El Imperio Inca se extendió por gran parte de América del Sur entre los siglos XV y XVI, abarcando territorios que hoy corresponden a Perú, Ecuador, Bolivia, Chile y el norte de Argentina. El imperio se dividió en cuatro suyos o regiones con capital en Cuzco, y su dios principal fue Inti. Los incas tenían un sistema político y económico organizado, y valoraban principios como el trabajo comunitario y la no propiedad privada.