos menor« deS3p>recieron ripidamence. ) prontO e,cuve en posesión de las líneas generale' de la historia de mi paciente. Mac n::aeió treinta y cu:ttro años antes de nuc.. uo cncut"nlro. El lugJ.r de su nacimiento tn un.l granja en el oeste de Ohio, donde sus padres vi· vbn con h f31nilia paterna. El modelo de un vng6n ConCstogn sobre un csrnnte de mi estudio le recordó I<M orígcnc~ de <u familia. Colonos ho- landeses <<tólidos, imperturbables y decididos qut' h~bínn m.1rchado hacía el Oe.ce en una de la• primen< n>i¡:racione< d-.de la Co.t.l Est~, llec:nn- VL•E.t.V1.1 1Nlh1{11-.CiO HO 10 39 do a quedarse. como e< típico, en un lugar que les record2bo el hogar que h•bían dejodo en Europa. El abuelo de M•c, que era muy viejo cuando él nació, había cercado un amplio terre- no. Cuando su~ tros hijo' fueron m•yores lo dí<- cribuyó entre ello>, 1'1'~rvindo<c pan <l ) su segunda espoa, mucho m:ís joven, unos pocos acres, exactamente en el medio d< ¡,. pertenen· cias de 12 familia. De buba blanca y ojos azul claro, que permanecieron sin empañHsc hasu b hora de su muerte, Jito y un fuerrc como uno de sus caballos de tiro, c•tc abuelo paternal escoba destinado a jugar un p.•pcl importante en la formación de la pcrsonalid,ld de Mac. También lo cstabo la mujer del patriarca, una muchacha bas· tarda y mestiza que había sido mucoma para codo servicio hasta que murió la dueiia, y luego f ue tomadt"L por espoo;a como si fucrl lo mis narural. El menor de los rrc< hijos era el padre de Mac. En el preferido dd viejo, parecido en rasgos a su padre corno la imagen en el upejo. Un vasto silencio lo r<Yieaba. ~n realidad. Mac no recor- dJba ninguna palabu que hubieu dicho su padre. Puo sus mod•les eran bond•do$0 )' su f>lra de comunicati,·idad csub• mó> que compcoHado por su presenci> p•cifica l' u·•nquíli7ldora. Su espo· sa. la madre de M:tc1 murió t n el mOn'lento en que nació Mac. Un chguerrotipo desdibujado, con slll trozos pegado• il una rirn de carcón, fue rodo lo que Mnc cunoció de ella. Lo de.nás lo llenó con la lmagimtci6n, en u11o1 ficción compucs- u por él a lo largo de lo• año,, ,, pntir ele la$ evocaciones de su abudu ) el rccuordo de dos brc'CS 'Í•ic~ts que hicit.:rnn .11 mctlio huerfano los
  • 21. 40 Rl r ;105 PSICOANALÍ1'TCO~ •buelos materno>. Er~o recuerdo él, person.. cor-pulcmt:u. con pcs~das m~nos y hug-os pies. Micntros csubon >Cotado> en b cocina y hobl•- b•n de la mu<rtc de su ht!;>, llen.ron la habiución con el olor de b tierra, y sus vocc'i bajJ.., ronc:t(, se mezclaron con la l<ña que crcpiuba al fuego y con h, burbuj.- de h pH• M agua, h.-u fijar<< de por '·ida como d e<ccnario «.'mori.tl de lm sueñn, de /1.1Jc. Un atm J< leche cuidó • he lo> primeros tres año> ele su vida. l'n realidad, sólo lo atendía l• mitad del cícmpo, y d urante el resto delegaba en b hijn mnyo1· de ~u numCL"tll!n prol" bs tan.•ns de cociner-a, nnu d~ cnlJa y manccq u~r:~ pnra el p:.drc de M•c )' el lll'imo lejano q ue trabajab,t ron él. L:~ niñcri'l, dr: .H1lJllill p~!cho'i, cr.1 como un g:t!nc r.tl que vi<il.1 re¡:ulumentc el frente. Todas las mai1Jn:t4i:, cu.1ndo aún c~uba oscuro, Uc,gab:t en un de<vcncijadn carrotón. Era el!. quien "'cabJ ~ he de la cama, lo amanuotaba, lo limpiab.1 ,. C~tí.l, luego C lo p~s.ah,¡ ::a su hija con un3 liiu de m<~ruccione~ p.lrJ su bicnesur y Jcci,·i. d~dé> diarias. Un húmedo beso en IJ mejilla dd pequeño )' C iba. par.1 n.>lver otr.1 v~z lucgd de l• cena "on un pecho lleno de leche, una l.1 '-'~da y un bt.:'-{l fisul ,,dmin.Utrado micntrJs lu uropaba con 1.1 d ltda mlch:t. Fncrc la nlho- rad~ y d o!rt.'p(lsculu de su'i rápid.Ls vlsh.u c~ub~t ol chupete .tzucu;~dv, prcporadu ptr c>t.1 pcdinct·,¡ nnrunl ton un trozo de azúcar ean~ucl ro e1, un trapo humedecido con leche. E>taba m ;-u boca todo el di• y l• m;tyor parte de la noche, y <U !;Ustu, rccc¡brJdu durJntc la primer parte de >U VLELVE, /'lllilt11CO 10 JO 41 .1niü~ls. 111ás de treinu 3ño~ dcspucs, er.1 un:1 ga- nndól de pJZ y una liberJdOn Ut tct·norcs. Poco después de que MJc cumpliera los eres :ulos fue Uev:1do a •i·ir J CJ"~ de su J.buelo. P.IÓ ilion al dominio de la hu;ca mu¡cr de su abuelo, a la que ll•maba ''Ma", ¡· la idihca li- bcrud perfecta en que ,.i,·•• hltl entonces que- dó hecha .mico~. "~la" er.:l un~ ntujer ;¡gri.tdJ, intolcnorc pan. con l<n tlltos p.:queños y b ' ucicdad; ltnarg>d> de por ld.t 1"" ' u ilcgitimi- lbd. y crucl par.t compcn~.1r ~Ul cx-pcrienci.t> tcmpr.'ln.t.) de hiJ:l clc 1.10:1 muj.:r 111dla ~- Jc un ca7.Jdor e rr:~ntt: y 53.nguin.triu. Ln cunu11.nc con d Afecto del am.1 de leche que llcUJMl>l d lugac eJe su mndre, ul'vb" ern t.m C')téril en s<.:ntimientos como su m;Hrlz. Pn ,U munJu l'l() h.tbí::t J u~:1r p.tra este animal de dos l'~icrnnc:, cnn ~U) necesi- dades, sus dc<eos, su nul t>IM, su íncapacid,td P"·' comprender qué se csp.-rabJ de el. Lo pri- mero que de_.aparcció fue el chupete, ) lo segun- de> un burdo cabJIIno de mlder> rallado por ;u padr<. •blandado )' peg•1n<0 pnr d amor de dos mJnos pequeñas) c.ilida~. Ut "~h'", por primer.t ,·a, Mac escuchó la. p>IJbras "nulo" ) "desobe- llienté". Se aplic;~bJn • todo lo que haci•. pero c>pecialmenre a los contenidos de ' " ' pantalones y al trozo ele carne <lU< colg.•b• entre 6US piernas r hacía que SU cstÓm~gO ~lo! C$tl•t.: r'l'lCCÜ!r., COn -vl- l>racÍC>Jle' de <ecrcto pl.1ctr cunndo lo toc~b•, <'Urtndo ~e frotaba de cierta nuner.t contra el flnnco de una vac.1, n cuando los truenos esta- llolMn en el cielo. "Pa" -el :.buelcr- CI'O difet·~nté. Er• gronde como uo gigante, )r c-u,¡ndo ponL1 los pies en el
