La vida humana se divide en cuatro etapas: la infancia, la adolescencia y juventud, la madurez y la vejez. La infancia dura desde el nacimiento hasta los 12 años, cuando comienza la pubertad y la adolescencia, que se extiende hasta los 25 años. La madurez se caracteriza por haber alcanzado el desarrollo físico completo y la capacidad para formar una familia. Finalmente, la vejez trae el deterioro físico y la disminución de las capacidades hasta el fallecimiento.