NERVIO OLFATORIO. PARES CRANEALES. SISTEMA NERVIOSO
Médula ósea
1. FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS Y BIOLÓGICAS «DR. IGNACIO CHAVEZ»
SECCIÓN 20. PRIMER AÑO
MORENO LICEA CAROLINA
LÓPEZ AGUILAR CARLOS
CEBALLOS CONSTANTINI DANTE NOÉ
GAYTAN LEMUS HIRAM DAVID
MARTÍNEZ OLIVEROS JOSÉ LUIS
MOLINA PEREZ TEODORO
ROMERO RUBIO JOSÉ ANTONIO
MÉDULA ÓSEA
2. CARACTERÍSTICAS DE LA MÉDULA ÓSEA
Teiido conectivo especializado.
Primera médula ósea primitiva aparece en el feto en el segundo
mes de vida intrauterina, cuando los primeros huesos comienzan a
osificarse, y después se desarrolla en los demás huesos, a medida
que éstos se forman.
La médula ósea toma a su cargo gradualmente la función
formadora de la sangre que tenía el hígado y es el principal tejido
hemopoyético de la última mitad de la vida fetal y del resto de la
vida.
3. ASPECTO MACROSCÓPICO DE LA MÉDULA
Roja o amarilla.
La médula ósea roja tiene actividad hemopoyética y el color se
debe al contenido de eritrocitos y los estadios previos ricos en
hemoglobina.
La médula ósea amarilla casi no tiene actividad he- mopoyética y
hay predominio de adipoci- tos que le confieren la tonalidad
amarillente. Los dos tipos pueden transformarse entre sí, según
las necesidades. En los recién nacidos y en niños pequeños toda
Ia médua ósea es roja, pero a partir de los 5- 6 años se comienza
a transformar en méduIa amarilla en los extremos de los huesos
largos. Esta transformación continúa hasta la edad adulta sólo se
encuentra médula ósea roja en el esqueleto axial.
4.
5. CARACTERÍSTICAS HISTOLÓGICAS DE LA MÉDULA ÓSEA
Al igual que otros teiidos conectivos, la médula ósea contiene células y
matriz extracelular. Desde el punto de vista histológico, la médula ósea se
caracteriza por estar dividida en un compartimiento vascular, compuesto
principalmente por un sistema de sinusoides, y un compartimiento
hemopoyético, que forma columnas o cuñas irregulares entre los vasos.
En la médula roja, el compartimiento hemopoyético está ocupado casi en su
totalidad por células hemopoyética, incluidas en el escaso teiido conectivo
reticulado, denominado estroma de la médula ósea. En la porción central de
la médula, alrededor de los grandes vasos se observa gran cantidad de
grasa, dado que la hemopoyesis en más activa en la periferia. En la médula
ósea amarilla la grasa ocupa casi todo el compartimiento hemopoyético,
donde sólo se distinguen algunos megacariocitos.
6. COMPARTIMIENTO VASCULAR DE LA MÉDULA
Forma un esqueleto estructural en la médula. En un hueso Iargo típico, la
médula está irrigada por un único vaso grande, la arteria nutricia, que recorre
el hueso compacto en Ia mitad de Ia diáfisis. Dentro de la médula, la arteria
nutricia se divide en dos ramas, cada una de las cuales se dirige a su lado
de la diáfisis, en el centro de la médula; reciben el nombre de arterias
longitudinales centrales. Desde las arterias centrales de transcurso
longitudinal se emiten ramas radiales que transcurren hacia la periferia de la
médula. donde forman capilares. Los capilares se vacían en sinusoides, que
son vasos grandes de pa- redes delgadas, que se anastomosan
intensamente entre sí en la periferia de la médula ósea y envían
prolongaciones hacia el centro. Aquí se vacían en una vena longitudinal
central, que sigue el sistema arterial hacia el exterior de Ia médula ósea.
7. ESTRUCTURA DE LOS SINUSOIDES
El intercambio de componentes entre la médula ósea y Ia
circulación sólo tiene lugar a través de la pared de los
senusoides que puede estar compuesto por 3 capas:
endotelio , una capa de sustancia basal y una capa de
células reticulares adventicias. El endotelio es delgado y
forma un epitelio simple plano, como en casi todo el resto
del sistema vascular, donde las céluIas están
interconectadas mediante complejos de contacto, aunque
sin zonulae occludentes
8.
