El documento presenta una entrevista con Jesús Díaz Sariego, provincial de los Dominicos-Hispania y presidente de CONFER. En la entrevista, Díaz Sariego habla sobre su vocación religiosa dominica, la importancia de la contemplación, el estudio y la comunidad en su vida, así como sobre el valor del silencio, la soledad y la mística del cuidado. También destaca la necesidad del estudio para una vida de fe y cómo la contemplación dominicana implica amar a Dios e interactuar con el mundo desde Dios.
Más que una foto: Entrevista a fray Jesús Díaz Sariego
1. 30 [78] VR Febrero 2023
MÁS QUE UNA FOTO
ENTREVISTA
JesúsDíazSariego
ProvincialdelosDominicos-Hispania
PresidentedeCONFER
«Cuidaryacariciareldoloreslatarea
máspreciosademivida»
2. 31 [79] VR Febrero 2023
C
aelatardeenMadrid.Lo
hace lentamente, con
mesura,comoquienpo-
sasumanosobrelaheridade
un Cristo abandonado. Son
las18:55horasdeuninvier-
noquedesprendeunprecio-
so olor a lluvia. Apenas
quedaluzenlacalle,peroel
reflejodelasacerasmelleva
haciaunrincóndondelabri-
sa del Espíritu engalana el
rostrodelapiedad.
Llego. Con los pies can-
sados,peroconpaz.Elcon-
vento de Nuestra Señora de
Atocha mana una quietud
que cobija a aquel que toca
el corazón de su puerta. Ni
siquierahacefaltacreerpara
saberseenlacasadeunDios
que ampara las ausencias
más largas. Fray Jesús Díaz
me recibe agradecido, con
losbrazosllenosdebondad,
porquesusojosnosabenmi-
rardeotramanera.«¿Enqué
puedo ayudarte?». La voz
paciente y la sonrisa amiga
delpriorprovincialdelosdo-
minicos de la Provincia de
Hispaniacustodianelecode
quienescribecuidadoycon-
sueloenlaintemperiedelsi-
lencio.Subimoslasescaleras
delconvento,ycadapasodel
tambiénpresidentedeCON-
FERatrapalacariciadeDios
enunsuspiro.Albordedesu
ternuraviveelEterno,donde
la plegaria sostiene y custo-
diaelmilagro,entreelamor
ydolor.Ylomuestraconde-
licadeza. Dejándose doler,
incluso, si es necesario, re-
velándome –en el reflejo de
una mirada sacerdotal que
ampara,aunquehagafrío,la
piel sufriente del hermano–
queanteelcálizdesbordado,
naceasolaslaBellezaysolo
quedaelAmor.
¿Quién es Jesús Díaz
Sariego?
Enlopersonal,meconsi-
derounapersonaintroverti-
da, ordenada y trabajadora.
Quizás con demasiado celo
porlaresponsabilidad,yesto
mehacesufrircuandonoes-
toyalaalturaonologrores-
ponder como los demás
esperanquehaga.Enlopro-
fesional, me apasiona estu-
diar e impartir clases de
Teología a nivel universita-
rio.Yenloespiritual,lavida
comodominicomehalleva-
do a ofrecer muchos retiros
yejerciciosespiritualesare-
ligiosas,religiosos,sacerdo-
tes y laicos, y esto me ha
ayudadoaperfilarmipropia
vivenciadelafeymehaali-
mentado en el ejercicio del
ministeriopresbiteral.
¿Cómo experimentas,
desdequeerasunniño,que
Diostellamaaconstruirsu
Reinoenunafraternidadde
hermanos que se compro-
metedesdeelamor,laliber-
tadyelanhelodeunmundo
mejor?
