3. Misión
La Sociedad Científica El Museo Canario es una asociación científica y cultural,
de titularidad privada y con participación pública en su financiación. Su
misión es velar por la conservación, estudio, difusión e incremento tanto de
sus colecciones de material arqueológico de Gran Canaria como del
patrimonio documental canario o de interés para el archipiélago. Sus recursos
están al servicio de toda la sociedad a través de un museo de arqueología y
de un centro de documentación que incluye biblioteca, hemeroteca y archivo.
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4. Historia
Fruto de la iniciativa de un grupo de
intelectuales encabezados por el Dr. Gregorio
Chil y Naranjo, surge El Museo Canario en 1879
como acicate para el desarrollo científico y
cultural de Las Palmas de Gran Canaria,
representando a su vez uno de los más
tempranos atractivos turísticos de la ciudad.
El nacimiento de la idea de fundar una institución como
ésta se debió fundamentalmente a dos circunstancias:
por un lado, el interés que a mediados del siglo habían
despertado las llamadas “antigüedades canarias” entre
la burguesía local, que se aficionó a recoger vestigios
de la vida y la cultura aborígenes en expediciones y exploraciones informales; y por otro, el
desarrollo de la investigación antropológica francesa, ya que varios de los fundadores de El
Museo Canario mantenían estrechas relaciones científicas con algunos de los pioneros de
esta disciplina, como Verneau, Broca, Quatrefages, Hamy o Berthelot. Ello facilitó a la nueva
sociedad un padrinazgo científico de primer orden.
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5. Desde su creación fue concebido como una sociedad de
promoción de las ciencias, las letras y las artes en general,
otorgando especial protagonismo a todo lo relacionado con
nuestro archipiélago. Así, desde su primera instalación,
inaugurada el 24 de mayo de 1880, se exhibieron, además de
vestigios prehispánicos, colecciones geológicas, zoológicas y
artísticas, y paralelamente se estaba formando ya, con las
generosas aportaciones de los socios, la primera biblioteca de la
sociedad, que acabaría siendo la más completa colección
documental especializada en temas canarios.
Aquella primera instalación se ubicó en la planta alta del
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que cedió
generosamente algunas salas, pero las colecciones crecieron de
tal manera que las estrecheces comenzaron a notarse pronto. La
solución vendría de la iniciativa del Dr. Chil, que en su
testamento legó su propia vivienda para la ubicación definitiva
del museo, así como otras propiedades inmobiliarias, sus
valiosísimas colecciones arqueológicas y de ciencias naturales y
los 7.500 volúmenes de su biblioteca, garantizando así el futuro
de la entidad.
Dr.Chil en su despacho.
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6. Aunque Chil falleció en 1901, su legado no fue recibido hasta 1913, fecha de la muerte de su
viuda. Aun así, el traslado de El Museo Canario a la que fue vivienda del ilustre benefactor en el
barrio de Vegueta, donde se instaló definitivamente, se retrasó hasta 1923, motivado, en parte,
por la grave crisis económica que afectaba a las islas Canarias tras la I Guerra Mundial. La
reapertura de los servicios se demoró hasta finales de 1930.
Comienza entonces, pese a la penuria económica y a los avatares sociopolíticos,
una época culturalmente fecunda, marcada por la celebración de actos públicos,
tanto científicos como artísticos o literarios, y por la contribución al desarrollo de
los conocimientos sobre la historia de las islas. El Museo Canario trata entonces de
suplir la carencia en todo el archipiélago de otros organismos, públicos o privados,
dedicados a la promoción científico-cultural, y se convierte en punto de encuentro
de todo tipo de investigadores. Esta etapa queda simbólicamente definida por la
incorporación de El Museo Canario al Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) en 1944.
Pero lo cierto es que la situación financiera de la entidad no hizo más que agravarse en las
siguientes décadas, y aunque en los años 50 el ayuntamiento y el cabildo comenzaron a
aportar algunos fondos para su mantenimiento, la situación no pudo solventarse hasta 1973,
cuando la corporación insular accedió a hacerse cargo de los asuntos económicos de la
sociedad, constituyéndose un patronato formado por representantes del propio cabildo y de
otras entidades y organismos relacionados con la cultura. Comienza entonces una etapa en la
que El Museo Canario goza de algunas ventajas fiscales y renueva el favor de la sociedad civil,
muestra de lo cual son la declaración de Monumento Histórico-Artístico en 1962 y la
concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1980.
