El neoimpresionismo fue un movimiento pictórico francés de finales del siglo XIX liderado por Georges Seurat y Paul Signac que constituye una evolución y reacción al impresionismo. Se caracteriza por el uso de puntos de color puro organizados de forma que crean la ilusión de mezcla óptica. Pintores como Henri-Edmond Cross, Théo van Rysselberghe y Charles Angrand fueron representantes destacados del puntillismo neoimpresionista, aplicando minúsculos puntos de color puro.