Luis G. Jordà fue un compositor español que desarrolló una exitosa carrera musical en México entre 1898 y 1910. Compuso numerosas zarzuelas, música religiosa y obras para piano, logrando gran popularidad. Ganó un concurso para componer una obra sinfónica con motivo del Centenario de la Independencia de México. Debido a la Revolución Mexicana, regresó a Barcelona en 1910 donde continuó su carrera musical hasta su muerte en 1951.
2. Lluís Gonzaga Jordà i Rossell
Compositor español que vivió y desarrolló una exitosa carrera musical en México de 1898
a 1910. Fue compositor de zarzuelas, música religiosa y una gran cantidad de obras para
piano, entre las que se incluyen valses, impromptus, mazurkas, pasodobles, romanzas y
danzas.
Escribió también 175 variaciones para piano de las obras más importantes de los grandes
compositores clásicos del siglo XIX a las que llamó “arreglos fáciles para piano”.
La música de salón contenida en danzas de todo tipo se combina con una serie de
romanzas donde la experiencia teatral del compositor sirve a propósitos literarios de
mayor envergadura de autores como: Luis G. Urbina, Manuel M. Flores y Manuel Acuña.
Luis G. Jordà
(1869 -1951)
3. Además, compuso otras canciones con letra de sus libretistas favoritos: Medina y
Elizondo, todo ello conformando un repertorio que ilustra de manera precisa la diversidad
y la calidad de la obra de Jordà.
Jordà fue un músico que a diferencia de otros autores dedicados primordialmente a la
zarzuela nunca dejó de cultivar la composición de música más elaborada, terreno en el
que alcanzó éxitos notables.
El tránsito entre la zarzuela y la música de concierto, entre lo popular y lo culto, era hecho
por Jordá de una manera tan fácil y constante que logró dar a su música una relajación y
un sentir que hoy resulta tan atractivo como lo habrá sido en aquel entonces para todo
tipo de público.
Como director de la revista “El Arte Musical”, editada por Otto y Arzóz, Jordá no sólo
promovió la lectura y el intercambio en torno a la música y su aprendizaje, sino que dio a
conocer innumerables obras de autores mexicanos y europeos.
El álbum musical de esta publicación, formado por piezas que se ofrecían con cada
número, constituye un documento muy interesante, pues gracias a su difusión, Jordá
pudo influir en gran medida en la conformación del gusto musical de las familias
porfirianas.
Vals Impromptu
Silvia Navarrete
4. Zarzuelas más importantes de Luis G. Jordá:
Palabra de Honor Chin-chun-chan
Mariposa Sueño de un Loco
La Mancha Roja El Champión
Los de Abajo Fiat
La Veta Grande El Pájaro azul
Composiciones clásicas y de Música Popular:
Mazurka de Concierto Berceuse
Vals Impromptu Elodia
Danzas Nocturnas Delia
Minuto Hermosas Tapatías
También compuso el “Himno patriótico de la Segunda Reserva”,
premiado en el Certamen Musical que convoca el Comité Central Obrero
Patriotas Mexicanos (1902), letra de Heriberto Barrón
5. Biografía
Lluís Gonzaga Jordà i Rossell, nació en Les Masies de Roda, perteneciente a la
provincia de Barcelona, el 16 de Junio de 1869. Inició sus estudios musicales con
Melitón Baucells en Roda de Ter, y los amplió en Vic con Jaume Pujadas, maestro de
capilla de la catedral de Vic.
Posteriormente se formó en Barcelona con Manuel Obiols y Josep Rodoreda, y obtuvo el
primer premio de composición de la Escuela Municipal de Música en el año 1887;
también tomó lecciones de órgano en la Basílica de la Merced.
En 1889, ganó la plaza de profesor-director de la Escuela de Música de Vic y director de
la Banda de la ciudad, en este periodo tuvo por alumno el futuro compositor Luis Romeo
y Corominas.
En 1898 se instaló en México, donde fundó la revista “El Arte Musical” y el Quinteto
Jordà-Rocabruna, que integraban los músicos José Rocabruna (violín 1 º), Guillermo
Gómez (violín 2 º), Guillem Ferrer (violonchelo), Luis Jordà (piano) y Luis Mas (armonio).
Escribió y estrenó en México veintidós dos zarzuelas, entre las que se destaca Chin,
Chun, Chan (1904), la primera obra mexicana que logró dos mil representaciones. Con
dichos José Rocabruna y Guillem Ferrer también formó parte del núcleo fundacional del
Orfeón Catalán de México.
6. En Junio de 1899, Jordá ofreció al público mexicano la primera de una legendaria serie de
obras lírico-teatrales: Palabra de honor, con libreto de Rafael Medina y Pedro Escalante.