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7. En 1984, coincidiendo con la incorporación de las
islas Canarias al nuevo marco político de las
Comunidades Autónomas y con la situación
económica de la sociedad estabilizada, El Museo
Canario moderniza y especializa su contenido
museístico, que se centra preferentemente en los
fondos arqueológicos de las culturas prehispánicas
de Gran Canaria, iniciándose una etapa de
reformas que suponen una reorganización de la
superficie expositiva y un espectacular incremento
del número de visitantes. En este contexto, la
institución se incorpora en 1987 al Sistema Español
de Museos, recibe en 1993 la Medalla de Oro de la
Ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, en 1995 es
declarado de Utilidad Pública y en 1996 recibe el
Premio Canarias de Acervo Histórico.
En la primera década del nuevo siglo, la preocupación de El Museo Canario ha sido atender a los tres grandes
grupos de usuarios de sus servicios: los visitantes de la exposición permanente, los especialistas en prehistoria,
que cuentan en nuestras instalaciones con una incomparable colección de restos que les ayudan a comprender
mejor la realidad de nuestro pasado; y los investigadores, estudiantes o curiosos que hacen uso de una colección
documental que no ha dejado de enriquecerse un solo día desde la fundación y que alcanza hoy una
incomparable riqueza patrimonial.
Todo ello obliga a buscar nuevos medios de ampliación de las instalaciones de la sociedad, ampliación que ya
está en marcha en algunos de los inmuebles colindantes, adquiridos en los últimos años por diversas vías, y que
dará origen a nuevos atractivos y nuevos servicios. Esta perspectiva abre un horizonte esperanzador en el futuro
de El Museo Canario, que, al igual que en ocasiones anteriores, sabrá atender las exigencias cada vez más claras
de la sociedad.
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8. Colecciones
Arqueología extranjera
El Museo Canario cuenta con un pequeño fondo de arqueología extranjera que se inició
de forma paralela al Fondo de Arqueología de Gran Canaria, y cuya finalidad era servir de
referencia y de comparación para el estudio de los materiales canarios.
Esta colección se formó en su gran mayoría entre finales del siglo XIX y principios del
siglo XX con las aportaciones realizadas por los fundadores y colaboradores de El Museo,
entre los que caben destacar las donaciones realizadas por el doctor René Verneau y su
esposa, o las de Diego Ripoche y Andrés Navarro Torrens. Con posterioridad, y hasta la
actualidad, se ha incrementado con depósitos efectuados por particulares; tal es el caso
de la donación de instrumentos líticos del Sáhara Occidental realizada por el teniente
general don José Héctor Vázquez en la década de los años 70.
En cuanto a su contenido, está formado por unos 900 objetos procedentes de diferentes
yacimientos de Europa, Asia, África y Oceanía, entre los que se encuentran originales y
reproducciones realizados sobre soportes líticos, cerámicos y óseos, pertenecientes al
Paleolítico, al Neolítico, a la Edad del Bronce y al medievo europeo. También se cuenta
con algunos objetos de épocas etrusca y romana.
Junto a estos materiales se conserva una pequeña colección de piezas etnohistóricas
provenientes de México, Perú, Venezuela y California.
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9. Arqueología Canaria
El Fondo de Arqueología está constituido por los restos materiales
pertenecientes a la población prehistórica e histórica de Gran Canaria;
en él se incluyen también ejemplares procedentes de otras islas del
archipiélago canario.
El origen de este fondo se vincula a la fundación de El Museo Canario,
en 1879, y continúa creciendo en la actualidad mediante los depósitos
efectuados por particulares y por los órganos institucionales
responsables de los permisos de excavaciones (Gobierno de Canarias y
Cabildo de Gran Canaria).
Está compuesto por una innumerable cantidad de materiales, bien
objetos completos o fragmentos, que hacen de este fondo el más
extenso y completo de todo el archipiélago canario. Es por ello que se
constituya en una referencia obligada para el estudio de la sociedad
prehispánica Gran Canaria y en uno de los pilares básicos de esta
institución.
Destacan en él las colecciones de recipientes cerámicos, ídolos,
pintaderas, manufacturas en fibras vegetales y en piel animal, industria
lítica, ósea y de la madera, así como los restos antropológicos.