  • 22. porch rembl>ba la en<:>. Uno aSl "' .hunab.t con t6lo mir.arlo, pero b.ajo ~~~ bru<qucd•.l )' >·iolcn- "'il habia uno~ ll:rnuu t.Ü que tu:.ndo ro amp}¡,¡ nunn Lomab.L l.t de uno, se pudí.J CnLir tan )tgutv COI'I'IO .,¡ fuer. Diu) quien lo csLaba ID)tenielldo. Ademós, el abuelu se p1recla • Dcos, cuya figuu c'<>ba ~o 1> t>p> d~ l• Biblia que el viejo lei~ todas bs noche,. Y d lbuelo ..: comport.lb<> como Dios, 1d~más, ;;~dmminrl.llciu r:ípid,¡ ju~cici;a 2 lo :mirnales de su g.r.1njl., J. su.s hijo.,, sus peone-s, .!tU elpcm y M<>c. J.)el abuelo, Mnc ~11rcndió el enoje> y l• indignoción que luego iban a hnccrlc df.S'lar d ti¡><> de enunJo en el que la ,usuci.t del abuelo ,,¡, n•turJI, un• 'IOCicdad fundad• en la equi- dad, que cr• la n<>rma de vida del abuelo. Porque d abuelo vei• ¡._ cosas simple y du·ectament~, blancas o negra~. y su fe en los pl'ecepros bíblicos era r•n dificil de conmover como las colinas q u• ennurcaban el horizonro de la tierra <n que i!Jc pasó su infancia u primer. ck las guerras n>undiales recl~'"'' la •ida del padre de Mac. Fue dcstroz•do por 1• carga de un cañón que cayó sobre ~1 en un uc<•· dente en el campo de entrenamiento. En el mt>· mento, su muerte poco significó p>rn Mac, 1óln cuJDdo pasan.•o los años se agrond6 el vacío que h>bía dejado en su vida la partid• de ese hombre tranquilo, y empezó a imponarle. Entretanw, esuban las rueu de la granj>, lo1 onimale~. lm poco• me.ses de csctcda de cada nño, el r ío CJU~ 1e desli~ba por la ricrrol, los b<m1ue1. Había q ue ir de caza con lo' tio-;, peSCir con ''P:t", prepar.u conW!rvas con "Ma", y todo lo que ocupa la vid• en d c:>mpo. ¡ los do<X años había de!eitel cn:i< 1 VlTBLVI, 1:-II)JtuJ:GO kO.IO 43 1ntimos y secretO> cuyo car:ícter de probibidus r•conocia con punzadas de culpa por In urdes, cuando con la foscin>ción del temor de ser des- cubierto, Mac observaba el lento 111ovimienro a tuvós de la p:igin:l, del largo i ndico de "Pa", y escuchaba las son0rid>des glótic>J de b voz del •ncíano mientras leía del Libro lo que habla que p~gar por el pecado. Y siempre esuba ''t.la" al- borotando tras c!l, regañándolo, criticándolo, aguda en sus palabrai y en su rono, <Íempre in· s,atisfccho., atn:trg:l, réft.::nddn. Cu~ndo Mac tenia c"rorce Jlios, d anciauo cay6 en ti bielo y ..: fracruró 1> caden. Terua tntonce.s casi no·~nn .1ños, y con e~:a caída cayo también su e'J>Íritu. Al guard•r cama pare.cia marchiu.rse y sec;trse como c;i su ~:.1'i.t s-e le estu· viera escapando por una sccrern abcrLura de su ,ucrpu. Durantt.· sei1 meses permaneció en cam:l, muriendo un poco todo~ los día;. En uu époc.~, -!>e estuvo con él constlntementc. Por nece~idad Je habbr, quizá; para h"cer de su vida un ejcm· rlo, contó a '" JliciO los relatos que fum1aban n1 historia. tn trozos, y con la secuencia propia y l1nicn del andano, dicudas por un¡ curi.osa lógic~1 onternn. <urgieron historias de pobre7.a y per«· cución. el viaje pt')r mJ.r a nut''ilS ticrus, 1~ a.prrn ~•Ón en 1> ciudad portuaria. y la angustios:t bus- queda d~ monedas par.> compr:1r el equipo para l;r n1archa hacia el Oosre; b JuclM )'arda por v.ITd• ·' través de <"olinas y de rio, bs peleas coll hombr.;s ulu;j.tda< y con b nntur~kzn C<llérica, rt.tr.a lintpiar y retener l.t ri~rrJ; l.& d!mo!ición ~ • con,trucci<•n: J., gnndes •legrias y lo grande n.: 1rc' de oovcnu 3ños victorioso'. Fn .ohe for-.
  • 23. tU.LJ10, l1)1l0'N,'IÍrtC"O~ . ruó unJ rnezcb de n:t.:uc.:rdo!l~ dulce~ y ¡nl.trgu~ J l.l ez. y cw.ndo d .tncu.no c~rró por fm los oJO, he h~bta. dc~ul.du, ..10 saberlo, .,;n "''lO >eis mese, la cscnco.o ele "P•", 1' b lubo.o bcbodo C;n profundanlCJHc qut lba i1 c.•rcui;.,.. ll,lr.l toíam- prc con su propin ~un1;rc. J a 11Hh'ttc dd ;wó:lnO COlml>ió d mtmdv p.H·J Jl·tJc, br.ll6 la inquietud <JU< siempre h.obí.o Cl- t.ldo en él, ~lo qu~.: JUJ~t.t ['rimero pur U .1Jl1.l de leche 1 (u;go p<>r "P>''. "lo p.nlo> tulc.-ar • "Ma" )' <u fonnl do ,.., , y la gucrn <¡uc Jmho> hJbiJn csudo "'"'nicndll de<>dc el dí. en que M.t.,; ~e mudó .1 h i.:J.t c.k t.•llJ, se J.Cr!~,;cn r ó lJ,l'iLJ é()rL'Cnir~Je en Jbicnu comba!..!.!. Oc mmlu <.¡ lit.: t..icrt.l nuch.:, ' I:H IJ rnrnu U¡u..Jiciun.ll, Cllll un .or>do •l nllmbm, IJc Jl.lrtió. fue J Chic>gQ ) >llo cmpaó b Qd,.<'l que h:rminó en d di·.in o~ mi t:o,tudio. La last;¡ de t:mplt"tX que ruvo e 1.1rg.t. Siempre li.Jb.ajO .'nn U 11'1Jno.) y g;Jntl el p.1n con -..udor. N unc.1 durv llli.IC'ho l!n nin_guno ~,te lo empleos! princsp;llmen- tc por l:t n:nunlcz.;l de los ri!.!mpos qul.! c.:un·1nn, pcrlt t:tmbién " :JU".l de q ¡ in<Juic.Lud, ~u c:tdc... ter quic¡quilloso v 'IU mC)pacidad parJ .u:cpt.;ar ordene•. Conoció b pohrcLJ, no s6lo l• pobr<'73 .:alm<K:t del que eti .11 m~rgen d~ l.1 cxi t~nci.t, .,~no Clmbién la pobrc7~ absoluta. con 1.1 Jrnc naz3 dt.• n'lorirsc de h;ambrc. b vergücn~:.t dt: 111~11 .. diJ;1lr, Ja humill.-tción de: i"<"t"OJ{'"T d CotltLnhhl de l.tLa;. dc~cch:td:u:; y dcpcrdicil.,~ comn u11 ,tnim:~ l , .1borrcciéntlose J. sí mi~mu y con rcpu,cnnnt:i,l, pero con la vi.Jra J.~uzltl.-. pa.r.1. de,cubrir un tro~o de p>n depcrdici•dn. Y conoció l• e><iOi- dad, no simpl~mcnt< b de e'ur dcsocupodo <ino VH:J..V('t ANDARIEGO ROJO 45 t. que ,·ici• l• mente y narcotiu el espíritu; la oc:iosid•d d<-«:uid>d• del que ..,•• tirando", dd que ,., uraslta en Iarg;u colas •nte los comedo- res, se acurruco contr:> el f.rio de 1• noche en mus1.io~ o::u:ntO'i de mislón tri1.$ vcnHH13S en ).u que JESUS A L V 1 brilla en asperos letreros eléctricos contra el cielo. Y entonces un día, con la granja ahora mucho> :años :u.rás, M::~c lropcz.ó con su destino. Habi ;~ cstndn .sin tubajo dumntc semtln:lS, viviendo en un.t HooverviJle 1 con otros parias. Un 3 ucomóvil <e llc'lÓ hast.• la t·erca de estaca> ócstartoladas que alguien había con<rruido alrededor del cam- p•mento par> imiur la comuni~ad de los ~ene­ ficiados por la forruna, y de el descend•o un hombre con aspecto b;cn .1Hment:ado ~n su ro~· <ro. Preguntt quién quería trabajo. Algunos de lo) máS 3Dli~LIO~ ,1~'1:trCntementc lO COnOCÍ~n Y le volvieron 1.. copalda. Pero M•c sentía hambre <!ll el estórn;a.go y un escozor en los músculos. de modo que con algunos otrO se amontonó en un c•mión que .cguio 21 •utomóvil. Los lleva~oo_ a una gun barraca en d muelle, donde les SJrVJe- ron guiso caliente y café. Después el ho~brc le dio a cado uno u n tosco garrote y les d•JO que se pusier-an en {ib y siguieran a uno de sus a$is.. [COtes. r lU.n c:k cmtrt::tnca:a pan dQxup.~dOI ~" l.a gnn cri~ 1u dt 1929 du.untc 11. prnideru:.U. de Hoovtr.
