La biografía describe la vida de Sor María de Lourdes Nava, una monja mexicana. Nació en 1913 en El Oro, Saltillo, México. Recibió una educación religiosa a temprana edad y decidió dedicar su vida a Dios como monja. En 1934 se unió a la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado y tomó el nombre de Sor María de Lourdes. Sirvió a su comunidad durante la persecución religiosa en México en los años 1920 y continuó su labor pastoral hasta una edad avanzada.
Entrevista realizada por la COMISION INTERNACIONAL DE DIVULGACION al R.P. JUAN CARLOS DI CAMILLO, C.R. Prepósito Provincial de los Clérigos Regulares ( Teatinos ) de Argentina. Copyright del BLOG VOCACIONAL TEATINO: provok@ndo
Entrevista realizada por la COMISION INTERNACIONAL DE DIVULGACION al R.P. JUAN CARLOS DI CAMILLO, C.R. Prepósito Provincial de los Clérigos Regulares ( Teatinos ) de Argentina. Copyright del BLOG VOCACIONAL TEATINO: provok@ndo
PESADILLA EN EL INSTITUTO. CAPÍTULO 3: "El mal se extiende"Ángel Encinas
Tercer capítulo de una fotonovela realizada como práctica de alfabetización audiovisual por los alumnos de 2ºESO A, Grupo de Adaptación Curricular del IES García Bernalt de Salamanca.
. La noticia llegó luego de la confirmación de un milagro que se realizó por intercesión de la religiosa, este era el último paso en la cadena de investigación realizada. .La religiosa era cordobesa también es a fundadora de la congregación de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús.
El Padre Federico Salvador y su obra en Cantoria y tierras del Río AlmanzoraAntonio García Megía
Artículo de Manuel Jaramillo Cervilla sobre la labor del Padre Federico en estas tierras almerienses, publicado en el la Revista Cultural Piedra Yllora, de Cantoria, en 2009.
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Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. Fue un 13 de octubre de 1913 que Rutilio Nava y María del
Carmen Villasana vieron nacer a su segunda hija, a la que
bautizaron con el nombre de María Nava Villasana.
La familia de María es originaria de El Oro, Saltillo, un
pequeño poblado, que como su nombre lo indica, es rico en
oro, en otros metales y minerales.
2. En El Oro, la mayoría de
sus habitantes se
dedicaba a la minería,
pero no por esto dejaban
la educación atrás, por el
contrario, El Oro se
distinguía por su gran
cultura tanto histórica
como social.
Su padre importaba telas,
de Estados Unidos. Para
él era primordial que sus
hijos aprendieran el
inglés.
3. María nunca recibió una educación religiosa formal;
cuando contaba con escasos siete años, unas religiosas
visitaron el pueblo donde ella habitaba, con intención de
ayudar a la comunidad en lo que les fuera posible:
alfabetización, alimentación y salubridad.
En esos días, María estuvo en contacto más cercano
con el espíritu religioso cristiano y a su corta edad
comprendió qué era lo que quería hacer:
•Mujer comprometida con Dios y con la comunidad.
•Llevar alivio a quien lo necesitase.
•Consagrar su vida al bien.
•Ser mensaje de esperanza para la gente que la rodeaba.
4. Un año después, en 1921,
cuando María tenía ocho
años, recibió la Primera
Comunión y la
Confirmación; ceremonias
que la acercarían más a
Dios y la ayudarían a
despertar su espíritu
religioso con mayor fuerza.
5. María comenzó con su educación escolar a los 7 años de
edad al lado de una maestra particular que iba a su casa
para enseñarle a ella y a sus hermanos.
A la edad de 9 años partió a la Ciudad de México, porque
El Oro ya no satisfacía sus necesidades y su padre quería
una mejor educación para ellas. Fue entonces que por
primera vez, en 1922, María entró a una escuela CCVI
llamada English Academy Of The Incarnate Word, hoy
conocida como el Instituto Miguel Ángel.
6. María cumplió 18 años, la determinación de convertirse
en religiosa era firme.
Lo comunicó a su padre, éste se mostró incrédulo ante la
afirmación de su hija.
La envió con un sacerdote con quien mantuvo una larga
plática y advirtió la vocación de María.
Aunque su padre se mostró reacio hasta el final, permitió
que su hija siguiese su camino.
7. Uno de los momentos más solemnes, felices y melancólicos en la vida
de María fue el 15 de noviembre de 1931.
Dejó su hogar para ir al convento.
Cruzó el marco de la puerta de su
casa -como tantas veces lo había
hecho, despreocupadamente-
sólo que en esta ocasión era
diferente y ella lo sabía; sabía que
cuando se despidiese de su
familia, sería un adiós también a
su vida laica para convertirse en
una religiosa.
8. Ése fue uno de los momentos más duros en su vida,
pero su voluntad jamás flaqueó; su vocación no dejaba a
un lado sus sentimientos y tampoco se dejaba vencer
por ellos.
