El documento argumenta que la Biblia prohíbe que las mujeres sean predicadoras o tengan posiciones de liderazgo en la iglesia. Cita 1 Timoteo 2:11-15 como evidencia de que las mujeres no deben enseñar ni tener autoridad sobre los hombres. También sugiere que las mujeres son más propensas a ser engañadas, por lo que no están bien equipadas para posiciones de liderazgo. Concluye que, según la Biblia, el lugar de la mujer es aprender y mantenerse en silencio en reuniones mixtas
Material de grupos de amistad
Este documento es para toda iglesia que quiera aprender y capturar la visión celular
Los pentecostales de Lugano- Buenos Aires, Argentina
Pastor Daniel Baldi
Guía para la Clase de Escuela Sabática - CONECTADOS by Pr. Heyssen J. CorderoHeyssen Cordero Maraví
Considerando que la Clase de Maestros debe ser una ESCUELA DE ENTRENAMIENTO para cumplir la misión, en la Unión Peruana del Sur hemos elaborado este material que tiene que el propósito de ENTRENAR a los protagonistas del discipulado.
Manual de Ministros (Vision, Mision, Establecimiento del ministerio, senda de discipulado, confesion ministerial doctrinal, y codigo de etica y conducta ministerial) del Ministerio. SOLO PARA USO DE MINISTROS BAJO LA COBERTURA EN PATERNIDAD DEL MINISTERIO APOSTOLICO Y PROFETICO DEL PADRE (MAPDP), INC.
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Considerando que la Clase de Maestros debe ser una ESCUELA DE ENTRENAMIENTO para cumplir la misión, en la Unión Peruana del Sur hemos elaborado este material que tiene que el propósito de ENTRENAR a los protagonistas del discipulado.
Manual de Ministros (Vision, Mision, Establecimiento del ministerio, senda de discipulado, confesion ministerial doctrinal, y codigo de etica y conducta ministerial) del Ministerio. SOLO PARA USO DE MINISTROS BAJO LA COBERTURA EN PATERNIDAD DEL MINISTERIO APOSTOLICO Y PROFETICO DEL PADRE (MAPDP), INC.
Las Santas Escrituras han sido el derrotero de millones de personas a lo largo de los tiempos. Han inspirado fe y confianza, así como tambien han sido el instrumento del Espíritu Santo para la transformación de innumerables vidas.
Cuando tenemos una relación vigorosa con la Palabra de Dios, somos transformado
Durante las últimas dos décadas Susan Hunt ha mostrado a la iglesia lo que debe ser un verdadero discípulo, ha demostrado, tanto en hecho como en palabra (con la Escritura), que tal visión de servicio fiel es la única visión que puede cubrir las necesidades apremiantes de todos a nuestro alrededor. En este libro ella comparte con nosotras el trabajo interno detallado y los “pormenores” de esta visión.
Manual apologetico para descubrir algunas vertientes erradas en la iglesia de Cristo y hacernos un llamado a salir de ellas para que asi la Gloria de Dios se mueva de una manera mayor en nuestros ministerios.
Similar a Mujeres predicadoras prohibido en la biblia (20)
1. MUJERES PREDICADORAS PROHIBIDO EN LA BIBLIA
Escrito por el Dr. John R. Rice en 1941
Traducido por Calvin George
¿Puede predicar una mujer? ¿Llama Dios a mujeres a ser pastoras?
¿Evangelistas? ¿Directoras de música en la iglesia? ¿Maestras de la Biblia en
grupos mixtos de hombres y mujeres? Si tratamos de resolver este asunto por la
opinión del hombre, nunca estaría asentado en forma satisfactoria. La gran
mayoría de la opinión entre gente cristiana responsable indica que la mayoría de
las iglesias nunca llaman a una mujer predicadora como pastora. La mayoría de
los seminarios no emplean a mujeres como maestras de teología. Y pocas
mujeres encuentran posiciones en las facultades de seminarios e institutos
bíblicos. Muchas de las iglesias encargan a hombres para conducir reuniones
evangelísticas, si los tienen. Entonces la opinión mayoritaria decidiría por
hombres predicadores y en contra de mujeres predicadoras. Pero las opiniones
varían con las preferencias. Los seguidores de Aimee Semple McPherson, los
grupos grandes pentecostales, el Ejercito de Salvación donde las mujeres
siempre han sido bienvenidas, aunque en práctica actual normalmente no tienen
un puesto de liderazgo–todos ellos y muchos otros insisten en el derecho de una
mujer a predicar, hacer la obra de evangelista, o pastora, o maestra de la Biblia,
lo mismo como los hombres.
El asunto no puede ser resuelto por opiniones. No puede ser resuelto por
observaciones. No puede ser resuelto por lógica. Hay un solo lugar para resolver
este asunto acerca de si Dios quiere que una mujer predique o no. ¡Es por la
misma Palabra de Dios! La Biblia es el lugar donde encontrar lo que Dios quiere
que la gente haga. La Biblia nos dice como la obra de Dios debe ser conducida.
No hay otra autoridad de ningún valor en este asunto, excepto como deriva de la
Biblia, y coincide con la enseñanza de la Biblia.
Las mujeres aveces dicen que se sienten llamadas a predicar. Dicen aveces que
el Espíritu Santo ha dicho a ellas plenamente que deben predicar. Pero
debemos tomar en cuenta que cada doctrina falsa en el mundo es apoyada por
ese argumento. Una cierta madre que mató a su niño dijo que Dios la mandó a
hacerlo. Alguna gente se siente guiada a predicar la salvación por gracia. ¡Otros
se sienten guiados a predicar la salvación por obras! Algunos se sienten guiados
por Dios, dicen, a bautizar por rociar agua, y otros se sienten guiados por el
mismo Espíritu a bautizar por inmersión. Algunos se sienten guiados por Dios a
perseguir a los judíos. Algunas personas se sienten guiados por Dios a fundar
una secta con doctrinas falsas; eso es, honestamente se sienten guiados a
hacerlo. Pero la respuesta a todo esto es muy simple. El Espíritu Santo de Dios
dictó la Biblia. Santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca contradecirá su propia Palabra.
Cualquier impulso que se cree ser del Espíritu Santo debe ser examinado por la
Biblia. Cualquier impulso que no coincide con la plena enseñanza de la Palabra
de Dios es falso, y no proviene del Espíritu de Dios. Por esta razón la Escritura
nos manda "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son
de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo" 1 Juan 4:1.
2. Este asunto, entonces, no puede ser resuelto de acuerdo a como la gente se
siente guiado excepto cuando coincide con la Biblia. No hay impulso de Dios si
va en contra de claras declaraciones en la Palabra de Dios. Este asunto debe
ser resuelto por la Biblia, la práctica regla suprema de la fe para los cristianos.
Tomemos en cuenta cuidadosamente las Escrituras que tratan con este tema.
La Biblia es la Palabra de Dios; ningún pasaje de la Escritura contradecirá otro
pasaje. Y como el hombre y la mujer y Dios no han cambiado, encontraremos
que lo que Dios quiso para la mujer en tiempos bíblicos él quiere para ellas
ahora también. Espero que cada lector le pida sabiduría al Espíritu Santo con un
corazón de oración, y que investigue en las Escrituras lo que Dios tiene para
decir en cuanto a mujeres predicando el evangelio.
1 TIMOTEO 2:11-15 DICE QUE NINGUNA MUJER DEBE ENSEÑAR O
USURPAR AUTORIDAD SOBRE EL HOMBRE
La primera Escritura a la cual le llamo la atención sobre este asunto de mujeres
predicadoras es en 1 Timoteo 2:11-15, que se menciona aquí:
"La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer
enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio. Porque Adán
fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer,
siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando hijos,
si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia".
Quiero que note el carácter universal de esta Escritura. Es en una carta escrita
por Pablo, el apóstol a los gentiles, dirigido a Timoteo. Pablo había dejado a
Timoteo en Efeso para encargarse de la gran obra en esa ciudad, con muchos
ancianos, como verás en el primer capítulo de este libro. El versículo 3 le indica
a Timoteo que debía guardarse de falsas doctrinas. El versículo 4 le advierte que
debe evitar confusión, y los versículos 6 y 7 nos dice que debía corregir algunos
que deseaban ser "doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que
afirman". Es importante notar que en esta epístola tenemos instrucciones
detalladas en cuanto a las calificaciones para obispo (pastor en nuestros días) y
diácono (vea capítulo 3). Nadie puede leer 1 Timoteo sin notar que provee
instrucciones y reglas para todas las iglesias Nuevo Testamentarias, como
comunicado a Pablo, el apóstol a los gentiles, por el Espíritu Santo. Entonces el
pasaje que leímos es para todas las iglesias Nuevo Testamentarias y cristianos
Nuevo Testamentarios. A los cristianos Nuevo Testamentarios Pablo les dice
"La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer
enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio". Pablo no
permitía ninguna mujer predicadora ni ninguna maestra de hombres, ni ninguna
mujer que ejercite autoridad sobre el hombre, en ninguna de las iglesias Nuevo
Testamentarias. La palabra de Pablo fue aceptada como ley a través del imperio
romano entre la gente fundamentalista firme. En Roma, en Corinto, en Efeso, los
grandes centros, y entre todos estos lugares la autoridad de Pablo como un
apóstol de Dios es reconocido. Y en ningún lugar, dice Pablo, permitía una mujer
enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre.