Nací en una familia reli-
giosaypracticante.Enmife,
fue muy importante el cura
de mi pueblo (Riosa,Astu-
rias),aquienconocídeniño:
un hombre entregado y con
unavidamuyaustera.Sufi-
delidadalsacerdociomead-
miraba y, desde muy niño,
medecía–nopocasvecesen
mi interior– que lo que ese
sacerdotehacíaamímeapa-
sionaba…Lavocaciónreli-
giosa (dominicana) vino
después. En mi familia, mis
hermanas y mis primos es-
tudiaban en los colegios de
lasdominicasydelosdomi-
nicos,enOviedo.Descono-
cía totalmente lo que esas
religiosas y esos frailes re-
presentaban. Pero en casa
siempre se hablaba bien de
ellos; así que fue, más bien,
unaapuestafamiliar.
Yasí, poco a poco, brota
entucorazónunestilodevi-
daquesefundamentaenla
contemplación,elestudioy
lacomunidad…
Hablardecontemplación,
estudioycomunidadsonpa-
labrasmayores.Unovama-
durando en ellas día a día,
paso a paso. Son tres voca-
blosquemeentusiasman.No
podríavivirmivocaciónre-
ligiosadominicanasinellos.
Es más, cuando me ador-
3. 32 [80] VR Febrero 2023
mezcoensucultivoocuando
elritmodevidaconlastareas
y responsabilidades me re-
duce en ellas, lo noto de ve-
ras.Comobiendices,sonun
estilo de vida, una forma de
encararla,puesvanconfigu-
rando un modo de ser y de
actuar.Amímeencantanpor
lo que representan, pero so-
bre todo por lo que alientan
lapropiavida.
Podríaparecerparadóji-
co hablar del silencio en la
Orden de Predicadores,
dondeestáisllamadosapre-
dicaratiempoyadestiempo.
¿Aquésuenaelsilencio?
Elsilenciomesuenaaotro
modo de comunicación. Es
reflexión,ponderación,pru-
dencia, reposo. Me evoca
profundidad y claridad, me
ayuda a vivir la vida y me
educaenlofundamental.El
silencio es lo más preciado
que tenemos los humanos,
porque estamos llamados a
comunicarnos. El silencio
proporcionabellezaalasco-
sas de las que hablamos y a
laspersonasconlasquecon-
versamos. Gracias a él, po-
demos comunicar mucho
mejornuestroser,loqueso-
mosyloquehacemos.Cuan-
do se elige libremente, nos
serena y apacigua; nos per-
mite,incluso,verlasalegrías
ytristezasdeestemundocon
la densidad del Espíritu que
merecen.
Dice la Palabra que
«buenoesesperarensilen-
cio el socorro del Señor»
(Lam3,26).Talvezsolohay
un sendero para ir hacia
Diosyhaciaunomismo,¿y
esees elsilencio?
Estoytotalmentedeacuer-
docontuapreciación.ADios
seledescubremejorenelsi-
lencioorante.Cadavezper-
ciboconmásfuerzaelvalor
del silencio.Amedida que
unovatranscurriendoporsu
propiaexistencia,sepercata
de su preciosidad y necesi-
dad. En realidad, nuestra fe
nosenseñaaanhelarnuestro
encuentro con Dios. «Sali-
mos de Él –es nuestro crea-
dor– para volver a Él –por-
que es nuestro salvador de-
finitivo–», parafraseando a
nuestroqueridosantoTomás
deAquino.Elsilencioesun
lenguaje que le pertenece a
Dios y el corazón del hom-
bre guarda silencio ante el
Misterio que siempre des-
borda.
¿Cómovivelasoledadun
frailedominico?
Vivirunasoledadimpues-
taporquenadieteacompaña
o te tiene en cuenta, es una
experiencia humana triste y
dolorosa. Es una muerte en
vida. El fraile dominico, se-
gúnnuestrapropiatradición,
nosenseñaotrocaminosobre
la soledad. Es una soledad
librementebuscadayequili-
bradamente querida. La so-
ledad maduramente busca-
da, sin ignorar a los demás
nialmundo,esnecesariaen
algunosmomentosdelavi-
da.Alfinal,haydimensiones
en nuestro interior a las que
cadaunodebeenfrentarsea
solas...
