Entre 1938 y 1952 hubo un cambio en la política económica chilena, adoptando un modelo de desarrollo basado en la industria y el Estado. Se creó la CORFO para planificar el desarrollo a través de proyectos como la electrificación e industrialización, con el objetivo de redistribuir la riqueza. Los gobiernos de Aguirre Cerda y Ríos impulsaron este modelo hasta que la crisis económica y las huelgas llevaron a Ríos a perseguir al Partido Comunista.