  • 24. 46 RELA·ros l'~IC:OANALiTICOS Caminaron h3.lta un emb:trcadero por el •1ue ~gune» huelguisu~ desfilaban en ralo piquue. Lua~do los hudgwsu, le» ,-ieron lleg>r, ,. dc•·ó el gnto de u¡CJrncros!u mH:ntr:a.s cernba.n (ila.) p>ra hacer lugar J otro~ que vcn!cn corriendo dc>dc un muelle. J unn orden, el ,;rupn ctm ti <IUC estaba Mac entró a la c•rgo. Luego ele b1·cvc b>talla, la mayori~ ~• abrió pa.r hasu .liCJnlJr el final dd embarcadero dr.nt.e esuba anclado un b~rco. de carga junro a grandes cajoll<> de maquan;~ru r piJ¡, de hierro ,-icjo. Empelaron a t.:Jr~Jr esco en u bodeg1 dd buco. Mac traba¡ab> :J.nlo~mcnre, contencn de l)cnlir la sozngte clrcu lor otra vez por •us bra7.o< y piern.s. Esa Jlochc lo1 r01111)Chudga. fueron alimenL>dos en el borcu )' durmieron en mantos bajn cubierta. De<de fue- ra, impedidos de uac>r a lo> rompehuelgas por ~n drsucamento de policía, los huelguista< lo• muluban y maldrcian, pero con poco re<uludn, ra que t!tos cr~n hombre~ h;¡mbriencos d~ Cu· mida y de trabajo. Al tercer dia el trabnjo eltuvo hecho, los ,.0, pchuciA::as recibieron ~u p;J~3 y vino un camión para IJe,·.lrlos de regre<n • Hoovcrville. Mac y u11 COmJ,2Ü~ro dej.:~ron el c:unión nllcntras p;a~:bJn por Un3 'Í.l de frrrocarril. Alcanzaron un tren dt car~a que iba p>n el sur. Cu•ndo el tren va ~nrría Íuora de b ciudad, a través de l•• tablill.l• dd va¡:6n de ¡;nnado en que viajaban, vieron el barco que acabal'"n d1• c>r,g:lr b•lanceánclo~e en J., currienro. -E...t• !]ur hicimo~ {uc.• ruñow -·dljtt t:'J .:um~ rañcn• d.: ~he-, v yo nn In hahrí• hecho si no fn•r• por d hambre. VULI.YI t 1 NU.I1't~.IU ~VJV -,Qué tiene de ru•ioso eso? -prtguntó M.c. Su compañero se lo dijo, y de es> •~plicación surgieron muchas horl> en b•bliotecu con libros gordos y un diccionari'l baruo, e.scuch.tr, hablor, oír con nuevos oídos y hablu un lengu•i< nuevo, >entarse en sillas de nti.mbre en vt•tibulos de gremios y marchar hasta d c•osancio en redondo en lineas de piquete, surgió Solidorif)' ¡:u'"""' y jO<' Hi/1, vino el foUeto dd Partido con un lugar para estampillas, vinieron nuevas p•l•bns, nuevos pensamlentos, nuev~s acciones. Y b2cia el fin dcl año 1939 vino una visir> un> noche al consultorio de un médico de Nucvn York, un .:mplco en un carguero rumbo ~ Morsello; luego una larga y fria noche de caminar, correr, yacer ltl aliento en lo nieve del Paso de lns l'trineos, y por la m3ñana un "i.1je en c:amión, y por la tarck cl repartO de pantalones de fogina y birre- tes; luego marchar y una ~scopcu de madcu y Unk, Zu.tei, Dn·i, Vu·r; luego, po[" fin, l;ts trio- checas y las astillutl... pJ...:des de ladrillo de lJ lJniversidacl en las ofucn• de M•drid, unn piStola de verdad l' l• roja sang•·e de un mo•·o en su b.tyoneu, y el olo•· dultón de cadóvcrc> de fas- ci•us pudriéndose, pegado par• siempre a la~ venunas de su n;~ri7. Cu•ndo terminó la guerra de Esp•ña, M~c re- )lresó a Estado1 lJnidos. Se olistó en la Morina Mcrc:wte y fue dC>tioado por el Partido a l• 11Cti.vid•d greminl. ILn ó por el mundn los nños 5Íguicntes, cum pliendo l.ts rareas asir,nadns por el Portido con eficiencio y voluntad. Este trabajo lo llevó a e:ottrañns lull:1res e hizo cous extrañas parJ uo mu~hacho SJlido de un• !!r•nia de la
  • 25. ~···-·• • ...... "' ...u ...v u; 1 1 l ll 1 " '"'""'' zona oeste de Ohio. Ln política inter11> del Par- tido nunc:t le inreres6, y a pe...~3r de l05 c.1mbios de oricntoción, sus vuelcos y viujcs, "' adhirió enrict:~mente a il línea. Cu;ando ~e deelaró la guern contra Alemania y Japón, quiso alisurse, pero se le dijo que • causa de >US antecedente< como lucllador en E.'J)aña estaría martado en el Ejercito de Esndos Unidos, y por consiguiente 5erviría de poco ni Partido. De>ilu<ioMdo pero sin procc~tar, siguió con1o mArino mcrC:1ncc, pero cuando la Unión Soviedcn 5e unió " lo1 1liac.los, los que cstab:tn en la clandcscinidJd revivieron como tocados por la varita de un n••go. Mac en- contró su puesto como correo y hombre de contacto entrt grupos de resistenci:a. y entre uni- dadu nacionales del Partido. el trabajo era ex ciunre, peligroso, y su vid;1 ap;l,ion;Jnce. En el último aio de la guerro Mac sr co!.Ó con uno camarada de Nueva York a la que llnbi.> dejado embarazada. Este no fue un nsunw ruin. No tenía nada que ver con las nu licio•a< ficciones de la pren1a y Los periódicos omarillos sobre el :>mor libre entre los Rojos. La muchJcho era ju- dia, de firme~ principios, y virgen cunndo ~!Jc la conoció. Habían escodo enamond~ durante más de un año, pero habían postergado el cau- miento a causa de !a muerte del hermano de ell~ en un ~1taquc aéreo en Alenunja, y por respeto • 1:> tr>dición de su gente. Pero en el séptimo mes de su •mor1 y en la primera noche de ,·elnción sexu:tl, tuvieron un :ccldcntc con el nnticonccp.. tivo. En cu•nro termin6 su nño de duelo, 'le c•- saron. Lo• mellizos nacieron en el verano ele 1941, cuando terminó b guerr.1. VU~LVJ:., JI.N IJA I II.l,¡U KUJU Cuando llegó la pa.o, abc dejó de ;er impor- tante p:tra el l'artido en l• !vbrio• Mercante. Fue twufcrido a la industria pe..adJ, donde !<: lo de<tinó • brg•nízar cacrtai obrero< especializado~. l::n <.Sta ur<> fracasó miS<nblemente, por lo que fue probado ro una >eric de urca• on l':ucn Jer- ~y y Pennsilv:1ni:a. FiJl:&ln'lcnte, recibió instruc:- cionl!s de mudarM! con bLI hmilia 3 un lugar cerco de Baltimorc, y pontne allí ,, disposición de los jefes localcl del l)nrcido. Examinaron sus anc:ccedentes v le ordennrnn rrabnjar en un;~ H- bric., de cons<.'rvas donde lo< lmapiJdorcs y cmp.a- <¡ucudores no estab:>n org•nízados. Los domaogos cenia una zona de recorrido p>r> distribuir el Suml<~) Wlorkrr. Esto era lo que hada Mac cuan- Jo 'Íno =-1 análisis ... En lo que respecu .>1 an.ílio;is, ~us csudios 1111 ciales, ocupados por el r~btn d• il hi<toria rupcr- fici.>l q ue hn sido csboz.>d.>, fue una verdadera Jun.> de miel pnra !vbc y pnu mi. Se rccup<:rnron cxpcrienci:IS e incldcn tc~ lnrgo dempo olvldado~, y 1e elaboró un esqucn)J l ~rande§ rasgos de In per>Onalidad b:í;icJ de ¡'viJc. Rcconoci6, muy pO· co tle.pué• de haber en>pe7.Hio, que habia bechu un• noveia de )~ orígenes de su fanúlí:l; que I1JbÍ01 m.&otcrtido un~ .Jdmiución reverente por <U abuelo, indu~ .tunque d :anciano, :.1 cau.u di:' <~.U gr:tn UJO:'IÓO e impon!ntt! pCr)()n2Üd~d, lo habin aterrorizado. Que hnbb odiodo violenta- mente • la mujer del abuelo, pero que -según un bien probado aforismo •nn.litico de que el niño se idlo.'.ncifica con el pro~eniror frusrrantc: $C- ¡;ún el defensivo princirio: "<i no puedes vencer- los, 'Úoece a e!los"- lubb adquirido y absorbido
