El documento describe cómo la penicilina se produjo a gran escala durante la Segunda Guerra Mundial para tratar heridas infectadas. Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928, pero fue hasta la década de 1940 que Howard Florey y Ernst Chain desarrollaron un método de fermentación para producirla a gran escala, utilizando cultivos de mujeres llamadas "las chicas de la penicilina". Para 1944, la penicilina estaba disponible masivamente para tratar a soldados aliados y marcó un antes y después en el tratamiento de heridas infectadas