Un niño enfermo se siente triste en cama hasta que empieza a ver animales extraños en su ventana que le alegran, como un pingüino, elefante y cerdito cantante. Los personajes le hacen reír y mejorar hasta que puede volver al colegio, donde descubre que su amiga era quien se disfrazaba para animarle. Desde entonces el niño asegura que nadie esté solo sin sonreír.