Se trata de una zarzuela costumbrista, cuya sencilla historia aunada a su buena música
gustó inmediatamente y representó para Jordá un éxito instantáneo.
Es entonces cuando la vida artística de Jordá se bifurca. Por una parte, no habrá de
interrumpir una fructífera producción de zarzuelas cuyo éxito fue in crescendo.
Además, resulta imposible omitir que las actividades de Jordá se extendieron a otros
ámbitos. Como director de El Arte revista musical editada por Otto y Arzóz, Jordá no sólo
promovió la lectura y el intercambio en torno a la música y su aprendizaje, sino que dio a
conocer innumerables obras de autores mexicanos y europeos.
El álbum musical de esta publicación, formado por piezas que se ofrecían con cada
número, constituye un documento muy interesante, pues gracias a su difusión, Jordá pudo
influir en gran medida en la conformación del gusto musical de las familias porfirianas.
Mediante una combinación que no pudo haber sido mejor, la más importante compañía de
zarzuela la de la familia Arcaraz, cuyo cuartel general era el Teatro Principal, inició en 1899
una fructífera relación con Jordá, un compositor que era muy bien aceptado por el público.
“Minuto” (Torero Enrique Vargas)
Silvia Navarrete
7. El talento de Jordá se siguió demostrando con la composición de una lista de obras que
siguió a Palabra de Honor , la cual no fue nada modesta, ni en número ni en calidad.
Mariposa, con letra de Aurelio González fue estrenada en el citado teatro en agosto de
1899. Apenas un mes después, vino La mancha roja, compuesta en colaboración con
Rafael Gascón.
En seguida y con la musa un tanto cansada Jordá se ocupó de instrumentar una obra
ajena. Consuelo, zarzuela cuyo texto había escrito nada menos que Amado Nervo. La
partitura para piano era de Arturo Cuyás, músico catalán residente en México.
Como si la composición de una zarzuela fuese metódicamente calculada, en octubre del
mismo 1899, y con cierta fama que ya comenzaba a rondarle, Jordá se aventuró a la
creación de una obra un tanto menos convencional: Los de Abajo, con libreto de Rafael
Medina.
Si bien se trató de una obra realista, sus autores no rompieron completamente con el
esquema de la zarzuela e intercalaron algunas escenas cómicas; la obra, lejos de
decepcionar, alcanzó un buen éxito.
En su montaje, Jordá conoció a la futura protagonista de una de sus mejores zarzuelas:
Esperanza Iris.
8. Durante Noviembre y Diciembre, Jordá no compuso nuevas obras escénicas, aunque la
última de sus apariciones públicas le llevó de nueva cuenta a un escenario de zarzuela.
A raíz de la inauguración de la nueva plaza de toros en Indianilla, y con motivo de la
llegada de dos espadas españoles para trascendental acto, Jordá y Gascón tuvieron a
su cargo la composición de sendos pasodobles estrenados una noche antes por la
orquesta del Principal.
En efecto, el célebre matador de toros “Enrique Vargas ( Minuto )“, según la dedicatoria
del propio Jordá, hizo una entrada triunfal en el citado teatro, lo que motivó la ejecución
del pasodoble compuesto por Jordá en su honor.
Durante 1903 la empresa de los Hermanos Arcaraz estrenó una nueva zarzuela escrita
por los mismos Jordá y Rafael Medina “La Veta grande”, sin embargo, no corrió con
mucho éxito y se tuvieron que hacer ciertas modificaciones después del estreno.
Debido a esto, la siguiente obra escénica de nuestro músico no fue una zarzuela, sino
la partitura incidental para un espectáculo intitulado “El mártir del Calvario”, que
consistió en la representación sin texto alguno de cuadros que narraban la vida de
Jesucristo y que fue llevada a escena en el teatro Renacimiento.
9. Entonces vino lo mejor: el nueve de abril de 1904, la compañía Arcaraz estrenó en el
teatro Principal Chin-Chun-Chan, conflicto chino en un acto y tres cuadros, con texto de
Rafael Medina y José F. Elizondo.
El éxito de esta zarzuela que llegaría a más de 200 representaciones se debió tanto a la
música de Jordá como al divertido curso de su trama, amén de contar con una actuación
magistral en el papel encomendado a Esperanza Iris, quien con esta obra alcanzó uno de
sus éxitos legendarios.
El períodico “El Imparcial” publicó sobre esta obra a una semana de su estreno:
Chin-Chun-Chan, de los señores Rafael Medina, José F. Elizondo y el maestro Jordá,
sigue siendo el éxito del teatro Principal. Los éxitos se repiten noche a noche y la
representación sale cada día mejor.