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10. Bellas Artes
Colección artística
La colección artística conservada en la Sociedad Científica El
Museo Canario tiene su origen en las donaciones efectuadas
desde el momento de su fundación por sus socios y
simpatizantes. En esta etapa ingresaron, entre otras, obras de
Manuel Ponce de León y Falcón o de Manuel González
Méndez. No obstante, este patrimonio artístico se vio
incrementado de una manera notable a partir de la década de
1940 a raíz de la apertura del salón de actos, espacio utilizado
también como sala de exposiciones temporales. En dicha sala
presentaron sus obras los más destacados artistas canarios
contemporáneos–José Dámaso, Rafael Monzón, Manuel
Millares, Elías Marrero, Yolanda Graziani, etc.– pasando
habitualmente una de las obras expuestas a formar parte del
catálogo de patrimonio artístico de la institución. De esta
manera, se ha configurado una colección que en la actualidad
está integrada por más de 500 piezas entre las que se
encuentran 119 obras pictóricas, 308 grabados, 109 dibujos y
12 esculturas.
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11. Ciencias naturales
El Museo Canario cuenta, desde su fundación, con un
importante fondo de Ciencias Naturales que en la actualidad
se encuentra depositado en los almacenes de la institución.
Muchas de estas colecciones están formadas por objetos
museográficos antiguos, dada la escasa o nula actualización
de materiales que se ha producido a lo largo de su historia.
Este fondo está dividido en cinco colecciones:
Colección de Vertebrados
Colecciones Entomológicas
Colección de Malacología
Colección de Rocas y Minerales
Colección Paleontológica
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12. Numismática
La Sociedad Científica El Museo Canario cuenta con un fondo numismático
compuesto por dos colecciones:
Colección Alejandro Lifchuz
Está integrada por 1.073 piezas monetarias y premonetarias cedidas en
1976 por el titular de la colección al Cabildo de Gran Canaria y al
Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. Las piezas fueron
depositadas en El Museo Canario, encontrándose accesibles al público
previa solicitud.
La colección ha sido estudiada por doña María del Carmen Burgos, siendo
dicho análisis el origen de la actual clasificación en las tres secciones que
ésta presenta:
Numismática romana: constituida por 321 denarios pertenecientes a la
etapa republicana y 696 monedas imperiales de bronce y plata.
Numismática española: integrada por 50 monedas de bronce y plata
distribuidas en siete series (hispano-griegas, hispano-fenicias, hispano-
cartaginesas, hispano-latinas, ibero-tartésicas , ibéricas y libio-fenicias).
Cilindro-sellos: seis piezas mesopotámicas en las que se utiliza el
bajorrelieve como técnica de grabación.
Colección Lothar Siemens Siegmund
Donada por su propietario en 2007. Este conjunto monetario está
compuesto por 594 piezas acuñadas en cecas correspondientes a la
Hispania antigua, constituyendo un complemento de gran valor a la
colección anteriormente descrita.
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13. Centro de
El Museo Canario posee un Centro de Documentación cuyo origen data de 1879, año de la fundación de
la Sociedad Científica. Lo que comenzó siendo una biblioteca que servía de apoyo a los trabajos
arqueológicos o históricos desarrollados por los miembros de El Museo, experimentó al poco tiempo un
notable crecimiento y diversificación documental, dándose forma así a una Hemeroteca y un Archivo,
con lo que se produjo un aumento notable de la documentación conservada tanto cuantitativa como
cualitativamente, siendo la adquisición, el intercambio y, especialmente, la donación las formas de
ingreso más habituales.
El Centro de documentación,integrado por una Biblioteca, una Hemeroteca y un Archivo– está
especializado en Canarias, formando parte de la colección obras producidas por autores canarios, sobre
el archipiélago o, en su caso, editadas en las islas.
Desde el Centro de Documentación son gestionados los servicios de consulta, referencia y reproducción
del material, atendiendo tanto las solicitudes realizadas en las propias dependencias del El Museo
Canario, como las recibidas por correo postal, correo electrónico –a través de este sitio web– y vía
telefónica.
Los documentos que forman parte de las colecciones y fondos custodiados, de acceso público, pueden
ser consultados en la sala de lectura ateniéndose los usuarios a las normas establecidas para tal fin. Del
mismo modo, El Museo cuenta con una sala de investigadores dotada con terminales informáticos que
pueden ser utilizados por los estudiosos autorizados para el tratamiento de textos o con la finalidad de
consultar la documentación digitalizada.
Información general
documentación
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14. Biblioteca
La Biblioteca de El Museo Canario está estructurada en cuatro secciones:
La Biblioteca Canaria es la colección más completa que existe sobre temas, autores e impresos canarios,
respondiendo así a la misión asumida por la institución desde el momento de su fundación.
