El documento describe la lenta decadencia del imperio español durante el siglo XVII. Factores como la mala gestión política por parte de los validos reales, revueltas internas, la independencia de Portugal, crisis económica y demográfica, y el fin de la dinastía de los Austrias llevaron a la pérdida de hegemonía española en Europa. A pesar de esto, el siglo XVII fue el Siglo de Oro de la literatura española con figuras como Cervantes, Quevedo, Lope de Vega y Calder
La lírica barroca. Contexto histórico y literario.
Literatura barroca española
1.
2. La lenta desaparición del imperio español
Durante el siglo anterior, España se había convertido en la primera potencia del mundo. Pero en el
siglo XVII una serie de circunstancias provocaron una crisis en cadena que le hicieron perder su
hegemonía.
Los reyes dejan el gobierno en manos de los validos o consejeros, que utilizaron el poder para
enriquecerse o se empeñaron en mantener a toda costa la hegemonía española en Europa.
Revueltas en Cataluña y Andalucía
Portugal logra independizarse de España.
Crisis económica: la ruina de la agricultura se debe a la expulsión en 1609 de los moriscos
(excelentes agricultores), al desinterés de los nobles por los cultivos, y a una sucesión de sequías e
inundaciones. Suben los precios y la moneda pierde su valor.
La población disminuye como consecuencia de la carestía, la peste, las guerras y la emigración a
América. Las ciudades se pueblan de campesinos sin trabajo, destinados a convertirse en mendigos.
Se acentúan aún más las diferencias sociales entre ricos (nobles despilfarradores) y muy pobres (la
población en general). El desorden y la inseguridad se adueñan progresivamente de las calles.
Después de dos siglos en el poder, desaparece la dinastía de los Austrias fundada por Carlos V. Con
su desaparición, termina el sueño imperial de España, que pasa a jugar en Europa un papel
secundario en relación con las nuevas potencias: Francia e Inglaterra.
A pesar de la decadencia generalizada, Brillan las artes: el siglo XVII constituye el Siglo de Oro de la
literatura española: Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Góngora, Calderón de la Barca… Con ellos
nacieron la novela, el teatro y la mejor poesía en lengua castellana.
3. Vitalismo: exaltación de los
placeres y de la felicidad que
conlleva la vida.
Ascetismo: desengaño respecto a todo lo que
representan los goces o deseos materiales. El
poder, el amor, o el lujo y, en general, la vida
no son más que apariencias fugaces que el
tiempo arrebata; de ahí el pesimismo de los
artistas barrocos y su obsesión por el tema de
la muerte.
Antropocentrismo: visión optimista
sobre la capacidad del ser humano
para organizar la sociedad a su
medida y desarrollarse vital e
intelectualmente.
Misantropía: desconfianza en el ser
humano y en la sociedad que éste ha
creado. La siguiente frase resume esta
actitud pesimista: «El hombre es un
lobo para el hombre» (Thomas
Hobbes).
Arte de la razón: las obras artísticas
del Renacimiento reflejan las
características de la inteligencia
humana: claridad, sencillez y
equilibrio.
Arte de los sentidos: las obras barrocas
pretenden impresionar al espectador con
estímulos visuales y auditivos violentos:
fuertes contrastes, deformación y sensación de
movimiento. Se produce, además, una mezcla
de elementos heterogéneos: lo bello se funde
con lo grotesco, lo religioso con lo profano, el
humor con la tragedia.
El arte se basa en la imitación de los
modelos clásicos.
Arte entendido como una
búsqueda de originalidad: los
artistas resultan más creativos
porque incumplen las reglas y los
principios del arte clásico.
4. El conceptismo es un modo de
expresión que consiste en concentrar en pocas
palabras una gran cantidad de significados
mediante la asociación ingeniosa de ideas.