A Esperanza Iris se debe buena parte del éxito, seguramente porque es de lo más
graciosa en su papel de pilluelo. La música, es de lo más brillante del maestro Jordá.”
El 25 de junio de 1904 Jordá, estrenó otra zarzuela “Sueño de un loco”, zarzuela
“fantástica" con libreto de Juan A. Mateos. El éxito no fue tan bueno como se esperaba.
El 27 de mayo de 1905 se estrenó “El Champión”, con los mismos Elizondo y Medina
como libretistas. “Fiat”, estrenada a finales de 1907 sólo alcanzó mediano éxito.
Mazurka de Concierto
Silvia Navarrete
10. Sin embargo, en abril de 1908, Fiat y Chin-chun-chan fueron ofrecidos en un programa
doble, en el que hubo además, escenas y coros de ópera, amén de una pequeña obra de
teatro cuyo papel principal desempeñó Prudencia Grifell.
Ya situados en 1910, Jordá habría de asociarse con Lauro Uranga para la composición
de “El pájaro azul”, zarzuela con texto de Ignacio González, que en su estreno, apenas
unos meses antes de la revuelta revolucionaria, la obra tuvo un éxito similar al de su
predecesora Chin-chun-chan, mas no en el escenario del Principal, sino en el popular
teatro María Guerrero. Ahí, esta zarzuela alcanzó más de un centenar de
representaciones.
La composición de zarzuelas era el camino menos seguro para que un compositor fuese
invitado a la residencia de Porfirio Díaz, sin embargo, Jordá habría de conseguirlo y lo
que es más, por concurso. Con motivo de las fiestas del Centenario de la Independencia,
Díaz encomendó a Justo Sierra la organización de una serie de eventos culturales, entre
los que se contaba un concurso de composición.
El premio sería otorgado a la obra sinfónica que mejor reflejase los anhelos de
independencia, orden y progreso que el país parecía tener hasta entonces.
A tal efecto se pidió a Gustavo E. Campa, director del Conservatorio, que encabezara el
jurado encargado de dicho concurso.
11. El jurado finalmente quedó conformado por: Felipe Pedrell, distinguido músico español;
Charles-Marie Widor, director del Conservatorio de París; Marco Enrique Bossi, director
del Liceo Rossini de Bolonia y Manuel M. Ponce.
Después de examinar las obras recibidas, un poema sinfónico Independencia compuesto
por Luis G. Jordá resultó ser el ganador.
El triunfo de Jordá no extrañó al jurado. Las habilidades del músico de zarzuela en el
terreno de la música culta no eran nuevas, ni mucho menos. Como pianista, y al lado del
destacado violinista José Rocabruna, Jordá había ofrecido numerosos recitales en los
que sus cualidades como intérprete habían sobresalido.
De hecho, el Quinteto Jordá-Rocabruna fue uno de los más famosos grupos de cámara
del porfiriato. Por otra parte, la edición de numerosas piezas de salón y de concierto
habían asegurado a Jordá un lugar nada deleznable entre los compositores más
populares de dicho repertorio.
Elodia, por ejemplo, vendió varios cientos de ejemplares; sin duda, fue una de las obras
más afortunadas del repertorio mexicano de salón.
Pero como bien lo demuestra su Mazurca de Concierto, Jordá también estaba a sus
anchas en la composición de obras mucho más complejas, que le revelan como un
acabado pianista y conocedor de las posibilidades virtuosísticas del instrumento.
Elodia
Silvia Navarrete
12. Sus obras ofrecen una selección que abarca muy diversos géneros que fueron
cultivados por Jordá de donde emerge un repertorio lleno de encanto y sin
pretensiones.
La música de salón contenida en danzas de todo tipo se combina con una serie de
romanzas donde la experiencia teatral del compositor sirve a propósitos literarios de
mayor envergadura de autores como: Luis G. Urbina, Manuel M. Flores y Manuel
Acuña.
Además, compuso otras canciones con letra de sus libretistas favoritos: Medina y
Elizondo, todo ello conformando un repertorio que ilustra de manera precisa la
diversidad y la calidad de la obra de Jordá.
Debido al estallido de la Revolución Mexicana, regresó a Barcelona en 1910.
En ese mismo año, compró una pequeña tienda de música en la Rambla de
Barcelona, y en 1915 la renombró "Casa Beethoven".
En los años 1933 y 1934 dirigió el "Trío Beethoven".
Murió en Barcelona, el 20 de Septiembre de 1951.
13. F I N
Referencia:
Investigación Biográfica del Musicólogo
Ricardo Miranda con la colaboración de
Silvia Navarrete y Fernando de la Mora.
AVM 21.04.2013