Cronológicamente esta sección, integrada por unos 15.000 volúmenes, está constituida por títulos
publicados entre el siglo XVI y el momento actual. El carácter preferente que presenta esta agrupación
bibliográfica es el origen de que los procesos técnicos desarrollados estén centrados en ella, teniendo la
selección, adquisición, catalogación y puesta en servicio un carácter prioritario.
La Biblioteca General ,integrada por más de 40.000 volúmenes– está constituida por publicaciones en
distintas lenguas y materias datadas entre los siglos XV y XXI, cuyo ingreso se ha producido,
principalmente, vía donación e intercambio, habiéndose incorporado a ella los volúmenes de la antigua
Biblioteca Municipal de Las Palmas de Gran Canaria y los que formaban parte de la colección bibliográfica
de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria.
Al margen de estas dos colecciones centrales, en El Museo Canario se conservan publicaciones de
referencias canarias que, aunque no son de carácter propiamente local, contienen información de interés
sobre nuestras islas o la colaboración de algún autor canario.
La Biblioteca Maffiotte, colección de impresos en su mayoría canarios o relacionados con Canarias,
reunida en Madrid por el bibliógrafo Luis Maffiotte La Roche.
En la actualidad el catálogo de la Biblioteca de El Museo Canario se encuentra integrado, mediante un convenio
de cooperación, en la red de bibliotecas del Gobierno de Canarias, pudiendo accederse en línea a su consulta a
través del sitio Web gestionado por dicha institución.
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15. Hemeroteca
Una de las secciones documentales más prestigiosas de El Museo Canario es su nutrida hemeroteca, cuyo origen se
remonta principalmente a las colecciones procedentes de los archivos particulares del doctor Chil y de los hermanos
Martínez de Escobar, que pasaron a formar parte de la biblioteca de la sociedad desde el momento de su fundación.
Desde entonces, la hemeroteca de El Museo Canario no ha dejado de incrementar sus fondos un solo día, de
manera que ya en la década de 1940 fue necesario desgajarla del núcleo central de la biblioteca para facilitar su
gestión interna y su correcto tratamiento como colección especializada.
Los criterios de selección de fondos para la hemeroteca están formulados con el objetivo de formar una colección
de carácter patrimonial que incluya todas las publicaciones periódicas editadas en el archipiélago, a las cuales hay
que sumar aquellas otras editadas por sociedades o colonias canarias en el exterior o las que presenten un especial
interés para el conocimiento de nuestra realidad insular. Completa la hemeroteca una importante colección de
revistas científicas nacionales e internacionales. De esta manera, tras 130 años de ingreso de fondos, actualmente la
hemeroteca está considerada como la más completa de cuantas existen en el archipiélago, y cuenta con numerosos
ejemplares de prensa o revistas que no pueden ser hallados más que en nuestros estantes.
Entre los títulos que conforman la hemeroteca de El Museo Canario podemos encontrar la única copia del famoso
Correo de Canarias, primer periódico conocido de las islas, redactado por un autor anónimo y distribuido en 1762
en ejemplares manuscritos. A esta cabecera hay que añadir también la primera que fue impresa en las islas, el
Semanario misceláneo enciclopédico elementar, fechado en La Laguna entre 1785 y 1787. De ahí parte una
colección que llega sin interrupciones hasta los ejemplares de la prensa que se publica actualmente en el
archipiélago, pasando por una etapa, en la segunda mitad del siglo XIX y los primeros años del XX, en que Canarias
llegó a ser una de las cinco provincias españolas de mayor producción periodística. En esta época están
representadas en la prensa las más diversas tendencias políticas y grupos de opinión de toda índole: liberales,
republicanos, conservadores, socialistas, nacionalistas, monárquicos, tradicionalistas, católicos, anticlericales,
anarquistas, masónicos, satíricos, literarios, femeninos, profesionales. En total, alrededor de un millón de
ejemplares de publicaciones de todo tipo que ilustran la pluralidad de la sociedad canaria y los acontecimientos,
mayores y menores, de los que fue testigo, principalmente en los dos últimos siglos. 13
16. Archivo
El núcleo primigenio de esta sección del Centro de Documentación está constituido por los documentos–
originales y copias manuscritas– legados a la institución por Gregorio Chil y Naranjo y Agustín Millares Torres,
cofundadores de El Museo Canario. A estas dos colecciones, de gran interés para la historia de Canarias, se han
ido sumando numerosos conjuntos documentales–especialmente de naturaleza privada y familiar– presentados
en diferentes soportes y con diversas características formales (papel, manuscritos, negativos, diapositivas,
copias fotográficas sobre papel, impresos, documentos figurativos, etc.), que hacen de nuestro Archivo uno de
los más destacados del contexto insular.