9. Una capa inconstante de material semeiante a la sustancia basal separa el endotelio de las
células reticulares adventicias circundantes. Rara vez esta capa tiene carácter de verdadera
membrana basal. En condiciones normales, casi la mitad de la superficie externa de la pared del
sinusoide está recubierta por células reticulares adventicias. Sus prolongaciones citoplasmáticas
delgadas se pueden extender hacia la profundidad del compartimiento hemopoyético, donde
forman un reticulado anastomosado, suplido con finas fibras reticulares producidas por las
células reticulares. Se cree que son contráctiles, dado que cuando aumenta la liberación de
células desde la médula ósea hacia la sangre es decir, a través de la pa- red del sinusoide (por
estimulación hemopoyética) cubren una parte menor de Ia superficie extrema de la pared. De
esta manera aumenta la probabilidad del pasaje transendotelial. L as células reticulares ad-
venticias se pueden transformar en células adiposas típicas. Cuando esto se hace muy
manifiesto, la médula roja se transforma en amarilla. El pasaje transendotelial de células
maduras desde el compartimiento hemopoyético a la luz del sinusoide t ene lugar directamente a
través de Ia célula endote- Iial, donde en sitios más aplanados se forma un poro de migración
transitorio, que nunca supera el diámetro y desaparece en cuanto pasó la célula sanguíneas.
10. Las células del compartimiento hemopoyético sólo pasan a la sangre cuando
han alcanzado cierto grado de diferenciación. Compartimiento hemopoyético
de la médula ósea. Es el espacio entre los sinusoides, que está ocupado por
células hemopoyéticas y por una estroma de la médula ósea compuesta por
células y matriz extracelular. Las células de la estroma incluyen células
reticulares (en su mayor parte son las células reticulares adventicias antes
mencionadas), que forman fibras reticulares, además de macrófagos y
adipocitos, que en apariencia se forman por acumulación de grasa en las
células reticulares adventicias. La matriz extracelular se compone de fibras
reticulares, de proteoglucanos y de glucoproteínas de adhesión, entre ellas
fibronectina y laminina. Se cree que las moléculas de adhesión del estroma
contribuyen a mantener determinados microambientes celulares de la estroma,
donde distintos estadios de células madre, y quizá también estadios más
avanzados en la hemopoyesis, que- dan retenidos durante un periodo por
unión de, por ejemplo, fibronectina a los receptores de superficie de las células
hemopoyéticas.
11. Las células de la estroma también producen una serie de factores de
crecimiento para las células eritropoyéticas y se cree que estos factores son
fijados, concentrados y presentados a las células madre por la matriz
extracelular de los distintos microambientes celulares de la estroma. La relación
por la cual las células madre circulantes, por ejemplo, las inyectadas como parte
del trasplante de médula ósea, se ubican en sitios específicos de la estroma de
la médula ósea y comienzan la hemopoyesis allí, se denomina "homing" y se
cree que debido a la presencia de moléculas de adhesión específicas,
reaccionan con los receptores en la superficie de las células madre. Las células
hemopoyéticas no se localizan en Ia médula por casualidad. Así, los
megocoriocitos se encuentran siempre adosados a la pared del sinusoide Por
sobre una abertura por la cual largas prolon- gaciones de citoplasma del
megacariocito
12.
13. Las plaquetas se pueden formar por desprendimiento de fragmentos de citoplasma de las prolongaciones,
que a veces se vuelven a fraccionar o pasan megacariocitos enteros a la luz, luego a la circu-lación y
liberan plaquetas al torrente circulatorio. Al igual que las plaquetas, los eritrocitos son inmóviles y se
forman cerca de los sinusoides. En las zonas eritropoyéticas las células adoptan una disposición
característica denominada islotes eritroblásticos compuestos por eritroblastos que rodean un macrófagos
inciden en su citoplasma. La función principal de los macrófagos es fagocitarlos núcleos eliminados y los
eritroblastos defectuosos.
AsÍ, el macrófago central posee fagosomas que contienen eritrocitos. Los macrófagos no sólo se
encuentran en los islotes eritroblásticos, sino en muchos otros sitios de la estroma. A diferencia de los
trombocitos y los eritrocitos, los granulocitos se caracterizan por ser producidos en cúmulos ubicados a
cierta distancia de la pared del sinusoide. Sólo cuando las células alcanzan el estadio de mielocito
adquieriedo movilidad propia y están capacitados para desplazarse hasta el sinusoide y pasar a la sangre.
Como se comprende, la hemopoyesis en la médula ósea es exclusivamente extravascular.