Para conseguir este objetivo, el escritor debe
construir las frases de tal modo que tengan
doble o triple sentido. Cuando leemos una
obra conceptista, debemos sospechar que el
autor intenta comunicarnos más cosas de las
que aparenta decir. El conceptismo es un
juego de ingenio mediante el cual el
significado explícito de una palabra nos lleva a
otro significado que está implícito u oculto.
Lo consiguieron con figuras retóricas como:
metáfora y símil Asocian significados que
tienen semejanzas muy rebuscadas.
juegos de palabras y dilogías Consiguen
dobles o triples sentidos.
antítesis, paradojas e ironía Asocian
elementos contrarios.
elipsis Reduce el número de palabras y
contribuye a la concisión.
hipérbole Intensifica la burla.
El cultismo o culteranismo es un modo de
expresión caracterizado por el empleo
exagerado de figuras retóricas y latinismos,
de manera que el significado del texto, a
veces mínimo, queda oscurecido o en un
segundo plano. Los escritores culteranos
querían sorprender a los lectores del siglo
XVII, cansados ya de la repetitiva poesía de su
época.
Y, en efecto, fue toda una sorpresa:
consiguieron más ritmo y musicalidad en los
versos, inventaron palabras nuevas o
neologismos, emplearon numerosos adjetivos
coloristas y metáforas poco habituales,
usaron sus conocimientos eruditos sobre
mitología; y, sobre todo, consiguieron que el
verso español «sonara» a una lengua tan
prestigiosa como entonces era el latín,
imitando su sintaxis «desordenada» con
hipérbatos y utilizando numerosos cultismos
y perífrasis.
5. Francisco de Quevedo y Villegas nació en Madrid en 1580. Licenciado
en artes por la universidad de Alcalá, se dedicó a la literatura desde
muy joven y a las actividades políticas en la corte.
Fue encarcelado varias veces durante el reinado de Felipe IV. Primero
por haber colaborado con el virrey de Nápoles, el duque de Osuna,
condenado por corrupción política; y más tarde por haber criticado la
desafortunada gestión del conde duque de Olivares en Flandes, que
conducía irremediablemente a la derrota del imperio español en
Europa.
Quevedo fue testigo privilegiado de la decadencia económica, política
y militar de la España del siglo XVII, y dio buena cuenta de ello en sus
obras. Sus reflexiones políticas, morales y religiosas alcanzan una gran
profundidad, pero tienen el contrapunto negativo, desde la
sensibilidad moderna, de sus prejuicios antisemitas, racistas y
misóginos. Encabezó, junto a Baltasar Gracián, la escuela de estilo
conceptista.
6. Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.
¿De qué sirve presumir,
rosal, de buen parecer,
si aun no acabas de nacer
cuando empiezas a morir?
Hace llorar y reír
vivo y muerto tu arrebol
en un dia o en un sol:
desde el Oriente al ocaso
va tu hermosura en un paso,
y en menos tu perfección.
Rosal, menos presunción
donde están las clavellinas,
pues serán mañana espinas
las que agora rosas son.
Francisco de Quevedo
SONETO A LUIS DE GÓNGORA
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;
apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.
Francisco de Quevedo
7. Luis de Góngora y Argote nació en Córdoba, en 1561. Perteneció a
una familia acomodada, al parecer de origen judío, circunstancia
que en su momento aprovecharía Francisco de Quevedo para
escribir versos satíricos contra él.
Desde muy joven se dedicó a la poesía. Su tendencia a gastar
demasiado y su afición a los naipes le hicieron pasar bastantes
apuros económicos, que intentó superar buscando mecenas en la
corte. En 1617 se hizo sacerdote y fue nombrado capellán del rey
Felipe III.
Sus poemas culteranos crearon una gran polémica entre defensores
y detractores de su novedoso estilo. A partir de 1603 sostuvo una
guerra literaria con Quevedo, en la que ambos demostraron su
mutua antipatía y su ingenio para dedicarse versos burlescos.
Cargado de deudas y muy enfermo, regresó a Córdoba donde murió
en 1627. Sus obras se publicaron póstumamente. Es el poeta que
mejor representa la escuela barroca de estilo culterano.