  • 26. lil 1rJ ATOS I'Sf((l+'IA I IllCOS muchos de sus r.sgos. TBmbtén se dio cuenta <k que U ama de leche lo habu convectJdo en un s<" ncepcionalmen<e dcpcndt~nte, v qu~ la ma- vor putc Je m tnqmeLud a lo largo de 'u 'Ido provcn1a de unJ. cornpul~ión interna a bIIIC:.tr s1tunciones que J'udicr.ln ser equipJradas en ~u inconscicnlc con eso feliz ,it u~ción de tclol some- timiento • algo o alguien en quien confi.ra pie n•mcntc. Logró a.lcmis .1lguno< notables mtixbl• sobre ru vid• scxu 1: por ejemplo, que cuJndo ,u abuela le sa<Ó bru<c.lm<nt.: el chupete que cnab~ contu.ntement~: tn u boca, esto fue un~ castración simb6lic.1 (el globo de núd rcprc~n­ U I,do para él, por dC.ttJ)b?.2mÍcnto l1.1cia a1·rib.a, <1 ¡>ene), y que en J.a< .lctividldes S<!Xualcs du- r~nn· !.1 vida .tdulu 'icmprt• 1~: ponía ;n)io.so un vagu pero ha;t> entoncc< nunca comprendido te- mur a confi.r ;u 6rg•no 'o<!xuol a una mujer. De modo quc nunca poJia permitú: que >U mujtr u otr:u: rnujeres con las que hlbÍ<J estado. tomlr:ln c:n l11 tnano o quf" lC3rki:u:tn sus genitalt~. y :1 pesar del placer que ob«nÍJ de In relación lil!~un l, Sl~nl¡>re se sent!o al¡¡o >liviado cuando al iin<1l podi.1 ~plrtarse. l:.n rcl.tci<Ín con esto, reconoció que unl costumbre a la que nunca babia dcdi c•do el mas mínimo penumtento - la de or al cuuro de baño y orinu en cwnm (,, relación ..:xual había terminad~ era m realidad una pdcriea que establccier.l pora poder cxaminor su órgono y asegurarse de que aún cstabo olli, intJcto e ileso. Y el rcvcr~o de es-ro estal.M tam- bién inconsciente en Mac: que el pene no <61o podt3 ctr d~truldo, ~inu que en sí mismo cr.a un in«:rumenro de dc<trucción. Recordó cómo VUE..LVJ!, ANDARil:.GO ROJO S1 b mujer de ~u abuelo lo había c.onsidendo •l~o ob,ceno, sucio y objeto de verguenza que dcb~> o;cr aborrecido. En 1• profundidad de su pensa- miento él también tenía b mismo opimón, pero también lo usabo poro coscigor a la mujer de ~ tbuelo, y su crónica condición de ocinorsc cncl- ""' ba<tunte má~ all: de los ocho uñm ~e debla nc> .ólo :t la indulgencia de su ama de leche, al dc<cuido de lo hija que 1• sustituía y • uno ex- pre«ión inuticubd• dd deseo. de ser .ltcndi~.o. sino que era urub1én un d=fu> }' una agr<!>lOn contra la mujer • 1• que tenía que Jlam>r Ma. L. recuperación de t:lnt~s r_ecucrdo:. )' ~u. da- boración e.n bs sen·~:tn:l~ stgtueotes perm1ueron J M•c con mi ayuda, llegar a una rn~;or com - prcniiÓn de sí mi<mo y de los móviles. de su eondueu. 'Empezó entonces • v<rs< b•¡o una nu<V:l luz. Cayeron un:a 1 una bs m.isc1r2s que. habíl tstado u"ndo p•r. ocultarse dd mundo y de sí mismo. Ba¡o cod•s las poses que habi> .~tl.>pudo pan esconder su verdadero !ostro. <ur- ¡;i6 el retrato de un odulto con la pS&colog•• de un niño, de u n hombre equipado puro ser un hon~bre, pero hJmbrícnco del régimco ,le vida de un bebé. Cuando reconoció su núcleo de de- pendencia y su agrc<Í6n brent<. se ~umpió b rc- prc<.1 de su nbi• Íllterna, } por pnmcro vc7 en l'nUchCK :1úos cn1pezó : ~en tir otra ve't.. }vfac empezó a ocntír agu damente, profullda- mcn LC. l'.n la primen dfn¡;:t de reyrcm del <e•l· timientu se sinti/1 ~'nnu el que. bt1 c~udo el-ego durante mucho< .tño )' que. por miiBgro, recu- pera (., vista. 1ltnb• • "' alrededor. v por t~l.< •'"''~' sólo hahu culort< brillante>. 'iu '•nudos
  • 27. 12 IH 1 A 1OS l'~ICO<NJJ..Í IlC.OS rcaccionJbJn a h vid>. Por la noche c•minaba )'Or l>s calle> de la ciudad olfno•ndo sus olores, <on•cmp!Jndo sus luc~ )' disfruundo de sus so- nidO'. 1n su ttab>jo se volvió •n1mado, lleno de cner¡;i.1. En el análisis, dia tra; diJ, d•b• salida • In <]U< por tonto tiempo h•hiJ r~primido. Sobre lh cabe' " de los qu< hnci" mucho ricmpo es- tnU.m muertO!!., o ha'ita :1 h0 1;1 t:Jivid.tdos, dcn-.,mó el ''itrioln tic 13 J'"•iÓH, vcndb11do mucho de su furi.1 dirusa pero incxprc»do. E11 l• in1imidad rcrm¡,¡,... dt: mj estudio !lt .1livió de )u odio para todo el que algun• 'C2 le habi• hecho desaires u lo h•bia insuludo o !animado. dr<dc la mujer de m abuelo h= >U> p>trones y hJSu los cstc- rrotipu; comuoist.os de propagJnda del partido que k lubian proporcionJdo. M1entras unto se ob~tr·ilba a s• mismo cuid;ttlo~.amentc y con un~ nucv:l isión en su 'ido cotidinn.;¡, Vio b.s pe- qm•ñn, muc>tras de sus >nhclos de dependencia; 'Ín c6mo forzaba 2 b gentl' n I>Oncrlo en rel:.t- ción de Jcpcndcncia h~cia ollo1; cómo estaba ávi do de 1> !><',~uridad 1nfan1il que obtcnÍJ cuando en el nü< J>equeño asunto pndÍl ponor<e •l am- paro de orro. Cn <'te período sólo M•c '<'guia fru>trado y porturtlldo en s1• 'ida <exu•l. l!n el colmo de Hl cn{u~iasmu con len resuludo~ ~l U1." hnst~ en- ronce' había producido el .1n:llisi<, intentó dos vece IJ rcbción S<xual con a111i¡ps. De la pri- mera <tilu:ación contó que h;1bía >entido excita- ción sexu:1l. pero en ninr.uno de U~ intenLos ex- perimentó ui Ull omago de potcn(ÍJ. Ambos fue- ron fraCJIO< toules. Pero 51 no hubiera <ido por eno, :IJc habría '!ucdado s;~tí<fecho con sus pro- V11 l J , , 'f0Aill l GO ROJO 5.l ¡;re~<» y hJbn> querido terminar prem•turl- mcntc su tr.lunuento. Yo, por supuesto, tntcn.. JIJ que lo que esubJ sucediendo era una "cura tcansferencial". v e<pcul,. el momento en que la endeble csuuc1ur.t que el csuba corutruyen- Jo se dcmtororura. Yo <>bia que ~1 sólo habi> .tr.tñado en b !~upcdiciC' de su neurosis; que lo •tuc hasto ahora se l1.1bía logrado era el rcsulrado de aliviar la p1'1'Si6n ·' u·avés de lo descarga, del l111ig/Jt nimio y ' " f><rficiJI y de la desviació11 de to<b' las carg•s que soportaba hasta ponerla~ en mi l en cl prOf.:CSO del Jn:ílisis. En mi encontro un oucvu reccp1.kulu en el qu• podb dcrumH "'bri: el t]UC poclb 11royccu.r 1.- 0)3teri~ } t<en.. t.·aa eJe su vid.t. OutJntc este período nu!nrJ1 rt!bciones trJn m.h que cordiales, por lo menos m lo que rc>p•·cu • M.1c; pero yo, que habi> p.l..ado much:1.s 'C~C~ .lntc) por este proccro, pu• di.1 detectar lo que C><Jb,, oculto en él, y el ha- rÓLncrro intL"rno dt: mi cxpcricnci:J previa Col, mucho) p:tdcntcs m.: prc,tcnia que había ror· J'tlC1Ha en el hori7ontc. rmo. ,. cumdo c~ulló fue con furia. Un di;, en el cur~ de uo.t sesión, 1lac mcn· c•onó que h.tbil tcnidu un rueño que contidt· r.ba ton<o y que no v•li• la pena contarlo. !-la IH.t t{'nido sueños .1 11tes, y habían sido mininlil· mente producti vo~ en .,u mayor plrte, aunque lubíJ.n proporcionndo v.1Hos:ts claves dt: MI~ mo.. Liv;u:iones e i•·npulw) )r le ha bí ~ n servido cumo puntos de panidn 1'"'" .1.oci>eioncs. Pero en la f.1~e inicial dd p!iCO;ln:ilisis, ecneralmentc no in- ,;,to en un on~li<i< del sueño en profundidad, por tl!mor a pro,•ocar mucri:al inconsciente que mis