Esta regla de Pablo no es arbitraria, pero cabe dentro del plan de Dios desde el
tiempo de la creación. Pablo explica que "Adán fue formado primero, después
Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en
transgresión". Dios hizo a Adán primero. Eva fue creada segundo y como su
3. ayuda idónea, sujeto a él. Por esa razón, dice Pablo, las mujeres no deben
enseñar a los hombres en la iglesia, y no deben ser oficiales en la iglesia ni
ejercitar autoridad sobre el hombre. Una mujer tomando tal autoridad consistiría
de usurpación, imponerse indebidamente en una posición de autoridad que no
es propio ni naturalmente perteneciente a ellas. Desde la creación, la Biblia dice,
la mujer debe tomar el lugar de sujeción, porque no fueron creadas para tener
autoridad sobre los hombres ni enseñarles.
Otra vez Pablo escribe de la debilidad de una mujer y su aptitud de ser mal
guiada porque "Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada,
incurrió en transgresión". Satanás encontró que pudo engañar a Eva con más
facilidad que Adán. Dios creó a la mujer de tal manera que pueda sentirse
cómoda siendo una ayuda idónea, una esposa que se acomoda en su voluntad y
plan. Entonces, en la naturaleza del caso, las mujeres no fueron tan bien
equipadas para autoridad ejecutiva. Si las mujeres pueden ser guiadas
fácilmente, no son tan buenas como líderes. Cualquier pastor sabe que es más
fácil encontrar a una mujer que está dispuesta a hacer un buen trabajo. Pero
buenos observadores admitirán que ellas son más fácilmente guiadas a falsas
doctrinas y errores de todas clases. Pero el argumento aquí en 1 Timoteo 2:14
es que Satanás pudo engañar a Eva cuando no pudo engañar a Adán, y eso es
evidencia que las mujeres no deben ser puestas en autoridad en las iglesias y
en obras cristianas. Si pudo engañar a Eva más fácilmente en el huerto de Edén,
él puede engañar a las mujeres fácilmente hoy. Esto significa que las mujeres
son más propensas a entrar en herejías doctrinales y prácticas inescriturales que
los hombres. Las mujeres no están equipadas para enseñar a los hombres ni
ejercer autoridad sobre el hombre, nos dice esta Escritura. Pero Dios también
tiene un deber especial y privilegio para las mujeres en dar a luz y criar hijos. Si
se someten al plan de Dios en humildad y mansedumbre, entonces serán
rescatadas y preservadas, cuando los dolores de parto vienen sobre ellas.
Muchas mujeres piadosas han encontrado dulce consuelo y ayuda en el valle de
la sombra al dar a luz a un niño para el Señor, recibiendo ayuda de Dios porque
estaban dispuestas a tomar el lugar de la mujer en sumisión.
Consideremos cuidadosamente los versículos 11 y 12:
1. La mujer debe aprender en silencio, con toda sujeción
2. Una mujer no debe enseñar. Ciertamente no debe enseñar a hombres,
pero es evidente que no debe enseñar a grupos en general, que incluyen
hombres.
3. Una mujer nunca debe tener autoridad sobre el hombre
4. Y otra vez se enfatiza que una mujer debe mantenerse "en silencio" en
tales reuniones públicas
Sabemos bien que Dios no quiere que las mujeres cristianas se mantengan
silenciosas fuera de reuniones públicas mixtas. Tito 2:3-4 manda plenamente
"Las ancianas asimismo...que enseñen a las mujeres jóvenes". Aquí vemos
claramente que las mujeres de edad más avanzada que pueden enseñar a las
mujeres más jóvenes, y que lo deben hacer. Deben enseñarlas, entre otras
cosas, a ser "sujetas a sus maridos" (v. 5). Las mujeres deben mantener silencio
entonces, en cuanto a la enseñanza a toda la iglesia, o enseñar a hombres, o
4. grupos incluyendo hombres, pero las mujeres de edad más avanzada pueden
enseñar a otras mujeres. Es muy claro que una madre puede enseñar a sus
propios hijos, tal como la madre y abuela de Timoteo aparentemente le
enseñaron (2 Tim. 1:5). Proverbios 1:8 nos manda: "no desprecies la dirección
de tu madre". Proverbios 6:20 dice "no dejes la enseñanza de tu madre".
Proverbios 30:17 dice: "El ojo que escarnece a su padre Y menosprecia la
enseñanza de la madre, Los cuervos de la cañada lo saquen, Y lo devoren los
hijos del águila". Una mujer puede enseñar a otras mujeres y puede enseñar a
niños. Pero en ninguno de estos casos mencionados se refiere a la enseñanza
pública como una oficial de la iglesia, o la enseñanza de grupos grandes mixtos.
Priscila ayudó a su esposo, y Aquila le enseñó a Apolos el camino del Señor
más perfectamente. Pero en esto podemos estar asegurados que lo hizo en el
espíritu manso como una ayuda idoñia para su marido. Ella habló en
conversación personal, y no como una maestra oficial o como uno teniendo
autoridad.
Entonces cuando Pablo dijo "Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer
dominio sobre el hombre, sino estar en silencio", parece claro que está
prohibiendo a la mujer tomar su lugar como una maestra pública de hombres.
Una mujer debe estar en silencio en la asamblea pública en el sentido que ella
no debe enseñar como una oficial de la iglesia. Ella debe estar en silencio
particularmente en cuanto al lo que concierne la enseñanza de hombres. Eso es
claramente prohibido. Ninguna mujer, de acuerdo a este pasaje, es permitida
enseñar una clase de hombres, o una clase incluyendo hombres, ni enseñar en
la iglesia en una asamblea pública incluyendo hombres.
También es claro que ninguna mujer debe ocupar un lugar como una oficial de la
iglesia, teniendo autoridad sobre hombres. Ninguna mujer podría ser una
pastora de una iglesia, de acuerdo con este versículo claro. Tal cosa sería una
usurpación de autoridad que es prohibida a ella.
En las iglesias Nuevo Testamentarias el lugar de la mujer era de ser enseñada,
no de enseñar. El lugar de la mujer era de mantener silencio, no el de ser una
voz pública. El lugar de la mujer era de mantenerse en sujeción, y de no estar en
autoridad. Ciertamente esta Escritura prohíbe que cualquier mujer sea
predicadora, pastora o evangelista.
Es apropiado mencionar, ya que Dios ha prohibido a la mujer tener autoridad en
asuntos religiosos, que los pastores sí tienen autoridad de Dios. Considere el
tercer capítulo de Timoteo, que le sigue a este pasaje, y su tratamiento del oficio
de obispo. La palabra obispo significa administrador o capataz, y es una palabra
Nuevo Testamentaria para pastor. Ciertamente un administrador tiene autoridad.
Esta autoridad es indicada también en 1 Timoteo 3:5 "pues el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?" Un hombre
necesita saber como gobernar para ser un obispo o un administrador o pastor de
una iglesia. Pero a la mujer le es claramente prohibida gobernar, entonces una
mujer no puede ser una pastora de acuerdo al plan Nuevo Testamentario.
En Hebreos 13:17 somos mandados "Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos
a ellos" y el habla de líderes espirituales que vigilan sus almas, eso es, pastores
y líderes cristianos. Los pastores y predicadores tienen una verdadera autoridad
de Dios para ejercer su liderato. Pero la mujer no debe tener autoridad sobre el
5. hombre, entonces una mujer no podría ser una pastora de una iglesia, o un
predicador del evangelio, en el sentido ordinario.
Un evangelista debe pregonar con autoridad. Pablo le mandó a Timoteo, "haz
obra de evangelista" (2 Timoteo 4:5). Pero Timoteo, el evangelista, fue dado las
siguientes instrucciones:
"Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud..." (1 Timoteo
4:11-12). Un evangelista tiene autoridad de Dios y no debe ser menospreciado,
aunque sea joven. Pero ninguna mujer debe ejercer autoridad sobre el hombre,
y ninguna mujer puede ser una evangelista en el sentido bíblico. No había
mujeres evangelistas en tiempos bíblicos, y no debe haber ninguno ahora.
1 CORINTIOS 14:34-35 MANDA A LAS MUJERES A MANTENER SILENCIO
EN LA IGLESIA
Acabamos de estudiar estos dos versículos en el capítulo 14 de 1 Corintios que
trató con el lugar de la mujer en la iglesia. Pero señalamos solamente la
enseñanza que las mujeres están, aun en asuntos religiosos y de la iglesia,
sujetas a sus maridos. Leamos los versículos 34 y 35 otra vez, y veamos lo que
dice acerca de mujeres predicadoras.
"Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido
hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren
aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una
mujer hable en la congregación" (1 Cor. 14:34-35).
Otra vez las Escrituras instruye claramente a las mujeres que guarden silencio
en las iglesias, que no se les permite hablar, sino que deben mantenerse en
obediencia, tal como era en el Antiguo Testamento.
Algunos pueden llegar a decir que este reglamente era tan solo para la iglesia en
Corinto. Pero eso no es cierto. La epístola no solamente fue escrita a los
cristianos en Corinto, pero también a "todos los que en cualquier lugar invocan
el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro", como se
puede notar en el segundo versículo del primer capítulo. Las instrucciones de 1
Corintios fueron dadas por el Espíritu Santo a todos los cristianos en todo lugar.
Por tanto, a todos los cristianos en todo lugar, el Señor manda diciendo:
"Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido
hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice", y "es indecoroso
que una mujer hable en la congregación".
Algunos posiblemente lleguen a decir que de acuerdo a esta Escritura una mujer
no debe cantar en un coro, ni dar testimonio en una reunión de oración. Vamos a
tratar con esto más adelante. Yo creo que el Señor quiere la mujer guarde
silencio en cuanto a lo que concierne la enseñanza o predicación oficial,
cualquier discurso público acerca de las Escrituras, o un liderato público en la
iglesia, o de hombres, o de grupos que incluyen a hombres. Si esa interpretación
no alcanza lo suficiente, vamos a extendernos hasta el punto de la intención de
las Escrituras. Pero por lo menos es claro y obviamente cierto que esta Escritura
prohíbe a cualquier mujer predicar, y prohíbe a cualquier mujer asumir la función
de pastora o evangelista. Eso simplemente no era permitido en ninguna iglesia
6. Nuevo Testamentaria, y nos es permitido hoy en ningún lugar si la gente ha de
obedecer este pleno mandamiento de Dios.
Ahora note que en este asunto de las relaciones del hombre y la mujer, la
voluntad de Dios nunca cambió. Las mujeres deben estar en obediencia en las
iglesias en estos días tal como debían estar en obediencia manteniendo silencio
en la adoración de la época del Antiguo Testamento. En la familia Antiguo
Testamentaria, la mujer era sujeta a su marido. En el tabernáculo del Antiguo
Testamento y la alabanza del templo, no había mujeres sacerdotisas, ni mujeres
escribas, ni mujeres en capacidades oficiales. Y este pasaje nos dice que lo
mismo debe ser cierto en cuanto a la mujer Nuevo Testamentaria.
Repasando otra vez los dos pasajes de la Escritura que particularmente
prohíben mujeres predicadoras, note que en 1 Corintios 14:34-35, la mujer debe
mantener silencio "en las congregaciones". Pero en 1 Timoteo 2:11-12 se
prohíbe que una mujer enseñe o usurpe autoridad sobre los hombres en
cualquier lugar. La iglesia no es mencionada. Sí, se prohíbe que una mujer tome
una parte oficial de la reunión de una iglesia. Pero de igual modo se le prohíbe a
las mujeres enseñar a los hombres o usurpar la autoridad de los hombres fuera
de las reuniones de la iglesia. Es tan erróneo que una mujer tome el lugar de un
maestro de la Biblia o pastor o evangelista en un hogar privado o en una clase
de Escuela Dominical como si fuese una reunión oficial de una iglesia.
Simplemente no fue la intención de Dios que la mujer asuma un puesto de
autoridad o liderazgo sobre los hombres o que enseñe a hombres.
NO HUBO PASTORAS, MUJERES EVANGELISTAS, MAESTRAS DE LA
BIBLIA, NI PREDICADORAS EN ÉPOCAS NUEVO TESTAMENTARIAS
Hemos considerado los plenos mandatos de la Biblia que prohíben que la mujer
predique. Ahora quiero llamarle la atención a la certeza de que estos
mandamientos fueron obedecidos en todo lugar en las iglesias del Nuevo
Testamento. En ninguna iglesia Nuevo Testamentaria se permitía que una mujer
sea pastora o evangelista o maestra de la Biblia. No había ni siquiera una mujer
predicadora en las iglesias del Nuevo Testamento. Hubo 12 apóstoles originales,
sus nombres fueron dados, pero no hubo ni una mujer entre ellas. Hay relatos de
sermones predicados, pero nunca se menciona un sermón predicado por
ninguna mujer.
Todas las palabras usadas para predicadores en la Biblia son palabras
masculinas. Anciano es una palabra masculina. Obispo es una palabra
masculina. Los que se mencionan como maestros en el Nuevo Testamento eran
hombres. El pronombre masculino es usado a través de las calificaciones para
un obispo en 1 Timoteo 3:1-7. Él debe ser el marido de una sola mujer. En ese
corto pasaje referente a obispos o pastores, se refiere a ellos como "él",
"marido", y todos los adjetivos son masculinos o neutrales.
Muchas mujeres piadosas se mencionan en el Nuevo Testamento. No permitas
que nadie te engañe acerca de las mujeres del Nuevo Testamento. En muchas
ocasiones eran tan entrenadas, devotas e instruidas como los hombres.
Considere la fe (doctrina) de Loida y Eunice, la abuela y madre de Timoteo (2
Timoteo 1:5). Considere el discernimiento espiritual increíble dada a María, la
madre de Jesús, como ella guardaba las cosas, meditándolas en su corazón,
aun antes del nacimiento del Salvador. El ángel le apareció a ella, pregonando
7. grandes certezas acerca del Salvador venidero (Lucas 1:28-38). María era una
joven espiritual, aun llena del Espíritu Santo, como vemos de sus alabanzas a
Dios en la presencia de Elisabet, en Lucas 1:46-55. María iba con Jesús la
mayoría de las veces. ¡Qué cristiana maravillosa y desarrollada habrá sido! A
pesar de todos esto, María nunca predicó, ni enseñó a hombres, ni asumió un
puesto oficial en ninguna iglesia.
Considere a otra María, la hermana de Lázaro y Marta. Ella se sentó a los pies
de Jesús y oyó su enseñanza. Ella se deleitó tanto en eso que no lo rendía por
prepara comida (Lucas 10:38-42). Esto le agradó a Jesús. Él la felicitó y la
enseñó. Luego María vino para ungir los pies de Jesús con un perfume muy
costoso (Juan 12:1-7) y él dijo "Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado
esto". María había guardado su dinero, y había reservado cuidadosamente este
regalo precioso y costoso para ungir a Jesús justo antes de su muerte en la cruz.
Ella parecía comprender mejor que los apóstoles que Jesús iba a la cruz. Judas
se quejaba porque el dinero no fue usado para los pobres, y los otros discípulos
aparentaban estar de acuerdo con él (Mateo 26:8-9). Jesús sintió gran gozo al
notar el discernimiento espiritual de esta mujer piadosa y sabia, y prometió que
lo que ella había hecho sería proclamado a través del mundo en memoria de
ella. Pero a pesar de cuan sabia e instruida era ella, ¡nunca fue una predicadora,
ni pastora, nunca fue una maestra de la Biblia!
Un número de otras mujeres prominentes fueron mencionadas en el Nuevo
Testamento. Febe, la sirviente o diaconisa de la iglesia en Crencia, era una
mujer muy útil y piadosa (Rom. 16:1-2). Pero nunca se menciona a ella como
una maestra o una oficial. Ella se sintió contenta en ayudar a los pobres y en
hacer el trabajo de una sirvienta de la iglesia, no como una administradora o
maestra o predicadora.
Priscila, la esposa de Aquila, es mencionada varias veces en el Nuevo
Testamento, y debe ser que fue una cristiana muy devota, pero nunca se
menciona a ella como una predicadora, maestra, pastora ni evangelista.
No hubo predicadoras, pastoras, mujeres evangelistas ni maestras de la Biblia
en las iglesias del Nuevo Testamento.
¿ERAN PREDICADORAS LAS PROFETISAS?
En la Biblia varias mujeres fueron llamadas profetisas, incluyendo María (Éxodo
15:20), Débora (Jueces 4:4), Hulda (2 Reyes 22:14), Noadías (Nehemías 6:14),
Ana (Lucas 2:36) y cuatro hijas doncellas de Felipe (Hechos 21:9). Algunas
personas que nunca estudiaron el asunto piensan que las profetisas eran
predicadoras. Pero no eran. No se menciona ni siquiera que una de estas
profetisas predicó o tuvo un discurso en una congregación pública en alguna
forma. Las profetisas no eran predicadoras. No predicaban; no desempeñaban
el trabajo de pastor ni evangelista, ni la de una maestra de la Biblia.
Profetizar significa hablar por revelación divina. Una profecía es una revelación
especial por el Espíritu de Dios. Un profeta es un hombre que recibe revelación
divina. Una profetisa es una mujer que recibe revelación divina en cuanto al
futuro.
