La monarquía romana (753-509 a.C.) estaba gobernada por reyes elegidos cuyo poder estaba limitado por el Senado, compuesto por 100 ancianos. La sociedad romana se basaba en la familia extendida y estaba dividida en patricios, plebeyos y esclavos. El gobierno romano tenía tres cargos principales: el rey, que tenía funciones ejecutivas, militares y religiosas; el Senado, que asesoraba al rey; y la Asamblea, que declaraba la guerra y elegía al rey.