Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928, pero su producción masiva solo fue posible durante la Segunda Guerra Mundial. Howard Florey y Ernst Chain desarrollaron en Inglaterra el método de fermentación con leche y botellas para producir penicilina a gran escala, logrando 500 litros semanales. En Estados Unidos se construyó una planta con catorce fermentadores de 28,500 litros cada uno que permitió aumentar drásticamente la producción. La penicilina se convirtió en un medicamento vital para las tropas ali