8. Los profetas (masculino) en veces eran predicadores. Isaías, Jeremías, Daniel y
Ezequiel eran predicadores. Pero mayormente eran profetas, o sea, ellos
recibían revelación divina de lo que le iba a acontecer a Israel. También eran
predicadores, aunque se les llaman profetas. Pero las profetisas nunca
predicaban en la Biblia. Ellas recibieron breves revelaciones divinas para
compartir con individuos, pero nunca fueron enviadas a predicar, ni dirigir una
asamblea pública como expositoras de la Palabra, ni de hacer la obra de pastora
o evangelista.
El significado de la palabra profeta o profetisa en el Antiguo Testamento es el
mismo que la palabra profeta o profetisa en el Nuevo Testamento.
La obra de un profeta es indicada en Deuteronomio 18:22, que dice:
"Si el profeta hablare en nombre de Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, ni
aconteciere, es palabra que Jehová no ha hablado; con presunción la habló el
tal profeta; no tengas temor de él".
La palabra del profeta se debe llevar acabo, o sea, la profecía es normalmente
una revelación divina del futuro.
En el Nuevo Testamento, en muchas ocasiones las Escrituras mencionan que
las palabras de los profetas eran una predicción del futuro. Por ejemplo, Mateo
1:22 dice: "Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por
medio del profeta". Vea también Mateo 2:17, 23; 3:3; 4:14; 12:17; 21:4; 26:56;
27:9, 35. Solo he mencionado Escrituras en el Evangelio de Mateo y hay
muchos otros en el Nuevo Testamento, todas referentes al cumplimiento de las
palabras de algún profeta del Antiguo Testamento. Digo que un profeta
normalmente predice el futuro por revelación divina. Una profetisa, de modo
similar, es una mujer que recibe revelación divina.
El único libro en el Nuevo Testamento que Dios llama una profecía es el libro de
Apocalipsis. "El libro de esta profecía" (Apocalipsis 22:19) es revelación, el libro
Nuevo Testamentario que es dado en gran manera a la revelación de eventos
del porvenir. Profecía no indica predicación; significa una revelación divina bajo
el ungimiento del Espíritu. Una profetisa no predica.
En el Nuevo Testamento, Pedro, Juan y Pablo no fueron llamados profetas
(aunque Dios usó a cada uno de ellos para escribir algunas profecías en su
Palabra), pero su obra primaria era la predicación. Del otro lado, Agabo se
menciona dos veces en el libro de Hechos como un profeta. Su primer profecía
se menciona en Hechos 11:27-28 que dice:
"En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y
levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que
vendría una gran hambre en toda la tierra habitada; la cual sucedió en tiempo de
Claudio".
Agabo brevemente compartió una revelación que Dios le había dado acerca de
un hambre que vendría sobre la tierra.
Otra vez, Hechos 21:10-11 nos relata otra profecía de este hombre Agabo en las
siguientes palabras:
9. "Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta
llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los
pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en
Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los
gentiles".
Note que esto es un simple mensaje de Dios acerca de lo que le iba a acontecer
a Pablo en Jerusalén. La profecía ocupó menos de un versículo. No contenía un
sermón. El mensaje probablemente fue dado a Pablo y Lucas y posiblemente a
Timoteo u otros amigos. No fue un sermón en ningún sentido, sino simplemente
una revelación de Dios acerca de lo que iba a ocurrir. Eso es lo que compone
una profecía. Poco antes de que se menciona este profeta Agabo en versículo
10, el versículo anterior dice lo siguiente de Filipo: "Este tenía cuatro hijas
doncellas que profetizaban", o sea, estas hijas vírgenes recibieron revelaciones
especiales de Dios. No predicaron.
1 Corintios 14:1 y 5 indica que sería una bendición si todos los cristianos
profetizaran. Eso no significa que todo cristiano debe ser un predicador, un
pastor o un evangelista. Sino, cada cristiano debe andar tan cerca a Dios que él
le revelará a veces cosas que acontecerán en el futuro. De igual modo, 1
Corintios 14:24 no significa que si cada persona en la congregación se levantara
y predicara un sermón, que todos los incrédulos presentes se convertirían.
Significa que si cada cristiano estaba en comunión íntima con Dios como para
recibir una revelación de él acerca de lo que acontecería y que hacer, eso
convencería los que contradecían la certeza del Evangelio. 1 Corintios 14:39
indica que cada cristiano debe anhelar este contacto cercano con Dios y que él
revelaría su voluntad a nosotros y las cosas que especialmente necesitamos
saber para enfrentar al futuro. Acuerdese que esto fue mucho más necesario
antes que el Nuevo Testamento fue escrito, comparado a cuanto es necesitado
hoy, cuando tenemos la revelación divina completa dada en la Biblia.
Hay dos notas confusas en la Biblia de notas Scofield sobre esta cuestión de la
profecía. En cuanto a 1 Corintios 12:10, el Dr. Scofield comenta: "El profeta
Nuevo Testamentario no era uno que ordinariamente predecía, sino que
proclamaba, uno cuyo don le permitía hablar ‘para edificación, exhortación y
consolación’ (1 Corintios 14:3). Pero 1 Corintios 14:3 no dice y no significa que
un profeta Nuevo Testamentario es diferente a un profeta del Antiguo
Testamento. Una revelación divina o profecía de Dios sí trae edificación,
exhortación y consuelo, como nos dice 1 Corintios 14:3. Pero no hay ningún
versículo de Escritura que indica que la profecía es predicación o que hay una
diferencia en los oficios de un profeta del Antiguo Testamento comparado a un
profeta Nuevo Testamentario.
Otra vez, comentando sobre 1 Corintios 14:1, el Dr. Scofield dice "El profeta
Nuevo Testamentario no era meramente un predicador, sino un predicador
inspirado, a través del cual, hasta que fue escrito el Nuevo Testamento, nuevas
revelaciones fueron dadas de acuerdo a las nuevas dispensaciones (1 Corintios
14:29-30). Esta aseveración es confusa. Por predicador, queremos decir uno
que expone la Biblia. Pero una profecía no era una exposición de la Biblia, sino
solamente una revelación nueva de Dios. Algunas personas ignorantes se han
aprovechado de estas notas como una excusa para permitir mujeres
predicadoras. Pero profetizar no es predicar; es solamente una revelación nueva
10. de Dios, refiriéndose al futuro, y ciertamente siendo una revelación directa e
inmediata, no una exposición de la Escritura, no una enseñanza bíblica, ni
evangelización o predicación. Profetizar no es predicar. Las profetisas en la
Biblia nunca predicaron.
Hechos 2:17 y 18 nos da una profecía bendita del futuro. Proviene del profeta
Joel y dice:
"Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños; Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis
siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán".
Vendrá un tiempo cuando el Espíritu Santo será derramado sobre toda carne
para que ambos hijos e hijas profetizarán, y también los siervos y siervas. Pero
ese acto de profetizar no implica que todos serán predicadores o evangelistas o
maestros de la Biblia. Significa que cada cristiano estará en contacto con Dios
por esa llenura del Espíritu Santo; y Dios se revelará a sí mismo, y las cosas que
debemos saber, a cada cristiano, para que ellos adviertan unos a otros.
Débora, la profetisa en el Antiguo Testamento, no predicó ni ejercitó autoridad
sobre el hombre. La historia se relata en Jueces 4:4-9. Léalo y verá que no
involucraba ninguna autoridad sobre el hombre y por cierto no involucraba
predicación.
"Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de
Lapidot; y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-
el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. Y ella envió a
llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha
mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Vé, junta a tu gente en el monte de
Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de
Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de
Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? Barac le
respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella
dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque
en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con
Barac a Cedes".
Débora se sentaba debajo de una palmera y "los hijos de Israel subían a ella a
juicio". No había un gobierno en la tierra. Cuando dos vecinos estaban en medio
de una disputa y no podían llegar a un acuerdo, ellos decían "vayamos a Débora
para que ella decida". Entonces iban a Débora y ella les aconsejaba,
posiblemente bajo revelación divina, como resolver la diferencia. Los que
deseaban aceptaban su decisión. Ella no tenía autoridad. Cualquier buen
cristiano puede ser un mediador entre vecinos hoy día.
Eso es exactamente como los cristianos Nuevo Testamentarios son aconsejados
a resolver sus diferencias. 1 Corintios 6:1-8 dice claramente que no deben ir
ante la ley para resolver sus diferencias antes las autoridades, sino que son
mandados "Si, pues, tenéis juicios sobre cosas de esta vida, ¿ponéis para
juzgar a los que son de menor estima en la iglesia?" o sea, uno que no es
llamado a ser un predicador o un oficial o líder en la iglesia de todos modos es
capaz, por el Espíritu de Dios, de saber que hacer cuando se le pide ser un
11. mediador entre cristianos. Juzgando uno a otro en ese sentido no tiene nada que
ver con la ley o la autoridad. Simplemente significa que cristianos llenos del
Espíritu Santo pueden hallar la mente de Dios, y eso es la forma en que Débora
juzgaba o actuaba como mediadora entre la gente en la tierra cuando no había
rey ni guía y cuando la gente traían asuntos a ella voluntariamente para su
consejo.