8.
9. Lope de Vega (1562-1635) nació en Madrid y estudió en
la universidad de Alcalá de Henares, aunque no alcanzó ningún
título académico. En su biografía destaca especialmente su vida
amorosa. Se casó y enviudó dos veces. Fueron sus esposas
Isabel de Urbina y Juana de Guardo. Mantuvo relaciones
sentimentales con Elena Osorio, Antonia Trillo, Micaela Luján y
Marta de Nevares. A esta última se refiere en sus poemas con el
nombre de Amarilis. Tras la muerte de uno de sus hijos y de su
segunda esposa, se ordenó sacerdote.
Aparte de dramaturgo, Lope fue un gran poeta. Cultivó
tanto la poesía de origen popular (villancicos y romances) como
la lírica culta, de influencia conceptista. Los temas
fundamentales de su poesía son el amor y el sentimiento
religioso. Su obra poética más importante es Rimas humanas y
divinas.
10. Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor suave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor: quien lo probó lo sabe.
Lope de Vega
Pues andáis en las palmas,
Ángeles santos,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Palmas de Belén
que mueven airados
los furiosos vientos
que suenan tanto.
No le hagáis ruido,
corred más paso,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
El niño divino,
que está cansado
de llorar en la tierra
por su descanso,
sosegar quiere un poco
del tierno llanto,
que se duerme mi niño,
tened los ramos.
Lope de Vega
11. Características de la comedia nueva
1. Se reducen a tres los actos del teatro clásico. Suelen corresponder con el planteamiento, nudo y
desenlace (este último al final de la obra, con el fin de mantener la atención del público durante toda la
representación). Con los tres actos, la acción gana en dinamismo y emoción.
2. Se rompen las tres unidades clásicas:
a) Lugar: el escenario de la acción puede cambiar cuantas veces sea necesario.
b) Tiempo: la acción puede durar mucho, incluso años (no sólo veinticuatro horas como en el teatro
clásico).
c) Acción: Lope dice respetar la unidad de acción, aunque admite otras para personajes secundarios,
siempre que estén conectadas con la principal.
3. Se mezclan estrofas y versos (polimetría). Cada tipo de estrofa se dedica a situaciones concretas (el
romance o la octava para explicar el caso; la redondilla o la décima en los diálogos; los tercetos para
asuntos graves; el soneto se emplea en los monólogos).
4. Se incluyen personajes muy variados. El galán o protagonista; la dama, que suele ser dinámica e
inteligente; el antagonista (se opone al galán); el gracioso, un criado que funciona como contrapeso
cómico en los momentos trágicos; el villano o castellano viejo, orgulloso de no tener sangre judía; el
poderoso (noble, príncipe o incluso el rey).
5. Se defienden los valores de la sociedad del siglo XVII: el honor y la honra. La honra es la opinión que los
demás tienen de una persona; el honor es la conciencia que una persona tiene de su propia dignidad. En
caso de deshonra, el honor del caballero obliga a que éste recupere la honra mediante la reparación
pública o la venganza. También se incorporan temas nacionales: leyendas, romances o crónicas de la Edad
Media. Pero el tema constante es el amor entre el galán y la dama.
6. Final feliz o justo. A diferencia de las tragedias clásicas, la comedia española acaba siempre con final feliz,
generalmente con un matrimonio o con la reparación de la honra perdida. Pero en caso de que este final
feliz no sea posible, el rey o un noble poderoso debe castigar a los malvados. Esto se denomina justicia
poética.
12. Corral de comedias de Almagro (Ciudad Real).
Desde finales del siglo XVI, las representaciones teatrales se realizaban en el patio interior de casas
de vecindad. Se improvisaba un escenario al fondo del patio, y los balcones, situados en los tres lados
restantes, servían de palcos o aposentos para los más pudientes (nobleza, curas, escritores). El resto del
público ocupaba, sin mezclarse, distintos lugares en el patio central que formaban las viviendas.