InclusoJesústuvoquevi-
vir , en su propia carne, la
soledad…
Siempremellamólaaten-
ciónenlavidapúblicadeJe-
sús que, como relatan los
Evangelios,despuésdeuna
actividad intensa de predi-
caciónconsusenseñanzasy
susmilagros,seretiraasolas.
Algo que, en algunos mo-
mentos,suspropiosdiscípu-
los no logran comprender
del todo. Pero Él los educa
en la soledad buscada y ne-
cesariaparalapropiasubsis-
tencia.Lasoledad,comome
gustadecir,hadeserhabita-
da: por Dios y por uno mis-
mo.Hemosdeaprovechary
disfrutar ratos de soledad,
quenospermitandescubrir-
nosydarnoscuentadequié-
nes somos y qué queremos.
La soledad, vivida de esta
manera,temantieneconcen-
trado,peronoensimismado.
Desde esta soledad, donde
losdemástambiénestánin-
tensamente presentes, uno
vuelve con un espíritu nue-
vo, renovado y anidado por
el corazón del Padre.
4. 33 [81] VR Febrero 2023
Ysitehablodelamística
del cuidado, ¿cómo late tu
corazón?
Elcuidadoesotrapalabra
que me fascina. El cuidado
entreloshumanosesunlen-
guajeuniversal.Todosenten-
demos de su necesidad e
importanciaporquetambién
sufrimos su ausencia. Si al-
guiennotieneanadiequele
cuide,suvidapierdemisterio
ytranscendencia.Poresome
gusta que hayas unido en la
pregunta«mística»y«cuida-
do».Porquelamísticasere-
fiere a alguien, a algo que
incluyemisterio.Atodosnos
gusta que nos cuiden, espe-
cialmentecuandonosperci-
bimos más necesitados por
razonespersonales,desalud,
etc.Perotúmepreguntasso-
bre cómo late mi corazón
cuandomehablasdela«mís-
tica del cuidado»… No late
como el ladrido de un perro
agresivo,sinocomounmodo
deexpresarlaternuraquelle-
vamosdentro.Lamísticadel
cuidado,comotúladenomi-
nas,sedescubredesdedentro.
Cuandohaceselesfuerzode
procurar el cuidado de los
otros más desde Dios que
desde ti mismo, aunque las
implicaciones emocionales
de cada uno siempre están
ahí,descubresconmayoren-
terezalagratuidaddelamor.
Lamísticadelcuidadocana-
lizaelamordeDiosalosde-
más,porquesonmerecedores
de su entrega, de su ternura,
desumisericordia;enfin,de
sucuidado.
¿Ycómoseconsiguede-
rramarelamordeDiosalos
demás?
Vivirdeestaformalasco-
sasrequieremuchashorasde
oración,unconocimientode
unomismoprofundoyunsa-
ber llevar la caricia de Dios
a los demás con el respeto
quesemerecen.Esladelica-
deza que Dios nos ha ense-
ñando cuando debemos
tratarnos entre nosotros. Es
unprincipiobásicoyelemen-
talenlasrelacioneshumanas.
Esa delicadeza expresa el
misterio de Dios en nuestra
vida. Por eso el cuidado es,
antetodo,místico.
5. 34 [82] VR Febrero 2023
¿Podríadecirsequelavi-
dadominicanaestállamada
aser todacontemplación?
Porsupuestoquesí.Pero,
ojo, cuando los dominicos
hablamosdecontemplación
no nos estamos refiriendo a
una dimensión meramente
pasiva.Noesunensimisma-
miento ni un olvidar que pi-
samos tierra: una tierra a la
queamamos.Esprocurarla
vidadelosdemás.Interactúa
desdeDiosconlascosasdel
mundo y explora el mundo
para, desde él, ir a Dios. Po-
dríamosdecirquelacontem-
placióndominicanatienedos
amores:amaaDiosybusca
suintimidadconÉl;yamaal
mundo, más allá incluso de
sus limitaciones ydesaires.
¿Poreso,talvez,hayque
hablar a Dios de las cosas
delmundoyalmundodelas
cosas deDios?