Note que la profecía de Débora dada en Jueces 4:6-7 es una revelación divina.
Note que ocupa menos de dos versículos, y note que fue dirigido a un hombre,
Barac. En el versículo 9 Dios dio a Débora otra revelación en esta frase "porque
en mano de mujer venderá Jehová a Sísara", y muestra que la insistencia de
Barac en llevar a Débora con él desagradó al Señor. Débora no era una
predicadora, ni una líder. Dios no quería que ella guíe el ejército. Ella no ejercitó
autoridad sobre hombres y no enseñó a hombres. Ella simplemente anunció un
mensaje breve de Dios a Barac.
María, la hermana de Moisés y Aarón, es llamada una profetisa en Éxodo 15:20.
Allí se nos dice "Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero en su
mano, y todas las mujeres salieron en pos de ella con panderos y danzas. Y
María les respondía: Cantad a Jehová". María dirigió a estas mujeres en los
cantos. Ella no dirigió a los hombres en los cantos ni predicó a los hombres.
Pero María la profetisa fue usada por Dios como una lección a las mujeres que
buscan autoridad en asuntos religiosos, y Dios la maldijo con lepra por su
pecado. La historia se relata en Números 12:1-15.
"María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había
tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés
ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová. Y
aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había
sobre la tierra. Luego dijo Jehová a Moisés, a Aarón y a María: Salid vosotros
tres al tabernáculo de reunión. Y salieron ellos tres. Entonces Jehová descendió
en la columna de la nube, y se puso a la puerta del tabernáculo, y llamó a Aarón
y a María; y salieron ambos. Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya
entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con
él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré
con él, y claramente, y no por figuras; y verá la apariencia de Jehová. ¿Por qué,
pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Entonces la ira de
Jehová se encendió contra ellos; y se fue. Y la nube se apartó del tabernáculo, y
he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he
aquí que estaba leprosa. Y dijo Aarón a Moisés: ¡Ah! señor mío, no pongas
ahora sobre nosotros este pecado; porque locamente hemos actuado, y hemos
pecado. No quede ella ahora como el que nace muerto, que al salir del vientre
de su madre, tiene ya medio consumida su carne. Entonces Moisés clamó a
Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora. Respondió Jehová a
Moisés: Pues si su padre hubiera escupido en su rostro, ¿no se avergonzaría
por siete días? Sea echada fuera del campamento por siete días, y después
volverá a la congregación. Así María fue echada del campamento siete días; y el
pueblo no pasó adelante hasta que se reunió María con ellos".
Note arriba que María y Aarón dijeron "¿Solamente por Moisés ha hablado
Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros?" María y Aarón estaban en el
mismo pecado. El versículo 9 de la Escritura dice "Entonces la ira de Jehová se
12. encendió contra ellos" Dios estaba enojado con María y Aarón porque cada uno
quiso usurpar la autoridad. ¡PERO TAN SOLAMENTE MARÍA FUE AFLIGIDA
CON LEPRA POR SU PECADO! La diferencia es que Aarón había sido
asignado por Dios como sumo sacerdote. Aarón fue un hombre y se le asignó el
puesto de un hombre. Entonces el pecado de María fue más malvado que el de
Aarón, y Dios estaba enseñando a ella y a todas las mujeres una lección por si
acaso buscaran asumir autoridad o liderazgo sobre o junto con el hombre. María
era una profetisa, pero aún una mujer profetisa peca terriblemente contra Dios
cuando busca una posición de liderazgo como predicadora, maestra, evangelista
o líder sobre los hombres.
En Mateo 28:10 Jesús impartió una revelación divina, un mensaje a dos
mujeres. Él dijo "No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan
a Galilea, y allí me verán". Nunca es fuera de lugar cuando una mujer sigue las
instrucciones del Señor. Pero eso no consiste en predicar. No consiste de hacer
la obra de un pastor o el de evangelista. No autoriza a ninguna mujer hacer
discursos públicos en congregaciones mixtas.
Por tanto la Biblia coloca a todo en su lugar; en práctica y en la enseñanza Pablo
dice "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la
mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1
Timoteo 2:11-12). Estaba de acuerdo exactamente con la enseñanza y práctica
de todo el Antiguo y Nuevo Testamento. Ninguna profetisa en la Biblia violó este
mandato pleno. Ellas no enseñaban a hombres ni enseñaban en la iglesia y no
asumían autoridad sobre el hombre.
Aun las profetisas obedecían el mandato de 1 Corintios 14:34-15 de mantener
silencio en las iglesias y estar en sujeción, y si querían saber algo, le
preguntaban a sus maridos en el hogar.
RESPONDIENDO A LOS ARGUMENTOS FAVORECIENDO MUJERES
PREDICADORAS
Se debe notar que poca gente intenta comprobar desde la Biblia que mujeres
deben predicar. No hay mandato en la Biblia para que las mujeres prediquen.
Entonces cuando una mujer quiere predicar, normalmente salen con sus
razones extra bíblicas y acuden a argumentos de observación o razón humana.
Notemos algunos de los argumentos.
(1) "Las mujeres predicadoras han hecho tanto bien, por tanto debe ser que Dios
las ha llamado". El otro día un hombre querido me dijo "pero tantas almas han
sido salvas bajo el ministerio de mujeres predicadoras. ‘Por sus obras los
conoceréis’. ¿No comprueba eso que Dios quiere mujeres predicadoras?" Otros
han sido convertidos bajo el ministerio de mujeres, y serían sinceramente
entristecidos y sorprendidos al oír la creencia que mujeres no debiesen predicar.
Quizás ellos mismos se sienten como que se hubieran perdido para siempre si
no fuese por la predicación de alguna mujer. Entiendo su punto de vista, pero
eso no es una buena razón para que mujeres desobedezcan la Biblia, como te
mostraré. Sí, mujeres predicadoras han hecho mucho bien, y supongo que han
ganado muchas almas. Pero más bien se hubiera hecho y más almas se
hubiesen salvado si hubiésemos seguido el plan de Dios en vez de la voluntad
del hombre en este asunto. Las predicadoras, al desobedecer a Dios, han hecho
13. más mal que bien. Hay varias cosas que hace falta compartir acerca de este
asunto.
En primer lugar, la misericordia de Dios es tan grande que él usa a nosotros,
unos instrumentos pobres e imperfectos. Él usa los esfuerzos erróneos de
muchos que no hacen las cosas de acuerdo a sus métodos, porque son
ignorantes del plan de Dios. Mujeres que no han sido enseñadas lo que Dios
tiene para decir acerca de este asunto tratan de predicar. Por frecuencia de
veras son salvas; aman al Señor de todo corazón; anhelan ser usadas; y Dios
bendice su devoción aunque no aprueba de su desobediencia.
Por ejemplo, las monjas católicas han hecho mucho bien. Ellas han atendido a
los enfermos, han cuidado a los huérfanos, han entrenado a niños y han visitado
a los pobres. Muchas monjas católicas son personas sin egoísmo que tratan de
agradar a Dios. Pero eso no significa que Dios quiere que las niñas lleguen a ser
monjas. No es así. La Escritura dice en forma plena "Honroso sea en todos el
matrimonio" (Hebreos 13:4). Dios claramente dice que es "doctrinas de
demonios" prohibir casarse, tal como los católicos prohíben a sus sacerdotes y
monjas (1 Timoteo 4:1-3). Dios bendice las intenciones honestas de monjas
católicas y sacerdotes, aunque su sistema de catolicismo ha hecho más daño
infinito que bien, sin duda condenando millones de almas por enseñarles que
miren a sus buenas obras o la iglesia católica, en vez de una fe personal en
Cristo Jesús como Salvador.
La masonería enseña a los hombres a calmar sus pasiones, de ejercer amor
fraternal entre hermanos y de auxiliar uno al otro. La masonería ha ayudado
algunos hombres a vivir vidas más morales, y he conocido algunos casos raros
cuando estos contactos masónicos fueron usados para ganar almas. Pero de
todos modos las Escrituras expresamente prohíbe a los creyentes juntarse en
yugo desigual con los incrédulos. Y la masonería, en general, niega la deidad de
Cristo, niegan la necesidad de la regeneración, y engañan a millones de
personas haciéndolos pensar que son salvos sin nacer de nuevo. La masonería
hace bien, pero al fin de cuantos definitivamente hace más mal.