  • 28. RELATOS l'.fCOANALÍTlcOS pacientes no e.st.ín qui7.Í preparados aun par2 mancju. Por c::oruiswenrc, no había msistido con ~be respe~to de Jo, ~ucño~ Puo cuando un p• CÍt'.nLt, como hizo ~úc na vez., dcsvaloriz.:.t un sueño, he encontr.do que por lo comun significa que su sue1io es particularmente importante en el momento, y no "' k debe descuid>r; que ~1 paciente se da cucnt> de su significación, pero l• teme, )' espera <lUC •l no darle imporuncia de,,.,.ri la arención del an1list2. Ademis, be cn- cuntndo que C>t3 actitud .ignifica invariable. Jl''lcnte que cJ .sueño en cuestión se r~lacionn e.s.. pccia1mcnte con 1~ crlliHfcrcncia, estu es, con 1u relación entre el paciente y el nnal.is~a, y que las razones prtncipales por I,>V que el paciente bu$· c1 ¡;uud:írselo son que, o cem< perturbar la tran- quilidad externa de la rcl•ción, o no d"""a en- tregar un arma pot<nCill contra el analista que el <ueño le lu dado. Por cun.iguienre, pedí a Mac que me contara el ueñn. Luego_, c:n.s algun;¡ '"'~· cibción, y protestando que ~crb una pérdido de tic111po, reinó lo ,i¡¡ui~ntc: "Estoy C.l.nIUJ.ndu S"''" C]l.lrles Strtl:t (t:n n:alti m.lre) h.;ci3 l.1 pl.aJJ Mhunt 'ernon.. No h)y lr-'(1-.-,, tn b ufk r tu~c- o~ f"'IOY $0lo. No hay n.tdí~ dttrú d.:. nu.. rc-ru ,¡.,.nh, pasos. Esto rn~ ~nnu, y ilbro J:a bon r~tl ,:_r.ur; ~ro CU.&nJu lo ha~ 1C me nc b Jr:nvu.a ;al •udo. lino no mr -orprende¡ la h"•;mtu y 1:. l"l11l!,•l ''" el bob-,Jlo, )' sir.o c~•ni­ tloJnclo. ''Od:~ntc d~ m• 'l'u d nlanuml!:nllt (d monu- lllénfu .J G1:10rgt' WHh•nJ.:tHn !n l.a pJ;¡u ,11)unt Ver- JUlO dt- B.Jititnor _t Ah 1rl me Joy cuc.nt.l dt qut ti I..1J • •k l.a o lit- 1wv t 1 q11 vvy nt.i muy ilun,inaJu •lOI' el VJt pero d otnl f.ufo n-ti (KL.-uro, utt tt(gfu. tnn,_a ''Ct :.1 h- n1hr'" que ~"ti '-t.:.uit Jc: m•. ¡ttru VUEL'L, Al. llAU.lH;O ROJ ~) c,u e-n tl otto l.aOO tlt b l.JUe. en el l.a lo tlKtrt'•. tl,u,..;:~ no praurmc b mi minatt•u .alcut..-.n. p.:oru ~ .alguu mudo Ucntd qu. <n rcñid.td nt<' tni oh n J;ndo cui<bcJ.c,.amcntc. C:~miuo Jft pcxo: crnrte- 7..('1 a sentirme muy t.ll'h~do. T~ -.ll1'1-<1dn qut l('C· n,h puedo Lc'~nur l.n f!Ícrn:~t, r: la plua 1nunt 'cmun parece cstilf J muchas milla• de dl•uncn. l.:.rnpi<:Z1 u ¡HctKup:trllW porque: nvnca l1c,¡HÓ :~1 mo- numento; ¡c>stoy t.ln ;Jnudo! Tr~[O de UamJr .,1 hombre p:1t.1 que. me ayude. pero no tcni'IJ ltn);ul y no puedo pronunc:i..r n¡ ~an sonido. 6uKY b l~n ~u.1 e-n m• bolWIIo, ptto no esci mis. Resulto Ut: nctic:atncnt.C': ,. me dt,ritno uc-noriudo .:on la4 u.- b.otn.ts I'C"'udu'-" Cuondo hubo terminado de relatnr este >urio, ~he lo desdeñó dici~oJo quo <!'a tonto, y me prc- ¡;untó si realmente p~11s.1bn que valb b pena <:Mlplear ócmpo en malinrlo. Me nuntuve en ,lJeneio. y dunnte Jlgunos minutos ~be $e mo-- ,-ió incómodo en el divin. Luego. malhumora- do, dijo que d suc,-,0 no significaba na.da_ pan él: no tenia seoti,fu }. no podía dar USOCIOCI(>MS. Yo ~ugerí que por lo 11eno~ parte del <imbohs- rno del suefio eu obvio, q ue b:1ria b ir n en cqn- ,;dcur su signiíicaci6n P"" el an:ill,is. M.1c se opusn con una maldición y dtjo que cr> un r.on· to por haberse n1erido en un :lSUDto un c)tup•do. ¡Muy bien! De modo que perder la lcngu> en el sueio significaba que no estaba hablando. · · ¿Y qué? De cualquier modo era todo una bu. ¿'De qué le ~rvín? ¡No_ era de e_xtrain: _q~c el Pnrtido hub1era proiCntO d ps:connól•s•s. De cualquier modo, ¡cómc> podía algu!en curar>< «<lo hoblan<!o? H •bí• enado h,bbmlo, h>hlan do. habl:ndo duunte mc'IC<, l' todavía cStJbl un
  • 29. 56 Al:lATOS rSIC.01"' ALÍ'lJCOS lejo; de su met3 como siempre, y c~ns>do tk esto, h•rto de todo el o.unro. En esre punto, lo señalo que .hor. csubJ r.•almente ¡»ufr~JC>ndo una pure del sueño, h p>rte en 13 que emp~<tl ;' esur a.goudo y sin c~vcr.ul.Zas de .alcanz.tr !tU dc~ti no. Contenó que e) J'11CH'Illmento era por eitJr- tu lii'U rcprc~cnt3ción lHJccu-ad., pnra U mct.1 >nllliricn: tiene la fornu de un fa lo erecto; y qw en B::~ltimorc, quiz~!t ~ cauu de e5tot cl p.1rquc que lo rodc:> se h• con,·cr<ido en punto de r.unión pan homo..:~u•les y pro>tituu<. Que P·''-' ¡>Or •lli <iempre que tiene que " •l luc•l dd Plr· tido, Jlrededor de do' o tres veces por ;em>n.t. -l!vidCnlCJnl'IHC, CIHlOCCS -dije- p.tr.l lle- gar JI fn lo erecto, o ~ca h1 potenci.t, ticrll.' (li.IC lt•blu. -~o ~el un prc,umido -conrestO Mac- . Yo ':.biJ «:(('~ ante~ de conurl~ el Ucno. 1.·rc"' h•bl•r tiene mis si¡;nific>du de lo que u'led píent.:.. -Fn d rueño -dijC'-, u~rcd pcrdío la lcn- gun cuu~do pensnba que lo estaban siguit..'IHin. ;Quié11 lo tcgub? -Uncd, por supue•to -re«>pló Moc . U~­ red >iguc roda p•labr• que yo digo. -Pero usted no se wrprendí• cuando "' le caÍ> 13 len¡;u2. -No, no me sorprendí. -suspiró Mac-. lle sabido roclo el tiempo que tendría que cerrar l• boca Cn algún punto de CICC análisis: cu•ndo ruc- rn nccc53rio hoblor del P.trtido. -De modo que usted prefiere el <ilencio, por con<iguiente l1 impotencia, ant« que habiM tlel Partido -contenté--. Pero ¡por qué buscab> un VULL.Vl, A SO.tRIEGO flOJO i ren<ncamcntc ll lengu• en l• .egunda pute del rueño? . La agitación de Mac se tornó evidente. fncen- dió un cigarrillo con manos tembloro.•_u; su fren- te se cubrió de sudor. Lentamente do¡o: -El sueño muestro que mi enfcroncdad Y el l'artido están mczchdos. Supongo que lo he .a- bido todo el tiempo y me lo temía. Por lo que usted dice, supon!(O que el asunto de que la len- gua se C;t)'Cr.l (ignifica má~ que no querer ha- blar: s.gnifica caStr3rme. Lo inrcrrumpí aquí: .. -El primer dia q ue hable con mrcd me dt¡o qu~ gustO.'iO s~ crucificarht ~¡ eso sirv¡crn p:arn que el soci.tlismo llegue un monuto ?ntc<. Lo q_uc esd diciendo Jhor• es que se casturta por la rrus- m;~ razón. -Y lo huía. -Lo está haciendo. !.he se volvió «:n d tliv2n y n11.· miró. Pude ver dolor y tornwnto en sus ojos. -Usted es un tipo d uro -Jijo. $1! voh·ió Otl'!l Vt.'2 y c.ootinu6: -Pero ,upongo q u- no tiene m.h remedio que rlo. . Est.lbJ mh tr3nquilo ~hou. micntr.l recapl- tubba d •ucño hasu c<te punto: -Veamo~. El Pulido y la potenci~ esrán li- '.~Jdos en llli rncntc. . . . cómo, n.o sé. Pero su- pongo q ue p.11·n re~ol ver mi problcool~ de potcn- "Í.l tengo que hablar sobre el Parto<lo. ~~- no lublar del Partido me estor ca<trando o eligJen- do delibeud~m<nte 1> castración, como die" u.s- ~cd. Mur bien; ahora, ¿a dónde vomos de aquí?