Cuadro de clasificación:
1.- Fondos públicos
1.1.- Tribunal del Santo Oficio de la Santa Inquisición de Canarias
1.1.1.- Inquisición: Colección Bute
1.1.2.- Inquisición: Fondo general canario
1.2.- Judicial de Fuerteventura
1.3.- S.E.U.: Sindicato Español Universitario
2.- Fondos y colecciones privados
2.1.- Particulares-familiares
2.2.- Empresas y asociaciones
3.- Fondos y colecciones musicales
3.1.- Musicales canarios
4.- Fondos y colecciones fotográficos
4.1.- Luis Ojeda Pérez
4.2.- Teodoro Maisch
4.3.- José Naranjo Suárez
4.4.- Fotografía Histórica
4.5.- Fotografía Contemporánea
4.6.- Fotografía Digital
5.- Colecciones figurativas.
5.1.- Cartografía
5.2.- Carteles
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18. Revista El Museo Canario
La revista El Museo Canario fue creada en el año 1880, a raíz de la
fundación de la Sociedad, dando comienzo en ese instante la primera
etapa de su existencia. A partir de entonces la evolución del órgano
editorial de El Museo ha pasado por diversas fases:
a) Primera etapa (1880-1882): La revista vio la luz sin interrupción
durante dos años, pero la escasez de medios económicos con que se
contaba para su publicación fue la causa que obligó a los responsables de
El Museo a suspender su edición en 1882.
b) Segunda etapa (1899-1905): Tras la superación de las dificultades
citadas, la revista reapareció en 1899, dando comienzo así a la segunda
etapa de publicación, que se prolongó hasta 1905, año en que nuevas
dificultades financieras dieron como resultado la supresión de la iniciativa
editorial...
c) Tercera etapa (1933-1936): La edición de la revista fue reanudada en
1933, bajo la dirección de Agustín Millares Carlo. A pesar de la
financiación ofrecida por el Cabildo de Gran Canaria, causas de fuerza
mayor obligaron nuevamente al cese de la publicación en 1936.
d) La cuarta etapa (a partir de 1944), dio comienzo en 1944, bajo la
dirección de Eduardo Benítez Inglott, prolongándose hasta el momento
presente que, con periodicidad anual, es dirigida por Manuel Lobo
Cabrera.
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19. Proyecto de ampliación
Con el patrocinio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y la colaboración de la Demarcación de
Gran Canaria del Colegio de Arquitectos de Canarias, fue convocado a finales de 2002 un concurso de
ideas de ámbito nacional en el que participaron 59 estudios de arquitectura de muy diversa procedencia.
Tras un exhaustivo estudio de las propuestas recibidas, por un competente jurado designado al efecto, fue
otorgado el primer premio del concurso –lo que llevaba aparejado el compromiso de encargar la
ejecución de la obra– a los prestigiosos arquitectos madrileños don Enrique Sobejano García y doña
Fuensanta Nieto de la Cierva.
El acta del jurado registró, como justificación del premio, que “el proyecto, además de sus indudables
valores arquitectónicos, presenta una magnífica estrategia para su ejecución por fases, al actuar de forma
independiente en cada una de las propiedades existentes en la manzana, pudiendo además ajustarse al
programa museográfico que se irá proporcionando. Es de destacar la forma y situación del patio de
entrada, que articula con facilidad el uso de cada uno de los edificios existentes en la situación actual o
una vez renovados. Asimismo, debe señalarse la sugerencia planteada por el proyecto como suma de
casas”.
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20. La rehabilitación y ampliación de la sede social se está financiando hasta el momento con sendas subvenciones
plurianuales de 3.000.000 de euros cada una, concedidas por el Gobierno de Canarias y por el Cabildo de Gran
Canaria.
El programa de actuación está dividido en tres etapas, la primera de las cuales se está ejecutando desde el
verano de 2008.
El conjunto de inmuebles destinado a sostener físicamente El Museo Canario alcanzará, tras la ejecución
completa de las obras, una superficie construida de 10.300 metros cuadrados, de los que 5.360 estarán al
servicio del público (3.000 de ellos dedicados a salas expositivas) y 4.940 serán de uso interno (2.130 de los
cuales para almacenes y depósitos).
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