Asíes.Losmisteriosmás
importantesdelHijodeDios
sonsuEncarnaciónysuRe-
surrección. Dos misterios
quetienenqueverconDios,
porque es el protagonista
principal en la vida terrena
de Jesús; pero también tie-
nenqueverconlomundano,
con la carne, con lo experi-
mentado y vivido en la pro-
pia existencia. Cuando
contemplamoselmisteriode
laEncarnaciónyelmisterio
PascualdeJesús,lodivinoy
lo humano interactúan de
una manera tan manifiesta
que resulta una verdadera
gozada para quien lo sabe
contemplardesdeestapers-
pectiva. La contemplación
nos lleva al testimonio y al
compromiso.
También a través del es-
tudio,¿no?
Siempre defenderé que
tantoelestudiocomolaora-
ciónpersonalylitúrgica(co-
munitaria) forman parte de
laespiritualidaddelcreyente.
Un creyente y un hombre o
mujer consagrados deben
educarseenladisciplinadel
estudiocomoaquelloquenu-
tre lo que oramos y celebra-
mos. Al mismo tiempo,
nuestradimensiónmáscele-
brativa y orante de la fe ilu-
mina la búsqueda más
6. 35 [83] VR Febrero 2023
intelectualquepodamosha-
cer.Escomosienlaoración,
pordecirlodealgunamane-
ra, entregáramos más libre-
mente nuestro corazón al
Señor, nuestra parte más
afectivayemocional,yenel
estudionuestrapartemásra-
cional.Elestudio(ylaascesis
que conlleva) nos educa en
lareflexión,enlainterioriza-
ción,enelconocimientopau-
sadoyenprofundidaddelas
cosas.Lafetambiénesinte-
ligente, requiere del estudio
parasercomprendida,razo-
nadayexplicada.Esosí,esta
inteligenciaqueleespropia
siempredeberáseracompa-
ñadaporelencuentroperso-
naly amistoso con Dios.
¿Quieresdecirqueeles-
tudioesnecesarioparauna
vidadefe?
Desde luego. Interiorizar
la Palabra de Dios requiere
de la disciplina del estudio
para que nuestra conversa-
ciónconDiosseamáseficaz.
Cuando dialogamos con
Dios no pretendemos cam-
biarle a Él, sino más bien
cambiarnosotros.Eldiálogo
interiorquenosabreelestu-
dio de la Palabra nos ofrece
uncaminopersonalycolec-
tivodeconversiónincreíble.
Haceunosdíasescucha-
baaunsacerdotedecirque
«elquenoamanosepuede
encontrarconsigomismo,y
elqueamanuncaseolvida
de Quien ama». Por tanto,
¿hayqueamarparaencon-
trarse?
Hay que amar para en-
contrarse adecuadamente
con los demás, con Dios y,
muy importante, con uno
mismo. Cuando desprecia-
mosalosdemásnosestamos
amando poco a nosotros
mismos. El amor es otro de
los aprendizajes de la vida.
Elcaminoparallegaraamar
desprendidamenteesuniti-
nerarionadafácilderecorrer.
Elamorsuponesuperación,
renuncia, salir de nosotros
mismos y de nuestras ape-
tencias. El amor exige ma-
durez y honestidad. El
Evangelio nos enseña a
amar.Esunadelasprincipa-
lespreocupacionesdeJesús;
poreso,loponecomoelpre-
ceptoprincipal.Siseguimos
elitinerariodeesteprecepto
enlavidayenseñanzadeJe-
sús,noslleva,incluso,atener
que amar a nuestros peores
enemigos. Basta con que
pensemos por un momento
enesto:¿Quésedespiertaen
mí cuando logro realmente
perdonare,incluso,cuando
logronoguardarenmicora-
zónnielmásmínimorencor
a quien me haya procurado
un daño mayor? El gran
mandamiento del amor nos
ayuda a encontrarnos con
nosotros mismos y con los
demás.
¿Es posible describir la
Belleza?