  • 30. lS '" I.A 1<h r~¡c oAr-.Al fnco> -Al monumcnlo --<omc>-té. -Serí2 muchu 111Á~ f:ócil llegar lusa •llí -di- jo- si usted (ucra comurun•. Enconces yo l< habl>ri2. -¿Quu:rc ustt·d dct.:.ir ,¡ me pusien dl" su J:a. do? -progunte . Ahon todo d Ueño quedó ubicado y .>i¡;uió un rorr<nte do asociaciones. Yo (el an•lísta, d hombre dd •ueño) C>toy comin:tndo en l2 O· curidad. Un proposito no tan inconsciente del análisis de M•c es conseguir que yo me pong.• de su lacio, o sea que n>c una al Partido. Esto no .sólo me beneficiaría a mí: siempre lo :.tyudtHÍ:l a él. Nccc•ila nyud,L para llegar basta el monu· menro (b potencia), pero teme q uc pua obte- ner C(.l .arud:a tendni que analizar su rd:ación con d Partido )' rcvch•r secretos. Si el onalisu tan <ólo pudiera ver la luz y ponerse de su bdo, él (l.bc) podría hablar libremente y ser avu- dado pan con<e:guir la potencia. La per<pecriYa de impotencia continwda es ate=don, pero. -aunque quicien., no puede cont2.r wdo 1o que tiene en la mrntt. Hay oecretos, confidencia< que no se pueden confin a nadie que cst~ fcctJ del Partido. ll>tu~ 100 tiempos dificile~ paro <1 Partido. A menudo, mieotr:tS esti en el div5n tiene que naprirnir un pen!amientn) una dirc:c· ción, un nombre o alguna otra cosa q ue le p•sa por l• menee. Cunndo lo hnce, se rompeu ln cadenas etsocl~rivas, de modo que nunc:1 :'ic pon.. drá bien. E• un tonto por haber intentado cst.t empresa. Quiz:i In que debería b~cer es ir:.c y dejarse JmpUt:ll" el pene: rerminar con Eodo d li · n q'"'' dchcr~> dci LC el >n:íli<is. oh·id•r qu•· I'VJ:LVE, A"'DAillfCO 1v,Jv n unpou:ncc. Tal como esd11 l:1~ cosa~~ c~d SÍt!m- pre temiendo que s.: le csc>pe "lgo que se le ha confiado. Yo (el •n•liror•) SO) demasiado listo. Lo han advertido en contra ll1lJ. Sé ~acar con· clusioncs. No se pued,· confiar co mi. ¿Cómo puede saber? Quizás yo ..,. un agente secreto de l• F. B. T. Sabc que un> Ye7 trabaje en uoa pri- <ión, una prisión federal, adcm.ís. H•y rumores de que m Los Áng<lcs y Nuen York agentes feder.Úes se hacen pa<ar por psico>nalist>s y ex- traen secretos políticos de 13 ¡;ente. Y t~>mbién sobe que practico hipno1is. ¿Qué pasaeln si yo lo hipnotizara algún dio y le hiciera !negar todo lo q ue tenía que oculta¡· Cll interés del Partido? Luego del "nólisis de <'Ste significativo sueiío, Mnc empezó a tener imensas J'C>iHencÍ:J.S. L~ transferencia negativa, l:lt~JHC" h:1~t:1 :.1hon, se l'cvelaba en su silencio, sus modale, :isperos hacia mi y su rudez.a. Corrían l:2s horas núentras Mac libroba un consunre comhue <abre si po- dia confiar en mí lo h>stantc como para hacer lo que sabía que tenh que hacer: :><OCiar libre- mente sin consideur el conttnido. La interpre- tación consiguió poco. CuJndC> vlnculé su a.cri- tud actual hacia mí con ,:u :tctirutl anterior ha- cia la mujer de su abuelo respecto a 6u< <ecrcto< de masturbación y juegos <exualc~ con animales de la granja, se encogió de hC'>Ilihro.s. Cuando rcbcioné su sllcncio ~ctu"ll con d )ÍJcncio ncos- rumbrado de su padre durante ru corta vida, y le mortré cómo eruba ligado a In sen<ación de haber pecado contra d abuelo, me ~cus6 de fan- r:1~:lr. Luego e~r:t re~i(l<"nci;~ tom(• un nu-.vo c:tril-
  • 31. 60 1t 1 1 1'0). I,SJCOAN AUTICO~ En 'C:t: de p<!l'm.,,cccr collado, empez<¡ a habbr. Par~ un obsuvodor inexperto, su producc1ón de entonces habna parecido asoci:lción libre. Tenia toda la ap>r1encia de un flu¡o de ideas, pcn>O mientos )" experiencias ~ rl!nricción. Rcbubl incidentes de su dJmorog C2rrera como cor-reo 'I<Creto; de<cribu 1,. personalidad~ que habia encontrado ) al~uoas c;pduznaotes a•·enturl< sexuJie.s. Junto con eno empezó J. r~gJ.brmc lt- ter:tcun cnmunitJ. F'n cad.t #isit:t m~ tna.t un libro o un panfleto, y wlí.1 cmpcz;a._r su~ .scionc~ discutiendo al¡;ún punto planteado por un fo lleto o ortícLIIo que me hJbia <1.1d<> en !,1 hor.• an- terior. Ambo~ ubiam01 q "c Mac, cluranre es" hsc, estaba u1.1nJu tOdo rocur;o posible par:l cvitJr d problema. Su imitación del proceso de asoci.•- ción libre cr:.1 un recurso de rodeo p:Jr:l -;atidJ- cer >u deseo de rewlver ;us probl~m» sin au- cu el núcleo central. Sus regalos unían el propósito de convenirme al soci1liml0 mihtantc y •1 mismo tiempo dt sobornJrmc. Su, intentos de- convertir b~ e· siones en un foro par.1 discutir el marxi~mo t(- niln en realid.1d el propósito de conwncerln .1 él mismo de su propi;¡ sinceridad ranro como de actuar tn mi propio beneficio. l'ero. por fin, lle- gó una se~ión en que M:ac ya no pudo engañ.tr'le más 3 si mi11n10 y ~e dio cucncn de que no luhb conseguido cng-ai.1rmc n mí. Recuerdo que :Jfucu bntmaba una rormcnu de nieve la tarde en que el an:ili<is d" Mac llcg<Í a un pun1o culminante. Porecia b:utiado cunn- do st' tcndit) rn l'1 div~n; eJJcendjó un ci~:trrillt v• • d •y cllpt:lO en un Lono n1unoc01' e que s.enu que U).ilha p;¡n encubrir unil éXCitación Jotern~: -~fe están moviendo el pl~ otn 'CZ -Cil1Jle- zó-- Vengo de !;, e»• CCIHr>l dd P>nido. Por L forma que b•bbn es <Óiu cue>l1Ón d' tiempo hau.t que me re<:mJ•I>ccn en b i .ibric• de con- en JS. Dicen que cu.ín bu!Cando un lug•r en d que me adapte mejor, dondt.: <e.t mj-. cfic.tz. -¿Ha frJc:as:tdo rt.tlnh:ntc? prcsunt¿_. M.ac se encogió de hombros. -Sí, supongo. Con el an:il1<i< ) tndo lo de- mjs, no he esrado dnnJo ,,¡ tr.IUJ)u lu qu~ n<ce- ~it.1. Pero, jpor Crl.sro! Dctc,lu '-l UC 1111: echen así. Si por m i fuera, yo ... -¿Qué haría? - lo lllcn • ~­ Mnc ~pagó su cigarrilln. -Nada -dijo. Luego. despucs de un momcntu de silencio. continuó: -Vea, Doc. Esre .málisi< es un fncaso. ¿no? -¿Por que me lo prc¡;unu? - Porque estoy penslndo en pbnurlo e irme Supongo que puedo repartir panOctos en algún otro lado; no~ ncc~"<:J.rio que C.l en Baltimore. No tiene por qu< <er en Balci•norc. -¿Pur qué piema que d ,1n.lli;is es un fra- CJ~o? -pregunté. - Porque no voy a ningun.1 p.~rrc -contt'l· ró-. Vea: ayer saH con una c hica, )' todo lo q ue hice fue baboscnr!J. Y nhor.1 me dicen q ue t0111b1én Soy Un fr.ICOSO Cn mi li'.IOOjO. Y SC q ue soy UJ~ fr>caso oqui. ¿Quiere más pruebas? - levantó la mano-. r,pcr.: -dijo-. 'é lo que va a Jecir. Pero no pueJo hacerlo: e><> "' tullo.
