El Prunus cerasus o cerezo es nativo del sureste de Europa y oeste de Asia. Aunque es muy sensible a zonas frías, tiene una gran capacidad de adaptación a distintas zonas templadas. La semilla del cerezo contiene amigdalina, un compuesto que al entrar en contacto con la enzima emulsina en la saliva, forma ácido cianhídrico (cianuro), un potente veneno. El consumo de la semilla puede causar calambres, náuseas o vómitos debido a su toxicidad.