En 1579 se construyó el primer teatro permanente en Madrid, llamado El corral de la Cruz. A partir
de 1600 empezaron a proliferar otros muchos corrales (locales teatrales).
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13. De Lope se conservan cerca de cuatrocientas obras de teatro, aunque, Cuando en
1621 es coronado Felipe IV Lope afirma haber escrito ya novecientas. Esta facilidad
para escribir motivó que Cervantes se refiriera a él con el apelativo de monstruo de
la naturaleza. La mayoría son obras que siguen el modelo del tres grupos:
1 Dramas de ambientación histórica, cuyo tema es el poder injusto. En estas obras
aparecen labradores ricos (villanos) que son víctimas de los abusos de un poderoso
(noble, gobernador el propio rey): Fuente Ovejuna, Peribáñez y el comendador de
Ocaña.
2 Comedias de enredo amoroso y de capa y espada. Son comedias con final feliz
en las que se urden tramas complicadas que siguen la consigna de «el amor todo lo
vence»: El perro del hortelano.
3 Tragicomedias. En estas obras muere el protagonista. En El caballero de Olmedo
el galán es víctima de los celos de un caballero rival.
Félix Lope de Vega y Carpio
14. CASILDA: […]
Y no os acerquéis a mí,
porque a bocados y a coces,
os haré…
COMENDADOR: Paso y sin voces.
(Sale Peribáñez.)
PERIBÁÑEZ: (Aparte.)
(¡Ay, honra! ¿Qué aguardo aquí?
Mas soy pobre labrador:
bien será llegar y hablarle...
Pero mejor es matarle.)
Perdonad, Comendador;
que la honra es encomienda
de mayor autoridad.
COMENDADOR: Jesús, muerto soy.
¡Piedad!
PERIBÁÑEZ: No temas, querida prenda;
mas sígueme por aquí.
CASILDA: No te hablo, de turbada.
(Éntrense.)
[…]
REY: ¡Cosa extraña!
¡Que un labrador tan humilde
estime tanto su fama!
¡Vive Dios, que no es razón
matarle! Yo le hago gracia
de la vida... Mas, ¿qué digo?
¿Esto justicia se llama?
Y a un hombre de este valor
le quiero en esta jornada
por capitán de la gente
misma que sacó de Ocaña
Den a su mujer la renta,
y cúmplase mi palabra,
y después de esta ocasión
para la defensa y guarda
de su persona, le doy
licencia de traer armas
defensivas y ofensivas.
Lope de Vega, Peribáñez
y el comendador de Ocaña
(tercer acto)
15. Fray Gabriel Téllez, Tirso de Molina
Su obra más importante es El burlador de Sevilla y
convidado de piedra, cuyo protagonista ha dado
lugar a un mito literario que ha pasado a la historia
de la literatura universal con el nombre de don Juan,
símbolo del seductor. A don Juan no le interesa el
amor, sino el reto y dificultad que conlleva la
conquista amorosa.
Cada época interpreta el mito de don Juan de forma diferente. Para Tirso, un
escritor con mentalidad barroca, es un personaje que merece el castigo del
infierno por deshonrar a las mujeres y por su carácter sacrílego y satánico que no
respeta a los muertos y desafía a Dios. En cambio, dos siglos después, José Zorrilla,
ya en el Romanticismo, permite que doña Inés salve a don Juan por amor. El
carácter universal de este mito explica que escritores y músicos como Molière y
Mozart se hayan inspirado en este personaje.
16. D. JUAN ¿Qué sepulcro es éste?
CATALINÓN Aquí
don Gonzalo está enterrado.
D. JUAN Éste es el que muerte di.
¡Gran sepulcro le han labrado!
CATALINÓN Ordenólo el rey ansí.
¿Cómo dice este letrero?
D. JUAN «Aquí aguarda del Señor
el más leal caballero
la venganza de un traidor».
