Los microfilamentos dan estabilidad a la estructura y forma de la célula a través de su función estructural. No son contráctiles pero pueden generar movimiento ensamblándose y desensamblándose rápidamente. Están compuestos de doble hélice de cadenas proteicas de actina con un diámetro de 7 nanómetros que forman una estructura llamada corteza celular debajo de la membrana celular.