Es así también con predicadoras. Hacen bien, ¡pero cuanto mal hacen! En
primer lugar, el surgimiento de mujeres predicadoras ha significado un
incremento de multitudes de sectas de personas con doctrinas falsas de todas
clases. Las hermanas Fox y el espiritismo, la señora White y los adventistas del
séptimo día, la señora Mary Baker Eddy y la ciencia cristiana, la señora Filmore
y la unidad, la señora Aimee Semple McPherson y su "evangelio cuadrado", el
pentecostalismo y la gran cantidad de predicadoras enseñando una doctrina de
perfección sin pecado, un emocionalismo radical, "hablando en lenguas", y
trances, y su énfasis exagerado en cuanto a la sanidad que ha llevado a miles a
la desesperación después de falsas pretensiones de sanidad–estas cosas
seguramente nos advierten que hay un daño infinito con permitir la predicación
de mujeres. Me he quedad sorprendido al descubrir en muchísimos casos que
los maridos de predicadoras no eran salvos, ni tampoco sus hijos. Los hombres
inconversos en tales casos con frecuencia son despreciativos, se amargan y se
endurecen. Ver Sin duda, miles de hombres se han mantenido fuera del
ministerio porque el ministerio, como lo conoce la gente, no atrae a lo mejor en
hombres fuertes. Y las iglesias se han convertido tan afeminados, tan
involucrados en asuntos sociales de poca importancia, dado al despliego de
14. modas de ropa y tan clavado en un formalismo ligado a los sentidos que ya no
atrae en general a hombres de negocios vitales, ni hombres robustos fuertes y
sinceros.
Puedes estar seguro que la clase de cristianismo que produce predicadoras
como Aimee Semple McPherson no produce a la misma vez predicadores como
Spurgeon, Finney, Moody, Torrey y Chapman. El feminismo en las iglesias es
una maldición que contristese a Dios y ha hecho inefectivo su poder y ha
disolucionado a la gente que ha perdido la confianza. No dudo que millones irán
al infierno por causa de la práctica no Escritural de mujeres predicadoras.
El plan del hombre puede parecer tan bueno como el de Dios, pero nunca
funciona de esa manera. Cuando la Biblia prohíbe que la mujer predique o que
usurpe autoridad sobre el hombre, y las manda que se mantengan en silencio y
en obediencia en las iglesias, entonces esa es la mejor forma de ganar almas, y
de esa forma traerá más gloria a Dios y la bendición más grande a la
humanidad. Si prefieres tu razonamiento en vez de la Biblia, puedes creer en
mujeres predicadoras. Pero algún día llegarás a darte cuenta que tu
razonamiento humano pobre y falible no es tan sabio como la sabiduría de Dios
revelada en su Palabra.
Algunas personas dicen "las mujeres deben ser llamadas de Dios a predicar,
porque algunas de ellas han hecho tanto bien". Pero los cristianos nunca deben
juzgar por apariencias cuando contradicen la Palabra de Dios. La Palabra de
Dios enseña claramente que a veces Dios prueba su pueblo, para ver si le
obedecen cuando las cosas malvadas tienen éxito. Por ejemplo, Deuteronomio
13:1-4 nos da una clara advertencia sobre esta cuestión. Nos dice:
"Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te
anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te
anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y
sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de
sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a
Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma. En pos
de Jehová vuestro Dios andaréis; a él temeréis, guardaréis sus mandamientos y
escucharéis su voz, a él serviréis, y a él seguiréis".
Aquí Dios nos dice que permite que falsos profetas y soñadores den señales o
prodigios y que los lleven acabo. Pero manda expresamente que si las señales
se cumplen, "no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de
sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a
Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma".
Entonces, sin duda, Dios ha permitido que la desobediencia prospere
temporariamente y en forma externa para que su pueblo pueda comprobar
realmente si ama al Señor "con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma".
La gente que se deja llevar por las apariencias y lo que aparenta ser bendecido
por Dios, ignorando su plena Palabra, no aman a Dios con todo su corazón y
con toda su alma.
Esta es una antigua teoría promulgada por Satanás que está bien hacer lo malo
si al fin resulta en algo bueno. El Señor nos da reglas claras para el cristiano a
seguir en tales casos. Cuando el Señor aparenta bendecir un profeta que no es
fiel a Dios, uno todavía no debe oír las enseñanzas falsas del profeta por causa
15. de su éxito aparente, sino "En pos de Jehová vuestro Dios andaréis; a él
temeréis, GUARDARÉIS SUS MANDAMIENTOS Y ESCUCHARÉIS SU VOZ".
Dios quiere que el cristiano obedezca su voz, guardando los mandamientos de
su Palabra, la Biblia.
El éxito aparente de algunas mujeres predicadoras no es excusa por
desobedecer la enseñanza plena de la Palabra de Dios.
(2) Otro argumento para mujeres predicadoras es "pero algunas mujeres dicen
que tienen una llamada divina a predicar". Sí, en veces ellas dicen ser llamadas
a predicar. Y es cierto que en veces Dios ha estado obrando en sus corazones y
sinceramente dirigiéndolas a una entrega total y a la obra de ganar almas. Con
frecuencia las damas, por causa de su amor real para Dios y las almas perdidas,
se ofrecen al ministerio. Pero malentienden el llamado de Dios. Dios sí quiere
que las mujeres ganen almas. Él quiere que las damas enseñen a mujeres, que
enseñen a los niños y que hagan trabajo personal con hombres y mujeres y
niños. Yo conozco una señora cristiana sincera que nunca hace un discurso en
público (con la excepción de un testimonio breve en una reunión de oración) y
que nunca se ha parado detrás de un púlpito, nunca ha intentado exponer la
Escritura a una congregación y nunca enseñó una clase mixta. Pero de todos
modos esta señora ganó 360 almas en un año, y creo que ella tendrá miles de
almas a su crédito en la gloria, mucho más que el predicador de promedio. Dios
la llamó–pero no la llamó a predicar, contrario a la Biblia. La llamó a ganar
almas, persona con persona, casa por casa, a toda hora y en todo lugar donde
podía. Yo digo que las damas, mujeres buenas y sinceras, en veces
malentienden el llamado de Dios.
Hay veces que las mujeres dicen ser llamadas a predicar, cuando en realidad
quieren la publicidad, la fama y el aplauso de la gente. Hay algunos hombres en
el ministerio por razones egoístas. Hay también mujeres en el ministerio por las
mismas razones egoístas. En algunos casos de ambos, sin duda, hay un surtido
de motivos. O sea, quieren ganar almas, pero también quieren fama y honor.
Entonces algunas mujeres honestamente quieren ganar almas, pero quieren ser
vistas por el público también. Y en vez de ganar almas y conformarse al plan de
Dios, estando sujetas a sus maridos y a otros hombres en autoridad en las
iglesias, quieren predicar. Pero el Espíritu Santo quien escribió la Biblia no
contradice la Biblia cuando habla al corazón de la mujer. Dios no llama a
mujeres a ser pastoras o evangelistas, o a enseñar a hombres, o a tener puestos
de autoridad sobre hombres en las iglesias.
(3) Aveces las mujeres dicen con irritación "¡pero eso es injusto! Que las mujeres
no puedan predicar es una descriminación injusta".
La respuesta es fácil. En primer lugar, ¿cuándo mereciste algo de Dios? ¿Qué
hizo algún hombre o alguna mujer para merecer ser llamado a predicar? ¡Decir
que Dios es injusto en cuanto a esto es malvado, irrazonable y rebelde! Es tan
solo la gracia de Dios que nos mantiene fuera del infierno, ¿y por qué debe uno
de nosotros rebelarnos en contra de la posición nuestra dada por Dios en su
obra?
En segundo lugar, no es injusto que Dios prohíba la predicación de mujeres
tomando en cuenta que él prohíbe que la mayoría de los hombres en este
mundo prediquen. En una iglesia local, no todos los hombres pueden ser un
16. pastor. ¿Será que Dios discriminó contra los otros hombres en el mundo cuando
me llamó a predicar? ¿Es injusto que Dios en su gran misericordia llama algunos
hombres a predicar y deja a otros para ganar almas, y no ser un líder oficial en
autoridad en la iglesia? Este clamor proviene de una voluntad rebelde de querer
guiar, y no de espíritu manso y apacible, lo cual en los ojos de Dios es de gran
precio. Después de todo, el Evangelio es del Señor, y no nuestro, y él ha
escogido su plan para lograrlo. Él no da a todo hombre por igual la misma
posición y la misma autoridad. Y él no ha dado a ninguna mujer el puesto de
pastora o evangelista o maestra de hombres o un puesto de autoridad sobre
hombres, como dice expresamente. Cristianos con corazones obedientes se
deleitan en aceptar la forma que Dios ha delineado en su Palabra.
La Biblia no prohíbe que las damas oren, que canten o que testifiquen. Pero sí
las prohíbe claramente a enseñar o predicar o tener autoridad sobre el hombre.
Se ha dicho sabiamente que las damas pueden enseñar a otras mujeres y niños,
y ellos consisten de tres cuartas partes de los habitantes de la tierra. ¿Qué más
podría pedir una mujer?
(4) Otra objeción es "pero mujeres misioneras con frecuencia predican y
enseñan a hombres. ¿Deben regresar las misioneras?"
