Este documento discute el creciente uso de las redes sociales y cómo se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de las personas. Argumenta que el sistema educativo no puede ignorar este cambio y debe incorporar las redes sociales en sus métodos de enseñanza y comunicación. Finalmente, señala que el potencial educativo de las redes sociales aún está por explorarse y se esperan nuevos desarrollos en este sentido.