Labellezanoseducaenla
admiración.Yo diría que se
puedecontemplaryacariciar
comolaluzquenosacompa-
ñaenelcamino.Sípodemos
describirlasmanifestaciones
de la belleza ante nuestros
ojos.Otracosaesdescribirla
bellezaensí.Yodiríaque,an-
te todo, la belleza es luz. La
Luzeslagranmetáforadela
Belleza, de lo sublime que
nos desborda y causa asom-
broyadmiración.Laluznos
precede;poresosedescubre
cuandonossalealencuentro
y nos seduce.Y, a la vez que
nosexcedeynostrasciende,
también nos ha rozado, nos
hatocadoyesclaridadeilu-
minación,almenosparaelsi-
guientepasoenelcamino.La
luztambiénescomprensión,
acercamiento,conocimiento.
Yesreconocimientodelotro;
nosvincula,nosaproximay
nos trae el calor del encuen-
tro.Elmundonecesitalaluz
delaBelleza.
¿YelAmor?
Antetodo,elamoresuna
experiencia de relación. En
el Evangelio se nos ofrecen
lostérminosdeesarelación:
amoraDiosyamoralosde-
más.Heahísumejorentrega
y creatividad, su vara de
medir. ElAmor de Dios se
describe mejor desde la co-
munióndevoluntad.Laafir-
7. 36 [84] VR Febrero 2023
mación de nuestra voluntad
enlasuyaesunprocesoque
siempre está en camino, ya
que el amor nunca se da por
vencido.Sevatransforman-
doeneltranscurrirdelavida,
en el devenir de la vida ma-
dura; y, por eso, permanece
fielasímismo.Esteeselau-
téntico contenido del amor:
hacerseuno,enelprocesode
lapropiaexistencia,alAmor
deDios.Estaesnuestramejor
descripcióndelamor:procu-
rarquenuestroquererynues-
travoluntadcoincidan,cada
vezmás,conelquererylavo-
luntaddeDios.
San Agustín decía que
«Diosestámásdentrodemí
que lo más íntimamente
mío». ¿La contemplación
de Jesús Crucificado y Re-
sucitado transfigura la mi-
radadelcreyente?
La Pasión, Muerte y Re-
surreccióndelSeñortraspasa
todaconcienciahumana.En
esesentido,transfiguralami-
radadelcreyente.Poreso,el
MisterioPascual,másalláde
sutragediahumana,esbello.
Nos aproxima y acerca al
misterio de nuestra propia
existencia, nos ayuda a des-
cubrirelvalordelsufrimiento
cuando este redime y, sobre
todo, nos muestra un amor
único que se entrega por to-
dosyporcadauno.Estaen-
tregaeslamayorbellezaque
nuestros ojos pueden con-
templar.
Compartir el abismo te
permiteabismarteeneldo-
lor del otro. ¿Qué significa
para tielSagrario?
El Sagrario me recuerda
momentosimportantesenmi
vida personal. Más que un
objetoesunapresencia.Los
momentos ante el Sagrario
son de libertad personal, de
contraste,dediscernimiento,
deescuchay,cómono,desi-
lencio habitado. Es la conti-
nuacióndelaEucaristía.Por
eso alimenta, nutre y ayuda
acrecerenlohumanoyenlo
espiritual.Ante el Sagrario
hay complicidad, un com-
promisomutuoentrelapre-
senciapascualdeJesúsyuno
mismo.SanJuandelaCruz,
desde la configuración mís-
tica de su persona, nos ad-
vierte especialmente a los
que vivimos una vida con
muchaactividadpretendien-
do«ceñiralmundoconnues-
tras predicaciones y obras
externas» que sacaríamos
másprovechoparanosotros
mismos y para la Iglesia,
agradando incluso mucho
más a Dios, si «gastásemos
siquiera la mitad de nuestro
tiempo en estarnos a solas
con Dios enoración».
Conlosojosfijosensanto
DomingodeGuzmán,¿qué
puedeaportaraestetiempo
laespiritualidaddominica-
na, tan centrada en el Mis-
terio?