  • 32. JU o'1'0' PSICOA ~.,L..¡, ICOS to puedo ;o..,.:iar libremente, y ..; que es 14 um- c• s;~lid:l. -¿'{ por qu< no puede? -lo pre¡;unté. -Porque tengo miedo de dejor escapar $:• crctos, por c~o. Porque si llegnn a dejar s•lir lo que tengo en In cabez• seria ~ntigado, por e>O. Porque a pc,Jr t.le la confi•nz• que le ten· ~;o. no coniío en usrcd lo b><unte. Tengo din~· miu adenrro mío; secretos del Partido, nombru, direcciones. Y a. cada r;¡ro se me )tr:avjcs.an por l• menee. Si llcgnro a abri•· lo boca, escup•r•·• todo. No puedo hacerlo, eso C$ todo ... ¡No puc. do hace.rlo! Entonce.s pedí ;¡ .M•c que a>Oc:ian con l:lS p•· labra< ..dejor e<eapH" que habion apuccido m:ls •JUC ocr;as en discu,jones que habflmos tenido sobn: su resiottcnci:'l al an;iüsi~ y en conexión cun d P>rcido. Lo hizo: era w1a expresión idiom:í- rica y vulg;ar p:lra b micción; l:a mkción es un~ función del pene; 1> oua función del pene « rr>n<porur semen. En este punto Mac soltó do! diván y se volvió haci:< mí perplejo y consta- nado. -¡Santo ciclo! ~xclam6--. ¿Quiere usted decir que ... ? -Usted ha c<cado revelando inconscientcmcn- •r <ecretos del r.rtido todo el tiempo --comple- tó por él. Empezó a par.carse por h hotbicación, mós ogi- t.ldo de lo que nunca lo habla vi<to, murmu- rando para <l, una y otra vez, palabr•s que en· tendí qo< eran: "semen. secreto• del Partido, dejar <!Capar, babo«ar .. :• Luc¡:o se detuvo an· te .,.,; ..,,¡, y mt miró =ruudonmente, míen ' C LiLV 1• , 11 0ARIU30 atO) O ú} tr·~ ro hacia lo meJ"r que podÍa pan parecer tranquilo, a pe$;1r de mi alborozo por ..ber que .su sesión llcvMi> d :tnálisis a un punto culm•· n:tntc. -Déjeme entenderlo bien -dijo-. De algún modo parece que el semen r los secretos cltán mc7clados en mi cabeza. De modo que cu:tndo tr:ato de acosurme con una ch1ca y t:)·~e:un ~r tni!n, significa que lnconscientcment.: e-sto~ de.. j>ndo escapar ..crcros del Partido. Abrí la bocn pM• interrumpil'lo, p~ro levan- tó un~ mano p.u;a que me contuvicr;~ y s~ cubrió los ojos coa la otr•· -¡Espere! ¡E,perc! --ordeno--. E<ci cmpe- nndo a cncaju cn su lugor. [n rc>hdad qu1<rn revelar esos secretos, pero no puedo hacerlo con In boc•. Entoncc lo~ dejo[>.)¡;,. por el pene. ¿Por qué el pene? Por<Jue en alguna porte eso c~d lig•do con el P.1rtido como d semen est:á lig•J" con los secretos. Si pudiera conur esos secr~to con la boca, quiero de~ir, quiza podril tener un::a Yerd>dera eyaculación -se detuvo, y su perple- jidad ~ra evidente-. 'Pero, ¿por qué querría yn revelar secreto; del Partido? ¿Porq u~ son un.• carga dema5iado grande para mi? ¿Cómo es«<'? t by muchos tipM que saben mucho más que Y" ¿Por qué debería ofccunnc de <<te modo? E.<u vez era obvio que e<tab.• pidiendo u,,,, rc~puesta. -P:l.r.t C.l'lcOnlrnr b respuc~t.l ;a eso --dije-, probablemente tendríamos que rrofllndizar m:h en su vjd• sexu1l tempnna. Pero de anrem>n<> •·o rupondria que •u deseo de rc••ebr .cereros dd P:~rtido -.igniflcl qu<' táenre Utt'd l~esión hact:a
  • 33. "t 1 f rO~ I'S if'OAN LÍTICOS el P~1tidu, y qui7:í esto tengo que ver con l~ equiparación entre el Partido y su abueb. Moc volvió •l div:ín y se arrojó ~bre él. -ll.lce Jl¡¡unos meses -musitó- me habrí• rddo cn su can si wted hubicn dicho eso. Aho- ra no enoy un ~guro. y por el relo de esa hor> hizo poco ma quc cxprt.·ur )U ~sombro ante lo que había :apare. cido antes. Cuando w despidió cs. tarde tení.l un c.tado de inimu muy diferente. En fiU ~sión ~i_vuicore, d~ dias clespu~~. Mae relató h primcrJ e~periencia sexual exitosa que hobin tcniuo en muchos año>. HJbia logrado y mnntcnido un:. f uerte erección, y la cxpcrien... cio de eyaculación hobía sido in<ensomente pla- c~:nLcra. Su rntu~i:amo no tenia Hn1itcs. - l b.1 a mandar buscar a <u cspo~a; reanudo- ti:tn iu ''idl anterior; harían ... Aqut !>C contuvo. -¿Cree u<ted -pregunré- que sus proble- m:as c~t.in resuelto')? E•to lo sosegó. Suspiró. -Supon¡:o que no -contesró-. ¿Pero es rt,ll mente nece~Jrio continu~r con esto? Después dr todo, ahora se! lo que hay cletds. -¿Pero lo !>be re.llmenre? -<lije-. Me pl- r<ce QUC tlcnc ¡')OCO más que UOJ fórmuLa, UMil <cric de ccuJCit')ne• fundadas- en una~ pocJ~ huc- na~ <upo.~iciouc. Yo dirin que ::u'm hay muchC'I que andnr. Oc 111o0u tlUC Mnc <iguló odelante. En i'~t~1 IIIC~i6n, )' por alguo~s setnlln:Ss siguicn.. re~. ilc se dio cuenta de la verdad de c<U úl tinu afirm.1ción mía. Porque entonces se abrió VU LLVP, A NflAI 11 (~() llOJO 61 pa.n nosocros el vasro p:tnornm:l d~ su scxua~. dad infnnril y la inttnridad de <us antiguos sen- umicnros conrra su abuela. 1· ntre esros y lo for- ma en que ambos se rel~cionaban con el Par- tido, el Jn:íliris iba t<jiendu la rr~ma como la l•nudera de un telar, adelante y >tds. adelante y arris. Brotaba de ¡.he un• serie en ap>ricncia inaC2bable de recuerdos contodos con mucho de la pasión original de un niiío siempre bloqueado en su e..xpresión, c~tl;a un¡¡ de cuy.1s accioocs c:r.a considerada "mala". Recuerdo> del anhelo de amor y aceptación, de 1:1 sc¡:urid•d que brinda una palabra o ge~ro bondadoso y del ordience odio que eventualmente lle¡16 n ocup.u el lug;~r de esto. Luego, en unn ovolancha de recuerdos, vino lo que habí. csu1do oculto. incluso parl Mac, de las p1·imcra~ ondulncionc~ de esa marea ~exu~l que iba a arrastrarlo dclpué; hasta el bor- de de lo desrrucción. Al principio, lo que tenh para relatar no era m:is que la his10ria común de los ,-icisirudes dd ill)pulso <exual en desarrollo: pero en el caso de M>c, luego de su rraslado a 12 gr:anj• del abuelo, <'Se impulso SC'XU>I, se torció p•rológicamcnte. De iMtrumcnto para la recep- ción y comunicación de placer y órgano primor- dial de reproducción, 1u pene adquírió una nue- va significación a medida q ue el niñu vio cómo ese pene y su comportamiento afectaban a i}<ta. En resumen, se convirtió en un :trma, un lns-- crume iH O de venganza, y t'l1 ! ll vidJ de f;1ntasía Jo consideraba -sin s>bcrlo, por 1upucsto-- co- mo un verdadero ar~<Cnal de de~trucción. Con éi -primero .sobre b nbud~ y luego ~bre cual- quiera que se intcrpu!licn ('0 'u t·~ntioo-- se
