El documento critica a los controladores de tránsito aéreo por la muerte de tres personas debido a que no verificaron el software ni realizaron pruebas antes del lanzamiento de la misión. El software de control no funcionaba correctamente y los simuladores no estaban preparados, pero los controladores no hablaron sobre los problemas ni detuvieron la misión. La responsabilidad recae en todos los controladores por no asegurar que todo funcionara antes de emprender la misión con personas a bordo.