Después de casarse, Eurídice murió mordida por una serpiente. Orfeo bajó al inframundo con su música para recuperarla, con la condición de no volverse a mirarla hasta salir. Al salir, Orfeo se volvió y Eurídice murió de nuevo. A pesar de su trágico final, la historia de Orfeo y Eurídice ha inspirado muchas obras de arte y literatura a través de los siglos.