Laespiritualidaddomini-
cana tiene como claustro el
mundo.Dichodeotraforma:
elmundoessuclaustro.Para
nosotros,elmundo esellugar
dondeDiossehaencarnado.
Nuestra espiritualidad es la
espiritualidaddelaencarna-
ción.Bendecimosalmundo,
siendo muy conscientes de
que no todo lo que hay en él
esacordealosplanesdeDios.
Pero lo queremos porque es
el mundo en el que Dios se
hacepresente.Diosquiereha-
cerseunespacioentrenoso-
tros. Hay una especie de
encarnación continuada: un
mododedecirque,enlospro-
cesosdelmundo,Diosvaga-
nando su espacio. En
realidad, esta es nuestra mi-
sión: procurar espacio para
Diosennuestrapropiareali-
dad.Deestaforma,elproyec-
todeDiossevarealizandoy
suReinoextendiendo.
También me parece su-
blimevuestromododeaco-
ger alser humano…
Es,desdeluego,otrorasgo
importantedenuestraespiri-
tualidad. Partimos más de la
confianzaquedelasospecha.
Tanto es así que nuestras le-
yes,yadesdesusinicios,obli-
gan a pena, pero no a culpa.
8. 37 [85] VR Febrero 2023
Esunmododepreservarlali-
bertaddenuestraconciencia.
Esto supone para nosotros
unaexigenciamayor:lacon-
figuracióndeunaconciencia
madurayadulta,impregnada
por la Palabra y en contraste
permanente con Dios y con
los hermanos. La confianza
en los demás es uno de los
pilaresbásicosdenuestracon-
vivencia fraterna y comuni-
taria, así como del diálogo
incansable que podamos es-
tablecerconlarealidad.
Celebramos este mes la
Jornada de la Vida Consa-
grada,conellemaCaminan-
do en esperanza. ¿Cuáles
son hoy los retos y los desa-
fíosenlavidareligiosa?
Vivimos unos momentos
sociales,culturalesyreligio-
sosdemuchaincertidumbre,
y la experiencia de la fe nos
abrehorizontesdeesperanza.
La esperanza es, ante todo,
confianza en Dios y en el
mundo.Noenvano,insertos
enelmundo,esdondeencon-
tramoselmejorcaldodecul-
tivo para afrontar los retos y
desafíosque,comoconsagra-
dos,tenemosenelpresente.
Unretoimportantees,sin
duda,potenciarnuestraade-
cuadaconexiónconelmun-
dotansecularizadodehoyy
no perder la comunicación
con nuestros contemporá-
neos.Sinunaempatíamutua
sehacerealmentedifícillle-
garatransmitirelEvangelio.
Otros retos tienen que ver
connuestraestructurainter-
na,mirandohaciaelinterior
de la propia Iglesia y de sus
carismas. Los desafíos son
muchos,perononosaplastan
ni reducen entusiasmo por
seguirsiendofielesenelse-
guimientoalSeñor.Estamos
en otro momento cultural y
religioso,yestorequiereotra
levaduraquefermentelama-
sa.Unodenuestrosgrandes
desafíos está precisamente
ahí: ¿qué levadura nos pide
elEspírituparafermentarel
mundoenelquenosencon-
tramos? La respuesta a esta
pregunta irá configurando
una vida consagrada con
acentos distintos a los que
hasta ahora hemos podido
conocer. Son las cuestiones
recurrentes que nos siguen
inquietando, porque tienen
que ver con la evolución de
nuestroscarismasysuadap-
tación al nuevo momento
cultural; con la demografía
vocacional;conelenvejeci-
miento de nuestro patrimo-
nio más valioso, que es el
humano;conelpesoqueha
de seguir ganando la vida
consagrada femenina, ya
quelamujersiguesiendoun
tesoroparalaIglesiaquere-
quiere –por fidelidad evan-
gélica– ocupar el lugar que
le corresponde…
Talvez,unodelosmayo-
resretosdelavidareligiosa
es estar cerca de la herida.
¿Quésuponeseraliviadores
del sufrimiento de los de-
más?