-“Si tanto pesar te causa que hasta te hace llorar, ¿por qué
te vas?”- preguntó su padre, que aún mantenía la
esperanza de disuadir a su hija de alejarse de ellos.
-“Lloro porque los extrañaré, pero me voy porque así lo
deseo: SEGUIR A DIOS ES LO QUE QUIERO”- contestó
María con lágrimas aún en los ojos.
Y fue así que con una maleta con sus pertenencias
indispensables, María dejó su hogar y se encaminó llena
de amor y de esperanza hacia el convento que se
convertiría en su nuevo hogar.
9. María continuó sus estudios dentro
del convento CCVI, ahí afianzó el
inglés y aprendió el francés.
Ocupaba sus tiempos libres en
tejer con gancho o aguja (afición
que aún mantiene), tocar en el
piano, piezas de Mozart, Bach y
Beethoven; y gustaba de la lectura.
Aunque seguía sintiendo nostalgia
por su casa y su familia, su fe la
animó a seguir sus sueños y metas.
Por la mañana daba clases; ella
disfrutaba de estos momentos en
compañía de sus compañeras y las
hermanas religiosas.
10. En 1926, el presidente Plutarco Elías Calles reglamentó las
reformas constitucionales y, en efecto, se restringió la
actuación de la práctica católica en la vida pública.
El miedo invadía las calles y el corazón de María; pero ella, como muchos
otros, pudieron contra la avalancha de encarcelamientos que había.
En un día tranquilo, María, con un libro entre las manos, recibió la terrible
noticia: dos de sus más íntimas amigas habían sido encarceladas.
De inmediato la desolación tuvo un efecto inesperado en ella: sentía enojo
e impotencia, quería salir y ayudar a todos.
El gobierno de Calles intentó crear una iglesia nacional, que
rompiera con El Vaticano.
11. Todo empezó a oscurecerse…
Inició la persecución contra la Iglesia en 1927 y
contra aquel que intentara defenderla.
Sin embargo, no cualquier cosa iba a derrotar a
María: su fe, su ímpetu y sus ganas de seguir
adelante la hicieron persistir contra la tormenta
de aquellos días: LA GUERRA CRISTERA
12. El presidente Portes Gil anunció que la iglesia
católica se sometería a la ley sin que la
Constitución sufriera alguna modificación.
La libertad religiosa, por medios legales, fue
declarada ilegal y operó clandestinamente.
Sor Lourdes recuerda: “Por aquellos tiempos en
el país la situación era desfavorable, muchos
habían perdido su esperanza; sin embargo,
algunos la seguían manteniendo…
La gente saltaba de techo en techo para poder
llegar a la siguiente misa; se celebraba a
Plutarco Elías Calles
escondidas en algún lugar cercano.”
13. El 15 de agosto de 1934, se convirtió en religiosa de
la Congregación de las Hermanas de la Caridad del
Verbo Encarnado, recibiendo el nombre de Sor
María de Lourdes Nava Villasana.
14. Años más tarde Sor María de
Lourdes fue enviada a
distintas partes del país.
En Coahuila recibió el nombre
de “Mother”; gracias a Mother
Josephine, una de las
hermanas irlandesas con
quien trabajó muchos años.
Posteriormente, “Mother” fue
designada al Instituto Miguel
Ángel, aquí todavía cumple
sus funciones disfrutando con
sus hermanas de la
Congregación.
15. En 1994 visita El Vaticano, el
papa Juan Pablo II realizó la
beatificación de los mártires de
Chihuahua, lugar donde ella
habitaba en ese momento.
Recuerda la sensación cuando
entró a la Basílica de San Pedro:
“Es un momento indescriptible,
sientes como si estuvieras
entrando al cielo, es una
sensación de plenitud llenando
todo tu cuerpo, además del gran
honor de estar en el mismo lugar
que el Papa. Fue una ceremonia
maravillosa, en un salón muy
amplio y bello.”
Juan Pablo II
16. En ese mismo viaje
visitó Tierra Santa,
disfrutó al máximo
cada momento, y se
sentía orgullosa de
haber pasado por
donde el Señor lo hizo.
Sor Alejandrina la
acompañó en este
viaje.
17. Con paso lento y decidido,
día a día, se encamina hacia
sus sueños; sin dejar atrás
su pasado, firme en su
presente y viendo con
esperanza e ilusión hacia el
futuro, como Hermana de
la Caridad del Verbo
Encarnado.
.
18. INVESTIGACIÓN Y REDACCIÓN
Alumna Claudia Pérez Asaf
Alumna Ana Lilia Amezcua Ferrer
DIRECCIÓN GENERAL
Profa. Hilda R. Zacour
DIRECCIÓN Y COORDINACIÓN DEL TRABAJO
Profa. Patricia Navarro Gutiérrez
AGRADECIMIENTOS
A Sor María De Lourdes Nava, “Mother”, por su
inconmensurable labor.
A Sor Alejandrina Bretón por su colaboración.
A Sor Ma. de Montesarrat Dávila por su asesoría.