Del mote reírme quiero.
¿Y habéisos vos de vengar,
buen viejo, barbas de piedra?
CATALINÓN No se las podrás pelar
que en barbas tan fuertes medra.
D. JUAN Aquesta noche a cenar
os aguardo en mi posada;
allí el desafío haremos,
si la venganza os agrada,
aunque mal reñir podremos,
si es de piedra vuestra espada.
CATALINÓN Ya, señor, ha anochecido,
vámonos a recoger.
D. JUAN Larga esta venganza ha sido,
si es que vos la habéis de hacer;
importa no estar dormido,
que si a la muerte aguardáis
la venganza, la esperanza
agora es bien que perdáis,
pues vuestro enojo y venganza
tan largo me lo fiáis
“El burlador de Sevilla”
Tirso de Molina
17. Pedro Calderón de la Barca
Calderón no se limitó a seguir las innovaciones
de Lope de Vega. Éstas son las principales características de sus dramas.
◗ Teatro de ideas. Calderón fue un intelectual
que aportó profundidad filosófica y moral a los temas del Barroco que, como el honor, en manos de
Lope de Vega estaban exclusivamente al servicio de la acción. Trató temas filosóficos y teológicos: la
predestinación, la libertad, la fe, la importancia de las obras para la salvación, la dificultad para
distinguir la verdad de la apariencia. En general, transmite una visión conservadora y pesimista sobre
el hombre y la sociedad.
◗ Un personaje central. Calderón focaliza la tensión dramática en un protagonista, muy bien
caracterizado. El resto de los personajes se subordinan a él de forma piramidal, según su importancia
en la acción.
◗ Lenguaje culto. En sus obras se mezclan los estilos conceptista y culterano. Abundan las figuras
retóricas de repetición, oposición, correlación y paradojas.
Calderón de la Barca (1600-1681) nació en Madrid y
estudió en Alcalá y Salamanca. A pesar de que llevó una
vida aparentemente discreta, no faltaron en ella los
típicos avatares del caballero español de la época, como
su participación en duelos y en la guerra. A partir de 1623
comenzó a estrenar sus obras. Al principio en los corrales
de comedias; pero pronto el rey Felipe IV lo convirtió en
dramaturgo oficial de la corte. En sus dramas se proyecta
su carcácter pesimista y reflexivo. En 1651 se hizo
sacerdote y se retiró a Toledo. Pero en 1663 regresó a
palacio en calidad de capellán del rey. No dejó de escribir
hasta su muerte, en Madrid.
18. La obra más importante de Calderón de la Barca fue La vida es sueño
Con este drama filosófico Calderón pretende
demostrar dos ideas:
1 Las predicciones que hacen los horóscopos no
tienen valor porque el hombre es un ser libre y no
predestinado.
2 Dado que los seres humanos, a veces, dudan sobre
si lo que están viviendo es sueño o realidad, deben
comportarse siempre de forma moral.
Argumento
Basilio, rey de Polonia, encierra a su hijo Segismundo
en una torre porque unos astrólogos han vaticinado
que cuando crezca, el joven lo derrocará y asesinará.
Pasados los años, el rey libera a su hijo de la torre y
lo lleva a su palacio. Al ver que Segismundo se
comporta cruelmente con todos, le suministran un
narcótico y es encerrado de nuevo en la torre.
Segismundo cree que su breve estancia en el palacio
ha sido un sueño. Tras una revolución, el pueblo
libera a Segismundo y es proclamado rey. Al final, no
se cumple el horóscopo porque Segismundo
perdona a su padre y se comporta como un
gobernante reflexivo.
SEGISMUNDO: ¡Ay mísero de mí!
¡Y ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo;
aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido.
Bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor;
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber,
para apurar mis desvelos
(dejando a una parte, cielos,
el delito de nacer),
qué más os pude ofender,
para castigarme más.
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que yo no gocé jamás?
Calderón de la Barca,
La vida es sueño