Aquí la vida religiosa se
juega mucho, pues pone en
9. 38 [86] VR Febrero 2023
entredichosucredibilidad.El
sufrimientosiempreseráuna
tarea pendiente para el ser
humano.Podemostenerres-
puestas parciales a su reali-
dad, pero difícilmente una
respuestaglobalsinacudira
quiennoshacreado.Diossa-
be que ante el dolor y el su-
frimiento de los demás no
podemosquedarnosquietos.
Me atrevo a decir que todos
loscarismasenlaIglesiapre-
tenden,desdediversasmira-
das sobre la realidad del
mundo y de los hombres y
mujeres de cada tiempo, ser
unbálsamoquevenza,alivie
yreorienteelsufrimientode
laspersonas.Lavidareligiosa
debe estar ahí.Ycuando los
consagradosacogemoselsu-
frimientodelagenteestamos
siendolamediaciónqueDios
esperaparaaliviarysanarsu
dolor.
Si somos un sueño de
Dios,¿quésueñostegusta-
ría ver cumplidos desde tu
servicioalfrentedelaCON-
FER?
Hemosdeganarmásensi-
nodalidad entre nosotros.
Hastaahora,cadainstitución
se veía más fuerte y, por lo
tanto, obraba de una forma
más autónoma. En la actua-
lidad, las circunstancias in-
ternasdecadacongregación
ylasituacióncontextual,so-
cialyculturalhancambiado
mucho.Hemosdepresentar-
nosalasociedadreforzando,
aún más, nuestra comunión
ycolaboraciónsinodal.Esun
signodelostiempos,sinduda
alguna.SueñoconunaCON-
FER,enestesentido,mássi-
nodalycomprometidaconla
realidaddenuestropaís.
¿Creesquetomarpartido
«conÉl»y«enÉl»,desdeel
corazón de la vocación, es
elretodecadaunodelosca-
rismas que componen la
Iglesia?
Sí, es una cuestión de ad-
hesión.ElseguimientodeJe-
sús hay que personalizarlo,
hacerlo creíble en la propia
vida.Estemododehacerge-
neraconviccionesporlasque
luchar con convencimiento
ycoherencia.Lavocaciónes
unaformadevida,perosobre
todoesaquellainclinacióno
interés por buscar a Dios en
las realidades delmundo.
Mirandocaraacaraala
Eucaristíayalaofrendadel
altar que haces vida cada
día, ¿es esencial en la vida
religiosaseresePanbueno
que se deja acariciar y ese
Vino que alivia sin descan-
so?
La Eucaristía es el centro
de nuestra vida cristiana,
donde Jesús se nos entrega
consuCuerpoyconsuSan-
gre.Sinellanohayalimento
y, por lo tanto, no hay en-
cuentro pleno con el Señor
ni con nuestros semejantes.
Nopodemosseralimentopa-
ra los demás si previamente
nosotros no nos hemos ali-
mentado del Pan y del Vino
eucarístico.Hemosdeamar
a los demás, especialmente
alospobresyenfermos,des-
delaEucaristía.
Despuésde40añosenla
Orden, ¿la aventura de ser
frailedominicosiguesiendo
apasionante?
Tras vivir la mayor parte
delosañosdemividacomo
frailedominico,puedodecir
quesiguesiendoapasionan-
te. La búsqueda de Dios me
sigue entusiasmando: una
búsquedaqueserealizaenla
pasión por todo lo humano.
No me arrepiento, en abso-
luto, de ello y de todo el es-
fuerzo que supone. No
solamentehamerecidolape-
na,sinotambiénlaalegríade
ser lo que uno realmente ha
querido ser. La vida, desde
las propias convicciones, la
vamos entregando; nos va-
mosdesgastandoenfavorde
losdemáscuandolaofrece-
mosencadadetalle.Así,sal-
vo que Dios disponga otra
cosa,voyentregándomedía
a día.Yaunque no siempre
sepa estar a la altura, cuidar
yacariciareldoloreslatarea
más preciosademivida.