  • 34. (,6 1~ 1 l.A I"Ofi J•StCOANALÍTICOS [om:.b:~ en I:L in'laginación unl venganza que es dificil que nunc>, hasta que el nñ~roscopio del >n.ilisis la enfocó, h•y> llegado al nivel de b concitntil. Y eno h:abi2. lleo1do a tener un • 1 "curtoso resu udo: ~he llegó • tener miedo d_~: su pene, de los po>ibilid.tdes de.strucov2s que .;) y .ólo rl le habia ororg•do; y por constguient<, cuando su neuro,.js de la vida posterior Jscendtó corno ll rnare.L, tuvo que inhibirlo, que conten!r ~u !upue~cu poder noclvo. 1Pero dónde, en rodo esto, eotnba d l)arrodu Comuni'+ta.? Otro ~ueño proporcionó lo1 vincu- lo• que (nltab.tn. " l l~·¡.:o ll'lllj1r111ú 1 t1 ~c..i)n, y cu.ln<lu culrt~ .1 'll t''ltuJin unrJ no l''·' l'et~t!llldo en oc-••p.~.rmt hu~ot, que: uued llq.:uc, voy J L biblioteca )' r;l.,o un 'ulu 111cn Je lo ~''llltn del IJ.Ju izquíc:rdo J..- l.a '~;ntJIU, l mpt..:lu J lcct. Ju•tu ~nt.On.C$ lü oi~to t•mrn M.: ~~ntn ~o.·n"funJulH. Por AlgunJ n7ún no qutrr., qu UHt'd "'1''- qut' tlUVt' 1ntndo sw l.iltros. 1 t.:&lt> dt t'"'-und..-r ti llbrn en mr. pero oo enu.1 r:n ninAUI'kl « m" bu-f,.•l'-:rt. lk rcpc.ntc.- me: &o meto ~"ñ b bnu r p.an-cc ir"( ho~•t' 1.1 Ji::2t}:llnU. Pem CU:Jndo L, ... luJu, rl l1bto uk d"p.tnJo de mi buc-.1 y lo ~•.Jpu .1 UUt'd tn Jj (r('ntc. Uncd 't': CJ.r. r yo tcn,;o mitdn ~fe hlbc:rlu nuu_d,o •• 1.3 2socmclon inmcdi.1t.t de M:u: con el libro fue educ>ción. HJciendo jusricia, afirmó que el P•rtido le h.tbí~ dado una educación que de otro modo no lwbic" podido obtener. De niiin pcn- soba que su 2buclo ero Dios, por todo lo que <obín; a veces se sorprende pensando lo mismo t.le mí. Pero después piensa que ro (el analista) en realid;~d no (é t~nto. Mis conocimientos ~ tniendrn a CÍtrLO campo. Fuera del p~ico:1n:í. VUL~VL, N IMKII (:U 1IJj(J b/ lisis, no tengo un cqL~t•m;:a d"'· rcfercncl.- para 1o qu~ yo~¿: mngún m:.trco cohl.!rt'ntt consistente l . • • ~g-tco. correcto, p~rJ ordcn.1r 1nh pen.).unienros. H, M;¡c, es en re•lidad un hombre mejor cdu- ~ado que yo. Ion los día en que estaba <in rn- b•¡o. en bibliotecas pública' entre Baltimore y l.t Co<u ~re, leyó todn lo <IU< hJbt.l 1mprc,;, .:n mglés sobre sociali~mo ~' nutcno~h~mo dt.alec- t~eo: Mux. Engds, Lcnin, S1.olin, tndu<o J-lcgd ) Fuerbach. Salx- crona <ocialisu mc¡or que -o por lo menos un bien como cualquier persona que conoce el Pnrlido. No, cm no 1.!~ cx.nct.amen- Jc cieno. H:ty un [1Jl01 un líder de In fncción Je B;.-~ l t:imorc, que ~~& r~:tt l mcn i C Ul1 cnrnpcón. Es un Ph. D. Sabe rc.dmcntc mai'Xismo; lo sobe co- mo yo (el nnali<ta) sé Jlreu1l. J>cro, para él per- sonalmente, este filófo"' ud P.mido es un asno pomposo.' un ne~rótico rerorcidn como él (ibc.) nun<::J VLO otro 1guJI . . . Cot"'~du con unJ dama q~c pencoccia antes a la alt.1 oocicdad o algo oHI. r que e~ Ull rl!tOrCÍd:l COI'n0 él. •Cóm(} Jos ,. 1 e . h 1 uur:t. 2n no .l' ningún obrero tn todo d <;rupo. Si alguna ''ez llega 2 las b.arric.adJ> ... Aqui lo inrerrumpi. -Enronces el .ueño no <é rcCicrc J mi -di- je-. Se refiere a e~ filó<ofo del PMtido. ;Cómo explica usted esto? · Mnc produjo el residuo diurntt, lo. l.tdrillos de su vida extr::'lannlitien de quc C5Ubn construido el mcio. T.• tarde anterior habi.t iJo ol local del Partido p:tr:t una rcUJ"IiÓI'I t-n l11 que .se iba ::1 J<'cidir -~u cambio de ta!'e:b. Mnc fue d primero en lle¡¡or. Ton1ó un libro de l• mcu y <C puso a leer hasta que llegaron lo1 dcm:h. Después de
  • 35. ti Y .....u..t...~o• U -~ • .,...,..,.,,...~,+~• < 1...VU ,;¡ llegó B, el filówfu del Partido y hócr loe~l. Luego de saludu • M.tc, d {B) b.i>.o un cvmcn- urio intdigentc 'Obre d libro que MJt tcnÍJ •n Hn manos. -Sentí que tcniJ r,ana. de rirariCo por la ,.tbeza -dijo Mac-. !'se bn>turdo >icmprc c1tá Jlordcando con ;u cduc.tciún. -¿Dice usted qvc lo odi.t? -Si, lo odio. -Por eso lo ruaub• en .t sueño. Ahora el enojo de M2c se maniicscó Jbi'tt.l- m.:ntt; per-o en mis que enojo, eu nbia pun, prtm1civa. -Odio h»ttt el último de ellos -cxclnmó ~be-. 'Y, Lo que e! mh, odio al Partido r:un- hién, y codo lo qu< representa. Lo he odiado muy •dentro de.sde el momento en que me :íiloarCln -~u ,.,~7 .se rJ¡-v(> h.Ht.l ~r c.tsi un griro--. j Lo udio! ¡Lo odio! ¡Lo odio! Los m>taru a tooos ,¡ pudier:1. Les hariJ trJ"lt a! maldito P>rtido tan >dentro que Ir. <>!dría por d traste. Odio JI P•rtido y los odio. dios, y m;: odio a mi pOI' «!t· femej:~.nrc cobarde. hijo de put:tt qull tengo QUe estar acostado .tqui condndole esto. En pocos mornento• <u orJ h~biJ de.<4p.~tecido, ,. Mac cerró lo. ojos l¡:oudo por este e<t.tllido de furi•. Ahou, mh c•lm•do. dijo: -De modo que s.tlió pnr fin. Al>or> t¡u · lo dije he dicho ~odo, <UI>On¡¡CI. Ucvé c;u ucntn• comn un.1 pirdrJ en mi" C1ur:u1a1 Uur.Jncc uiwr.. Sl.lf)CUl.'tO C)UC dcbl·rÍJ '-"'111" ~:ontc-nt:n di.! luhcrnll' Je<lwcho de ell.> do,.I>Uél d~ todo• rn•· 1i••mpo. ~up• n¡:o que é·< ., d fondo dd blrril noc. :Qur m;Í< puede hJb.r? VUll.'1 1 ANlJMlfEGO AOJO (,9 -Creo que: aUn tenemos que ol'criguar por qué "" unio uned JI P>rtido -contcstf-- y por qut odiándolo como lo hací~, se nuntuvo en ti todo; estos años. ¿Sabe usted por qué? M~c negó con l• cabezo, ogol'.tdo. -No -dijo-, no Lo sé. Pasamos bs semanas siguientes con•csundt> lo pregunta que Le plJnteé esa noche. 8rcvcmcntc, fsra es b respucsu: A los dieciséis •ños Mac se habi• c•.:•p•do de h c2!~. después que el Jbuelo cc:rró p>r> siempre sus ojos pr.netronles. Entre el momento en que n1urió el abuelo y In noche que se escapó de lo casa el muchacho vivii> temiendo su p•·opin ogre- .ión. Su hostilidad p:tr> con la abuelJ n<> cr> sólo un resentimiento natural: era un odio viviente qu.: ;~.nenaz¡¡ba en~oh~cr 2 ambos en un.t tn- gcdi~. lncon<ci<nt<m<nte, l.bc s~bi• que si se quedaba la nuuri>; de modo que c<.e>pó de su presencia para prorcger a ambos. Pero !U! ex- pcrienci;.s en el l'I'Undo sólo sirvieron p~ra au- mentar su odio )' su ngrcsión, y 1~ f"l"l>porcio- no.ron nuev~ blJ;ncost ya qt1t, como n1uch:~cho <in oficío ni innruc~ión, esraba • merced d< tod. crisis económica, no nec:esiudo por n:adie y ñn un lugar w el mundo. Sn amargun durante lo< años de vag~bundeo no ruvo limite•. Cuando lo alcanzó su destino, en b form• de un com- pañero en un vng6n de ganado que iba h>cia el sur, desde el escenario de una hoelgn, estaba maduro p3ra ser apresado. [s cierto que el Pucido cenia un atnctivo n- cion•l para Mac. que sus doctrinas lo >trajeron intelecrudmente y como r<<uludo de ws lec-