Las mezclas están formadas por dos o más componentes que no interactúan químicamente y conservan sus propiedades individuales. Existen dos tipos de mezclas: heterogéneas, donde los componentes mantienen su identidad en puntos distintos, y homogéneas, donde los componentes no se pueden diferenciar a simple vista como en las disoluciones de líquidos con un soluto y un disolvente.