DOS DE CADA TRES PARTÍCIPES CONOCEN LAS VENTAJAS FISCALES DE LOS FONDOS DE IN...
Fondos objetivo rentabilidad: tener meta y cumplirla
1. Fondos con objetivo de rentabilidad: tener un objetivo… y cumplirlo
Jaime Banegas - Experto del Observatorio Inverco
La industria de los fondos de inversión está experimentando un importante crecimiento en
2013. Las razones son fáciles de entender: En un pasado reciente donde las Letras del Tesoro
o los depósitos bancarios proporcionaban rentabilidades cercanas al 4%, los clientes no
parecían cuestionarse más alternativas. La reducción de la rentabilidad de estos activos a
niveles próximos al 1% lleva a plantearse cómo obtener mayor retorno financiero fiscal a medio
plazo, y los fondos de inversión son la respuesta.
Lo novedoso del último año es la fuerza con la que han irrumpido los Fondos con Objetivo de
Rentabilidad No Garantizado. Los motivos del éxito son bastante sencillos: estos fondos
permiten ofrecer una rentabilidad predeterminada y a un plazo conocido de antemano lo que
satisface las necesidades de los inversores conservadores, que son la mayoría según el último
informe del Observatorio de Inverco.
Estos fondos conviven con los fondos perfilados de gestión activa, pero están desbancando no
solo a los depósitos sino también a los fondos garantizados de renta fija. En un entorno donde
la percepción de riesgo de la Deuda Soberana se está reduciendo ¿hasta qué punto están
dispuestos los inversores, aun siendo conservadores, a pagar por una garantía adicional de
una entidad financiera? Las cifras parecen demostrar que poco. Los fondos con objetivo de
rentabilidad captaron cerca de 600 millones de euros en 2012. La tendencia se ha acelerado en
lo que llevamos de 2013 con un crecimiento superior a los 3.870 millones de euros, que
afianza el posicionamiento de esta categoría. De hecho, han crecido un 150% frente a un cierto
estancamiento de los fondos garantizados, según cifras de Inverco a cierre de agosto.
El éxito de estos productos y su capacidad para ofrecer una rentabilidad atractiva a los clientes
tiene motivos adicionales. En primer lugar, tienden a aprovechar la “pendiente de la curva de
tipos de interés”, es decir, en el entorno actual alargan el plazo de la inversión para optimizar la
rentabilidad. En segundo lugar, porque son más flexibles a la hora de construir una cartera
diversificada manteniendo una elevada calidad crediticia. En definitiva, existe un equipo
profesional de gestión que construye la cartera óptima para conseguir la rentabilidad objetivo
en el plazo fijado. Por último, la mayoría de los fondos lanzados tiende a distribuir los
rendimientos vía reembolso de participaciones, tributando únicamente por la plusvalía
generada por esas participaciones vendidas siendo más favorable su fiscalidad frente a otros
productos que pagan cupones.
En cualquier caso, lo más importante de estos productos no es que tengan un objetivo de
rentabilidad ¡En mi opinión lo más importante es que están diseñados para cumplirlo! Lo
esencial es que la cartera está planificada para conseguir esa rentabilidad e incluso excederla.
Por ello, en la actualidad las gestoras tienen equipos de profesionales que componen la
cartera mayoritariamente con Deuda Pública o emisores de rating de similar calidad crediticia.
Si la gestión y la selección de los activos de la cartera es la adecuada, se alcanzará el objetivo
de rentabilidad a vencimiento sin dificultad. Además, la Comisión Nacional del Mercado de
Valores (CNMV) establece requisitos específicos de información para estos fondos tanto o más
exigentes que en otros productos.
Estoy convencido no solo del valor que aportan al cliente los fondos con objetivo de
rentabilidad no garantizado, sino también del desarrollo que el producto va a tener. El pago de
rentas mediante reembolso de participaciones, el traspaso de rendimientos a otro fondo sin
coste fiscal o la ampliación a objetivos de renta variable son la primera evolución de un
producto que pasará a formar parte de la cartera habitual de muchos inversores.