Bueno, la Palabra de Dios tiene instrucciones cuidadosas que cubren la obra
misionera tanto como la obra local. Debemos recordar que la obra misionera no
es un invento moderno. En el Nuevo Testamento, por ejemplo, hubo el misionero
Pablo, el misionero Silas, el misionero Bernabé, el misionero Timoteo y muchos
más. En realidad, casi todo el libro de Hechos es una historia misionera,
contando de como los ganadores de almas fueron a los paganos y predicaban el
evangelio a la gente que no lo había oído antes. Entonces los misioneros deben
seguir las mismas reglas delineadas en el Nuevo Testamento que deben ser
seguidas por todos los obreros cristianos. Hay un lugar para mujeres misioneras
como ganadoras de almas, como maestras de mujeres y niños, como esposas
de hombres buenos. Dios necesita mujeres en China tanto como necesita
mujeres en América, no más ni menos. Y no hay más razón para que una mujer
misionera viole el mandato de Dios, "Porque no permito a la mujer enseñar, ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1 Timoteo 2:12)
comparado a una mujer en América que quiere predicar en violación al mandato
de Dios.
Si tú dices que un gran porcentaje del trabajo misionero hoy es hecho por
mujeres, y que las misioneras han ganado muchas almas mientras violaban la
regla de Dios en cuanto a la predicación de mujeres y enseñar a hombres,
entonces sugiero que te acuerdes de la obra misionera en el Nuevo Testamento.
En tiempos bíblicos, usando métodos bíblicos, los misioneros ganaban más
almas que en tiempos modernos usando métodos modernos e inescriturales.
Algunos creen que la obra de Dios sufriría grandemente si no se imaginaban de
formas nuevas e inescriturales de hacer la obra de Dios. En realidad, es al
contrario. La obra de Dios sufre grandemente porque no creemos su Palabra y
no usamos sus métodos y su mensaje. Si no necesitaban mujeres predicadoras
en las iglesias del Nuevo Testamento, no las necesitamos ahora. Si los campos
misioneros en el Nuevo Testamento no necesitaban mujeres predicadoras,
entonces los campos misioneros modernos no necesitan predicadoras hoy. Y es
17. la misma clase de pecado llevar métodos modernos e inescriturales a China
como sería llevar un mensaje moderno e inescritural aquí.
La obra deputacional de grandes sociedades misioneras ha sufrido grandemente
en las manos de mujeres misioneras. Si hombres, verdaderos hombres llenos
del Santo Espíritu de Dios fuesen a las iglesias con la apelación de que Dios les
ha llamado para esta obra de sudor, sangre y lágrimas, definitivamente haría
más para la causa misionera que la concentración sobre la vestidura y
costumbres y comida, con fotografías estereotípicas de extraños grupos salvajes
presentados frecuentemente por mujeres, mayormente a grupos de mujeres y
niños. Hemos debilitado la causa de la obra misionera extranjera, por no
mantenerlo en un plano alto y vigoroso como planteado en el Nuevo
Testamento. No estoy diciendo que las mujeres misioneras no deben hablar a
grupos de mujeres y niños acerca de la obra misionera; pero por cierto viola el
mandato de Dios cuando una mujer habla ante audiencias mixtas de hombres y
mujeres, y se paran detrás de los púlpitos en las iglesias. Podemos asegurarnos
que la obra del Evangelio de Cristo entre los salvajes no es prosperada por este
pecado. No importa cuan devotas sean las misioneras, todavía han de obedecer
la Palabra de Dios "La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no
permito a la mujer enseñar" y otra vez "Porque no permito a la mujer enseñar, ni
ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio".
La cuestión de mujeres predicadores, entonces, es resuelta por la Palabra de
Dios. En primer lugar, es la práctica uniforme del Antiguo y Nuevo Testamento
que Dios no llamó a mujeres predicadoras. No había mujeres apóstoles, ni
pastoras ni mujeres evangelistas en la Biblia. En segundo lugar, la Escritura
expresamente enseña: "vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque
no les es permitido hablar" (1 Corintios 14:34). Y otra vez "La mujer aprenda en
silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer
dominio sobre el hombre, sino estar en silencio" (1 Timoteo 2:11-12).
Los "modernistas" sienten como que saben tantas formas de hacer la obra del
Señor que son mejores que las de Dios. Pero cuando Nadab y Abiú entraron en
el tabernáculo llevando fuego extraño, no el fuego señalado, Dios causó que
cayera fuego y los quemó (Levítico 10:1-2). Cuando David trajo el arca en una
carreta con bueyes, y no como Dios le había indicado, le alcanzó la muerte al
que tocó el arca (2 Sam. 6:6-7). Aun cuando el buen rey Uzías entró en el
templo para hacer un sacrificio, donde era prohibido excepto para el sacerdote,
Dios le afligió con lepra (2 Crónicas 26:16-21). Y cuando María la profetisa
quería usurpar la autoridad en la obra del Señor, queriendo tomar el lugar de
autoridad como algunos hombres, Dios la afligió con lepra por causa de su
pecado (Números 12:10). Hoy todavía hay una maldición, una plaga de un Dios
airado sobre las iglesias porque hacemos las cosas de nuestra forma en vez de
la forma de Dios.
Que Dios nos ayude a traer al Señor de regreso a nuestras iglesias y que le
pongamos en primer lugar. Que retiremos a las mujeres de los púlpitos. Que
extraigamos la mundanalidad de las bancas. Que Dios nos dé gracia para
remover la cobardía de los predicadores. Y que Dios nos dé un corazón para
poner a él en primer lugar.
Hay mujeres doctoras, y cualquier mujer que acaba los cursos médicos es
permitido ser doctora; ¡pero cuan pocos son los hombres que las llaman
18. doctoras! Cuan pocos hombres de negocios en una junta directiva elegirían a
una mujer como administradora de una compañía grande. Pocos son los
hombres que contratarían a una mujer para ser la "jefa" sobre hombres. No es
natural y es ineficiente. ¿Entonces no se pregunta por qué hay verdaderos
hombres que no tendrán parte en una iglesia moderna afeminada? Nunca había
falta de hombres para oír el Evangelio bajo el ministerio de la predicación fuerte
y con denuedo de Spurgeon, Wesley, Finney, Moody, Torrey y Billy Sunday.
Predicadores masculinos plenos, sólidos con un denuedo santo y una clase de
ministerio como Juan el Bautista no tienen problema en conseguir hombres para
oírles.
El Evangelio es sangre, fuego y hierro. Necesitamos más que un show vodevil
en el púlpito. Necesitamos más que prodigios infantiles y niños predicadores y
mujeres evangelistas en el púlpito si la iglesia tomará su posición correcta en la
sociedad, y si el Evangelio ha de ser oído con respeto y convicción por
pecadores impíos. Que Dios bendiga nuestras buenas damas. Él tiene un
bendito lugar de influencia y oportunidades para ganar almas para ellas, pero
NO es en el púlpito. El púlpito es el lugar para los hombres más fuertes que
tengamos. El predicador en el púlpito hablaría con una autoridad que es
absolutamente prohibido que una mujer ejercite.
¡Oh, que tengamos una pasión en las iglesias para hacer las cosas exactamente
del modo de Dios! Entonces, sin duda, el cielo estará sonriendo sobre nosotros y
brotará un gran avivamiento en la tierra donde la gente hacen a Cristo su Señor
y se esfuerzan a agradarle.
Mi Respuesta a un Individuo que se Opone a la Prohibición de
Mujeres Predicadoras:
Por Calvin George
Estimada Hermana en Cristo:
Saludos de la isla del encanto (Puerto Rico). Espero que esta carta la encuentre
bien, gozando de las bendiciones del Señor. Gracias por escribir y compartir tus
inquietudes conmigo.
Mi observación principal en cuanto a su carta es que usted se aferra al
razonamiento humano en este asunto, y no a la Biblia. Usted solo hizo referencia
a un versículo en la Biblia, uno que no comprueba que le es permitido predicar a
las mujeres. "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús". Si ese versículo dijese
que la mujer puede predicar a hombres, habría una contradicción en la Biblia.
Como usted reconoció, no soy el autor (solo traductor) del artículo "Mujeres
predicadoras prohibido en la Biblia". Aunque en lo general estoy de acuerdo con
el autor, hay algunas cosas que no hubiera dicho, u otras cosas que yo hubiera
dicho con más cuidado. Hay que tomar en cuanta que fue escrito hace 60 años,
cuando es probable que las mujeres no se ofendían tan fácilmente al leer tal
literatura.
Antes de continuar, hace falta establecer si toda la Biblia es inspirada por Dios.
Veamos el libro de Timoteo (uno de los libros que prohíbe predicación de
19. mujeres) y leamos 2 Tim. 3:16 "TODA la Escritura es inspirada por Dios, y útil
para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia". Vemos que
aún lo que no nos cae bien es inspirado por Dios y debe ser obedecido y
enseñado.
Usted escribió:
"...Ustedes se ponen en la posision de Dios y jusgan a todos sin piedad!..."
