Nicolas-Joseph Cugnot construyó el primer automóvil de vapor en 1769 en Francia. Era un triciclo que usaba una caldera y dos cilindros verticales para impulsar la rueda delantera. En 1770 construyó un segundo modelo más grande que podía arrastrar 4.5 toneladas a 4 km/h. Este segundo modelo estuvo involucrado en el primer accidente automovilístico registrado cuando chocó contra una pared. Cugnot continuó desarrollando versiones mejoradas de su automóvil de vapor.