2. La cadena cárnica proporciona trabajo a gran cantidad de personas. Al
tractorista que siembra la pastura y al trabajador rural que cuida las vacas.
Al transportista que lleva los terneros a las ferias para su venta y luego lleva
a los animales al frigorífico.
3. A los centenares de operarios que
trabajan duro dentro de una planta
frigorífica. A los técnicos (agrónomos,
ingenieros, veterinarios, contadores y
otros) que se esfuerzan por tener
mejores productos y procesos más
eficientes.
4. También a quienes hacen el control para asegurar que lo que el producto
dice que es, efectivamente lo sea. A los especializados en el comercio de
hacienda o en la venta de productos, a los que llamamos intermediarios o
agentes de comercio. A los carniceros y repartidores.
Mucha, mucha gente gana el sustento de su familia en este negocio.
5. La abundancia de recursos naturales existente en el Uruguay permite realizar
una producción natural de alimentos, que caracteriza a nuestro sistema
productivo agropecuario. La carne es uno de los principales rubros de
exportación y su identificación con la producción natural es un claro ejemplo
de promoción en el exterior.
6. El instituto Nacional de Carnes (INAC) desarrolla el Programa de Carne Natural
Certificada de Uruguay, mediante el cual reconocidas empresas internacionales
de certificación garantizan el cumplimiento de una serie de requisitos en las
fases de producción primaria e industrial.
Sede de INIA en el departamento de Tacuarembó
7. Algunos de esos requisitos son:
• La producción de vacunos a cielo abierto, con alimentación en base pastoril.
• En las fases de transporte y faena, el cumplimiento de medidas de manejo
acordes al bienestar animal.
Texto adaptado de diario “El País”. 2014. Suplemento “El Escolar”.
Imágenes: INIA