Usted habla acerca de ponerse injustamente en la posición de Dios y juzgar.
Usted dice eso, pero acaba de hacer exactamente esa misma cosa en su carta.
A través de toda la carta Ud. juzga mis motivos. ¿Puede Ud. ver mi corazón y
juzgar mis motivos? Aquí hay un surtido de ejemplos de como usted en sus
propias palabras juzga mis motivos y los de mi iglesia:
"...para usted el ministerio de la mujer es como basura...ati te parese que la
mujer no vale nada...ati te parese que la mujer no sirve de nada (no me almiro
que tengas 28 anos y no estes casado)...se a querido mantener al mujer callada
y descriminada...esa idolatria y legalismo que existe en ti..."
Permítame informarle que mi única motivación detrás de la prohibición de
mujeres predicadoras es mi deseo de ser bíblico. Hablando carnalmente,
desearía que los versículos exigiendo el silencio de mujeres en la iglesia no
existieran. De ese modo, las mujeres podrían predicar y yo no tendría que sufrir
persecución en cuanto a este asunto. Pero mi querida hermana, yo no soy nadie
para ignorar los versículos que no me gustan. Yo no soy nadie para cuestionar la
sabiduría de un Dios todo-soberano. Mi deseo es de obedecer y agradar a Dios.
Si agrada a Dios que las mujeres no prediquen en la iglesia, vamos a agradar a
Dios. "Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres" Hechos 5:29.
"Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar
a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de
Cristo" Gal. 1:10. "No sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los
hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios"
Ef. 6:6. "Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al
ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero,
temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor
y no para los hombres" Col. 3:22-23.
Estoy determinado a agradar y obedecer a Dios, cueste lo que cueste. He
perdido algunos en mi iglesia por causa de este mismo asunto. Personas como
usted juzgan mis motivos y sinceridad. Pero toda esa clase de persecución no
es nada comparada a la persecución que están sufriendo algunos, como el caso
de cristianos en la cárcel por su fe. No quiero ser cobarde. Noé no cambió su
mensaje después de predicar más de 100 años sin agradar a los hombres
mientras construía el arca.
Como no me conoces, y no es posible ver mi corazón y juzgar mis motivos,
permítame informarte. Aunque en la iglesia donde soy pastor observamos el
mandamiento bíblico de que las mujeres no pueden predicar a los hombres, el
70% de los miembros son mujeres. Son apreciadas y valoradas en nuestra
iglesia.
"...y prohibe rotundamenten ala mujer ejerser cualquien ministerio en la iglecia..."
20. En nuestra iglesia hay una mujer que enseña a los niños. Hay una hermana que
toca el piano. Hay hermanas que salen a visitar y a evangelizar. Hay hermanas
que cantan especiales. Hay hermanas que limpian. Las hermanas se juntan una
vez por mes en diversos hogares y una hermana trae un estudio. Pronto vamos
a elegir un nuevo tesorero, un puesto que puede aceptar una mujer. La lista
podría continuar...
"...jusgar todas las cosas y decir esto es de Dios y esto no..."
Si la Biblia claramente prohíbe algo, podemos decir con autoridad que tal cosa
no es de Dios.
"...Dios uso asta un burro!! y si Dios uso a un burro, crees que no puede usar a
una mujer?..."
¡Amen! Que bueno que Dios puede usar burros, especialmente un burro como
yo. Dios ha usado a la mujer, la seguirá usando grandemente, y aún más
cuando se mantienen en los confines de su Palabra.
"..esa idolatria..."
No quiero insultarla, pero por favor busque la definición de idolatría en un
diccionario bíblico antes de volver a usarlo contra otra persona.
"...legalismo..."
No estoy enseñando salvación por obras o por guardar la ley. Observe la
definición teológica del término legalismo:
Legalismo
1. Adherencia estricta a la ley, con frecuencia demasiado
estricto y literal.
2. En teología, la doctrina de salvación por buenas obras.
--Webster's New Universal Unabridged Dictionary. 1979 (Es
traducción)
Legalismo
1. Teología. Adherencia a la ley como opuesto al evangelio; la
doctrina de justificación por obras.
--The Oxford Universal Dictionary. 1955 (Es traducción)
Legalismo
...Está en oposición con el utilitarismo y la salvación por
gracia. ...Se apoya en el derecho a la redención por las buenas
obras.
--Diccionario Hispanoamericano de la Misión. Editorial Unilit
"...ati te parese que la mujer no vale nada..."
Unas 24 horas antes que Ud. escribió esas palabras me llamó una anciana viuda
de la iglesia. Me informó que se dañó su automóvil y no podía venir a la iglesia.
Yo la dije que no se preocupara, porque la iba a buscar. Traerla a la iglesia y
llevarla de vuelta a su casa ocupó una hora de mi tiempo, pero lo hice con gusto.
21. Cuando un huracán amenazó nuestra isla el año pasado, sin que ella me lo pida
me dirigí a su casa para tapar las ventanas.
Yo tengo una madre que quiero mucho. No he conocido a una mujer que se
asemeja más a la mujer virtuosa de Proverbios 31 que mi propia madre. Yo
tengo dos hermanas misioneras en Argentina (que no predican) que quiero
mucho. Tengo una abuela que quiero mucho. La lista podría continuar...
Cuando me case algún día (estoy un poquito atrasado en eso) será con una
dama bella y encantadora.
Como he vivido solo como soltero por tantos años, creo que podría apreciar una
esposa más que algunos. A veces me siento como que la soledad me está
matando. Como he quemado tanta comida, será especial comer algo bueno que
fue preparado con amor. Será un gusto vestirme con ropa que fue lavado y
planchado por ella con amor.
"...el enemigo nos quiera callar..."
¿No es la Palabra de Dios la que dice que la mujer debe callar en la iglesia?
Dios no es nuestro enemigo. "Me he hecho, pues, vuestro enemigo, por deciros
la verdad?" Gal. 4:16
Las mujeres pueden ser bellas; el hombre no.
Las mujeres pueden ser encantadoras; el hombre prácticamente no.
Las mujeres pueden consolar fácilmente a un bebe que llora o a un niño que se
ha lastimado, de tal forma que no se puede comparar a un hombre.
Las mujeres pueden hacer trabajos repetitivos sin aburrirse fácilmente; No es así
con muchos hombres.
Las mujeres pueden dar a luz; el hombre no.
¿Debe el hombre sentirse como Dios ha discriminado injustamente contra ellos
porque no pueden hacer estas cosas? Tampoco debe sentirse mal la mujer
porque Dios prohíbe que ellas prediquen a los hombres.
No he tenido problemas en someterme a mujeres cuando estuve en una
posición donde era necesario hacerlo. Tuve varios trabajos seculares donde tuve
que someterme a una mujer. Ahora mismo soy profesor en una escuela cristiana
donde la directora es mujer. Me someto a ella sin problemas.
Siento que hay un alto nivel de frustración de su parte. Me imagino que eso en
parte es culpa de los hombres. Hoy en día el hombre no aprecia a la mujer como
debe. No las tratan con honor. Hablan palabras sucias en presencia de ellas.
Hay hombres que golpean a sus mujeres. La tratan como un objeto sexual. No
las valoran y no las ponen en alta estima. Hay hombres que se refieren a su
esposa o madre como "la vieja". No se detienen para ayudar a una mujer
tratando de cambiar una goma al costado de la carretera. No abren una puerta
por ella (no es que la mujer es incapaz de abrir una puerta, sino que es un gesto
de honor). No tratan a la mujer como una reina. No tienen la filosofía "damas
primero". No las tratan con la dulzura y la ternura que se merecen. No tratan a la
mujer como una persona especial. Bajo estas circunstancias, es común que una
mujer desee competir con el hombre, para intentar alcanzar el respeto y la
apreciación que anhela. Esa reacción de las mujeres no es 100% culpa de ellas.
Nosotros hombres hemos fallado.
22. Algo que debe tomar en cuenta es que es el cristianismo lo que ha liberado a la
mujer. No sé si usted ha viajado mucho, o cuanto conocimiento tiene de otras
culturas. En países donde han resistido el Evangelio se nota la diferencia en
cuanto a como tratan a la mujer. En los países musulmanes, en países paganos
africanos y en países budistas las mujeres prácticamente son esclavas de los
hombres. Creo que es la religión musulmana que prohíbe a la mujer salir en
público con el rostro descubierto. En varios países africanos se permite la
poligamia y las mujeres se venden o se canjean por vacas. Repito, es el
cristianismo que ha liberado a la mujer.
Doy gracias a Dios por su deseo ferviente de servirle. Espero que usted sea una
gran inspiración a otras personas que llegarán a servir a Dios (siempre y cuando
sea en una forma bíblica) por causa de su influencia.
Aunque rechazo su punto de vista, por favor no tome esto como un rechazo de
usted como persona.
Por las almas,
Calvin George
Regreso a LITERATURA BAUTISTA